¿Firmado por...?

-ahhh...-. Jaune suspiró moviendo sus pies pesadamente, sintiendo como sus piernas rogaban por descansar mientras caminaba hacia a su apartamento.

Se quejó del moreton en su pecho mientras presionaba su hombro magullado, el entrenamiento de hoy fue cuanto menos...infernal.

Tener a Qrow Branwen de profesor era el infierno en sí, o al menos lo era para él, que no cumplia con las aptitudes minimas para las practicas físicas.

Ni tampoco los estudios...sus calificaciones siempre estaban por debajo del promedio.

Jaune era torpe y tonto, pero tenía un gran espiritu, aprendía rápido, o al menos con eso se consolaba, ya que digería las lecciones y podia ponerlas en practica, pero hacerlo adecuadamente...era otra cosa.

El proximo año sería su ultimo año en Signal y seguía estando por detrás de todos en la clase.

-maldición...-. Gruñó mientras llegaba al complejo de apartamentos dónde se alojaba.

Nada extravagante, de hecho era humilde pero no llegaba a ser insalubre, era lo que su mesada le permitía pagar, el dinero que le enviaban sus padres era siempre el justo y necesario y no se daba ningun lujo a no ser que ahorrara lo suficiente.

Tenía un trabajo de medio tiempo atendiendo en una tienda de Dust pero no era algo muy remunerado tomando en cuenta que solo trabajaba 2 días a la semana por la noche, sin embargo, el lien siempre era bienvenido.

Ya se acercaba el final de año, y con ello un descanso del tormento que es la vida escolar, principalmente cuando era el blanco facil de las bromas y burlas de sus compañeros.

-ahhhh...como voy a amar estos dos meses de vacaciones-. Murmuró entrando en su apartamento y tumbandose en la cama.

Su apartamento consistía en 3 secciones, la sala principal con cocina, nevera, lavaplatos, una mesa y 2 asientos, además de un escritorio aparte y una silla junto a una ventana.

Luego su habitación que era un pequeño cuarto con una cama, una cajonera y un armario.

Y finalmente el baño, con su ducha, retrete, lavamanos y un espejo sobre este.

Era lo básico y necesario para vivir comodamente, claro que Jaune hechaba en falta una televisión o otro medio para distraerse aparte de su Pergamino pero él decidió vivir en Patch para no tener que viajar por horas solo para ir y venir de la escuela.

-ahhhh...-. Volvió a suspirar, el dolor fisico y el cansancio mental iban de la mano a medida que cerraba los ojos.

Al dormir Jaune siempre soñó con lo imposible, el quería ser un héroe, siempre quiso serlo desde pequeño.

El linaje Arc estaba lleno de héroes de guerra y cazadores de renombre, la familia tenía grandes días de gloria detrás.

Incluso hoy en día, su padre era un cazador de renombre, él tambien quería ser un cazador...consideró que era lo más cercano a su sueño, ser un héroe que luchara con los Grimm y salvara a las personas.

Desde un principio su familia estaba en contra de la idea...su padre nunca accedió a entrenarlo y su madre era sobreprotectora al respecto.

Tener 7 hermanas tampoco ayudaba ya que las mayores de ellas seguían el ejemplo de su madre...

Jaune no se dio por vencido, el lloró, pataleó, corrió y se lastimó una y otra vez tratando de entrenar por su cuenta, testarudo como era no iba a renunciar, tras rogar y rogar finalmente sus padres accedieron a inscribirlo en una academia de cazadores.

Entró a Signal con 13 años, y ahora con 16 luchaba dia a día para no quedarse atrás.

Fue duro, en especial cuando decidió mudarse el año pasado mudarse, vivir solo fue duro, los primeros meses sus padres hacian todo lo posible por ayudarlo a adaptarse, su madre le intruia via Pergmino como cocinar su comida y asegurarse de que el apartamento fuera un lugar higienico y no fuera ingenuo.

Ya casi llevaba 2 años viviendo solo y aunque hecho en falta a su familia, hacía que volver con ellos durante las vacaciones y feriados tuviera más valor.

