Único 💘
-¿Porque debo arreglarme tanto?-Reprendía una curiosa Jisoo a su madre.-Solo vamos al centro comercial.-termino de hablar después de una breve pausa.
Desde hace ya varios días su madre había estado "transformada", pues la llamada de una vieja amiga de la infancia la había hecho recordar sus grandiosas épocas de juventud, donde no tenia preocupaciones ni fuertes responsabilidades como las son ahora.
Sin embargo este día tenia una importante misión, tenía que hacer de su hija una buena amiga para Taehyung, un chico asocial e hijo único de su vieja amiga.
Una misión totalmente sencilla.
O al menos eso pensaba la señora Kim, pues Jisoo era una chica encantadora, cada persona con la que se topaba terminaba completamente enamorada de su increíble intelecto y belleza.
Era simplemente perfecta.
-He quedado con una amiga y su hijo para tomar un helado y quiero que vayas presentable.-Respondió la madre de Jisoo muy directa. Sabía que su hija era sensata y lo entendería.
Estaba en lo cierto, Jisoo solo asintió sonriente y siguió arreglándose.
Al poco tiempo, la pelinegra ya estaba lista para ir con su madre.
Las dos salieron de la casa para ir al centro comercial, en donde ya estaban Kim Taehyung y su madre esperándolas.
-Mamá,-Replicó Taehyung por quinta vez en la tarde a su madre.- estoy cansado de esperarlas, además, ¿por qué narices tengo que venir yo a una reunión con una antigua amiga tuya?
-Porque te gusta venir al centro comercial y entonces te he traído, cuando termines el helado podrás ir a comprarte alguna figurita de esas que te gustan.-Le dijo su madre, ya cansada de su hijo. No podía contarle la verdad, que estaban ahí para que Taehyung conociese a alguien de su edad.
A los pocos minutos, dos figuras se acercaron a la mesa de la heladería del establecimiento. La madre de Taehyung se levantó para saludar a su vieja amiga y a la hija de esta.
-¡Yong-sun!-Dijo la madre de Jisoo mientras se acercaba a su amiga y le daba un abrazo.
-Wheein, te ves genial.-Dijo la madre de Tae mientras correspondía el abrazo. Miró hacia la joven pelinegra que estaba de pie, mirando al suelo con un poco de vergüenza.-¡Jisoo! ¡Estás enorme! Hace muchos años que no te veo, cuando lo hice, todavía eras un bebé.
Jisoo solo sonrió amablemente y se sentó cuando Yong-sun las invitó a acompañarlos.
-Jisoo, él es Taehyung, mi hijo, creo que tenéis la misma edad.-Dijo la mujer mientras señalaba a un guapo chico de tez canela. Ella le sonrió, sonrisa que aquel apuesto individuo no correspondio.
Era algo normal, tal vez no estaba de buen humor o algo no le agradaba.
Eso era lo que se decía Jisoo por dentro para no comenzar a odiarlo tan pronto.
¿Quien no le devuelve una sonrisa a la hermosa Kim Jisoo?
-Ya que estamos aquí todos,-Hablo sonriente su madre.-ordenemos un helado ¿les parece?.
-¡Por supuesto!-Atinó a decir la bella mujer frente a ella.-¿De qué lo queréis chicos?
-¡De chocolate!-Jisoo siempre escogía el mismo sabor debido a que amaba el chocolate.
-Y-yo de fresa.-Fue lo primero que dijo Taehyung en la presencia de Jisoo.
-¡Perfecto! Wheein ¿me harías el favor de hacerme compañía?
-¡Claro! En un momento volvemos, no se aparten de nuestra vista.-hablo por último la madre de Jisoo.
Sin mas se levantaron y juntas partieron al establecimiento de helados, dejando así, un frío e incómodo silencio entre ambos adolescentes.
-Emmm...¿En qué instituto estudias?-Preguntó Jisoo para romper el silencio.
-E-en el que está cerca de la estación de metro.-Respondió él tímido.-Es que no me acuerdo del nombre, es muy largo.
Jisoo río fuertemente después de que el castaño dijera aquello.
