Te amo...
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- Recuerdo que solía gustarme la escuela, era acogedora, iba con mi hermano todos los días, ¡Era genial! Tenia amigos, y era bueno en todas las materias, menos en educación física, en la nueva escuela nunca nadie me trato mal, como en otras escuelas si lo hacían. Me sentía a gusto, conocía a todos, hasta que... Me tope con el.

— Corriendo a toda velocidad — ¡Voy a llegar tarde! — Dije preocupado, mientras corría por los inmensos pasillos de la escuela. No me preocupaba chocar con algo... O con alguien.

— ¡Ya cas-! — Había chocado, mi cabeza dolía, y mis rodillas también, levante mi mirada, y vi a un chico, era azabache, con unos ojos violáceos muy exóticos, tenia una camiseta a rayas de color amarillo y azul, junto a una gorra roja. Me extendió la mano para que me levantara, y lo hice de inmediato. — L-lo siento... No veía por donde iba... — El chico sonrió, su sonrisa, era cálida y encantadora, me transmitía seguridad. — No te preocupes. — Me dijo. — ¿Vas hacia el gimnasio? — Asentí lentamente. — Puedo llevarte. — Dijo mientras mantuvo su sonrisa. — Claro, gracias. — Le devolví la sonrisa. — ¿Cuál es tu nombre? — Me pregunto. — Lucas Le conteste.

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- Desde ese día, algo cambio, me sentía observado, sentía una mirada incrustada en mi nuca todo el tiempo en los recreos, aunque estuviera con Claus, estaba ahí, no paraba en ningún momento, me sentía muy asustado, a veces también sentía que alguien me miraba por la ventana, mientras dormía. Siempre la cerraba, pero cuando despertaba estaba abierta... Tenia tanto miedo... Empecé a dormir con Claus, y eso en parte lo paro un poco, solo un poco, aún me sentía observado. En la calle escuchaba a alguien que me seguía, muy de cerca, Claus también se estaba percatando de todo esto, porque a veces recibía amenazas por teléfono, o llamaban pero solo se escuchaba una respiración. Lloraba mucho, estaba aterrado, ¿Porqué a mi? No había hecho nada, no tenia nada... ¿Porqué alguien querría algo de mi?

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- Siempre me sentía inseguro, desde hace 2 semanas, pero lo único que me calmaba era, verlo a el, hablar con sus amigos, y que me sonriera, con esa hermosa sonrisa, tan cálida, tan segura... Me alegraba. Muchas veces estaba solo, en el mismo lugar, solo me veía de vez en cuando, fijamente, con esa sonrisa. Me sentía extraño, ¿Porqué nunca se atrevía a hablarme? Tal vez era tímido, tenia ganas de hablar con el de nuevo. Hasta que paso. Me mando una carta, donde quería que fuera con el a comer, decía que sin Claus, quería estar solo conmigo. Solos.

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- Fui al lugar, no era un restaurante, era un callejón, me iba a ir, y cuando me voltee, lo vi, me estaba esperando, me había pasado mal la dirección, y me dio un café. Le agradecí, y... Me sentía con sueño, cada vez cerraba mas mis ojos, mientras su sonrisa era cada vez más grande... Hasta que no veía nada.

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Abro los ojos lentamente, entre respiraciones entre cortadas, todavía no podía ver nada aunque mis ojos estuvieran abiertos, todo era tan distante... Todo era oscuridad, no se veía nada, ni se escuchaba nada, solo mi corazón acelerarse cada vez más, y mis lagrimas cayendo por mis mejillas entumecidas. Todo se iba haciendo menos familiar, hasta que prendieron las luces de la habitación, era una amarillenta, que me hacia sentir un entorno caluroso. Por fin pude ver donde estaba con algo de claridad, la habitación era de un rosa viejo, con paredes blancas, una mesita con muchos peluches antiguos, un escritorio abierto, y dos relojes de madera que no funcionaban, junto a una mecedora, habían cuadros de una niña, en una esquina de uno de los cuadros decía: "Con amor y cariño, a mi pequeña Tracy". Al retomar la vista hacia la mecedora, dio con un sobre envuelto en flores, eran ¿Girasoles? — ¿Q-que diablos? D-donde... — Mientras me preguntaba millones de cosas, me acerque a esa mecedora y tome la carta, era envuelta de esos girasoles y una escritura impecable.