Vivir solo, trabajar a medio tiempo, asistie a Signal...todo eso le enseñó una cosa...el no era apto para ser un cazador, su sueño de ser un héroe...era imposible.

Por más que se gradúe, su bajo rendimiento no le permitiría asiatir a Beacon como tanto quería, incluso dudaba que pudiera asistir a otra Academia de Cazadores, ya sea en Atlas o Mistral.

Peleaba con torpeza, era ingenuo y le costaba estudiar, lo trataban como a un perdedor (lo cual era) y ni siquiera tenía aura para defenderse de compañeros superiores, sus practicas lo limitaban a hacer repeticiones de movimientos de libro o pelear contra otros estudiantes sin aura, lo cual pasaba menos a medida que pasaban los años y no daba resultados...

Al menos el proximo año finalmente eso cambiaría, su padre prometió que desbloquearía su aura para su ultimo año en Signal, lo cual sería durante estas vacaciones, tal vez con aura todo cambiaría!

Podría desempeñarse mejor contra sus compañeros e incluso podría desbloquear su Semblanza! ¿Que tipo de Semblanza podría tener? Si tenia una buena Semblanza seguro subiría muchos escalones en la cadena alimenticia de la escuela.

Siguió fantaseando hasta que su estomago gruñó...buscó en su nevera algo de comer, se conformó con hacerse un sandwich al no tener las energías para cocinar algo.

Luego de una rápida cena rápida se puso su pijama, un pijama de conejito que sus hermanas le dieron como regalo de despedida con mucho amor y cariño.

O eso creía el ya que en realidad le gastaron una broma dandole ese ridiculo "obsequio".

Al final volvió a su cama y buscó distraerse mirando videos graciosos en su pergamino, no hizo caso a la hora y siguió en lo suyo hasta que cayó dormido.

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Se despertó algo desorientado y mal acomodado en su cama, parpadeó, la luz que entraba por la puerta de la habitación desde la sala de estar le indicó que ya era de día...día...día...¡Signal!

Buscó su pergamino rapidamente para ver la hora.

-¡mierda mierda! ¡Llego tarde!-. Estaba de los nervios, la asistencia se tomaba como algo importante en estos ultimos dias y para el era aun más importante teniendo su bajo rendimiento.

No pensó en nada, buscó su mochila encontradola en la mesa y la tomó sin molestarse en desayunar, salió rápido dejando su apartamento cerrado y corrió hacia afuera para emprender su camino a Signal.

-¡lo siento! ¡Disculpe! ¡Con permiso!-. Se abrió paso por la multitud de personas que caminaba por la mañana en Patch.

Patch era un pueblo pequeño pero la gente en el era gente trabajadora.

Claro que las calles no estaban infestadas de gente pero Jaune iba con apuro y no podia perder tiempo mientras corria hacia la escuela.

Sin embargo, como si de una voz de la razón se tratara, una importante enseñansa de su madre resono en su cabeza.

"¡El desayuno es la comida más importante del día!"

Su estomago rugio en respuesta resintiendo el pequeño sandwich de ayer y Jaune se detuvo en un puesto para comprar comida.

-¡una hamburguesa por favor!-

No sabía si desayunar hamburguesa era lo correcto o no, ni tampoco el por qué el vendedor lo miraba raro y parecía aguantar la risa haciendo chistes de conejo, pero mientras tuviera comida estaba bien.

La cosa es que Jaune no pensaba y como tal siguió corriendo mientras comía logrando llegar a Signal en tiempo record.

Se abrió paso por los pasillos ignorando las burlas y comentarios de otros estudiantes y finalmente encontró su salón de clase y entró aliviado.

Respirando entrecortadamente.

-ahh...ahh...J-Jaune Arc...presente-. Anunció a lo que todas las miradas de la clase se fijaron en él.

Qrow Brawnen arqueó una ceja mirando al rubio recién llegado y tuvo que contener la risa al verlo.

Sus estudiantes no fueron tan amables.

-¡JAJAJAJAJAJA!-.

-¿eh?-. Jaune parpadeó ante la reacción de sus compañeros de clase.