-Yo también estudio ahí.-Respondió todavía riendo.- Y tampoco me acuerdo del nombre. Es que es demasiado largo y difícil. Me pensaba que era la única.
Taehyung empezó a reír junto a Jisoo.
-Yo también me pensaba que era el único despistado.-Contestó él. Curiosamente, la chica pelinegra que le había parecido sosa era más interesante de lo que pensaba.
Al poco tiempo, las madres de ambos llegaron con cuatro helados, uno de chocolate, dos de fresa y uno de caramelo.
Esta vez, Taehyung no se apuró comiendo su helado para poder irse. Por primera vez, estuvo entablando una conversación con una chica de su edad.
-Esas serán las actividades que haremos este nuevo curso.-Concluyó una sonriente Nayeon. Era nueva profesora en un instituto y estaba nerviosa de hacer bien su trabajo.
Observó a sus alumnos.
Unos hablaban entre ellos, otros tomaban apuntes y otros le sonreían de vuelta.
Se fijó en uno concreto, que miraba hacia la ventana. Los demás alumnos tenían sus sillas muy juntas, pero él no, él estaba muy alejado.
Le recordó a ella cuando estaba en el instituto. Era antisocial y le daba miedo abrirse.
Eso pensó hasta que cuando el timbre indicando el descanso sonó, una chica pelinegra y con sonrisa en forma de corazón se acercó al serio castaño.
-¡Taehyung!-Exclamó ella haciendo que el castaño se sobresaltase.-¡Que casualidad! Resulta que justo este año tocamos en la misma clase.
-Si, ¡que casualidad!-Respondió él intentando parecer lo más borde posible. La cercanía que la chica quería tener con él le parecía extraña debido a que se habían visto hace dos semanas y por sus madres.
-Bueno, espero que nos llevemos muy bien.-Dijo ella. Quiso continuar pero una voz dulce y femenina los llamó interrumpiendo la conversación.
-¡Jisoo! ¡Vamos a llegar tarde y no vamos a tener sitio en la cafetería!-Gritó Roseanne a su mejor amiga.
Las dos salieron dejando la clase vacía, excepto por el castaño que seguía recogiendo sus cosas.
Al llegar a la cafetería su bella amiga no tardo en preguntar quién era aquel chico, ni en delatarla en frente de sus demás amigas, las cuales esperaban su respuesta expectantes.
-A ver chicas, no os hagáis ilusiones.-Dijo ella intentando calmar la situación entre sus tres amigas.-Solo es un amigo, lo conozco desde hace muy poco.
-Bueno, hay tiempo para conocerse bien.-Dijo Lisa.-¿De dónde lo conoces?
-Es el hijo de una amiga de mi madre.-Las sonrisas de sus amigas se borraron por completo. Era una situación incómoda y poco romántica.
-Mira, ahí está.-Dijo Rose, señalando al alto chico, que acababa de entrar en la cafetería.
El moreno siempre comía solo en las escaleras de la cafetería, sin que nadie se diese cuenta de su presencia.
-¡Hey Taehyung!-Le gritó Jisoo, llamando la atención del muchacho.- ¡Siéntate aquí!
Al darse cuenta, todos en la cafetería lo miraban; era normal debido a que Kim Jisoo, una de las chicas más inteligentes, guapas y deseadas por la población masculina, le había dicho que sentara con ella.
Los chicos y alguna chica lo miraban con rabia.
Él no hizo caso y se fue a las escaleras de nuevo, dejando a Jisoo desconcertada y herida.
La pelinegra se levantó de su asiento y se sentó en las escaleras con él, haciendo que todos miraran el panorama.
Algunos miraban con odio al castaño, otros simplemente continuaron con lo suyo.
El chico detestaba ser el centro de atención.
¿Que había hecho para merecer aquello?
Miró desconcertadamente a la pelinegra quien, parecía cómoda a su lado.
-¿Qué haces?-Preguntó molesto y sorprendido a la pelinegra.
-Ser tu amiga.-Respondió ella.
