Capítulo [1]

La aglomeración de gente guapa en la pequeña localidad de Paoz era un festín para los sentidos, pero solo una belleza captó la atención de Goku Son. Siempre había sido así, desde el momento que la conoció en Londres, su deseo por ella no había disminuido en los cinco años que llevaban casados. Eso nunca cambiaría, lo sabía en cuanto la impresionante supermodelo Milk Ox entraba en la habitación, aunque estuviera preparado. Y sin duda estaba preparado para aquella reunión.

Antes incluso de casarse habían estado de acuerdo en esperar para formar una familia, para ellos era muy importante centrarse primero en sus carreras profesionales disfrutar de la vida y, sobre todo, el uno del otro; y así había sido. Bueno, casi.

Goku frunció el ceño al recordar el que había sido su quinto año de matrimonio, podía contar con los dedos de una mano las veces que había estado con Milk durante el año anterior, ambos habían subido como la espuma en sus respectivas profesiones, más de lo que ninguno pudo haber imaginado pero habían pagado un alto precio por semejante éxito, ya que los había alejado.

Milk había estado inmersa en dos giras mundiales. Su hermoso rostro aparecía en las portadas de las revistas de todo el mundo. El tiempo de Goku se había visto repartido entre la asesoría técnica de una película y el desarrollo de un dispositivo móvil que estaba a años luz de sus competidores, Milk y él solo habían conseguido coincidir un fin de semana en Francia tras una sesión fotográfica que se realizó allí. Siempre habían valorado mucho los escasos momentos que sus trabajos les permitían estar juntos, y aunque Goku había intentado hablar con la pelinegra sobre su deseo de formar una familia, el tiempo había pasado demasiado rápido.

-Hablaremos de ello en el festival de cine de Francia -prometió ella mientras le cubría el abdomen de apasionados besos.

Y luego le quitó de la cabeza la familia y su sueño con caricias audaces y besos que él llevaba mucho tiempo anhelando. Habían terminado en la cama con los brazos y las piernas entrelazadas, sus lenguas enfrentadas en carnal duelo y los cuerpos embistiéndose en el acto sexual más
apasionado que había experimentado nunca con ella. Cuando estuvo hundido en su cuerpo se sintió pleno, y los dos se entregaron al amor toda la noche y después el idilio se acabó. Goku se marchó cuando salió el sol después de que ella le hubiera soltado la bomba de que no iba a posponer una sesión de fotos para poder acompañarlo a la boda de su hermano Black.

El pelinegro se sintió herido y furioso, pero solo dijo: -De acuerdo. Te veré en Francia.

Y tenía toda la intención de hacer algo más que hablar sobre formar una familia. Iban a pasar una semana entera en Francia juntos. Durante el día estarían ocupados con actos de promoción y cosas así, pero por las noches se entregarían el uno al otro

El corazón se le enternecía al pensar en tener hijos con Milk, en tener un hogar con ella que no estuviera vacío. Nunca había tenido algo así en su vida. Su madre lo quería, sí, pero siempre había tenido al menos dos empleos para poder sacarlos adelante y trabajaba muchas horas, apenas la veía cuando era niño.

El pequeño apartamento de Vegitta había sido el lugar donde creció, pero los recuerdos que guardaba de aquel lugar eran dolorosos y sofocantes. Experimentó por primera vez lo que era la libertad cuando salió de sus abrumadoras garras. Se mudó a un moderno apartamento en la capital oestey luego, cuando se casó con Milk, compraron un lujoso ático, muy lejos del oscuro pasado de Goku.

Pero aunque esa era su casa y la de Milk, seguían faltándole la vida y la energía de la auténtica familia que él siempre había anhelado quería una casa de verdad, con jardín para que sus hijos pudieran jugar y construir buenos recuerdos que guardarían toda la vida. Un lugar al que poder llamar hogar, donde se sintieran a salvo. Queridos. Todo lo que su aristocrático padre le había negado.

En esos momentos, al ver a Milk acercarse y salvar la distancia que los separaba, deslizó la hambrienta mirada por ella. Siempre ocurría lo mismo, cada vez que la veía un deseo abrumador se apoderaba de él, era absolutamente deslumbrante y era su mujer.

Ella avanzó por La Croissette bajo el fuego cruzado de los flashes con su sonrisa de un millón de dólares. Él sabía que no estaba mirando a nadie ni a nada, que su maravillosa sonrisa estaba dedicada a su legión de entregados fans. Sabía cómo enamorar a la cámara, y la cámara la amaba. ¿Cómo iba a ser de otra manera? Era una fantasía hecha realidad. La mujer con la que todo hombre soñaba hacer el amor, a la que todas las mujeres querían parecerse.

Su melena azabache estaba recogida en un moño que enmarcaban aquel rostro que había aparecido en todas las revistas desde que tenía trece años. La niña que había empezado a trabajar en el mundo de la moda había sido reemplazada por una mujer sensual.

El vestido escarlata le acariciaba los elevados senos y las caderas. Goku sabía que cada uno de sus movimientos estaba cuidadosamente orquestado, incluidos los pasos que daba sobre las piernas largas y esbeltas, prolongadas por tacones altos.

El encuentro de marzo le había recordado cuánto la había echado de menos aquel año tan movido. Goku captó la breve vacilación de sus ojos antes de detenerse ante él y ponerle las palmas sobre el pecho del modo familiar que había sido grabado miles de veces. Un contacto que lo dejó tembloroso, recordando las cosas buenas que había entre ellos, la pasión, la felicidad, la alegría de dejar el mundo fuera y dormirse el uno en brazos del otro.

Sé que este capítulo es más narración que diálogo pero es importante para el fic, espero y me entiendan.

Nos leemos en el próximo capitulo, trataré de actualizar más seguido pero el trabajo a veces los impide.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top