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Inevitablemente, se habían acostumbrado y hasta podría decirse que enamorado de la compañia del otro, bueno, Rusia desde hace varios meses, pero México estaba experimentando ese bello y odioso sentimiento por el eslavo, y tenía miedo. Sabía que ese país era de lo más homofóbico y varias dudas pasaban por su mente; ¿y si no correspondia? ¿y si se declaraba, lo rechazaba y no le volvía a hablar? ¿y si arruinaba su amistad?
Esos sentimientos habían surgido aproximadamente hace dos meses. Rusia lo trataba bonito, no eran tan frío como pensaba cuando lo conoció y realmente era muy agradable estar y hablar con él.
Al agarrar confianza, a pesar de que jotear solo fuera un juego México sentía que el ruso se lo toman algo enserio, dios, a veces pensaba que lo ilusionaba de manera intencional.
¿Su más reciente relación? A pesar de que fue hace varios años, no estaba muy seguro de querer otra, puesto que había sido algo tóxica, pero, sentía que con Rusia sería distinto, era demasiado lindo, amable, e incluso cariñoso con él.
Estaba confundido, no se quejaba o negaba ser 'algo' joto, ni siquiera sabía que era lo que le molestaba, estaba algo confundido.
Lo que lo hacía sentir algo peor era que estaba acorrucado en el pecho del ruso, mientras el otro dormía, él pensaba en todo lo que estaba pasando. Solo miro su tranquilo rostro una vez más y cayó dormido.
[...]
Despertó. Ya no estaba Rusia a su lado y eso lo hacía sentir bastante solo, además de que de verdad lo estaba.
Volteo su almohada para usar el lado fresco y volver a dormir, hasta que vio un sobre debajo de esta. Lanzo la almohada para agarrar el sobre y abrirlo, estaba bastante emocionado, pues hace semanas no recibía una de esas cartas.
En esta ocasión era una canción llamada "Si Nos Dejan". Ese brillo habitual que tenía en su mirada se intensificaba cada que leía esas hermosas cartas, más con esta, pues era una de sus 'rolas' favoritas.
Se levantó, guardando la carta junto a las otras en esa caja que guardaba en el armario.
Salió de la habitación, esperando ver a Rusia en la sala o cocina, quizás en el pasillo o que este en la recámara de invitados.
Buscó por todas las partes en la que podría estar, y no había ningún rastro, solo un abrigo en el perchero junto a la puerta.
Rendido, salió de casa para ir a algún Oxxo y comprarse un café, pues hasta hacerse uno le daba pereza.
Rusia en esos momentos, estaba con una guitarra en la cima de una colina, reproduciendo la canción, siguiendo el ritmo con los acordes.
Estaba ahí desde hace algunas horas, decidió ir a practicar fuera de casa; planeaba declararse hoy mismo, o máximo mañana.
Su celular comenzo a sonar, o más bien vibrar, México le estaba mandando varios mensajes.
"WEEEYY DÓNDE CHINGADOS ESTASSSS" "PENDEJO, YA ENSERIO, NO QUIERO QUE UN BRAYAN TE NAVAJEE :c" "ni un adiós me dijiste culero" "ni en visto me dejas puto" "bueno, cuidate mijin, voy a salir por un rato"
Sonreía un poco por los mensajes, aunque antes de esos había mandado varias groserías y un "Ontas?", ni siquiera sabía que significaba eso, pero creía que no era nada importante.
[...]
La tarde estaba llegando, el cielo con tonos anaranjados y con algunas nubes junto al sol que ya se estaba ocultando. El escenario perfecto, incluso mejor de lo que planeaba.
Estaba casi corriendo de bajada. Esperaba que México ya se encontrará en casa, si lo encontraba por la calle o justo en la puerta su plan se iría al carajo y se arruinaría.
- No hacía falta que me acompañaras, pero aún así gracias. - esa linda sonrisa que podría enamorar a casi cualquier persona, era dirigida a China, el cual había salido a comer con el latino.
