Draco estaba sentado en el sofá del estudio de Theodore, estaba vigilándolo desde que el sol se ocultó ya que parecía estar ansioso por algo y no sabía que era.

— ¿Por qué miras el reloj? — Lo pilló observando el reloj por enésima vez. — Actúas como si estuvieras en una cita con un vampiro.

Tras decir "Vampiro" Hermione apareció detrás del Mago, estaba bostezando y estirándose cual gato, por su parte Theodore abrió los ojos en sobremanera,

— No tengo cita con un vampiro. — Negó rápidamente. — No vuelvas a decirlo, por favor.

Hermione desapareció rápidamente.

— ¿Ahora está prohibido decir vampiro? ¿Por qué? — Preguntó ofendido, seguía sin notar que detrás de él estaba aquella presencia. — ¿Piensas que son bestias? A mi parecer son seres muy interesantes, me gustaría conocer uno alguna vez en mi vida. — Cerró los ojos tratando de recordar de dónde sacó esos pensamientos — Probablemente mis padres me maten, pero me gustaría tener un romance con un ser así, sería muy emocionante...

Hermione que estaba detrás de él sintió una presión en su pecho y luego sintió un "boom" ¡era un latido! Un segundo después volvió a escuchar otro "boom" Lo escuchó demasiado alto. ¡Su corazón había vuelto a latir por las palabras de Adonis!

— ¿Hay algo detrás de mí, cierto? — Draco tragó grueso al escuchar un par de golpes, similares a un latido o bueno varios latidos.

— ¿Qué? No hay nada, gira a ver. — se encogió de hombros tras verla desaparecer. — Creo que ir a Valle Normal te ha perturbado más de lo que pensé.

¿Perturbado? ¿En verdad estaba teniendo alucinaciones auditivas? — Tienes razón, iré a Valle Normal... si estoy perturbado debe ser porque algo vi.

— ¡No! — Exclamó, Theo notó la mirada desconfiada de su amigo — te dejaré ir solo, si te vuelves a desmayar tu padre me matará.

— Bien, serás mi chofer... siento deseos de conocer a la dama fantasmal y ver si es tan hermosa como dice mi padre. — Se recostó en el sofá y cerró los ojos. — Tal vez pueda ver algún vampiro... Sí que supongo que si vamos mañana por la noche podremos encontrar algo en la mansión.

Theodore estaba a punto de morirse de la impresión. — ¿De noche? ¿No sería mejor ir de día? — Estaba horrorizado ante la idea de que pudiera ver a la vampiresa.

— Si quieres ver cosas sobrenaturales es mejor ir de noche y además me da tiempo de conseguir arándanos...

Hermione escuchaba atentamente, estaba mucho más asustada por que su corazón latiera y esta vez ya no fuera tan alto como para ser escuchada, no sabía si estar feliz o asustada. Por una parte, quería agarrar a besos a Draco y por la otra, tenía miedo ya que eso significaba que podía a morir estacada.

¡Por Merlín! Antes estuvo lista para morir, se preparó por un milenio y ahora sentía deseos de vivir. Miró a Draco debía ser debido al anillo y el falso amor que sentía, en cuanto se lo quitara era seguro que podría irse sin sentirse triste.

— Deja de verme, Theo. Siento tu mirada clavada en mí. — Draco habló con los ojos cerrados. — Ya sé que soy hermoso, pero es incómodo.

— Arrogante. — Hermione dijo en tono burlón y luego desapareció.

Draco suspiró, necesitaba ir a valle normal antes de volverse completamente loco. Sentía como si la mansión lo llamara, sentía la necesidad de ver esa mansión.