004
-Asi que, ¿qué tipo de flor es "la flor del vampiro"?
-No tengo idea.
-¿¡Eh!?, ¿no tienes ninguna pista? ¿o alguna suposición?
Yewon se detuvo mientras él caminaba por aquel vivero sin decir ninguna palabra al respecto.
-Ashh, en serio... -muffo la menor- ¿Entonces cómo sabremos que flor es?
Volteó a verla- La flor del vampiro posee una fuerza vital infinita. Si la veo, voy a ser capaz de reconocerla al instante. -se adelantó dejándola sola.
-Tsk... si, está bien... eso es lo que realmente espero. -susurró preocupada para seguirle.
La hora pasó con lentitud y tortuosamente para ambos. Sin ningún tipo de avance en la búsqueda de aquella reliquia ancestral.
-Si no eran las que estabas buscando, ¿por qué compraste estás flores? -cuestionó al ver el ramo de flores de diversos tipos y colores sobre la mesa.
-Son agradables.
-¿Eh? -le observó descolocada por completo.
-Realmente parecían gustarte. -ante ello la menor sonrió cabizbaja- Parece que las flores son capaces de hacer feliz a los humanos.
Suspiro- Bueno, son bonitas ¿no es así? -bajo la mirada, sobre la mesa para verlas nuevamente- Después del fallecimiento de mí madre, he dejado de disfrutarlas. -ante la atenta mirada del joven ella volteó a verlo- Pero, ¿por qué estás buscando esa flor?
-El que posea la flor podrá convertirse en el señor de los vampiros, el gobernante del mundo vampírico.
-¿Señor? -analizo aquellas palabras- Entonces, ¿la estás buscando porque quieres ser el señor de los vampiros?
-No estoy interesado en ello.
[....]
En un puesto nocturno de las calles céntricas de Songdo-dong se encontraba aquel chico alto y de buen porte, como si fuera extraído de un manga shojo, comiendo aquel bocado asado a la parrila de aquella ajumma.
-¿Estás aquí? -preguntó al sentir una esencia tan familiar- Has estado muy ocupado últimamente.
-Hansol subió para algo aquel día. -comentó directamente.
-Ese bastardo parece que incluso atacó a jóvenes estudiantes estos días. -llevo un pedazo de cerdo hasta su boca.
-¿Qué dijiste? -el contrario sonrió al recibir aquel plato por manos de la ajumma- ¿Atacó a jóvenes estudiantes? -tomó su hombro obligándolo a voltear- ¿Qué quieres decirme Eun Woo?
-Tu sabes que tengo muchos fans, ¿verdad? -volteó nuevamente- Lo escuche de ellos. Hay una sombra oscura merodeando y afectando por los alrededores de la escuela media. -pincho aquellas tripas en salsa roja- Dejá de pensar mucho en ello. Ten, prueba uno San Ha.
El menor sólo le observó en silencio, a lo que el mayor se quejó por su actitud tan recta. Para volver a su plato.
-Tal vez sea porque estoy en abstinencia pero a veces las cosas color carmesí hacen que el apetito se valla, ¿no crees?
-Tsk, "cosas color carmesí". -muffo el más alto.
[....]
La pequeña Yewon se encontraba sola en casa observando aquella pintura antigua colgada en la sala de la misma.
Su rostro reflejaba desesperanza, ¿realmente esto esta ocurriendo?
Una fuerte y veloz ráfaga de viento se hizo sentir por aproximadamente tres segundos, ella volteó encontrandose en el sillón a Yoon San Ha.
-¿Por qué siempre apareces de repente y haces que la gente se asuste? -cuestionó al recuperar el aliento y tranquilizar su corazón.
-Ya no hay tiempo. Tenemos que encontrar esa flor.
Ante la atenta mirada de la jóven, se puso de pie caminando esos pocos centímetros que lo separaban del cuadro, para desaparecer en el.
-No es como si no quisiera encontrarla... -muffo silenciosamente con su ceño fruncido.
[....]
-Anda, por favor, recuperate. -suplicó para depósitar un tierno beso en aquellas orquídeas.
El ruido de aquella campanita se hizo oír, evidente símbolo del ingreso de un posible cliente a la florería.
-Anyoung haseyo. -reverencio levemente con su cabeza para terminar de depositar aquella maceta en la mesa principal.
-Woah, el mundo es pequeño. -sonrió "el más joven".
-Oh, eres el de aquella vez. -sonrió la puntas violetas- Lamento lo de aquél día en serio. -volvió a disculparse.
-Descuida, ¿es la misma? -pregunto al mirar la maceta para acercarse.
-Oh, si lo es. -sonrió con ternura al verlas, acto que no pasó desapercibido para él.
-Son orquídeas.
-Woah~ ¿conoce de flores?
Sonrió- Algo, dicen que las orquídeas son símbolo de sexualidad, ¿verdad?
