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ADVERTENCIA: Esta historia contiene SMUT y violencia. 

Taehyun miró a su amigo con preocupación, deseando romper las barras que lo encarcelaban y obligaban a ser testigo de tremenda crueldad. Mientras, su padre simplemente rodó los ojos ante los quejidos de Yeonjun.

–Es sólo una aguja.– El desalmado dijo con tono burlón, enterrando aún más el afilado artefacto en la espalda baja del vampiro. –No necesitas ser tan dramático.

Ante esto, Yeonjun soltó un sollozo de dolor, retorciéndose lo más que pudo puesto que estar atado a una mesa de laboratorio no da mucha libertad de movimiento. 

–Por favor, déjalo ir.– Taehyun rogó con desesperación, su mirada posándose en el engendro que se hacía llamar padre. – Hyung nunca ha hecho nada malo, ¿Qué más da si tiene habilidades desconocidas por nuestra raza? ¿Por qué estás tan obsesionado con ello?

El señor Kang suspira fuertemente, expresando clara molestia ante la incesante insistencia de su hijo. Sin responder, sacó la aguja del cuerpo de Yeonjun, limpiándola y sacando el líquido que tenía dentro. Tras esto, se sienta en el borde de la mesa de laboratorio, agarrando su cabellera una vez más y tirando por ella. –¿Por qué? No me hace falta una razón para hacer lo que se me venga en gana. Quiero ser el vampiro más poderoso, ya tengo la influencia necesaria, ahora solo me hace falta extraer las habilidades de este... Espécimen.

–N-no me trates como si fuera una simple rata de laboratorio. –Yeonjun responde mientras respira con rapidez, intentando calmarse y no alterarse ante la situación lo cual es algo imposible puesto que está reviviendo sus traumas.

Con una sonrisa llena de malicia, el señor Kang se inclina hasta tener su cara a meros centímetros del pobre vampiro. 

–Dices eso, pero el color de tus ojos demuestra lo aterrorizado que estás. – Una amarga carcajada escapa de sus labios, mirando fijamente al muchacho quien desea cohibirse del miedo. – El rojo se ve precioso en ti.

El mayor de los tres presentes se da la vuelta, buscando por un nuevo instrumento para continuar la cruel tortura. En cuanto Yeonjun ve lo que el hombre escoge palidece.

–¿Oh? ¿Recuerdas esto? – El señor Kang pone un collar alrededor del delicado cuello del vampiro, apretando un botón que da una descarga eléctrica a Yeonjun. – Cada vez que me desobedecías te electrocutaba con esto. Como echo de menos aquella época.

–¡PARA, POR FAVOR! –Taehyun le ruega, apretando con más fuerzas las barras que lo mantienen prisionero. –¡NO LE HAGAS DAÑO!

–Cállate. Eres igual de ruidoso e inservible que tu madre. 

A Taehyun le consume la ira. Nadie insulta a su dulce madre, a la única que cuidó de él durante su infancia, la única que mostró amor y cariño hacia su persona y lo consoló en los momentos más duros de su vida.

No es capaz de seguir mirando, su padre está realizando experimentos tan crueles que Taehyun siente ganas de vomitar. Los gritos de Yeonjun son audibles, sus ruegos, sollozos... Parte el corazón de Taehyun.






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–Mamá, ¿Por qué papá está todo el día fuera de casa? – Un inocente Taehyun pregunta mientras se sube en el regazo de su madre, buscando atención y caricias de su dulce pariente. – ¿Ya no nos quiere?

–No digas eso, cariño. –La mujer tenía una mirada llena de amor maternal por el niño, balaceando su cuerpo en la mecedora mientras abraza al pequeño Taehyun. Sus ojos se posan en la televisión, observando por unos segundos el programa que tanto le gustaba. –Tu padre tan solo está un poco ocupado. Seguro que todo vuelve a la normalidad en un par de semanas.

Aquella fue la primera vez que vio a su madre con una expresión de dolor e incertidumbre. A pesar de solo tener seis años, Taehyun sabía la dura verdad. Su padre no los quería, ni él ni su madre tenían algún valor para el desalmado tras haber alcanzado la posición máxima de poder. El hombre ni siquiera sabía cuantos años tenía Taehyun, a veces decía que tenía siete, otras ocho... Su familia ya no es tan unida como antes.

–Taehyun, cariño. –Otro recuerdo. Su madre había vuelto del trabajo con una expresión de cansancio y dolor. En ese momento no era consciente de ello pero la dura realidad era que su padre realizaba experimentos en la dulce mujer, en la señora Kang. –¿Has estado muy solo sin mi?

–Ya soy grande, mami. – El niño responde con un puchero pero enseguida se abalanza a los brazos de su madre. – Puedo cuidar de la casa sin sentirme solo. Tenía mis juguetes para hacerme compañía.

–Eres un buen chico.– Le dice con una dulce sonrisa, caminando ahora hacia la cocina en orden de hacer la cena.

– ¿Papá no va a volver hoy a casa?

–...– Por unos minutos, no hay respuesta. Tomó mucha fuerza de voluntad para responderle: – no, cariño. Lo siento mucho.

Meses pasaron en los que su padre ni siquiera pisaba el hogar hasta cierto día; el día en el que capturó y empezó a experimentar con Yeonjun.

Todos sabemos como acaba la historia, pero no como sigue. El hombre había descubierto a Taehyun y tenía pensado castigarle duramente como consecuencia mas su madre se interpuso, protegiendo a su niño hasta el final.

La memoria es tan traumática que Taehyun apenas recuerda lo que pasí, tan solo recuerda ver caer el cuerpo de su madre contra el suelo. Satisfecho ante el intercambio, el señor Kang simplemente desapareció de la vida de Taehyun.




NOTAS:

No sé si quedará alguien leyendo esto, pero en caso de que lo haya, siento muchísimo haber tardado tanto. Hace mucho tiempo que no escribo así que perdonen si ven que he aflojado un poquito en mis habilidades. 

Muchas cosas han pasado a lo largo de estos años, esta es de hecho la primera historia que actualizo en muchísimo tiempo. Espero que os siga gustando, aunque dudo mucho que alguien siga por aquí :'D.

Estoy un poquito más desconectada del mundo del k-pop así que perdonen si algunas cosas están flojillas.

Recomiendo releer la historia para recordar lo que ha pasado hasta este punto. Espero que os guste este capítulo, intentaré actualizar hasta que se termine la historia <3.


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