-¡Bonito pijama Arc!-. Habló Yang Xiao Long entre la multitud y las risas aumentaron.

Jaune finalmente lo entendió al mirar hacia abajo.

Un ridiculo pijama azul de Pumpkin Pete lo saludó...su ridículo pijama regalado por sus hermanas...

Agachó la cabeza resignado a la humillación y suspiró pesadamente.

-demonios chico, y creía que yo tenía mala suerte...-. Comentó su profesor por lo bajo.

Como cereza sobre el pastel, la hamburguesa de desayuno se escapó de sus entrañas.

-¡iugh! ¡Eso salpicó mis zapatos Chico Vomito!-.

Jaune quería que la tierra se lo tragara, que despetara del sueño o le cayera un rayo.

Pero no pasó nada y guardó silencio mientras Qrow calmaba a su clase y le decía que tome asiento.

El solo guardó silencio y mantuvo la cabeza agacha por el resto del día...

-que patético...-.

-¿realmente lo dejaron entrar en Signal?-.

-¿ese perdedor quiere ser un cazador?-.

Los prejuicios llegaron a sus oidos en forma de susurros, no se molestó en mirar quién, mientras no les diera caras ni nombres a las voces estaría bien, mientras no tuvieran caras ni nombres no eran importantes...

-pfff...-. Una risa que luchaba por ser contenida se escuchó detrás de él, no pudo evitar hundirse en su asiento, esa voz si tenía cara y nombre.

Yang Xiao Long.

Ella sería la típica chica popular de instituto de tu pelicula o serie genérica para adolescentes.

Cabello rubio largo y hermoso como rayos del sol, ojos lila calidos y alegres, cara bonita y delicada, piel pálida y un cuerpo que no temía alardear con su figura de reloj con sus caderas anchas y grandes pechos, su ropa consistía en una camiseta amarilla debajo de una chaqueta marrón y un pañuelo naranja en su cuello, shorts negros, botas marrones, calcetines amarillos y un pañuelo morado adornando su bota izquierda, además de guantes negros sin dedos, ella tenía un estilo peopio, en especial con sus brazales de los que tanto estaba orgullosa, sus armas, Ember Celica.

Todos en Signal hacían sus propias armas, Jaune aun no había hecho la suya pese a ser un requisito para graduarse...se le había confiado la espada de su tatarabuelo...Crocea Mors.

Yang era popular, atractiva y sociable, pero por sobre todo una estudiante talentosa, era considerada la mejor de Signal y no por nada, nadie podía vencerla en combate y sus notas estaban por arriba del promedio.

Todo lo contrario a Jaune que solo podía soñar con ser amigo de una persona así o si quiera interactuar, bueno, ahora lo había hecho, la primera vez que le había hablado, y fue para humillarlo...

Solo pudo tragar saliva y dejar caer su cabeza sobre la mesa, se sentía frustrado, apaleado, incluso más que ayer, los pequeños moretones y dolores de la practica no eran nada comparados a la herida en su pequeño orgullo y su autoestima destruido al sentir como la chica que le gustaba se burlaba de él.

El se lo buscó, el se puso en esa situación por no estar atento, pero carajos, ¿no podía ser menos humillante?

Por suerte hoy no tuvieron practicas, solo teoría, pero Jaune solo podía tratar de ignorar las miradas, burlas y comentarios que se dirigian a el sin prestar atención a la clase.

Ya solo quería irse a casa, a su antigüa casa, quería volver a Camlat, con sus padres y sus hermanas, ya estaba demasiado cansado para seguir...

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La ultima semana fue infernal, incluso más que la anterior, el apodo de Chico Vomito quedó para la posteridad...no dejarían que lo olvide jamás...

La hora final del último día fue como el llamado de la Libertad, como si el mismisimo sir William Wallace de la leyenda gritara a sus oidos sus últimas palabras.

El alivio de volver a casa nunca fue mayor...

Ver el pueblo de Camlat asomarse desde la distancia nunca le parecio más hermoso que en ese momento.

Pudo ignorar el mareo que le ocasionaba viajar en el Bullhead mientras se concentraba en su pueblo natal.