— Estaba aterrorizado, el era el que me veía todas las noches, el era el que me seguía en la calle, el me acosaba con su mirada todos los recreos... El me había secuestrado, empecé a llorar y arroje la carta, no quería quedarme en ese infierno, quería que fuera un sueño y Claus me dijera que todo esta bien, con sus palabras agridulces... Con su sonrisa para consolarme, pero no, me pellizque muchas veces, cientos de veces y seguía aquí, sintiendo dolor, cada vez lloraba más, no quería su mugrosa comida, ni su mugrosa cama, prefería estar en la calle que estar con ese enfermo. — ¿¡PORQUÉ A MI!? ¡YO NO HE HECHO NADA MALO A NADIE! ... S-solo quiero que esto sea una pesadilla... Papá... Claus... Por favor ayúdenme... —  Decía con la voz quebrada, trate de abrir la puerta, todo en vano, pase 30 minutos gracias al reloj... El cansancio se apodero de mi y me acosté en el suelo, esperando que solo sea una cruel broma.

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《  -:-- 》

— Escuche una voz a lo lejos, decía: "Despierta cariño." Eso me despertó, mantuve mis ojos cerrados para ver que más decía, la voz. — Cariño... — Reconocí la voz, y si era el, cuanto deseaba que fuera Claus, y por eso inevitablemente empecé a llorar con los ojos cerrados aún. Sentí una mano fría en mi mejilla. — Uh, no llores primor, ya estoy aquí para cuidarte. — La fría mano acariciaba lentamente mi cara mientras escuchaba un silencio, era perturbador, no quería abrir mis ojos... Pero la curiosidad me mato, quería ver al enfermo que me había hecho esto. Al abrirlos, el estaba vestido con un traje, y algunos emblemas, y su sonrisa, esa maldita sonrisa, antes era tan bella, ahora era una fría y perturbadora sonrisa sombría viéndome con sus ojos violaceos de arriba a bajo, era inquietante. — Buenas tardes. Veo que no has comido, ni has dormido en donde debías, pero si leíste la carta. — Hizo una pausa y me paso mi comida. Comela por favor. La hice con mucho amor. — Me miro con simpleza, odiaba todo de el ahora, ni siquiera quería mirarlo del asco, y aparte la mirada, me agarro de la barbilla y me miro con sus ojos completamente opacos. — No querrás que me enoje, ¿Verdad? — Me dijo, estaba temblando de miedo, esos ojos, eran tan vacíos, como un agujero negro el cual se llevaba mi valentía, la engullía y mataba cada segundo que me veía, solo negué con mi cabeza, y me soltó, saco la comida del cajón del escritorio, y me la entrego. Era repugnante, me quede unos segundos viéndola y lo mire a los ojos con asco. — No comeré esto. — Dije sin pena. — ¿Qué tiene de malo cariño? — Cambio de una expresión cálida a una confundida. — Se ve asqueroso, ni creas que comeré esta porquería. — Dije con seguridad. — Si quieres que este toda la vida contigo merezco algo mejor, ¿No lo crees? — Cruce los brazos, a ver si podría preparar algo más decente, y tratar de escapar. — Oh, lo siento tanto estrellita, no se que me ha pasado, perdón si te he fallado. — Dice con repugnancia hacia su obra. — Pero al menos... Toma el jugo. — Dijo algo más serio, vi el jugo, tenia un tono blanquecino, y no muy diluido. Yo sin pensarlo y por la adrenalina, lance el vaso al piso.  — ¡NO TOMARE ESA COSA! — Dije sin tartamudear, el se quedo mirando el suelo, y se acerco a mi, me asuste un montón, no se que me iba a hacer... Pero solo se disculpo y se retiro a la cocina, cerrando la puerta. 

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— Sali de la habitación con extremo cuidado, había un pasillo, algo angosto, y abajo unas escaleras, por las paredes habían más cuadros, todos eran de "Tracy" o de una mujer igual a ella y algo parecida a ese enfermo. Baje las escaleras, habían 2 puertas, con mucho cuidado abrí una, era la sala, tenia un televisor algo polvoriento, junto a una estantería y sofá, en el centro de la habitación había una foto familiar, ese chico, "Tracy", esa mujer, y un hombre con la cabeza original arrancada, al parecer a ese chico no le caía bien, aunque tenia un teléfono en vez de cabeza, eran sonrientes, era inquietante verlo a el ahí, me pregunto que pensara su familia cuando se enteren... Aunque no se si podré salir de aquí en primer lugar. Al final de la habitación había una puerta, se escuchaba a ese idiota cantar... Y reír, me perturbaba lo tranquilo que estaba con lo que había hecho... Lo que me había causado... Me fui rápido, sentía que me observaban de nuevo, la otra puerta... ¡ERA MI SALVACIÓN! Trate de abrirla, pero sentí un escalofrío.