- 没什么,墨西哥. [No hay de que, México.] - se despidió con una pequeña reverencia para luego irse.
Rusia estaba apenas acercándose a la casa del mexicano, cuando divisó a ambos países en la puerta. Decidió esconderse detrás de un árbol para que México no lo viera, o a la guitarra.
Una vez asegurándose de que el tricolor haya entrado, se acercó hasta estar en el patio delantero, casi al frente de la ventana del cuarto del latino.
Las cortinas estaban abiertas pero las ventanas de cristal transparente no, el sonido de la televisión le indicó que México estaba en la habitación.
Tenía nervios, afortunadamente casi no habían personas, las casas estaban cerradas, al parecer todos estaban encerrados o habían salido, realmente no le importaba mucho. Suspiro, acomodo la guitarra listo para empezar a tocar.
Por suerte sabía a la perfección los acordes y eran algo sencillos, esperaba que México pudiera escuchar.
"Desde el cielo todo es más bonito".
Apenas había empezado a cantar y su mente ya se había llenado de pensamientos desalentadores, no tenía mucha fé en eso, pero no perdía nada intentando, bueno, al menos no mucho.
México había escuchado la voz de Rusia, no muy bien gracias al volumen medianamente fuerte de la TV. Se había interesado por escuchar mejor , apagó la televisión y dejó el control remoto en la cama, levantándose de esta para seguir la melodía. Asomó un poco su cabeza por la ventana y pudo ver al ruso, con su típica ushanka.
"Dejame llevarte a las estrellas otra vez, como la noche de ayer".
Hicieron contacto visual por unos segundos. Mientras México estaba enbobado por la linda voz de Rusia, el mencionado estaba algo avergonzado, consideraba dejar de cantar por miedo a que su pronunciación fuera mala o ridícula, pero al notar algunas arrugas se formaban en el cubrebocas del contrario, indicando como una sonrisa se formaba en el rostro de su amado se dio cuenta de que no había marcha atrás. El nórdico cerro sus ojos, agachado su cabeza de manera leve.
El sonrojo no se hizo esperar, en el ruso por la pena y nervios combinados, en el mexicano por el enamoramiento instantáneo ante el canto del contrario.
"Vámonos a Marte donde nadie vaya a buscarte, ni a ti, ni a mí".
Ponía total atención al hijo de URSS, si no fuera por la voz de éste, todo estaría en total silencio.
Algunas personas se estaban asomando para ver la escena, si no fuera por que México no queria arruinar aquel lindo momento, ya habría les hubiera gritado "¡Pinches viejas chismosas!" o algo peor, hacia eso de vez en cuando, pero era útil que chismearan cuando estaba fuera de casa, era mejor que conseguir cámaras de seguridad.
"Donde todo es más callado y solitario pa' los dos, donde no hay nadie más, que tú y yo".
Rusia se acercó unos pocos pasos, todavía con la mirada agachada. Apenas iban a la mitad de la canción, pero ahora, el canto y risa del nórdico era lo último que querría escuchar el mexicano.
"Dejemos la tierra llena de gente tan mierda que nos quiere aplastar.
Vámonos de viaje a las estrellas y a marte a olvidar nuestro problemas, tan punzantes ".
Planeaba bajar para poder escucharlo de cerca. La letra se le hacía conocida, pero no recordaba en donde la había escuchado.
Sus brazos estaban recargados en el marco de la ventana, quería bajar para poder abrazarlo. Le daba algo de ternura verlo actuar con algo de nervios, "¿Le daré ternura a Rusia cuando yo actuó así?" esa duda invadió su mente.
"Contemplemos las constelaciones y todas nuestra visiones que nos quitan el vacío que sentimos, en la tierra".
Rusia levanto la mirada, conectandola con México. Estaba vez el contacto visual duro más que el anterior, amaba verlo, amaria besarlo en ese momento. Sería alto, pero no tanto como para llegar a la ventana y darle aunque sea un corto beso.
