Capítulo 02
—¿Qué haces?— un YoonGi curioso se asomó sobre el hombro de JiMin, rodeando su cintura con uno solo de sus brazos.
—Estoy continuando con mi tesis, aún me queda mucho por terminar y tengo menos de un mes para entregarlo todo.
Un puchero se asomó por sus labios dándole un toque tierno, YoonGi se resistió a besarlo, aunque fue imposible, pues esa mañana el menor lucía demasiado atractivo. Su cabello estaba un poco desordenado y desprendía un aroma a menta por el shampoo de baño que utilizaba, sus labios estaban un poco rojizos debido a que JiMin tendía a maquillarse un poco, nada exagerado, simplemente le gustaba lucir bien.
—Pero te han dicho que ya esta bien, ¿no?— recargó su mentón en la cabeza del menor, mientras aún lo seguía sosteniendo.
—Sí, pero aún necesito hacer correcciones y terminar de acomodar algunas cosas que no me gustaron, así que debo hacerlo bien.— resopló algo abrumado, durante ese último año de universidad las cosas se habían complicado un poco.
Sobre todo porque en su último año algunas de las normas de titulación cambiaron, y él tuvo que guiarse por la que le resultaba más cómoda.
YoonGi sonrió, pensó que su novio se esforzaba demasiado. Cuando conoció a JiMin se dio cuenta de eso en un instante, por supuesto, su relación comenzó siendo como amigos con intenciones ocultas de algo más que eso, pero durante ese tiempo pudo conocer muchas cosas de él. E incluso ahora, seguía conociendo cada vez más sobre él.
—Ya lo estas haciendo bien. Puedes mandarme una copia de tu trabajo por correo para que lo revise mientras estoy en el hospital, así te ayudo a corregir cualquier pequeño detalle.
JiMin se sintió agradecido.
—Me gustaría, pero no quiero abrumarte más, en tu trabajo ya tienes suficientes dolores de cabeza como para que leas todo lo que escribí. — respondió, terminó de guardar su trabajo y apagó la computadora.
—No es problema, envíalo al rato.
JiMin asintió, mientras aún estaba sentado en el banco, giró para enterrar su rostro justamente entre el pecho de YoonGi, el cual estaba descubierto ya que su camisa aún no estaba abotonada.
Olía rico.
—Deberías llegar más temprano del trabajo, últimamente regresas tarde.
YoonGi rió bajito, eso había sonado dulce, pero conociendo a JiMin, lo decía por otras razones. Indirectamente le decía que estaba celoso.
—Lo siento, a veces soy despistado y no termino el trabajo a tiempo.
—Incluso cuando llegas aquí sigues trabajando, a veces ni siquiera me das las buenas noches porque termino durmiendo primero. — el menor hizo un puchero, pues muchas veces había intentado esperarlo despierto, ya sea para que al menos hablaran un par de minutos enredados en la cama antes de caer dormidos.
Pero ya ni siquiera eso habían hecho.
YoonGi se sintió un poco atacado y dolido, porque deseaba deshacerse de todo su trabajo para poder tener un tiempo en las noches con su novio, pero le resultaba difícil, cuando creía que podía manejar el exceso de trabajo, milagrosamente llegaba su jefe y le dejaba caer más.
Se quejaba, pero si se ponía a pensar, la paga no era mala, en realidad era demasiado buena. Lo único malo era que abusaban de él hasta exprimir sus últimos horas de trabajo.
—No tengo excusas, soy un hombre ocupado y desea estar en casa en lugar de estar en el trabajo.
Formó un puchero en sus labios y el corazón de JiMin sintió extrema dulzura. Su novio era tan lindo, a pesar de que casi llegaba a los 30 años, YoonGi seguía siendo demasiado atractivo, cualquiera que lo viera de daría cuenta de que estaba en su momento más bueno, con 28 años encima su rostro lucía sensacional, más blanco y cuidado. Y todo su cuerpo parecía haber agarrado masa muscular, no es que hiciera tanto ejercicio, es que siempre fue de las personas que podía hacer ejercicio o simplemente caminar y hacer sentadillas un par de veces y su cuerpo reaccionaría bien, en su caso, era completamente difícil subir de peso, pero bajarlo era pan comido.
JiMin incluso vio esta transformación, no había mucha diferencia de cuando conoció a YoonGi. En la universidad su chico se veía apuesto, usaba playeras o camisas que le quedaban holgadas pero a veces se veía obligado a vestirse formalmente para las evaluaciones finales y los trajes que usaba le quedaban tan bien. Por supuesto, antes YoonGi no era tan musculoso como ahora, y aunque realmente el cambio no fue mucho, se dio cuenta que al menos dos de sus camisas de trabajo ya no se abotonaban tanto de la parte de enfrente de su pecho gracias a la masa muscular que había ganado.
