Hermione era curada por Theodore, tenía varios cortes que no estaban sanando rápidamente. Sus brazos se veían maltrechos al igual que su rostro. Se sentía cansada, necesitaba dormir por más de veinticuatro horas. Sus suegros seguían siendo exigentes, querían celebrar la boda cuanto antes ya que de esa manera nadie notaría su "embarazo", Draco estaba discutiendo con ellos por tratarla como un ser inagotable, él se esmeraba en defenderla y eso le resultaba adorable, pero no surtía ningún efecto en los Malfoy.

— Si sigues respirando agitada no sanarás tan rápido como deberías — Theo trataba de calmarla, sentía que en cualquier momento ella podría beber la sangre de a sus suegros. — Estás tan pálida como un ángel.

— ¿Ángel? Un ángel de la muerte es lo que soy — Soltó con sarcasmo tras mirar sus manos, peleó hasta el amanecer, momento en el que casi se convirtió en cenizas — No lo tolero más, Draco sigue siendo un niño a los ojos de sus padres — Hizo una mueca de dolor al sentir el díctamo en su piel. — No tengo la fuerza suficiente para otra noche de pelea, necesito dormir y ellos son un obstáculo. No podré proteger a ninguna mosca si continúo despierta.

El mago tragó grueso, sentía miedo de ser mordido por otro vampiro. — Entonces los enviaré a casa.

— No se irán — Hermione cerró los ojos. — Voy a quitarles los recuerdos sobre mí, los enviaré a su mansión y se habrá acabado todo.

Esa había su primera opción desde el principio, si antes no pudo usarlo debido al anillo ahora tenía una excusa lo suficientemente fuerte. La protección hacia Draco y su familia, era su prioridad y esta era la oportunidad perfecta para lograrlo.

Cubrió sus brazos con su capa roja, miró a Theodore con cansancio, apreció en el salón, sus ojos se tornaron escarlatas. Los tres Malfoy se perdieron en su mirada. — Olvidarán todo lo relacionado a Valle Normal, me olvidarán a mí que he sido un dolor de cabeza para ustedes y no casarán a Draco con cualquiera, aceptarán su decisión sin chistar. Cuando despierten no recordarán nada relacionado con esta mansión.

Chasqueó los dedos, se desplomaron sobre el piso. No tardó en acercarse a cada uno de ellos para regresarlos a la mansión Malfoy. Una vez de regreso le pidió a Theodore que llevara la camioneta de Draco hasta la mansión de este, ya no tenía más energía ni para respirar.

Dobby que vio todo en silencio no le quedó de otra que seguir a su joven amo, debía velar por él en cuanto despertara y se sintiera perdido.