Una vez que aterrizó, Jaune se permitio suspirar aliviado una vez que su mareo desapareció.

Al salir del Bullhead no tardo en reconocer a sus padres esperandolo.

Se limitó a sonreir y caminar hacia ellos con emoción.

-¡mamá! ¡Papá!-. Jaune los saludó con un abrazo el cual sus padres no tardaron en corresponder.

Tras unos segundos Jaune se apartó y miró a sus padres con una sonrisa.

Marcus y Juniper Arc, sus padres que ya habían superado los 40 años de edad.

Marcus era un hombre de notoria estatura, 1.90m, siendo un poco más alto que su hijo, se notaba en forma, más robusto que el cazador promedio, sobre todo en su musculatura, mientras que los cazadores buscaban cuerpos agiles para evadir a los Grimm, Marcus Arc era fornido con bastante mas musculatura, su cabello castaño corto y barba algo abundante le daba un apsecto intimidante, sus ojos azules oscuros reflejaban madurez y experiencia, pero ahora mostraban calidez y cariño al ver a su hijo de regreso, fiel a su aspecto físico, Marcus usaba una armadura de placas blancas como traje de cazador, las mallas oscuras y la capa azul solo complementaban su traje, todo de él gritaba "vieja escuela", incluso el mandoble enfundado en su espalda.

Por otro lado, su madre, Juniper fue por un porte más casual, ella era una bella dama de largo cabello rubio trenzado y ojos verdes, la diferencia de estatura entre ella y su padre era notoria siendo que ella apenas llegaba a 1.65m de estatura, sus rasgos eran finos y delicados pero conformaban un semblante maduro, sus labios se curvaban en una sonrisa gentil y amable, su ropa consistía en una blusa amarilla de mangas largas abotonada y una falda roja que llegaba hasta por debajo de sus rodillas, zapatos marrones y algunos adornos dorados en su cabello, era delgaba con una buena figura, una belleza madura que había envejecido bien incluso despues de haber tenido 8 hijos.

Ah...cierto, sus hermanas.

-¿y las chicas?-. Jaune parpadeó con curiosidad al no ver a alguna de sus hermanas presentes.

-En casa-. Respondió su madre con tranquilidad. -Lucy y Iris no tenian ganas de salir, y Caitlyn está ocupada con sus estudios, en cuanto a tus hermanas mayores...bueno, al menos Jeanne vendrá de visitas para darte la bienvenida-.

-han crecido, igual que tu hijo-. Su padre se cruzó de brazos con una sonrisa. -ya no eres su pequeño hermanito al que disfrazaban y trenzaban el cabello, estás...más alto-.

-supongo que puedo tomar eso como un halago...-. Jaune dejó que se le escapara el sarcasmo con una mirada en blanco.

-oh...estás irritable, ¿te pasó algo?-. Preguntó su madre al notar la expresión de su hijo.

-yo solo...no tuve una buena semana, lo siento-. Se disculpó el rubio con un suspiro.

-¿quieres hablar de eso?-. Su padre hizo su propia pregunta.

-tal vez en casa...-.

-bien, vamos-.

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Entrar por la puerta de su hogar despues de varios meses fue como quitarse una cadena del cuello para Jaune.

-¡Jaune!-. Dos chicas de no más de 12 o 13 años lo recibieron acaloradamente con un doble abrazo.

-¡Iris! ¡Lucy!-. Jaune las recibió con una sonrisa y los brazos abiertos, eran gemelas, ambas de cabello rubio con las unicas diferencia siendo sus ojos.

Iris tenía ojos verdes, Lucy los tenía azules.

Pero sin duda ambas gemelas se esforzaron en diferenciarse de la otra.

Iris usaba el cabello suelto mientras qe Lucy lo ataba en una cola de caballo.

Iris usaba ropa oscura mientras que Lucy usaba blancos y colores vivos.

Todo con tal de diferenciarse de la otra, aunque tambien sus personalidades chocaban.

-¡Lucy me robo mi pudin!-. Declaró Iris apuntando acusadoramente a su gemela.