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A donde vas. — Pregunto. — Y-yo... N-no encontraba el b-baño... — Dije tiritando de miedo. Y me miro con una mueca de disconformidad y me agarro fuerte del brazo, intente patalear y soltarme, pero no pude, era muy fuerte... Me tiro en esa habitación, otra vez. — Lo siento cariño, pero deberás esperar a que termine para que te enseñe el baño. — Decía con un tono dulce, aunque su expresión no decía lo mismo, era una de molestia, sin decir nada más, dejo algo en el escritorio y se marcho a seguir cocinando. Pero cerro la puerta por fuera, no podía salir... Trate de buscar algo que me sirviera, pero no había nada, el maldito había planeado todo, ¿Quién mierda no pone ventanas en su habitación en el segundo piso? Solo este malnacido. Moria de calor, me quede un rato en la cama, llorando, algo muy común y algo que odio de mi, pero era inevitable en esta situación. maldiciéndome de haber confiado en el, ¡NI SIQUIERA SABIA SU NOMBRE! Estaba destrozado, no vería a mi Padre, ni al Abuelo Alec, ni a Claus, Kumatora, Duster, Abbot, o ¡Boney! La melancolía me comía vivo, matando cada uno de mis sentidos, pero escuche la puerta.

He vuelto bebé. — Con una voz algo gruesa abrió la puerta. — Que quieres de mi. — Dije con la mirada perdida. — ¿Perdón? — Me dijo mientras colocaba mi comida en la cama. — Porque quieres que este aquí. — Dije sin mirarlo. — Porque te amo Lucas. — Dijo sonriendo. — Porqué. — Me senté en la cama y lo mire fijamente. — Porque me amas. — Sus ojos no me decían nada, solo dejo de sonreír, y se quedo viéndome. — Tu comida se enfría. — Dijo en un tono "Dulce" — Come. — Dijo ansioso, parecía que yo fuera su nueva mascota, admirándola, y manteniéndola dentro de casa para que no escape, para no perderla nunca más. — No. — Se acerco a mi y me guio hasta mi plato, estando al lado de mi. — Come. — Dijo en un tono más fastidiado. — ¡NO! — Grite enojado. Me tomo de la cabeza y la hundió en el plato con mucha fuerza, no podía respirar. — ¡COME! — Cada vez ejercía más fuerza, sentía que me rompería la cabeza, mi cara dolía, no podía hacer nada, con mi mano libre y temblorosa me impulse un poco hacía arriba, pegándole con mi nuca en la nariz, y tomando el plato, lo rompí y me mantuve firme para defenderme, pero realmente moría de miedo, el hombre se quedo inmóvil por unos segundos, y yo corrí hasta la salida, sentía sus pasos atrás de mi, pero me corte la mano con el plato, era doloroso, pero intente abrir la puerta, ya era tarde. 

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— De un momento a otro, el estaba ahí fijando su mirada hacia mi, sentía miedo, mucho, sostenía un pañuelo en las manos, yo retrocedí, y me tropecé, cayendo en el frío suelo, de esa lúgubre casa. — No debí confiar en ti, cariño. — Se acercaba a paso lento, solo me hice bolita en un rincón, esperando a que se fuera, mientras mis lagrimas nublaban mi visión. — Es hora de dormir dulzura... — Escuche, y se arrodillo acercando el pañuelo con olor a cloro, empecé a patalear y repetir "No" "Ayuda" "Por favor déjame" me puso el pañuelo en la nariz, con mucha fuerza, antes de dormir, escuche. — Dulces sueños. — Mientras sentía sus húmedos labios en mi mejilla, hasta mi desmayo.

— Me despertó un goteo sobre mi frente, estaba en un lugar... Húmedo, temí lo peor, que me hubiera lastimado o inyectado algo, intente subir mi ropa para comprobar, pero mis manos estaban atadas, y muy heridas, ardían como nunca, llore mucho al sentir el punzante dolor en mis muñecas, estaba amarrado a un pilar en la habitación; era muy brillante, y tenia agua en el piso, juraba que esta habitación estuviera debajo del baño, olía a moho y tenia manchas de humedad por todos lados, junto a una mesa con un libro y otro reloj antiguo... Este era el único que servia , no podía desatarme.

( 8:40 ... pm )

— Eso estaba en el reloj, pero por detrás de el, cayo una nota, con mi pie la trate de acercar, solo la acerque un poco, había un dibujo, y unas letras de una niña pequeña.