Era una respuesta simple pero fue muy significativa para Taehyung, al que nunca le habían mostrado ese interés aunque fuese solo para formar una amistad.
Ninguno dijo nada más, simplemente siguieron comiendo en aquellas incómodas escaleras.
Realmente Jisoo era la chica más molesta en aquel mundo.
O eso pensaba Taehyung; que después de dos meses de lo sucedido, seguía viendo los intentos de la chica por ser su amiga.
Después de un tiempo, Taehyung tuvo que aceptar lo de sentarse con las amigas de Jisoo, día tras día.
Siempre entraban y salían juntos de ese instituto con aquel nombre tan largo.
Siempre mantenían alguna conversación entretenida que hiciese un buen camino.
Al principio eso era demasiado molesto para Taehyung, que siempre había estado acostumbrado a la soledad.
Pero puede que después de dos largos meses se volviese un pequeño hábito normal para el castaño.
-Estaba hablando sobre la profesora Nayeon y la cantidad de deberes que manda...-Contaba Jisoo al más alto mientras volvían a sus casas.- ¡Entonces aparece por detrás! ¡Pero estaba muy concentrada en leer su nuevo libro que no se dio cuenta!
-Has tenido suerte Jisoo.-Respondió Taehyung. Se le hacían normales las anécdotas de Jisoo sobre sus horas escolares. Siempre tenía algo que contar, algo que para Taehyung era cada vez más agradable.
-¡Hola chicos!-Dijo una voz masculina desde atrás.
Era Namjoon, un antiguo amigo de Jisoo con el que se había reencontrado en el instituto.
-¡Nam!-Exclamó Jisoo Al ver al de piel canela.-Te estábamos esperando.
A Taehyung le sorprendió mucho, no sabía que él vivía por allí.
Jisoo notó su sorpresa y dijo:
-Perdón por no avisarte Taehyung. Hace poco Nam me dijo que vivía en este barrio y se me hizo buena idea que fuésemos los tres juntos.
En ese momento, Taehyung no sabía que le pasaba. En sus adentros, su mente estaba realmente enfadado con Namjoon, su corazón latía bruscamente sin saber porqué.
-Bueno, ¿vamos?-Dijo Namjoon interrumpiendo el silencio incómodo y colocándose en medio de Taehyung y Jisoo.
-No esperaba que nos acompañaras.-hablo Taehyung, secamente. Ni él sabia la razón de su comportamiento indiferente hacia el mas alto.
-Me disculpo,-repuso Namjoon.-no pense que Jisoo no te fuera avisar.
-No tienes de que diculparte,-añadió Jisoo y volvió una vista molesta a Taehyung.-¿verdad?
El castaño, sorprendido de la manipulación de Jisoo, asintió algo que para nada quería hacer, al contrario, pero estaba en contra de sus principios decir que estaba molesto con su presencia cuando claramente, según Taehyung, él es el que sobra.
Siguieron su camino tranquilos, mientras que Jisoo y Namjoon hablaban Taehyung solo escuchaba con la cabeza baja, preguntándose el porqué de su comportamiento.
Los meses pasaban y los sentimientos de los que dudaba Tae eran cada vez más fuertes.
Siempre que veía a Jisoo y Namjoon juntos el sentimiento de furia y de envidia invadía su cuerpo.
Jisoo pasaba mucho más tiempo con Namjoon, se habían hecho más cercanos.
Jisoo y Taehyung seguían pasando mucho tiempo juntos, tiempo que Tae atesoraba.
Pero esta vez la cuestión era diferente, aquel tiempo que compartía junto a ella era algo realmente importante, no importaba si eran unos par de minutos, valía mucho para el.
Y aún no descifraba el porqué.
Los sentimientos no eran su mayor fuerte, no los expresaba y ni mucho menos los dejaba salir a la luz. Era una persona firme y reservada, no tenia ninguna experiencia en el amor.
Le daba vergüenza hablar con su madre, no tenia a quien acudir y sus emociones revoloteaban dentro de si, su inexperiencia tampoco ayudaba y su confusión era cada vez mas grande llegando a molestarle.
