Planeta de origen

Un sobresalto sacó de su sueño a C34R1C, haciéndole sentarse y perder un poco de orientación por el brusco movimiento. La habitación en la que se encontraba era totalmente desconocida, solitaria.
Tranquilizando su ritmo cardíaco empezó a vagar por aquel sitio, teniendo la misma sensación que antes de entrar al portal.

Sin encontrar a nadie abrió la puerta de madera, encontrándose con un paisaje totalmente verde, manchado de flores amarillas que se mecían por el suave viento.
La vista, nueva para el rubio, se interrumpió por un gruñido a su lado. Un perro de colores varios asomaba los dientes, acechando al mínimo movimiento del supuesto intruso, C34R1C no perdió la compostura y el semblante serio que siempre poseía, extendiendo una mano para tranquilizar al animal se llevó una mordida por éste.

—¡Verndari, no! —una suave voz bastó para que el can se alejara de chico. La sangre inmediatamente brotó de la mano del ojigris.

La joven de cabellos amielados se acercó para observar la herida del que ella consideraba un viajero. Tomando agua del cuenco a su lado enjuagó la mano lesionada y usando el pañuelo que tenía en su cabeza vendó provisionalmente al rubio.

—Discúlpame, él no suele ser así...

—¿Quién eres? —de repente la garganta de C34R1C se sintió más seca que de costumbre, sacando a relucir otro comportamiento raro según su criterio.

—Eva, mi nombre es Eva ¿Tú, quien eres?

—C34R1C, bibliotecario de Marne, matrícula 3447.

La joven no supo que decir ante el comentario del chico. Se sentía sorprendida de que a pesar de ser mordido por su perro no estuviese enojado y que en general no expresase emoción alguna.

—C34R1C... —murmuró muy bajo, casi para ella sola—. Suena como Cedric.

—¿Disculpa? —nuevamente el rostro inexpresivo del rubio confundió a Eva, más aún al ver como el otro se rascaba en cuello insistentemente.

—Te diré Cedric... —la joven se dispuso a hablar más—. Te encontré en el campo, creí que necesitarías ayuda.

—Gracias por ello.

Éxodo, Ciudad de Marne

Las alertas sonaron cuando el sistema de autorización de uso del portal había tenido una falla y con ello un ingreso no documentado. Un grupo de personas entró inmediatamente buscando las respuestas mientras seguían robóticamente el protocolo de revisión.
En el cuarto de administración de viajes en el tiempo, los encargados intentaban dar con la persona que había cometido aquel incidente con un elemento tan importante.

—Señor, violación al reglamento de clase 5. Uso no autorizado del portal principal —la voz de un hombre salió mecánicamente.

—¿Aún no sabemos quién es? Sigan buscando.

El hombre de gabardina negra salió de la sala administrativa para ahondar por si mismo en el tema, decidido a reparar el error antes de que fuese demasiado tarde aunque eso no sucedería, no al menos con las mentes más brillantes, el rango de fallo era totalmente mínimo así que un pequeño desperfecto en el sistema no acabaría con el gran intelecto de Marne y mucho menos con el mismo gobernador de la misma.

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