Capítulo 14: Fotos

Elsa

Lisa estaba muy emocionada por conocer Río de Janeiro, era de lo único que había hablado el día antes de detenernos en el puerto y esperaba que se callara cuando hubiera puesto un pie en la tierra.

Amanda era parte de la tripulación que se quedaría arriba del barco, aunque lo había hecho por decisión propia, debido a que ya conocía la ciudad; en cambio nosotras dos podríamos bajar por no haber bajado en Cabo Verde, ni Portugal.

—¡Bajaremos a Río! —chilló Lisa cuando estábamos caminando por la cubierta para bajar al puerto.

En eso, pude divisar a Ariana y me detuve de golpe.

Lisa siguió caminando y hablando por unos segundos, hasta que se volteó y me miró extrañada.

—¿Qué pasó?

Yo sólo negué con la cabeza.

—¿Qué significa eso?

—N-nada...

Lisa se quejó y se me acercó para tomarme del brazo y arrastrarme con ella. Yo intentaba forcejear para evitar toparnos con Ariana, pero no sirvió de nada, pues en unos segundos, ya estábamos junto a ella.

—Hola —nos saludó.

—Hola, Ari, ¿tomaras fotos de Rio?

—Así es, espero que puedan ser mis modelos al menos en una foto —dijo con una sonrisa.

Eso solo me puso más nerviosa. Yo no quería posar para una foto, menos para una de ella.

Si lo decía así, sonaba a que detestaba a Ariana, pero no lo hacía, solo detestaba lo que me provocaba cuando la veía.

—Hace tiempo no te veía, Elsa —comentó, mirándome de una forma que me erizo la piel.

Estaba por responder algo, cuando alguien saltó sobre mí y casi me tira al suelo.

—¡Elsa!

—¡Kyle, no soy un burro de carga, ni tu amiga! ¡Bájate!

Si bien yo era alta y fuerte, Kyle era demasiado para mí. El tipo era uno de los hombres más altos que había conocido y, además, era bastante musculoso, casi me había roto la espalda con su peso.

Kyle se bajó de encima de mí y me dio una sonrisa.

—Hace tiempo que no te veía... —se giró para ver a las demás—. Hola, Lisa. Hola, Ari... ¿y Amanda?

—Debió quedarse arriba —respondió Lisa—. Quizás en un próximo viaje pueda bajar.

—Ah —dijo Kyle, algo desanimado.

—¿Y Shaun? —preguntó Lisa—. Dime que se quedó arriba —pidió.

—Eh...

—Estoy detrás de ti, muñequita de porcelana.

Shaun pasó por entremedio de Lisa y Ariana, dándole un empujón a mi amiga de pasada, lo que provocó que esta emitiría un gruñido.

Lisa comenzó a apurar el paso y empujó a Shaun cuando lo alcanzó, pero este volvió a adelantarla, dándole otro empujón. En unos segundos, ambos comenzaron a comportarse como dos niños pequeños dándose empujones.

—¡Shaun, me avergüenzas! —le gritó Kyle—. ¡Ahora entiendo porque las mujeres no te soportan!

Pude oír que Lisa se rio y Shaun la empujó más fuerte, tanto que cayó al suelo, pero alcanzó a jalarlo del brazo, provocando que cayera con ella.

Ambos se quejaron en el suelo y nosotros tres solo los adelantamos fingiendo que no los conocíamos.

—¿No están emocionadas de estar en Río de Janeiro? —preguntó Kyle.

—Algo —dije yo.

—¿Algo? —preguntó extrañado—. Si que eres poco divertida.

—Yo ya lo conocía —dijo Ariana, llamando nuestra atención—. Mi madre es brasileña y mi padre norteamericano. De hecho, nací en Brasil, pero nos fuimos cuando tenía meses.

—¿Te gusta la samba?

—Adoro la samba.

Ambos chocaron las palmas y rieron. Justo en ese momento, Lisa llegó a mi lado y Shaun apareció por el lado de Ariana, mientras Kyle seguía en medio.

—Ya quiero ir a la playa, ¿me tomas fotos? —le preguntó Kyle a Ariana.

—Claro, me encantaría.

¿Cómo lo hacía Kyle para agradarle a las personas tan fácil? ¿Por qué yo no podía ser como él? Si hubiera tenido la misma clase de personalidad que Kyle, hubiera estado hablando con Ariana en ese momento y me hubiera sonreído a mí, no a él.

Solté un pequeño suspiro. Yo jamás sería como Kyle, yo simplemente no era así y no me sentiría cómoda siendo tan efusiva y extrovertida. Tenía que conformarme con lo que era, no intentar cambiarme de una forma que no me gustaría en lo más mínimo.

