Día 19: Bruja

— ¡Estoy seguro de que olvidé algo importante! — Exclamó en medio de la madrugada, estaba esperando la llegada de su amigo, este parecía no tener intenciones de regresar. Miró lo que quedaba de la luna, cada vez más pequeña. — él ni siquiera tiene novia...

«Debido a ti» se respondió a sí mismo, ya estaba pagando su penitencia al haberse desmayado en un cementerio. Se recostó en la hierba del jardín, ¿desde cuándo le era difícil dormir? Por lo general no tardaba más de diez minutos en caer rendido, pero ahora era como si su horario hubiera sido modificado, lo cual no tenía sentido alguno debido a que pasó mucho tiempo dormido.

Cerró los ojos en un intento de relajarse, a su mente llegó un bosque completamente lóbrego, la luna llena iluminaba a penas entre el follaje, sintió como corría en medio de los hierbajos ¿estaba huyendo? Escuchó un aullido, ¡un hombre lobo! Se ocultó, entonces vio la figura de una dama, no dudó en tomarla de la mano para salir huyendo con ella, pero se soltó de él para decirle: "No soy una humana a la que debas proteger"

Se sentó asustado — ¿Qué fue eso? ¿Quién era ella? — Negó con la cabeza, al menos sabía que no se trataba de un ser humano, algo estaba ocurriendo y él estaba sufriendo las consecuencias.

— ¿Qué haces ahí? — Theodore estaba sosteniendo unos libros entre sus brazos, acababa de aparecer ante él — ¿Me extrañaste?

— ¿A dónde fuiste? — Lo cuestionó con desconfianza, estaba seguro que había gato encerrado.

— A conseguir libros, hay cosas muy interesantes... —Theodore le extendió una mano para ayudarlo a levantarse, pero este la rechazó de un manotazo.

— Dijiste que irías a ver a una amiga y has regresado con libros — Draco lo observó con desconfianza. — ¿En verdad fuiste a hacer ello?

No por nada su amigo era un Slytherin, era claro que en su visión era un completo mentiroso. — Ella es una bruja que ha estado muy delicada, tuve que comprarle algo de comida, a penas ha tenido fuerza para sentarse en... — el ataúd — Su cama, así que tuve que cuidarla y en retribución me regaló un libro de objetos malditos, es víctima de uno así que necesito encontrar una solución.

— La solución es que se lo quite. — Respondió Draco con simpleza.

— Eso queremos, pero quien se lo puso ya no puede hacerlo. — Theodore le dio la espalda — Ve a dormir.

Draco quiso cuestionar a su amigo, ¿Por qué le estaba dando la espalda cuando hablaba de esa amiga? Empezaba a creer que algo escondía sobre esa bruja, algo que él olvidó. ¿Pero qué era? Mientras más lo enviaba a descansar u olvidar, más curiosidad sentía por la manera tan extraña del actuar de Theodore y de Dobby. 

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