— Tal vez mal interpreto lo que le dijo su hermana... — Me dije para calmarme un poco, solo era una carta, pero, esta claro que fue unos años atrás, por la fecha de "1996" cuando es "1999" ya tendría algunos años viviendo en solitario, y eso que yo sigo viviendo con mi padre... Me avergüenza un poco eso, pero después de todo, lo hizo para no tener problemas. Solo se preguntaba si alguien lo ayudaría algún día, aunque no veía la posibilidad, solo lloraba, sin la posibilidad de hacer nada, pero como una luz de esperanza, escucho a alguien más hablar.

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(Narradora. . . *)

- Lo que pasaba arriba, era una visita a la casa de el chico, era su amigo Jeff que estaba de visita. El  nerd conversaba con el chico de lo más normal, mientras que Lucas se intentaba desatar.

—  ¿Se puede saber porque has faltado a nuestra junta hoy?  Dijo el cuatro ojos, mientras sostenía un tono serio. — Oh, lo había olvidado, lo lamento Jeff. Dijo en un tono de decepción, cuando no sentía ni un poco de lastima por ello, tenia a su amor platónico por fin en sus brazos, no podía dejarlo ir— ¿Se te paso? No hay problema, la próxima vez llama, si estas muy ocupado. Dijo tocándole el hombro. — Lo haré.  En ese instante Lucas empezó a gritar con todas sus fuerzas. Jeff noto un ruido, algo diluido por las paredes del baño. — ¿Qué es eso? Pregunto curioso el rubio. — No es nada, seguro es la televisión, la prendí y le baje el volumen. — Dijo con una sonrisa algo molesta. Lucas empieza a desesperarse y grita a todo pulmón.

AYUDA POFAVOR, ESTOY AQUÍ, ¡AYUDA! Decía mientras se estremecía por el dolor en las muñecas, que ya harto, tiro con todas sus fuerzas de la cuerda, rompiéndose y dejándolo libre. — Yo creo que escuche... El hombre llevo a su amigo a la puerta. — Deberías irte, estas alucinando... Dijo. — Seguro, no he dormido muy bien. Dice el científico, apunto de salir. Lucas corrió hacia la puerta del sótano y grito mucho más fuerte, quedándose casi afónico.

¡AHHH! AYUDAME TE LO SUPLICO.  Jeff escucho esto ultimo, y extrañado, se tuvo que ir. 

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(Lucas . Pov +)

Al escuchar que se había ido, llore como nunca antes lo había hecho, estaba dando una rabieta, toque la puerta del sótano con mi mano casi brotando sangre, estaban moradas, yo solo tocaba lo más fuerte que podía, hasta que escuche unos pasos hacia aquí, yo me aleje de la puerta cual cavernícola, el abrió la puerta, y se acerco a calmarme, yo patalee y llore, y golpee mi cabeza contra la pared, múltiples veces mientras el trataba de pararme, cada vez lo hacía con mayor fuerza, brotaba sangre que ensuciaba la pared y mi cara, junto a la de el y mi ropa, el trato de hacerme entrar en razón diciéndome "Respira." "Ya basta." yo solo le repetí "Ayuda" "Suéltame." "Déjame ir por favor." Por la perdida de sangre y fuerza me desmaye, todo era negro otra vez.

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Lucas.

¿Me recuerdas? Soy tu hermano, ¿Qué haces afuera? Papá y el abuelo Alec nos esperan, ¡Vamos a casa! 

*Risas de fondo.*

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(9:00 . Am)

Día 2.

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Desperté en el sótano de nuevo, pero sobre una cama, el había transportado la cama de ese cuarto hacia aquí abajo, que bien. Estaba vendado, una parte de mi cabeza, mis muñecas y brazos. Me senté en la cama, estaba atado de nuevo, pero esta vez de mi cuello, no con una cuerda, si no con algo de metal, para no lastimar mi cuello o que intentara estrangularme, claramente me quería con vida, y no iba a dejar que muriera por ninguna circunstancia, eso me deprimía, era la única forma de salir de allí, aunque no estuviera vivo. Vi mi desayuno en la cama, note que había al menos aprendido algo de cocina, al menos no estaba tan mal, pero el agua seguía teniendo ese tono blanquecino, no la tome, la derrame por uno de los lados mojados del piso, y la deje en la bandeja, agarre mis rodillas y las abrace con mis manos, solo miraba el rosa viejo de las sabanas, mientras me sentía observado, y sentía una respiración pegada a mi cuello, paso un buen rato, mucho, los minutos corrían como las gotas de agua por las paredes, era todo tan horrible, mi vida estaba destinada a estar con un maniático por toda la eternidad, pero debía parar esto, debía investigar sobre ese sujeto, así que empecé a llorar y a gritar, haciendo "Puchero" solo para que viniera, tenia un plan.