-Taehyung, ¿todo bien?. -pregunto Jennie preocupada, no había probado ni un solo bocado de su almuerzo.
Asintió tímido, su mirada perdida había preocupado a las chicas y su inquietud era notable.
Un silencio se apodero del momento llegando a ser incomodo, y esta vez no estaba Jisoo para arreglarlo.
Pero llegaría en cualquier momento.
Y así fue, una hermosa Jisoo se acerco con una sonrisa de oreja a oreja, cambiando por completo el pesado ambiente y tensión qué existía en el grupo.
Lisa, por instinto, pregunto la razón de la enorme y llamativa sonrisa que hizo aparición en el castaño.
-¿Por qué de repente sonríes, Taehyung? Llevas todo el día muy serio.
-¿Ah?-Preguntó bajando de su nube.- Y-yo....
-¿Por qué estabas triste TaeTae?-Preguntó Jisoo haciendo un puchero. El corazoncito de Taehyung dio un salto, siempre se emocionaba cuando le decía TaeTae.
-N-no era nada.-Mintió intentando evadir la pregunta y sonrió ampliamente. Sonrisa que desapareció cuando Namjoon se acercó a la mesa y se sentó justo entre ellos dos.
-Oye Tae, ¿Hablamos fuera un segundo?-Preguntó Namjoon con seguridad.
Él, un poco sorprendido asintió y acompañó al de piel canela al desierto pasillo.
-Necesito de tu ayuda.-repuso Namjoon mientras jugueteaba tímidamente con sus manos.-Se acerca San Valentin y me gustaría que me ayudaras. Me gusta mucho Jisoo, tu eres su mejor amigo, quiero pensar que me seras de gran ayuda.
No.
-Por supuesto ¿como puedo servirte?.-Lo que Taehyung tenía de guapo igual lo tenía de idiota.
Pero la curiosidad por saber si tendría una oportunidad con aquella lo estaba matando y Namjoon le sería de gran ayuda.
-¡Genial!-Saltó de alegría el tenue y tierno Namjoon.-Muchas gracias Taehyung.
-No, no me agradezcas.-soltó él contrario con una sonrisa, verdaderamente falsa.
No quería que llegara San Valentín, tenía temor a él resultado de todo ello.
¿Que iba hacer si Jisoo aceptaba?.
Claramente sentiría la peor humillación de su vida, y aún peor, su primera decepcion amorosa.
Vaya qué el amor era complicado.
Su apetito se había perdido entre sus miles de pensamientos, no pensaba volver a su sitio y ver la cercanía de Jisoo y Namjoon.
Partió a su salón de clases con la esperanza de tener un momento a solas antes de salir.
-Ummm...¿Le gustan los juegos?-Preguntó Jennie.- Podrías declararte en los recreativos.
-No lo veo Jennie.-Respondió Lisa.-Es mejor un sitio más significativo para ellos.
Y ahí estaban Jisoo y sus amigas, buscando la forma en la que Jisoo se declararía a Taehyung. No era tarea fácil porque Taehyung no era muy de ir a sitios con mucha gente así que los lugares eran limitados.
Entonces Jisoo se acordó de esa bonita heladería del centro comercial, en la que se conocieron. Todavía recordaba el sabor del que Tae se había pedido el helado: fresa.
Quizás podría llevarlo allí, declararse, y si las cosas no salían bien, podía huir con su helado de chocolate que le ayudaría a sanar un poquito su corazón roto.
Le dolía de solo pensar que Tae no la podría corresponder. Le gustaba mucho pero aún así no quería perder la bonita amistad que tenían.
Deseaba con todo su corazón que él la correspondiese.
-La heladería en la que nos conocimos quedaría perfecta, además, es un lugar especial.-Habló Jisoo a lo que sus amigas sonrieron.
-Es perfecto.-Exclamó contenta, Rose.
Por su parte, Tae no quería que llegase San Valentín a solo dos días de la fecha. Nunca le había gustado pero este año, sus motivos eran peores.
Si, estaba enamorado de Kim Jisoo. La noche anterior había reflexionado lo que había aceptado el día anterior y se arrepentía mucho.