Si, podía estar llegando a los 30 años, pero como decían, los 30 son los nuevos 20.
—Oh, no me quejo, en realidad es suficiente con verte en el descanso. Aunque sea seguimos durmiendo juntos, no hay día en que no llegues a casa. Mantente llegando a dormir conmigo, eso es suficiente para mí. — JiMin le dio una palmadita en su hombro y le sonrió.
YoonGi se inclinó y rodeó su cintura con sus brazos, ya que había bajado un poco más de la altura de JiMin, alzó la cabeza para verlo desde abajo, el menor frunció el ceño y pensó que hoy estaba muy meloso.
—Mnh, siempre que dices algo tan lindo, o cuando me comprendes tan bien, pienso en que fui muy audaz al robarte de las manos de aquélla chica con la que ibas a casarte.
JiMin rió fuerte y negó ante sus palabras.
—No iba a casarme con nadie, sus padres querían que yo me casara por obligación, mis papás nunca aceptaron, lo sabes — JiMin acarició su cabello, el cual aún estaba mojado.
—Bueno, si te hubieras casado definitivamente te hubiera robado, no me importa si sus padres se hubiesen enojado. Te hubiera llevado conmigo a donde sea lejos de aquí.
—Lo sé, y yo no me hubiera quejado.
YoonGi besó sus labios, dándole un suave mordisco para agilizar la tensión en sus besos. JiMin abrió un poco el espacio entre sus labios dejando que YoonGi comenzará a explorar su boca. Solamente bastaba que ese beso llegará a dejarlo tan agitado, el menor enredó sus brazos al rededor del cuello de YoonGi y lo presionó más contra él, para poder sentirlo más cerca.
YoonGi soltó un gemido cuando sintió que la lengua de JiMin también pedía autoridad sobre él. Ah, le encantaba cuando su novio le seguía de cerca, porque ambos podían disfrutar a su gusto.
JiMin jodeó, YoonGi lo había presionado contra la esquina de la mesa, haciendo que su espalda doliera un poco. Abrió sus piernas, dejando que estas se abrazaran a las caderas de YoonGi.
El mayor se alejó sólo unos cuantos centímetros para poder hablar.
—Tengo que trabajar en una hora, ¿quieres hacerlo? — JiMin estaba un poco excitado por el beso un tanto intenso que habían compartido, pero lo pensó durante un rato. ¿Hacerlo ahora? ¿Justo en este momento? Si, se había preparado pero, no creía ser capaz de hacerlo como tal.
Pero tampoco estaba dispuesto a quedarse con las ganas.
El jodeó y dijo: —No es necesario llegar hasta el final.
YoonGi lo entendió y se apresuró a besar sus labios una vez más, dejando más mordiscos, algunos de manera suave y otros un poco toscos por el juego de lenguas que tenían ambos. JiMin de sintió caliente, su entrepierna despertó y comenzó a sentir que no sería suficiente con besarse.
YoonGi naturalmente comprendió esto y quiso cerciorarse de que su novio también disfrutara. Así que lo tomó de la cintura y sin tanto esfuerzo lo pasó a la mesa, haciendo que JiMin se recostara sobre esta, sintiéndose más cómodo. El mayor se posicionó entre sus piernas como estaba desde un inicio y bajó sus besos por su cuello.
JiMin tiró su cabeza hacia atrás, haciendo que encorvara y que YoonGi tuviera mejor accesibilidad a su cuello. Una mordida se sintió en su clavícula y jodeó, YoonGi masajeaba su cintura debajo de su ropa, tratando de darle caricias suaves y hacerle sentir su necesidad. Por supuesto tampoco quería llegar hasta el final, sólo quería disfrutar de su novio.
Pero JiMin era una tentación muy grande. Una de sus manos bajó las mangas de la playera de JiMin, haciendo que su pecho se viera expuesto, YoonGi sin decir nada ni avisarle, comenzó a lamer uno de sus pezones. Esto provocó que todo el cuerpo de JiMin sintiera un gran espasmo, era sensible en esa zona, YoonGi ya lo había besado ahí antes y lo sabía, pero que le estuviera dando tanta atención a su pezón le ponía aún más ansioso.
JiMin gruñó, tratando de calmar los gemidos que quería soltar. En cambio, el mayor sólo se dedico a seguir dándole ese pequeño placer por aquélla zona, sus manos bajaron a la cintura del menor una vez más, metiendo sus manos a duras penas unos centímetros más abajo de donde llegaba el tiro de su pantalón. Acarició con fuerza, apretando su piel con sus dedos, tampoco quería dejarle rasguños clavándole las pocas uñas que tenía. Así que simplemente se dedicó a apretar y masajear con la yema de sus dedos para demostrar la tensión que sentía en esos momentos.