Ella sonrió para negar- Sólo se las conoce por aquel significado, pero la realidad es distinta. -se inclinó para rosearlas con agua- Está compuesta por una amplia familia de especies, con formas y colores variados. Dependiendo de su color, se le atribuye un significado distinto. -sonrió- La orquídea blanca expresa pureza, la roja deseo intenso, la violeta sabiduría y prudencia, la azul paz y armonía, la amarilla erotismo.
Sonrió- Me gustan las amarillas. -comentario que logró sacar una pequeña risa en la contraria- ¿Y la rosa? -preguntó al ver el color de estás.
-La rosa son la belleza del amor y el cariño genuino. -sonrió.
-Entiendo, como lo que le estás brindando -ambos sonrieron- Soy Cha Eun Woo.
-Kim So Jung. -respondió con la misma sonrisa que el contrario.
[....]
Sentada en el salón de talleres visuales, casi vacío, se encontraba la pequeña Yewon googleando desde su teléfono.
"Flores" y "Vampiros" eran las dos palabras más importantes en el momento para ella.
-'Mientras chupan la sangre de los humanos...' -susurró leyendo aquel artículo, ante la atenta mirada de su compañera de clases.
-¡Ye Won, vamonos a casa! -Changsub era llamado a través de señas por su compañera de clases. Captando la intención, volteó alejandose de su mejor amiga.
-Que extraño, ayer ella estuvo fuera de si todo el día. -susurró Jeon So Yeon para voltear a verla-¿Y hoy también?
-¿Oh?, tal vez no se sienta bien. -comentó Changsub pensativo.
-Ustedes son tan ruidosos. -volteó la menor con su ceño fruncido y un leve puchero en sus labios para volver nuevamente a su celular.
-¡Oye! -Changsub recibio un golpe- ¿Has visto merodear a un oppa? ¡Él es inhumanamente atractivo!
-Si él es inhumano, probablemente sea un vampiro, ¿no es así? -comentó no tan suavemente como pensó.
-¿Qué dijiste? -cuestionó su amiga Soyeon.
-Nada. -sonrió volviendo a lo suyo- Sólo ignorenme. -algo dubitativa la rubia volteo hacia Chang.
-La próxima vez que lo vea le pediré su número, ¿o eso sería mucho? -tomó el hombro de su amigo para samarrearlo- Actualmente las chicas con iniciativas son la onda, ¿no lo crees?
-Ya, ¡para! -se quejo ante los abruptos movimientos de So. Quién rió al observarle.
-Tan cute. -apretujo sus mejillas- Bueno, iré a encontrarme con ese oppa guapo, annyeong. -se despidió de los pocos en el salón.
Los ojos de la pequeña Kim se volvían viciosos al comparar aquellos informes junto a las imágenes, había encontrado una flor rosa de un color magenta bastante ambiguo.
-Ah, ¡la encontré! -gritó emocionada para tomar sus cosas y salir del instituto, siendo perseguida por su mejor amigo- ¡La encontré! ¡La encontré!
-¡Espérame Umji! -ambos corriendo, pasaron de largo al custodia del instituto, Myung Joon.
La noche cayó rápidamente, Yewon estaba totalmente emocionada, al fin parecería que las cosas volverían a su lugar de origen.
Embobada en sus propios pensamientos escuchó un fuerte gritó femenino, sin pensarlo mucho prosiguió aquel lugar de su procedencia.
-Yewonie... -apenas consiguió articular Changsub debido al cansancio de estar persiguiendole sin descanso alguno; pero sin más la siguió.
En aquél callejon oscuro un vislumbrante rojizo se hizo presente y una sonrisa malévola tomo acto de presencia.
-Esto se ha vuelto interesante. -Hansol sonrió al percatarse de aquél menor detrás suyo; para acto seguido, poniendose de pie, esfumarse en el mismo aire.
La pequeña Kim se acercó hasta aquel callejón apartado con cierto pesar sobre su pecho, sus piernas temblaban sin duda alguna, pero realmente no quería ser una cobarde, no más.
Se acercó lentamente acortando aquella distancia nublosa que no dejaba distinguir con claridad, una vez cerca logró verlo de cuclillas sobre el cuerpo de una estudiante.
Sus miradas se encontraron sin duda, el poco aliento de la pequeña se desvanecía ante aquella mirada frívola y sin escrúpulos del mayor, sus ojos destellantes de un leve rojizo.
-¿Qué fue ese sonido? ¡Umji!, ¡Yewon! -Changsub apareció detrás de ella, obligandole al contrario a desvanecerse de la mirada de la menor- Yewon, ¿estás bien? -los ojos de Chang se posaron en la misma dirección que los de ella- ¿Eso qué es? -poco a poco fue acercandose hasta aquél cuerpo encubierto por la ocuridad de aquel callejón, deseando una respuesta de vida por su parte- ¿So Yeon? ¡So Yeon! ¡Despierta!
Yewon dejó caer su celular para lentamente cerrar sus puños con fuerza e ira.
«¿Realmente era posible?, yo, ¿no vi mal? Él... era él quien...»
Una mano tapó la boca de la menor abruptamente, generando que se enaltezca naturalmente por el mismo pavor.
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