Pensó que hubiese sido mejor declararse a Jisoo y que le rompiese el corazón a tener que ayudar a que ella estuviese con Namjoon.
-Tae, ¿Estás bien? No has probado un bocado desde que te sentaste.-Dijo Yong-sun preocupada.
-Si, estoy bien.-Dijo saliendo de sus pensamientos.-Mamá, ¿puedo pedirte un consejo?-Ella sonrió dándole a entender que si.- Me gusta una chica y quería declararme por San Valentín, pero me daba miedo que no me correspondiese y he metido la pata.
-Ummm....entiendo.-Dijo Yong-sun, todavía sonriente.- Si crees que esa chica merece la pena deberías de arreglar por todos los medios el problema y declararte.
-No es tan fácil.
-Bien, pues no lo hagas.-Respondió firmemente.- Entonces vivirás toda tu vida diciendo, ¿qué pasaría si lo hubiese hecho?
Dicho eso se levantó y recogió su plato dejando a un Tae pensativo e indeciso.
Su madre tenía razón, no podía quedarse de brazos cruzados, ni siquiera podía soportar la idea de Namjoon y Jisoo como una pareja.
Debía hacer algo al respecto pero ¿que?.
Eran tan solo dos días para San Valentín, no podía planear algo en tan solo una noche, ni mucho menos sin ayuda.
¿Se iba a rendir?
¿Acaso el amor no era para el?
Había cometido un gran error ¿por que había aceptado ayudar a Namjoon?
Ahora mas qué nada quería llorar, quería desatar su llanto sin importar que, no estaba dispuesto a un rechazo.
No estaba dispuesto dejar a Jisoo.
Pero no, su cobardía era la barrera mas grande entre el amor y el.
Sabía que el temor a amar lo tenía cegado por miedo al rechazo.
Sabía perfectamente que no era capaz.
Partió a su recámara con cabizbajo, todos los días pensaba en la felicidad de Jisoo, si ella era feliz con Namjoon, el también lo era.
Se acomodo en su cama cerrando ambos ojos con pesadez, lo último en lo que quería pensar era en Jisoo y en el gran error que había cometido.
Fue una gran idiotez de la que estaba gravemente arrepentido.
Si, ya era San Valentín.
Y un Taehyung, sumamente irritado estaba sobre su cama debajo de sus mantas preguntándose ¿por que era tan cobarde?
Si antes odiaba San Valentín, ahora lo odiaba más. Pero se había comprometido ayudar a Namjoon a una misión que el mismo tenía que hacer.
Bajo al comedor con una gran pesadez sobre sus ojos.
-Taehyungie, una chica dejo esta carta para ti.-dijo Yong-sun apuntado un sobre en la mesa.
Taehyung la tomo entre sus manos, curioso y extrañado. Nunca había recibido una carta de amor, al menos no en San Valentín.
"Querido Taehyung:
Los días en que te conocí fueron los mejores para mí. Tu hermosa sonrisa cuadrada me robaba más de mil suspiros, podría jurar que el alma también.
Desde que nos conocimos todos mis pensamientos giran entorno a tí. No podía apartarme de tu lado, era imposible.
Hoy que es el día de los enamorados he decidido decirte mis sentimientos.
Kim Taehyung, te amo. Tú eres el chico que quiero a mi lado.
Atte: Turtle Rabbit Kim."
Una sonrisa involuntaria apareció sobre su rostro.
Era una carta anónima ¿Por que su corazón latía de aquella manera?.
Tomo su bolso con una gran sonrisa, a pesar de su mala suerte en el amor, tenía un lindo presentimiento.
Partió a el Instituto alegremente, su día no podía estar peor, al menos eso creía.
Se adentro al colegio en dirección a los casilleros, dónde yacía una pequeña pegatina con un mensaje.
"Querido Taehyung:
Se que te gusta el helado de fresa, ¿quieres tomar uno conmigo?
Si fuera así, ven al centro comercial. Justo en la heladería ;)
Atte: Turtle Rabbit Kim."
¿Turtle Rabbit Kim? ¿Helado? ¿Fresa?.