-¡ya te dije que yo no fui! ¡Ni siquiera sabia que había pudin!-.

-¡mentirosa! ¡Tu sabías! Sabias que yo lo habia escondido detras de la leche para comerlo más tarde y lo robaste pensando que no me daría cuenta ¡pero tengo pruebas!-. La gemela de ojos verdes levantó un envase de pudin vacío delante de Jaune y sus padres. -¡esto estaba debajo de tu cama!-.

-¡tonta! ¡Es tu cama tambien! ¡Usamos litera! Además ¡yo duermo arriba!-. Se defendió la gemela de ojos azules.

-sigue siendo prueba de que tu lo robaste y no fuiste capaz de tirar el envase a la basura-. Iris infló sus mejillas mientras que Lucy fruncia el ceño.

-¿estas seguro de que no te lo comiste sin darte cuenta y lo tiraste por ahí? Gorda-.

-¿Como me llamaste?-.

-gorda, vaca, obesa, ballena-.

-¡estás muerta!-.

Sin previo aviso, Iris se lanzó contra su gemela y comenzaron una pelea ahi mismo levantando una nube de polvo mientras volaban los puños y patadas.

-ahhh...es bueno estar de vuelta en casa-. Jaune forzó una sonrisa viendolas pelear y se volvió hacia sus padres. -¿quien fue al final?-.

-pues fue...-. Antes de que Marcus diera su respuesta, su esposa ya lo había señalado cortando con sus palabras.

-demasiado lento-. Comentó la mayor con algo de humor y miró a su hijo. -¿entonces? ¿Ibas a contarnos que te pasó?-.

-ahhh...bueno...-. Jaune hizo una mueca mientras se sentaba en el sofá de la sala de estar.

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-¿entonces ahora te llaman...Chico Vomito?-. Su madre parpadeó al ver a su hijo con una expresión derrotada.

-si...quedó para la posteridad, si antes era un perdedor sin amigos ahora soy menos que eso...-. Jaune bajó la mirada mientras sus padres parecian meditarlo. -sinceramente quiero...abandonar Signal...-. Apretó sus puños. -el entrenamiento...los estudios...socializar...en todo fui un fracaso y no hice más que ponerme en ridículo y terminar humillado...la realidad es que...no tengo madera de cazador...-. Finalmente lo admitió, aquella verdad que tanto habia querido negar y que tanto se esforzó por demostrar que no era así...Jaune no se molestó en encarar a sus padres, no podía siquiera mirarlos de frente al decir eso...el estaba renunciando a su sueño de ser un héroe.

El lo había aceptado, era imposible...

-levanta la cabeza, Jaune-. La voz severa de su padre hizo que su cuerpo se tensara, Jaune tragó saliva y levantó la vista para encarar a sus padres sin más.

Los penetrantes ojos azules de su padre estaban fijos en él, los mismo ojos que el había heredado ahora se clavaban como puñales y Jaune podía jurar que esa cadena sobre el cuello que llevaba en Signal volvía a apresarlo.

Se estremeció cuando Marcus alzó su mano extendiendola hacia el, cerró los ojos y esperó lo peor.

-respira-.

-¡hm!-. Jaune no se dio cuenta de que le faltaba el aire hasta que dio una bocanada.

-concentrate, cierra los ojos, busca en tu interior...visualizalo, busca esa luz resplandeciente como una estrella, brillando y danzando en el vacío como un faro de esperanza-. Las palabras de su padre lo calmaron, su respiración se calmó y con los ojos cerrados comenzó a visualizarlo, visualizo una luz en medio de la oscuridad, una sensación extrañamente familiar comenzó a inundarlo. -es cálida, se escapa de la vista, pero la sientes pasar, es un instante que parece una eternidad, un instante de verdad, de esperanza, un instante en que lo imposible se hace posible, un momento fugas, como un...-.

-como un flash...-. Su padre sonrió al igual que su madre.

-porque es de paso que alzamos la inmortalidad, a través de esto, nos convertimos en un modelo de virtud y gloria para elevarnos por encima de todo. Infinito en distancia y libre de la muerte, libero tu alma y con mi hombro te protejo-.