Escuche la puerta abriéndose, y el preocupado vino a mi "rescate" se acerco y sentó al lado de mi cama. — ¿Qué pasa cariño?  Dijo con esa voz irritantemente tranquila. — T-te ext-traño... M-me siento s-solo aquí ab-bajo... Dije para desplomarme en sus brazos con una mueca de tristeza, no podría tener más asco de esto. — Oh, lo siento, pero no puedo confiar en que te portaras bien.  Dijo. — Y-yo estoy confund-dido... N-no s-se donde e-estoy... M-me duele... Q-quiero ir a casa... Dije. Mire su cara con una voz desesperada, para que me dejará salir de ese maldito lugar. — Ternurita, perdón por dejarte solo aquí. Sonrío y tomo mi rostro con sus manos, era inquietante. — Ven conmigo. Limpio mis lagrimas, lamiendo mi mejilla, el era tan extraño... Note un sonrojo después de que lo hiciera y tenia esa sonrisa, ya parecía que la tenia pegada en el rostro. Tomo las cadenas de lo que me tenia prisionero, y con delicadeza me transporto a la sala. Donde tenia más cosas que la ultima vez, me amarro y se sentó en el sofá para ver una película, mientras con las yemas de sus dedos tocaba mi cabello rubio, lo odiaba, quite su mano de allí, un grave error... Me miro a la cara, y saco una jeringuilla. — Por cierto, cada vez que te portes mal, te inyectare esto, y no te va a gustar. Dijo en un tono serio, casi de ultratumba. — ¿Me entendiste? Me quede inmóvil y negué con la cabeza. El me tomo del brazo y me lo empezó a torcer, sentía que en cualquier momento me rompería el brazo. — ¿ME ENTENDISTE? — Asentí llorando con fuerza, el sonrió y empezó a ver su película, escuche un susurro "Buen chico" solo veía mi brazo, estaba morado, y hinchado, dolía mucho, para disipar el dolor, me puse a distraerme, habían 3 trofeos en la sala. "El mejor Beisbolista." "El mejor hijo del mundo." "Número uno." Habían cuadros de el de joven, tenia esa sonrisa en todos, intente acercarme a ver los cuadros, cuando su voz me paro. — ¿Te interesan esas cosas? Trague saliva y asentí. — Me disgustaban. Y lo siguen haciendo, cariño, ¿Porqué esa cara?. — Mi cara solo miraba mi brazo, dolía tanto, no podía ni concentrarme en lo que hacia, ni en lo que el me decía. — Bueno hermosura, tengo que salir, volverás al sótano y- Con una mirada suplicante le dije. — N-no... A-allá... N-no... Era simple actuar como si tuviera problemas después de los golpes que me di en la pared... Si estaba algo, raro, pero no a ese punto. — Pero tu...- Dijo. — ¡NO NO! ¡N-NO QUIER-RO A-AYUDA! Me tire al piso y me hice bolita, mi plan funciono, el cedió. — Okay, te dejaré aquí.  A paso lento me acerque con desconfianza, me empezó a dar besos por el cuello y termino por darme uno en la mejilla, me sentía sucio, quería arrancarme la piel. — Adiós cariño. Corrí hacia el antes de que se fuera y señale el "collar" y trate de quitármelo por un lado. — Oh no, eso no te lo puedo quitar, fuiste un niño muy malo... Seguí insistiendo mientras tiraba de su camisa, se harto, me agarro del brazo que me dolía, solté un chillido de dolor, y me arrojo con toda su fuerza hacia la mesa de vidrío que tenia, estaba rodeado de pedacitos de vidrío por todo mi cuerpo, y sangraba de la parte de atrás de mi cabeza. — Te dije que no. Dijo con una voz fría y se retiro. Sangre, solo veia eso, me sentía cansado, pero sonó un teléfono, y se reprodujo una grabación después de unos minutos.

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Ness, ¿Me escuchas? Soy Ninten, hoy encontré lo que me pediste, se que tienes ya a tu victima, por fin encontré más sedantes, solo diluyelos en agua, y listo calisto, por cierto, su hermano salió en la televisión  por su búsqueda, ya iniciaron el proceso, espero que no lo encuentren, debo irme, hasta pronto.

*Click*

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Día 3.

— No podía dejar de pensar en ese teléfono, me desmaye, mi cuerpo dolía, ya no perdía sangre, no podía hablar bien, y el, se llamaba Ness, Ness, ese nombre resuena en mi mente, solo eso, no sabia que hacer, todo dolía, no quería comer, el vino esta mañana, no quiero contar lo que paso, el me volvió a romper otra cosa, me duele la muñeca, empecé a tomar del agua, me sentía muy mal y con mucha sed, no pude hacer mucho, no puedo moverme, solo quiero dormir, mañana será un mejor día... Pero alguien entro a la casa, Ness no estaba, vino al sótano, era Ninten, el sabía que estaba aquí abajo, ¿Porqué no me ayudaba?

