Capítulo 33
— Solo comíamos algo en mi casa. — respondió Lucas mirando de reojo a Javier. El intentaba disimular su nerviosismo.
— ¿Y a dónde van ahora?
— A la casa de Ellie, ¿quieres venir? — invitó.
— Claro, esperen voy a pagar por esto y vuelvo, no se vayan sin mí. — dijo luego de alejarse llegando a la registradora.
Todos nos quedamos en silencio unos segundos.
— Entonces, le vas a decir...
— No, no, ni sabía que iba a estar aquí. — reaccionó inmediatamente Javier. — además, con ustedes sería muy incómodo, ni en pedo le digo.
Lucas y yo suspiramos agotados.
— Entonces no le digas nada, me rindo. — Lucas alzó las manos vencido y enojado saliendo a la acera.
— Bueno, tampoco te enojés. — lo siguió Javier.
— Oigan, no peleen...
— Bien, ¿sabes qué? — alegó frustrado Lucas acercándose a unos arbustos. — Ellie, entra acá. — me pidió señalando el matorral.
— ¿Qué?
— Solo entra. — yo, confundida, lo hice.
Javier estaba igual de perdido que yo.
— Vamos a estar aquí hasta que le digas, así nos aseguraremos de que lo hagas y no lo pospongas hasta el otro año. — dijo firme. Y al ver que Katia venia, se hizo a mi lado quedando escondidos tras el arbusto.
— Eh, no seas tonto, salí de ahí, no voy...
— Ay no, ¿Lucas y Ellie se fueron? — escuché decir a Katia, desanimada.
— Si, son unos pelotudos. — resaltó las palabras sabiendo que escuchábamos.
— Supongo que me iré a casa.
— No, no, yo... — aunque no viera casi nada, pude percibir que se acercó a ella. — bueno, es que...
— ¿Qué pasa? Te ves nervioso. — dijo riendo.
— No, no, ¿qué decís? — respondió disimulando con risas.
Todo me parecía muy tierno. Lucas a mi lado también estaba emocionado.
— Katia, es que... haber, vos sabes que somos amigos, buenos amigos... — me frustraba que hiciera de todo para evadir decirle. — y, bueno, tú eres muy bonita, pero creo que... yo te veo como algo más que... una amiga.
Lucas y yo celebramos en silencio. Él, orgulloso de su amigo y yo, sabiendo ya lo que pasaría.
— Oh. — pronunció Katia, definitivamente no esperando eso. Luego, soltó una risa nerviosa. — yo también creo que... te veo como más que un amigo, Javier. — confesó en voz baja.
— ¡Si! — grité alzando las manos en victoria emocionada, saliendo de los arbustos y asustándolos.
Lucas también salió riéndose de mi acción.
— ¿Siempre estuvieron ahí? — preguntó la pelirroja avergonzada.
— Bueno, puede ser...
— Katia. — Javier la tomó del mentón y acercándose a ella, le plantó un apasionado beso en los labios, cosa que nos tomó por sorpresa a todos pero que obvio a ella no le molestó.
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Katia en galería.
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