[...]

—¿Por qué está él aquí? —me preguntó Lisa, refiriéndose a Shaun.

—Él es amigo de Kyle, Kyle de Ariana y tú quieres andar con ella... ahora asume las consecuencias de tus decisiones —le dije en susurro.

Estábamos en la playa, la cual estaba bastante llena, pero era una de las partes que todos querían conocer.

Los cinco estábamos sentados en nuestras toallas, con nuestros trajes de baño. Ariana tenía puesto un bikini lila, el cual le quedaba increíblemente bien.

A diferencia de mí, Ariana era bastante voluptuosa, sus piernas eran un tanto gruesas y su abdomen no era del todo plano. Esa clase de cuerpo me parecía precioso, no como el mío, el cual carecía de grasa y por más que comiera, no podía hacer crecer mi trasero o mis senos.

Ariana estaba preparando la cámara, mientras Kyle y Lisa habían ido a probar el agua. Por otro lado, Shaun estaba en su celular con sus audífonos inalámbricos puestos, cosa que hubiera hecho yo si no hubiera sido porque había alguien a ahí a quien me interesaba escuchar.

En lo que Ariana probaba la cámara, Kyle y Lisa volvieron con nosotros.

—El agua es increíblemente tibia —comentó Kyle—. Es como el paraíso.

Ambos se sentaron en sus toallas y de pronto, Kyle volvió a hablar:

—Esa chica también es el paraíso —dijo, mirando a una chica morena, un tanto rellena, pero increíblemente bien proporcionada.

—No me gustan las morenas —comentó Ariana—. Soy más de pelirrojas, castañas o rubias.

Eso llamó mi atención y también la de Kyle, pues se volteó a verla de golpe.

—¿Te gustan las mujeres?

—Sí.

—¿O sea, que eres una mujer de color y lesbiana?

—Sí... —respondió extrañada.

—Se te cayó algo —le dijo Kyle, apuntando el suelo.

Ariana miró hacia dónde estaba apuntando, pero no había nada.

—Tus derechos —bromeó, riéndose.

Ariana rodó los ojos con una risa y le tiró arena con el pie.

—¿No te cansas de hacer bromas idiotas? —le preguntó Shaun.

—Concéntrate en tu música, no te metas.

—Ya, vamos a sacar las fotos —dijo Ariana—. ¿Vienes, Elsa?

Iba a decir que sí, de verdad, pero entonces mi lado amargado y vergonzoso se apoderó de mí.

—No, estoy bien, gracias.

—Bueno.

Me dio una sonrisa amable y Kyle y Lisa la siguieron hacia el agua.

Yo me quedé sentada en mi toalla, mirándolos.

—Al menos dijo que le gustaban las rubias y no creo que lo haya dicho por Lisa —oí decir a Shaun—. Definitivamente fue una indirecta para ti.

Yo lo miré confundida.

—No, yo...

—Ya me di cuenta, es muy tarde para negarlo.

Solté un quejido.

—¿Soy tan obvia?

—No, creo que ni Ariana, ni Kyle lo han notado —supuso—. Lisa es tu mejor amiga, así que supongo que ya se dio cuenta y yo, bueno, solo soy observador.

—Lo sé, las personas más introvertidas suelen observar más —le dije—. Por ejemplo, a Kyle se le cae la baba por Amanda, pero ni ella, ni Lisa lo notan.

Shaun sonrió divertido.

—Supuse que ya lo habías notado.

Hubo un momento de silencio, hasta que me giré para verlo directamente.

—¿Cómo coqueteas?

Shaun pareció incómodo con eso, pero quito sus audífonos y quitó sus lentes de sol, dejando ver sus ojos cafés claros.

—No soy la persona correcta para esa clase de pregunta, jamás me he acercado a una mujer sin que antes se me acerque ella —me contó—. Aunque creo que podrías empezar por aceptar cosas como unas fotos... quizás así Ariana entienda que no la detestas.

—¿Crees que piensa que la detesto? —pregunté, un tanto preocupada.

—No aun, pero si sigues haciendo cosas que evitan que pases más tiempo con ella... entonces lo pensara —explicó—. Ella no lee mentes, no sabe qué la gente como tú o yo no somos buenos demostrando interés.

Yo asentí, entendiendo a lo que se refería.

—Gracias.

—Cuando quieras.

Estaba decidida, la próxima vez, accedería a que me tomara unas cuantas fotos..., pero no en bikini, eso sí que no.

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