— Volví a ese cuarto, volví a estar mal, el reloj se averió, no puedo descansar, el se llama, Ness, Ness, Ness, Ness, Ness. ¿Porqué Ness? Porqué, mi brazo duele, duele, mi cabeza duele, todo duele, deje de derramar sangre, pero duele, no se donde estoy, ayuda, ¿Porqué nadie puede ayudarme? Estoy tan feliz, Claus me busca, Ninten lo sabes, el lo sabe ahora, no me dejará salir, de verdad ayuda. Dije en plena agonía, y suplique, y suplique. — No puedo hacer nada, ordenes de Ness. No quiero que me lastime. — Me desespere, ¿Porqué? — No, por favor ayúdame a salir... Y-yo necesito estar afuera, quiero a mi familia. Dije rogándole. — No puedo... Giro y entrego el pedido, ya yéndose. — ¡NO POR FAVOR NO TE VAYAS! Dije llorando, lloraba y lloraba, el solo me veía mientras lo tomaba de la camiseta, no decía nada, el solo se lamentaba, me decía "Lo siento" miles de veces, hasta que se fue cerrando la puerta. — ¡NO! POR FAVOR DEJAME SALIR. Traté de zafarme de esas malditas cadenas, solo me dañe a mi mismo, iba a volver a dormir, cuando note algo en la cama, un cuaderno. Rápido lo tome, decía: "Lucas." Solo mi nombre, lo abrí y leí el capitulo uno.

...

"I

— Lucas, lo conocí esta mañana, no puedo dejar de repetir su nombre, es tan lindo, al igual que sus ojos azules... Ojala poder verlo otra vez."

— Fui al decimo capitulo. 

"X 

— Te amo Lucas, no creo decirlo nunca hacia ti, he intentado acércame a mi Lucas, pero no he podido, su maldito hermano no se aparta de el, nunca puedo hablarle, cada vez que no lo logro hacer me quiero auto lesionar, es la única forma de aliviar mi dolor. Mi madre siempre me dijo que debo seguir mi corazón, pero el me dice que este con el para siempre, pero, ¿Cómo lo haré si el me rechazara? No, no lo hará, no puede hacerlo, en el momento perfecto, estaremos juntos, pase lo que pase o lo que tenga que hacer."

— Fui a uno sin número.

"Todo sobre Lucas: 

— Le gustan los girasoles, y siempre va a las florerías a comprarlos, su hermano es Claus y su padre Flint, su madre Hinawa murió, fue algo que afecto mucho a Lucas, tiene de mejores amigos a Kumatora, la profesora de deportes, y Duster el profesor de filosofía, sin olvidarnos de Fuel y Abbot uno de los que sirve en el comedor de la escuela. Le gustan los animales, tiene a Boney, ese adorable perrito, se parece a King cuando era joven en actitud. Tiene notas altas y vive en Tazmily, un pueblo lejos de Onett, por el momento estarían quedándose en una casa rentada, era la más alejada, cerca del camino hacia Twoson, odio a su hermano, es tan apegado a el, nunca deja de observarme, nunca lo hace, eso me hace querer asesinarlo, pero no podría hacer algo así, Lucas estaría mal y me odiaría. Ninten me ayudara en todo esto, después de todo, no puedo desobedecer, pertenece al igual que yo en el equipo de beisbolistas, y le pago por todo lo que hace por mi, además con tenerlo amenazado de muerte. Ay, todo lo hago por ti mi Lucas."

— Cerré el diario, y trate de desatarme, Ness no estaba, claramente se fue a hacer su vida normal por ahí, para que no sospechen. Trate y trate hasta que lo conseguí, pero después de un largo rato... Sali del sótano, porque ese Ninten la había dejado sin cerrar, algo extraño, pero sin duda indirectamente me estaba dejando escapar, tome un pilar que tenia en la cocina de decoración, junto a un cuchillo para defenderme si llegaba Ness. Y lo estampe contra la ventana del baño. No se rompió, ¿¡No sabía esa maldita ventana que por su culpa me causo irritación cargar esa cosa desde la cocina!? De todos modos intente abrirla, y no se abrió, estaba atascada, obviamente apropósito, y templada, no se veía nada más que los borrosos árboles detrás de la casa de Ness, no me parecía que fuera en Onett donde vivía, si no en Twoson, o Threed, si no sería muy obvio que lo encontrasen. Todo iba en su contra, intento con cada una de las ventanas, nada ocurría, intento desatascarlas y nada, todas estaban atoradas y templadas, intento forzar la puerta, pero nada, como no podía salir subió a la habitación de Ness, para buscar más información.