Calidez, una extraña calides invadió todo su cuerpo, Jaune abrió los ojos ante la desconocida sensación y vio su cuerpo brillar, recubierto por una capa de luz blanca.

-esto es...-.

-aura, si-. Su padre resopló con una sonrisa cruzandose de brazos. -como parte del linaje Arc, naturalmente tienes una cantidad de aura bastante por encima del promedio...es una bendición que cargamos al igual que una ventaja que te puede diferenciar de otros, resistiras mucho más que cualquiera hijo, espero que eso te ayude-.

-papá...-. Jaune no pudo evitar dejar escapar su sonrisa mientras apretaba los puños con emoción. -¡gracias gracias gracias!-.

-esta bien emocionarse hijo, pero no exageres-. Contrario a sus palabras su padre sonreía satisfecho al ver a su hijo recuperar los animos.

Mientras tanto, su madre lo observaba con una sonrisa, pero a la vez una mirada complicada.

-como un flash eh?-. Susurró Juniper para si misma.

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-te ves terrible-. Comentó Jaune a una chica de cabello castaño que llegaba hasta sus hombros y ojos azules que usaba una pijama de conejitos, aparentaba unos 14 o 15 años y tenía ojeras notorias detrás de sus lentes.

-mira al burro hablando de orejas-. La castaña sonrió de lado.

-tambien te extrañé Cait-. Jaune sonrió alegremente y su hermana menor bufó.

-¿el señor cazador extrañando a la familia que llama solo una vez al mes mientras vive su vida en Patch a kilómetros de distancia? Considerame impresionada-.

-¡hey! Vengo aquí siempre que puedo a lo largo del año-.

-2 o 3 veces al año-. Caitlyn puso los ojos en blanco.

-¡me la paso ocupado!-.

-si, seguro, tiñiendo el techo de blanco-.

-¡¿qué?!-. Jaune solo pudo mostrarse ofendido mientras su hermana rodaba los ojos y tomaba de su taza de café. -ten buenas noches hermanito, agradezco ya no compartir cuarto contigo, no quiero oir sonidos raros por la noche-. Comentó la chica entrando a su habitación.

-¡fue solo una vez! ¡¿En serio nunca vas a olvidarlo?!-. Las palabras de Jaune llegaron a oídos sordos. -ahhhh...como sea...-.

Jaune entró a su habitación, un cuarto normal, más espacioso que la habitación de su apartamento, tenía una cama, algunos muebles, postes de super héroes, una estantería de comics, un pequeño televisor y juguetes coleccionables que adornaban el lugar.

Sonrió nostalgico y se dejó caer en su cama, aun no dormiria, seguia vistiendo sus jeans y sudadera, ahora solo queria disfrutar de estar de vuelta en casa despues de sus horribles experiencias en Signal...

-toc toc-. Una voz familiar llamó su atención, era su madre la cual se asomaba al interior de su cuarto.

-adelante-. Jaune se sentó en su cama y miró con curiosidad la caja que su madre llevaba en sus manos. -¿que pasa mamá?-.

-nada importante, solo...estaba recordando un poco, cuando tu padre desbloqueó tu Aura dijiste algo que...me recordó a mi padre-. Comentó la mayor a lo que su hijo parpadeó perplejo.

-oh...si, creo que habias dicho que mi abuelo materno desapareció cuando eras una niña-.

-si...el lo hizo, pero aun recuerdo bastante de él, papá no era facil de olvidar, era...intenso...estuvo conmigo hasta los 8 años...luego simplemente...desapareció-.

-hm...mamá, si te incomoda...-.

-no no, está bien, sinceramente, creo que a día de hoy puedo aceptar que probablemente murió en uno de sus viajes...mamá nunca dijo nada al respecto, pero aseguró que no nos abandonó, debió pensar que era demasiado joven para conocer la verdad de este mundo cruel, y a día de hoy puedo aceptar que lo más seguro es que mi padre haya muerto a cuasa de los Grimm...sea como sea...dejó la mayoría de sus pertenencias antes de que no lo viera más...guardé lo que considere más importante, sobre todo los libros de sus investigaciones-.