Desvío la mirada, sonriendo como chico enamorado, bueno, eso es lo que era.
"Toma mi mano y vámonos de aquí. Ponte tu suéter gris y comencemos a huir".
México retrocedió, alejándose de la ventana y perdiéndose de la vista del ruso, desilusionandolo. Éste solo agachó su mirada, siguiendo con la melodía. Escucho los pasos apresurados del tricolor bajando las escaleras para luego ver como se abría la puerta y México salía por esta, con un suéter gris puesto.
El mencionado se acercó a Rusia.
"Vámonos a marte donde nadie vaya a buscarte, ni a ti, ni a mí".
No estaban muy cerca, pero si lo suficiente para escuchar los latidos del soviético, los cuales había subido de intensidad cuando al agacharse un poco para ver mejor a México, el mencionado había puesto su mano su mejilla, acariciandola de manera leve mientras sonreía, podía imaginar aquella preciosa sonrisa debajo del cubrebocas.
Dios, no podía ser tan...perfecto.
"Donde todo es más callado y solitario pa' los dos. Donde no hay nadie más, que tú y yo".
La canción había finalizado.
No podían estar más rojos, o tal vez si.
- Мексика. - el nombrado ahora tenía sus manos en los hombros del más alto. - Te amo.
El latino había comprobado su teoría: le gustaba aquel 'poste de luz'. Y ahora además de amar varios aspectos de él, amaba su pronunciación del español, a pesar de ser casi perfecta, se notaba el acento ruso, y eso se le hacía lo más lindo del mundo.
- Yo también te amo. - con una mano se bajo el cubrebocas exponiendo sus labios. Rusia fijo su mirada en estos, quería probarlos.
- ¿Te gustaría ser mi novio? - tragó saliva nervioso. - O bueno... ¿Te latería ser mi 'chava'? - sentía que entraría en algún tipo de pánico gay, esperaba no haberlo arruinado con ese comentario.
-- Por ti beibi, sería BatMan. - se acercó más al rostro de él. - Me latería un buen. - posicionó sus brazos alrededor del cuello del contrario.
En respuesta, Rusia abrazo por la cintura a México. El segundo mencionado, un poco desesperado por la lentitud del euro-asiático, empujó de forma suave su cabeza para unirlo finalmente en un beso.
Lento, cariñoso y ansiado mayormente por el más alto, un momento en el que podía saborear los labios sabor a tequila de su ahora pareja. El momento y sensación eran tan disfrutables que podría convertirse en un vicio.
Se separaron, ahora México era el más sonrojo, ambos sonrieron y decidieron entrar, pues en este lapso de tiempo ya estaba casi oscurecido.
Decidieron quedarse mirando hasta la madrugada películas de comedia mexicana, que a pesar de no ser buenas, eso los dejó seguirse demostrando amor sin tener que fijarse en la trama o excusarse diciendo "Jotear entre amigos fortalece la amistad."
Ya llegó su escritora irrelevante favorita.~
1763 palabras, uUFF-
al fin me convenció, el epílogo será corto.
A MIJOS, EL PINCHE ÚLTIMO CAPÍTULO ALV -crying-
Bueno, ¿qué decirles? Me encariñe con esta historia pero mañana subiré otra y/o un one-short. Tarde por algunos inconvenientes nada graves, no siento que este capítulo sea muy lindo, pero ojalá les haya gustado <3
bueno, haré una clase de página tipo "agradecimientos" por que si no está parte se alargará de más.
Los que respondieron a la pregunta el cap. pasado, mE MATAN, LITERAL CASI ME DA DIABETES O ALGO POR TANTO AMOR-(¿
estaba planeando hacer el epílogo de una manera en la que pudiera tener continuación, pero no lo veo muy necesario. Si hay algún error diganme por favor, estoy terminando esto en la noche asjabskab
¡Adios bellas personitas! Hasta la próxima. uwu💞
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