...

— Habían un montón de cosas, y muchas fotos mías, y dibujos, aunque eran algo torpes se veían bien, siempre los llenaba de corazones. No era nada tierno, era aterrador, si no fuese un rarito no lo hubiera tomado así, pero ya que. Busque una llave o algo que me hiciera salir, no había nada. Vi debajo de la cama y había una maleta, la abrí y estaba llena de recuerdos de Onett y su familia, tenia unas fotos de sus amigos en diferentes lugares, de su familia, y un dibujo de su padre, tenia una cabeza de teléfono, estaba tapado de algo rojo decía: "Ni siquiera cuando me fui te despediste presencialmente. Odio tener que pensar que de verdad mis amigos tienen razón, eres un teléfono." Seguí viendo más fotos, en todas solo estaba "Tracy" y su madre, una foto de la niña tenia un escrito atrás. "Tracy, mi más fiel compañera y hermana, te extrañare, espero que tu si puedas ver en persona a papá algún día." También habían otras cosas... Pero eran papeles o bocetos sin terminar. Escuche la puerta, así que salí corriendo hacía abajo, no me dio tiempo a ir al sótano.

¿Quién te saco del sótano querido? — Ness no parecía molesto, estaba dudando, pero no me iba a dejar engañar. Saque el cuchillo y tiritando lo empuñe con fuerza. — ¡Estoy harto de ti Ness! Si no me dejas ir, no hay más remedio que salir yo... — Lo mire desafiante, el solo suspiro. — ¿Estas asustado porqué me volví a ir? Aww, eres tan tierno. — Se acerco lentamente y de un golpe me dejo en el suelo, el cuchillo cayo, iba a por el pero Ness lo tomo. — No permitiré armas blancas a tu alcance pequeña estrellita. — Puso su cuchillo en su bolsillo. Y se acerco muy rápidamente tomándome de mi brazo fracturado, hice un gemido de intenso dolor por el agarre tan fuerte de mi contrario, giro mi cabeza para que lo viese a los ojos. — ¿A donde crees que vas ahora? — Me dijo inexpresivo, mirándome intensamente, volví a sentir miedo, cada vez apretaba más mi brazo, dolía, y sonaban mis huesos crujir, quería desmayarme. — Espero que no vayas a hacer eso de nuevo, se buen chico. — Tomo una jeringuilla y me la clavo en mi brazo que había tomado, con tanta fuerza que la sangre caía por el piso, pegue un grito de dolor, y me desmaye... Espero dormir hasta mañana...

...

Día.

— Estoy cansado de este dolor, duele, mi brazo cada día esta peor, mis ojeras crecen, lloro cada vez más, tengo marcas por todo mi cuerpo, ya no siento que sea solo mío, esta sucio, odio entrar a su habitación, siempre me inyecta esa cosa, y no veo nada más que mi cuerpo descansando mientras el esta allí, viéndome. 

...

:)

— Ness estaba junto a mi hoy, me quiero suicidar. :)

Ness Pov :)))

— Desperté a mi querido girasol, era tan lindo, durmiendo en la cama mientras escuchaba su respiración, me estremecía pensar en todas las cosas que podría hacer con el así, pero hoy no es el caso. — Tengo buenas noticias girasol. — Sonreí era tan lindo, tenia una mirada perdida, no me veía, pero cuando lo hacia tenia una mirada vacía en sus azules ojos, a veces no me gustaba verlo así, pero no puedo dejarlo ir. — Te sacare de paseo, tal vez puedas ver a tu hermano. — Sus ojos se hicieron más brillantes que nunca y comenzó a llorar. Busque unas prendas para el, no podía salir y que lo reconocieran. Coloque un vestido rosa con mangas largas, zapatos negros, medias largas y una peluca de pelo blanco, y algo de maquillaje, al verlo no le convenció, no quería salir así.

...

— Después de unos... Cuantos golpes y sangre se lo puso, ¡Yuppie! Se veía tan lindo... Ahora lo llevaré afuera, agarrándolo fuertemente, ¡Será como una bella cita! Al menos para mi. Nunca le dije, pero yo vivo en Twoson, tuve que escapar de Onett aunque vaya a la misma escuela de allá, se veía como una muñeca de trapo, pero era hermoso. Fuimos a una plaza, pero Lucas vio algo y corrió... Fui a detenerlo. Y nos fuimos a casa, estaba mi pequeño girasol en peligro, y yo lo protegere...

...



















Claus Pov. !!

