—¡Ioshaaa!

—¿Lo has entendido?

—¡No se preocupe, Maestro PaoPao! ¡Haré un EXTREMO trabajo!

—Bien, estoy contando contigo.

¿Qué que está pasando?

Bueno, verán...

Sasagawa Ryohei es un amante del boxeo, su amor y determinación por éste deporte sólo podría llegar a ser comparado con lo que siente por su hermana.

Y actualmente actúa como el supervisor en el control de calidad del personal.

Debido a la influencia de Ryohei, el guardián del Sol, Tsuna es consciente de lo difícil que es el mundo del boxeo.

Muchos boxeadores talentosos no son reconocidos o se ven horriblemente presionados por la falta de dinero.

—¡Ahora chicos, es hora de un EXTREMO entrenamiento!

—¡¿Eeeh?!

—¡Senpai... acabamos de terminar!

—Por lo menos dejenos tomar un descanso...

—Yo... No puedo...

—Duele...

—Moriré-.

—Los primeros años son realmente débiles, ¿No?

—No puedo culparlos.

—Me pregunto... ¿Nos vimos así de patéticos en algún momento?

—....

—....

—....

—¡No hay manera!

En estos momentos Ryohei está en un campamento especial con el club de boxeo. Éste fue el arreglo que Vongola preparó para el guardián del Sol de la décima generación.

—¡Sasagawa! Estás más entusiasmado de lo normal, ¿ocurrió algo bueno?

—¿Eh?

—¿Eh?

—¿Acaso no les dije?

—Creo que recordaría si lo hubieras hecho.

—Ugh... supongo que sí.

—¿Y bien?

—¿Qué?

Conteniendo las ganas de hacer un Tsukomi, y repitiéndose a si mismo que Ryohei no era intencional, reformuló su pregunta —¿Cuál es la razón que te tiene tan emocionado?

—¿Qué no lo saben ya?

—¡No puedo seguir con esto! —exclamó al desplomarse en el frío suelo del gimnasio mientras una oscura y depresiva aura lo rodeaba —¡Tachibana, habla con él!

Y así, un joven delgado pero de firme musculatura se acercó a un enérgico peli-blanco.

—Entonces... ¿Tachibana es el único que puede hablar con él?

—Algo por el estilo, él tiene cuatro hermanos menores así que es bueno tratando con Sasagawa.

—Ya veo...

—¿Eh? En otras palabras...

—[[[¡¿Senpai está al mismo nivel que cuatro niños?!]]] 

—Jajaja ¡Buena suerte a partir de ahora novatos!

Los nuevos sintieron un escalofrío recorrer su espina y, a sus superiores, les creció una insana sonrisa en el rostro.

—¡¡IOSHAAA!! ¡MUY BIEN CHICOS, EL CLUB DE BOXEO LO DARÁ TODO A PARTIR DE AHORA!

—Eh...

—¡Con máximo esfuerzo!

—¿Eeh?

—¡Y un extremo entrenamiento!

—¡¿Eeeh?!

Dolor, cansancio, agotamiento tanto físico como mental; pero incluso así, con quejas en contra de aquel entrenamiento infernal, ninguno dejó de moverse, todos y cada uno completó los ejercicios.

—No... no puedo más...

—Necesito... un descanso!

—¿Cómo... es posible... que... que los superiores aún estén bien?

—¡¡No son humanos!! —fue el pensamiento colectivo de los nuevos.

Este lugar fue creado poco después de la batalla por los anillos específicamente para Ryohei.

Como en cada descanso, tras la batalla de los representantes, fue traído aquí por Colonnello. Usualmente sólo estaba unas pocas horas, que a lo sumo llegarían a ser solo unos pocos días pero, en esta ocasión, era diferente.

—Sawada se esforzó por darnos este tiempo, ¡Le daré un EXTREMO uso!

—¡¿Que creen que están haciendo holgazanes?!-¡Kora!

—¿Quién es este niño?

—¡Ugh... es el hijo del entrenador!

—¡El siguiente que se detenga dejará sin comida al resto!-¡Kora!

—¡¿Eh?! —los jóvenes ingenuos se quedaron observando como el niño rubio se iba con una gaviota —¡Eeek!

Ninguno se atrevió a voltear, una aterradora y opresiva aura oscura acechaba detrás suyo.

—¿S-s-senpai? —un alma valiente habló con el cuerpo tembloroso.

—Oyeron lo que dijo ¿no?

Aunque la voz sonaba amigable y amable ni uno de ellos lo sintió así; por el contrario, un frío gélido recorrió sus espaldas y no se atrevían a respirar por temor a esa inexplicable sensación de un filo metálico en sus gargantas.

—S-Sí.

—Me alegra oír eso —la presión de su mano sobre el hombro aumentó —Estaremos contando con ustedes muchachos.

—¡Ha-Hai!

—¡Daremos lo mejor!

—¡No los decepcionaremos!

—¡¡Esa es una extrema respuesta!! —gritó un alegre y animado Ryohei.

.

.

.

.

En lo alto de una árbol, parados sobre una rama, se encontraba el niño rubio mirando en entrenamiento de los adolescentes.

—¡Colonnello!

—Lal, ¿Qué estás haciendo aquí?

—Reborn me llamó, parece que Sawada quiere mi ayuda.

—Eso es raro. Seguro está tramando algo-¡Kora!

—Pensé lo mismo, ¿Cómo van los nuevos reclutas?

—¿Interesada?-¡Kora!

—¡Hah! No me hagas reír, ¿Por qué estaría interesada en estos mocosos inútiles?

—Siempre tan seve...

—Je —en ese preciso momento Tsuna habría huido al verla —Voy a divertirme.