Día 29: Fiesta
Sangre, sudor y lágrimas es lo que Draco y Theodore invirtieron en arreglar el cementerio para la fiesta que se iba a celebrar la noche de Halloween, la maleza fue verde y encantadora, pero había llegado al punto de parecer una selva tropical. Así que tuvieron que trabajar como jardineros durante el día y parte de la noche, la magia parecía azuzar a las plantas que crecían más rápido de lo que podían desear, así que usaron el método muggle.
Los niños se salvaron de ayudar por ir al colegio muggle ya que el año próximo dirían que el mayor fue a un colegio internado, lo importante era mantener las apariencias ante los muggles, que, aunque supieran de la existencia de un ser extraordinario en el Cementerio no creían del todo en brujas y magos. Ahora debían estar cenando en compañía de una doncella fantasmal.
En fin, Draco suspiró tras dejar las podadoras sobre una lápida, era pasada las ocho de la tarde y sus manos estaban más que callosas y dolidas. Debía admitir que vivió como un completo príncipe sin siquiera cuidar de una pobre planta.
— Cuando dejes de ver a Hermione deberás de hacerte cargo de estos matorrales — Theodore usaba el rastrillo para alejar el resto de las ramas y pastos. — No creas que ella te va a morder pasado mañana, ni siquiera tienen un mes de conocerse.
Draco roló los ojos, si entendía que no era Romeo y Julieta para casarse mañana luego de jurarse amor eterno. — Será como tener citas con ella, no es como si fuera a irme cuando no la vea. Tendré un romance a la distancia, la veré durante un mes al año, así como tú con Luna.
El castaño quiso decirle que Luna ya no era su novia, hace más de dos semanas que decidieron romper debido a la distancia y la falta de confianza mutua, ella estaba feliz viajando por el mundo para convertirse en una magizoologa, mientras él iba esporádicamente a clases a adiestrarse como sanador. Así que no eran ningún buen ejemplo, quería decírselo a Draco, pero estaba seguro de que este se echaría la culpa por lo ocurrido años atrás.
— Por tu expresión... siento que yo seré el que se case primero. — Draco cerró su puño lastimado. — De los dos tú siempre has sido el más maduro...
La vampiresa apareció con su característica bruma negra, sostenía una lámpara para iluminar a los muchachos, pasó las últimas tres horas en compañía de los gemelos Weasley y haciéndole otro favor a Theodore, aunque para ello tuvo cruzar el continente para realizarlo.
— El novio de tu ex es más miedoso de lo que creí. — Hermione reía mientras recordaba lo ocurrido. — tu ex dijo que soy fascinante, cambio de opinión cuando dije que hacía mucho que no bebía sangre humana y ellos eran mi presa. Me lanzaron ajo, me mostraron una cruz y arrojaron objetos de plata...
— Me retracto. — Draco negó con la cabeza, estaba un tanto decepcionado — Pensé que irías a cobrar venganza tú mismo.
Hermione observó a ambos. — Yo cobro venganza de parte de Theo, lo hice contigo, me faltaba ella... y en la noche Halloween asesinaré a Parkinson. — Las caras de los muchos le mostraron que no estaban de acuerdo. — Cobrar venganza es lo mejor, puedes liberar tu ira, pero si no quieren que la mate le daré un susto que la hará dormir menos de una hora seguida y también le haré una visita a Astoria.
— Solo no las muerdas. — Theodore recordó lo sucedido la última vez — El corte que causaste fue difícil de sanar...
— No iba a morder a ninguna, solo iba a disfrutar mi último día visible, nadie podrá acusarme de algo. — Hermione observó los pastos del cementerio. Resultaba adorable y hermoso. — Debería ponerlo a secar — Chasqueó los dedos y las flores se secaron, las rosas se convirtieron en capullos secos, las lápidas se llenaron de telarañas y la neblina invadió los pisos.
— ¡Invertimos sangre, sudor y lágrimas arreglando todo y ahora está seco — Draco se lamentó, su esfuerzo se fue al garete!
— Es una ilusión, ¿Cómo puedo dar una fiesta de Halloween con un jardín del palacio de Buckingham? — Ella negó con la cabeza. — Este Jardín será hermoso mientras Theo esté con vida, el pacto de sangre y corazón que realizamos lo ha unido a mi mansión.
— Eso significa que tu corazón podría estar latiendo debido al pacto...— Draco empezó a razonar — y quizás no desparezcas al final del mes.
— No del todo, me podrás ver hasta el día de los muertos, pero no podrás tocarme porque soy como el viento... — No iba a darle falsas esperanzas al pobre hombre. — Hice el pacto antes con Crookshanks y no hay diferencia...
— La hay, yo soy un humano.— Theodore afirmó, había esperanza.
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