— Hola. — saludé llamando su atención.

— Ellie, hola. No esperaba verte. — respondió levantando la mirada hacia mi, con una leve sonrisa.

Al tenerlo frente a mí, olvidé por completo lo que vine a hacer y me dejé ganar por los nervios.

— ¿Te quieres sentar? — ofreció haciéndome espacio.

Yo acepté y me hice a su lado. Quedamos hombro a hombro.

— Es que... — tragué saliva. — quería venir a hablarte sobre algo. — hablé titubeando un poco.

— Claro, dime. — se volteó prestándome su atención.

Aqui vamos.

— Tú me gustas, Lucas. Y creo que me di cuenta un poco tarde. — confesé. — sé que es complicado por mi padre, pero...

— Ellie, yo no...

— Solo escúchame primero, ¿quieres? — no podía dejarlo hablar sin asegurarme que de que escuchara todo lo que tenía que decir.

— Solo quiero intentarlo. Le agradas, él ya no es problema, al menos no por ahora. — expliqué ilusionada. — créeme, no estaría aquí, si no fuera porque estoy segura de que puede funcionar.

— Ellie...

— Es que no lo entiendo. — moví mis manos, confusa. — Parece que no quisieras realmente nada.

— Pero...

— Lucas, ya dime. ¿Estoy perdiendo mi tiempo? — mantuve mi mirada en el suelo y soné más frustrada de lo que esperaba.

A este punto mi dignidad ya estaba por el suelo.

— Solo... pensé que te gustaba lo suficiente. — dije casi en susurro, escondiendo aún más mi cabeza.

Lo admito, quería golpearme por lo ilusa que era.

Lucas tomó mi mentón, y levantó suavemente mi rostro.

— Ellie, nunca deberias dudar si eres suficiente o no. — me dio una cálida mirada aún con sus manos en mi rostro. — no hay nada malo contigo, no pienses eso. Además, ya me gustas. Mucho.

— ¿En serio?

— En serio. — afirmó sonando obvio. — Si supieras cuánto, no estarías preocupada ni en lo más mínimo. Incluso es algo vergonzoso. — rascó su cabeza ruborizado y sonriendo.

Yo también sonreí.

— Justamente estaba aquí por ti. No dejaba de pensar en lo mucho que me arrepentía de cómo había manejado todo. — confesó. — pensé qué hacía lo correcto, pero no fue así.

Sus palabras me calmaron. Ahora sabía que lo que había hecho no era un error y haberlo buscado si valió la pena.

— Lo siento, Ellie. — restregó sus ojos y apretó los labios, enojado consigo mismo. — lo que no sabes, es que todos los días en la tienda, esperaba que te asomaras para tener una excusa y hablarte. — contó riéndose de sí mismo.

— ¿En serio? — reí mirándolo extrañada.

— Te dije que era vergonzoso. — alzó los hombros.

— No, eso es tierno. — contradije.

— Tal vez si, tal vez no. — dudó ladeando su cabeza tímido.

Ambos reímos.

— Y, Ellie. Debí haber sido yo quien lo propusiera, pero, sin más tonterías, si quiero hacerlo. — afirmó seguro. — en serio fui tan tonto.

— Es cierto, si lo fuiste. — él me miró ofendido. — ¿Qué? Tú mismo dijiste.

— Si, pero... es diferente. — alegó. — digo, si fui tonto, pero no tenías que admitirlo. — explicó bromeando.

— Lo siento. — acaricié levemente su espalda en apoyo.

— Extrañaba esto. Estar contigo en el lago, lo necesitaba. — balanceó sus pies cerca al agua y sonrió para sí mismo.

Al final, después de todo ese drama e indecisión, todo salió bien. Pero algo me decia que este sentimiento no duraría mucho.

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Lucas en galería.

Este es otro de mis capítulos favoritos. Espero les haya gustado <3