¿Como sabía que le gustaba el helado de fresa?.
No sabía si sonreír o huir de una, posible, acosadora.
Pero decidió sonreír.
Algo le decía que no se arrepentiría de ir al centro comercial después del instituto.
-¡Taehyung!-Una voz masculina lo sacó de sus pensamientos. Su sonrisa se borró de inmediato al darse cuenta de quién era.
-Hola Nam.-Saludó Taehyung sin ganas.
-¿Está todo listo?- Preguntó nervioso.
-Si, solo falta Jisoo.
Namjoon parecía bastante nervioso, pero no lo estaba tanto como Tae. Él lo ocultaba cómo podía pero deseaba con todo su corazón que Jisoo rechazase a Nam.
De repente, entró ella, la chica que estaban esperando.
Estaba hermosa como siempre, pero ese día tenía un brillo especial en sus ojos.
Se acercó a ellos y observó la nota que Tae llevaba en su mano esperanzada.
-J-Jisoo...¿ho-hoy podríamos quedar por la tarde? Tengo algo que decirte.-Le confesó Namjoon. Los ojos de Jisoo se compadecieron.
-Lo siento mucho Nam; esta tarde no puedo.-Dijo con tacto. Tae sonrió ampliamente sin disimular.- He quedado con alguien.
Namjoon estaba dolido pero lo entendió. Simplemente volteó y dio a entender a Tae que el plan se cancelaba.
En el fondo se compadecía de Namjoon pero sabía que no le costaría demasiado superarlo.
Entonces pensó en la persona de las cartas. Tenía curiosidad de saber quién era así que iría y se prepararía lo mejor posible para conocerla.
Y ahí estaba Taehyung; a punto de ir a la heladería. Se había arreglado bastante debido a que era una ocasión especial.
No siempre una admiradora secreta que no sabías que tenías te citaba en una heladería que te traía buenos recuerdos.
Entonces cayó.
Esos buenos recuerdos eran con Jisoo. Se habían conocido en esa heladería y él había pedido un helado de fresa demostrando que le gustaba; además, Jisoo dijo un día de broma que se llamaba Turtle Rabbit Kim y ella decía que tenía planes por la tarde.
Todo coincidía.
Su corazón empezó a latir como nunca y empezó a correr camino al centro comercial en el que se encontraba la heladería.
Subió por las escaleras mecánicas lo más rápido posible y buscó la heladería desesperado hasta llegar.
Allí estaba ella. Se había puesto una bonita falda para la ocasión y al verlo sonrió ampliamente y lo saludó.
Taehyung sentía como su corazón casi se salía del pecho en cada latido. Él simplemente se acercó a ella corriendo y la besó.
Fue un beso lleno de emociones que Jisoo correspondió sin dudarlo.
Cuando se separaron del beso se miraron a los ojos y Jisoo río.
-Ni siquiera me has dejado declararme. Tenía un discurso preparado.-Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Con que Turtle Rabbit Kim? Es ingenioso, tardé en reconocerlo.-Admitió él.- Yo también te amo Kim Jisoo y quiero que estemos juntos. Tú fuiste la primera persona de mi edad que me gustó. Me gustó lo linda, lo inteligente y lo divertida que eras. Cuando me di cuenta quise declararme pero tenía miedo de no estar a la altura.
-¿Qué dices? Estás a la altura y más.-Lo tranquilizó ella.- ¿Quieres al final el helado de fresa o no?
-Por supuesto.-Dijo para luego sentarse en la silla de la pequeña mesa seguido por Jisoo.
Sin duda, ese fue el mejor San Valentín para Kim Taehyung; el chico que siempre había sido solitario hasta que Kim Jisoo apareció en su vida....
Fin
———————
Ya para finalizar, esperamos que les haya gustado este one-shot, en el que hemos puesto todo nuestro Amorcito, cariño, esmero y creatividad.
SweetHobi y JichuTurtle deseamos con todo nuestro corazón que hayan disfrutado de nuestras palabras unidas en un solo texto lleno de drama y amor.
🌻✨Edi y Barbie, los aman✨🌻
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