-¿investigaciones?-. Jaune parpadeó.

-papá era algo así como un científico, tenía su propio laboratorio y hacia experimentos que a día de hoy desconozco...-. Juniper le entregó la caja a Jaune quien la tomó abriendola para hechar un vistazo al contenido. -le di un vistazo a algunas cosas, hay libros y anotaciones sobre Dust y otras cosas, pero el tambien tenía su propia investigación, pensé que podría ayudarte en tus estudios el revisar las notas de a quien yo considero el hombre más inteligente que conocí...-.

-¿el abuelo era así de inteligente?-.

-si, podria decirse que gracias a el crecí como una niña "superdotada", me salté algunos años de la preparatoria, decían que tenía potencial de científica pero...yo quería algo más...emocionante, y evitar eso...papá a veces se perdía en su investigación, no fue hasta que creci que al reflexionar me di cuenta de que quizás papá estaba obsesionado, en aquel entonces lo recordaba con más claridad, pero era así...a papá no le importaban los Grimm, los cazadores o asuntos de los reinos, el tenía una extraña obsesión por algo más...quizás alguien, tarde bastante en deducirlo, pero tampoco rebusque en sus cosas para concluir algo, y sinceramento no quiero...perdí parte de mi juventud buscando a mi padre, con mis estudios terminados a los 15 dedique mi tiempo a buscar pistas de él...así fue por 2 años hasta que perdí a mamá...entonces decidi tomar las riendas de mi vida, pocos años despues conocí a tu padre, y el resto es historia-.

-vaya...-. Jaune no pudo evitar rascarse la cabeza con una sonrisa nerviosa. -siento que esto es un regalo muy importante...gracias mamá-.

-no hay de qué mi niño, bien, hecha un vistazo y luego ve a dormir, mañana nos pondremos al día entendido jovencito?-.

-si-. Jaune asintió y miró el interior de la caja dandole un vistazo a los numerosos libros.

-bien, si me disculpas, ire a descansar hijo, buenas noches-.

-buenas noches mamá-.

Su madre se despidió con una sonrisa y le brindó un suave beso en la frente.

Jaune hubiera protestado sobre ya estar grande para ello, pero su atencion estaba sin duda en el regalo de su madre.

La vieja caja de su abuelo, o más bien su contenido, urgó un poco entre los libros y extraños artefactos, parpadeó al encontrar un anillo entre las cosas.

Era...extraño, atractivo de cierta forma, se trataba de un anillo dorado con el simbolo de un rayo en su centro, Jaune se encogió de hombros y decidió usarlo, le gustaba y no veía malo llevarlo.

Mientras seguía urgando entre los libros encontró algo más...algo que tambien despertó su curiosidad.

Un libro, un libro con el mismo simbolo de rayo que el anillo.

-SpeedForce...-. La letra en cuestión era una especie de variante del Valeano, pero lo suficientemente legible, abrió el libro y logró leer la primer pagina con algo de lentitud al desifrar la extraña letra, era como tratar de leer una mala escritura Valeana por más que esta se viera prolija y ordenada. -La SpeedForce es la energía interdimencional que alimenta a los Velocistas, conocer otros mundos, viajar el tiempo, lo imposible se hace posible y las limitaciones humanas no aplican para aquello que tienen el poder de la SpeedForce, lo imposible no existe para aquel que posea el poder de Flash...-. Jaune se quedó perplejo digiriendo lo leído en la primer página de este libro. -este libro que legare a mi descendencia transmitirá los conocimientos sobre la velocidad, sus secretos, consecuencias e ilimitades posibilidades...-. El rubio no sabia que pensar...si esto era real...¿el podría usar esto llamado...SpeedForce?

Ciertamente las notas parecian genuinas y pasó las paginas del libro viendo la extensa escritura junto con varios esquemas y anotaciones puntuadas...

Al final llego a la última página, con la firma del Autor, su abuelo...

-firmado por...Eobard Thawne-.

Continuará.

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