—¡Agh! — soltó un gemido fuerte al momento de sentir un pequeño mordisco en su pezón, quiso alejar a YoonGi porque la sensación de ardor en aquella zona no le gustaba, sin embargo, la emoción del momento le prohibido siquiera reaccionar, a pesar de que le había dolido, le gustó.
—Mmh, lo siento...— YoonGi se disculpó después de haber dejado de chupar aquella zona y dejó un besito en ese mismo lugar.
JiMin sintió un dolor en su vientre y por su cuerpo corría una extraña sensación de sensibilidad. Con una de sus manos sostuvo la nuca del mayor para guiarlo hasta el encuentro de sus bocas, con unas ganas inmensas de seguirlo besando hasta cansarse.
Pero justo cuando sus labios estuvieron a centímetros de unirse, el irritante sonido del celular de YoonGi sonó. El pelinegro se asustó al sentir el zumbido y segundos después escuchar el ruido que hacía. Lo hubiese ignorado, si no fuera porque tanto él como JiMin parecieron reaccionar y salir de su burbuja en cuestión de segundos, dándose cuenta de que YoonGi tenía que trabajar y no podían ir más allá de unos cuantos besos y caricias.
—Ah... — suspiró el mayor, sacando su celular del bolsillo del pantalón, su mal humor aumentó al ver el nombre de su amigo y compañero de trabajo reflejado en la pantalla. —Mierda...
Contestó enseguida, antes de que Jungkook colgara.
—Mal momento para interrumpir, ¿verdad?— la voz de su amigo se escuchó al otro lado del celular.
—Sí, muy mal momento. — admitió y Jungkook no pudo evitar sentir un poco de miedo, YoonGi enojado no le gustaba.
—Bueno, pero el gerente del hospital quiere a todos los jefes de cada área ahora mismo en una reunión, le dije que tu llegabas tarde, pero me obligó a llamarte porque también tiene el tiempo contado.
YoonGi escuchó con atención sus palabras, sintiendo una extraña sensación de culpa una vez más. Ahora que se daba cuenta, en realidad aún faltaban como 40 minutos para que entrara a trabajar, se supone que ese poco tiempo iba a pasarlo con JiMin. Miró al menor, dándose cuenta de que él en ningún momento dejó de verlo, cuando sus miradas se conectaron, JiMin se dio cuenta de lo que sucedía y se resignó.
—Bien, estaré ahí dentro de poco.
Colgó, soltando un fuerte y cansado suspiro, sintiendo que estaba siendo demasiado injusto. Pero JiMin sólo se removió entre sus caderas y se sentó sobre la mesa en la que estaba recostado, se abrazó al torso de su novio y dejó un beso sobre su pecho.
—Estoy bien, ve a trabajar.
—Ah, no es como si tuviera muchas opciones — YoonGi sólo se sentía frustrado y enojado. El ligero ceño fruncido hizo que JiMin riera de manera suave.
—Tómalo con calma, tendremos más tiempo después. — el menor lo miró desde abajo, con su mandíbula recargada contra su pecho y a duras penas viéndolo por completo.
Le miró con amor y ternura, YoonGi agradeció eso, su manera de tratarlo y comprenderlo eran de las cosas que más apreciaba de su novio. Por supuesto que JiMin siempre fue así, por lo regular nunca se molestaba por cosas tontas, y siempre que tenía alguna incomodidad batallaba para decírselo pero al final siempre le contaba todo.
Habían mantenido su relación de manera sana y confiable, dejando de lado las diferencias de edad y los pensamientos completamente diferentes que ambos llevaban, habían hecho de su relación un lugar seguro.
—Te amo. — fue sincero, siempre lo fue al momento de decirle cuanto lo amaba, su corazón se llenaba de emoción y su cuerpo de adrenalina, y JiMin esperaba siempre sentirse así.
YoonGi tuvo que irse a trabajar y JiMin siguió corrigiendo su tesis antes de enviarla a su novio para que la revisara. Al menos había disfrutado de estar con él un tiempo en la mañana, ya que por el resto del día no lo vio, ni siquiera en sus horas de descanso. Supuso que estaba apilado de trabajo y sólo le envío un mensaje.
Cuando YoonGi tenía tanto trabajo que ni siquiera revisaba su celular, era porque el gerente del hospital lo había re-asignado o le había dado más empleados para supervisar. Pero ese día, después de que Jungkook le trajera su tercer café por la tarde, desvió su atención unos segundos a su celular. Una suave sonrisa le adornó el rostro al leer el mensaje de su novio.
"Señor Min, esperó que ya haya comido y se esté cuidando bien. Recuerda que si te enfermas no podremos darnos besitos, esfuérzate pero no tanto, no quiero que te exijas demasiado. Te espero en casa."
Quería ir con él, abrazarlo para decirle lo mucho que lo amaba y también quería mandar a la mierda su trabajo.
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