Claus, esta es la única ciudad que nos queda por investigar, o si no el caso se dará por cerrado. — Dijo el policía. — ¡NO PUEDEN HACERLO! ¡SE QUE ESTA VIVO! Deben encontrarlo... — Dije desesperado. — Reglas son reglas. — Dijo. — ¡AL DIABLO LAS MALDITAS REGLAS! — Agarre su placa y la aplaste, me aleje a sentar en ese parque que tenia la ciudad, era de comercio más que nada, pero era agradable. Me senté debajo de un árbol viendo a la gente pasar, hasta que vi a una "Pareja" Uno estaba de traje con una sonrisa, aunque la chica estaba muy apagada, tenia pelo blanco y... Esos ojos... Azules como el cielo... Como el mar... Parecidos a los de...

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¡MAMÁ!

— Al topar mi mirada con la suya sonrió y salió corriendo a mi dirección, ¡LUCAS ESTABA VIVO! Y con moretones en la cara... Y cortadas... Ese chico lo agarro del brazo y se lo llevo de prisa, el estaba llorando y pataleando, ¡ESTA ERA MI OPORTUNIDAD! NO DEJARÉ QUE ESE DEPRAVADO LO VUELVA A ENCERRAR... Corrí tras ellos, y alerte a la policía. — ¡ES EL! ¡EL TIENE A MI HERMANO! — Las patrullas salieron a buscarlos, me monte en una, quería matar a ese malnacido, todo lo que nos causo lo pagara...

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— Lo vi, era el, CLAUS, ¡LO VI POR FIN! Era algo diferente, pero no me importo, cuando llegamos a la casa, Ness me abrazo. — No te vayas... — No respondí y correspondí el abrazo, busque en sus bolsillos y encontré la llave del sótano, junto a su teléfono, el hace poco corto el cable del teléfono de la casa. Me soltó y como siempre me encerró en el sótano, ya estaba harto de estar en ese infierno, me iba a escapar, cueste lo que cueste. Me quite ese estúpido disfraz, y me coloque mi ropa de siempre, espere un rato hasta que no escuchara nada en la sala, y abrí la puerta, busque en la cocina algo, encontré un cortador de pizza, y llame al número de Claus... Aún me lo sabia, el contesto.

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¿QUIEN ES? — Dijo — Soy yo Claus. —  ¿L-lucas? — S-si... — Se escuchan sollozos. — ¡IRÉ POR TI LUCAS! ¿DONDE ESTAS? — N-no lo se... — Escuche pasos. — M-me debo ir Claus... T-te quiero... — LUCAS N- — Rezaba que hubieran rastreado la llamada, cuando voltee, estaba Ness ahí, mirándome con mucha ira. — ¿Qué haces afuera primor? — Tire el celular. — Ness... Yo... D-debo decirte algo... — Me acerco a paso lento y me acerco mucho a su cara. — Yo me h-he equivocado... Q-quiero compensártelo de alguna manera. — Me toma de la cintura y cierra los ojos para un beso...

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— LE CLAVO EL CORTADOR DE PIZZA EN LA MANO Y EMPIEZO A CORTARLA, EL GRITA DE DOLOR, Y SU MANO CAE AL SUELO, LA SAGRE SE ESCURRE Y CAE POR TODO EL PISO, CAE AL SUELO Y ESTE VE SU MANO AMPUTADA CON HORROR Y ME MIRA A LOS OJOS CON ALGO DE SANGRE EN MI CARA Y MANO, ME ENSUCIE LO MENOS POSIBLE Y LO MIRE CON MIS OJOS ENTRE CERRADOS. — No soy nada tuyo Ness. No te amo, nunca lo hice. Eres un maldito enfermo. — Le enseño todo lo que me ha provocado, quemaduras, un brazo con los huesos rotos, moretones, cortadas, insomnio, inyecciones... — ¿Esto era lo que tu querías Ness? ¿Mi infelicidad? Si me amaras de verdad, no me hubieras echo tanto daño. — El lo entendió, las alarmas policiales sonaban afuera, y el se levanto, y fue hasta la puerta y la abrió para mi. Me quede boquiabierto. — Perdón por todo. Ahora, eres libre. Te amo Lucas. — Cayo hacia el suelo, y murió por el desangrado, lo mire por unos segundos, y vi que tenia algo en su bolsillo, era una carta, decia: "Para Lucas. Abrir después de un año." La tome, y salí de la casa, a lo lejos se escuchaban las sirenas de policía.

¡ALTO AHÍ!

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¡Gracias por leer Vacio <3!

Escrita e ideada por Summer.

Inspirada en Tau y en la historia de Giulieta45

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