CAPULLO.

Era claro que no nos conocíamos...

Hablaba por mí...

Por los miedos e inseguridades que viví en ese momento, por aquella luz capaz de iluminar miles de firmamentos.

Tan pequeño y tan radiante...

Al acercarme a él, era ver la perfección, con los rasgos mas delicados y aquellos ojos que me envolvieron por completo en una nueva dimensión.

Su mirada profunda y su sonrisa traviesa me cautivó de inmediato, como pequeña doncella que se encontraba desprotegida ante sus encantos. Unos encantos inexplicables, confusos pero agradables.

Su voz no es más que una melodía que susurraba en mis oídos y me llenaba de paz y tranquilidad cuando pronunciaba algo.

Sus manos tocaron mi ser un instante y me ayudó a recorrer un nuevo camino desconocido, uno donde las nubes era nuestro hogar, uno donde soñábamos de verdad, uno donde jugábamos a amar.

Un juego desconocido para esta loca, que solo sabía correr y tirar rocas, pero me llenaba de encanto cada vez que me tocaba con sus manos, era poco el tiempo en el que nos conocimos, pero el tiempo hada es muy lento y un día entero parece una eternidad.

Solo sigo a mi estrella...

Que me envuelve cada vez más en su ser, para ser de él y pertenecer a él.