CAPITULO 9


Majin Tantei Nougami Neuro - Fanfiction

Buenas :DD

adoro con toda mi alma este anime/manga. Neuro me parece uno de los personajes más bien diseñados que he visto en mucho tiempo.

me encantaría que hubiera algo más entre los dos protas jejjeje mi mente perversa lo desea jajaja

MIL GRACIAS A YUSEI MATSUI POR CREAR ESTE MANGA.

Me he inspirado en una imagen de internet. ¿Que pasaría si Neuro y Yako fueran a pasar unos días a un ryokan?

Con kimonos y aguas termales. ¿Habrá animales de Neuro por medio?

espero que os guste.

NEURO X YAKO FANFICTION

VACACIONES DEMONÍACAS

CAPITULO 9

No supo cuanto tiempo estuvo así, con los labios en su cuello pero lo siguiente que supo fue que Neuro se alejó de ella y mordió su propia muñeca, con los ojos verdes brillantes mirándola directamente. Yako la vio. Aquella sangre oscura que rara vez podía ver, aquella sangre que vio cuando se enfrentaron a HALL, aquella sangre...la sangre de Neuro. Su cuerpo empezó a sentirse pesado, como cuando haces demasiado ejercicio y te cuesta respirar. Sus ojos se iban entrecerrando.

-Neu-

El demonio había cubierto sus labios con los suyos, abriendo su boca para dejar caer en ella aquel liquido espeso y caliente por su garganta. Yako tragó, no muy segura de lo que hacía y finalmente cayó rendida en los brazos de Neuro.
Este le limpió la sangre de la comisura del labio y convirtiéndose en demonio completo la cargó de vuelta al ryokan.

Los dos siguientes días Yako los paso como en duermevela, sin saber que era lo que la hacia moverse. Su cuerpo se había recuperado y no sentía dolor, es más, su apetito había aumentado y notaba la piel más tersa y suave (puede que eso se debiera a las aguas).

Se encontraba tumbada en uno de los sofás de la habitación con un sencillo vestido ancho de color rojo, mirando como el sol caía sobre las montañas y las teñía de rojo.
Estaba relajada, pues Neuro había bajado al onsen para darse un baño relajante y no parecía tener intención de volver pronto. No es que Yako lo estuviera esperando, ni mucho menos.

Recordó como había despertado en la habitación, sin saber muy bien como había llegado allí. Neuro no comentó demasiado sobre su traspaso de energía y Yako no sabía si quería saber las razones por las que le había dado parte de su sangre aquel día en el bosque.
En un momento en el que se encontraba sola, Yako se había desnudado y había encontrado en su cuello, en el lugar donde Neuro la había mordido, una pequeña marca. No era una marca grande, de hecho si no te fijabas demasiado no se veía. Tenía forma triangular, como las baterías que adornaban el cabello del demonio.
Ella la rozó con los dedos, intentando tomar conciencia de que aquella marca no desaparecía con el roce. Neuro la había marcado.

¿Que significaba? ¿Significaba algo profundo? ¿Era una marca de posesión? ¿Ella era suya, con todas las letras?

Yako suspiró observando el paisaje. No importaba lo que pensara ella, Neuro nunca negó que ella fuera un objeto de su posesión. El demonio era posesivo, ya que ella era su única manera de conseguir misterios para saciar su demoníaco apetito. No quería pensar en que aquello significara algo más para él. El demonio no entendía que la posesión era algo más, mucho más intimo y ella no quería pensar o no quería saber que sucedería si él llegase a saber sus sentimientos.

Durante esos días, después de lo ocurrido en el bosque, Yako era más consciente que nunca de sus sentimientos por Neuro. Cuando lo observaba no podía evitar recorrer su figura con un sonrojo, cuando los ojos verdes de Neuro la miraban, ella apartaba la vista, no pudiendo soportar aquella mirada tan intensa. ¿Quizá podría ver en su interior y saberlo? ¿Ella era demasiado obvia?

Yako se revolvió en el sofá. No podía seguir pensando así, no era eficaz y desde luego no era bueno para su salud que cada vez que lo veía, su corazón latiese como un caballo desbocado.

La chica se levantó y tomó sus cosas para ir al baño con Akane, quien se movía graciosamente en su cabello.
Necesitaba un momento de relajación.

Los baños estaban prácticamente vacíos cuando ella entró, cubierta con una toalla amarilla. Divisó unas rocas donde podría darle un masaje capilar a Akane y se dirigió allí, su cuerpo entrando en calor con el contacto con aquella cálida agua. Había dejado una nota en la habitación por si Neuro volvía antes y no la veía. Había terminado la nota con un corazón. ¡Con un corazoncito¡

-Que verguenza-Musitó, echándose un poco de agua en la cara, salpicando a Akane en el proceso. La chica se disculpó siendo observada por otras de las personas que se encontraban cerca, quienes la miraron como si estuviera loca, ¿Que hacía pidiendo perdón a su pelo?

Yako suspiró y se recostó contra la roca, no prestando atención a la gente. Por el rabillo del ojo vio a una chica, situada no muy lejos de ella. Era preciosa, su piel parecía de porcelana y su cabello marrón recogido en un moño le dio envidia a Yako, parecía tan sedoso...
Aquella chica, un poco mayor de lo que era Yako, volteó a mirarla y le sonrió, haciendo que Yako se sonrojara, pues la había estado mirando durante bastante rato. Con un movimiento de cabeza la chica se despidió de ella y se levantó para irse.
"No lleva toalla" Fue lo primero que pensó Yako al ver su cuerpo desnudo. Al instante sintió envidia de nuevo. Aquella cintura pequeña, con aquellos pechos copa D...Todo lo que ella quería lo tenía aquella desconocida que se marchaba.

Cuando la perdió de vista, Yako bajo la mirada a su cuerpo tapado por la toalla. Recordó cuando se tocó en la cascada. Sus pechos no le habían parecido tan pequeños en aquel momento, ahora solo podía pensar que aquellas "montañitas" no tenían nada que ofrecer.

-Dicen que si tomas leche, crecen-Una voz a su lado la hizo regresar a la "realidad".

-!NEURO!

Aquel al que no quería ver, aquel que ocupaba sus pensamientos, si, estaba de nuevo a su lado, con el cabello en una coleta y aquel cuerpo de dios del olimpo junto a ella. ¿Que había dicho? ¿Leche?

Sus ojos verdes brillaban de nuevo. Quizá fuera culpa de las luces tenues que había en el onsen pero fue suficiente para hacer sonrojar a Yako.

-¿Q-Que haces aquí?

"Estupida. ¿Para que le preguntas eso?" Se recriminó la detective, muriendo de vergüenza. La había pillado tocándose el pecho y envidiando los atributos de otra persona.

-Sentí la presencia de Akane-Diciendo eso, alargó la mano hacia el cabello de Yako y rozó la trenza con los guantes. ¿Podía entrar al onsen con guantes? Yako no quería saberlo.-¿Que hacías, piojo~?-Preguntó con voz sensual, mirando hacia el escote de la chica.

Otro sonrojo.

-Na-Nada

-¿Te preocupa tu poco pecho?

-No tengo poco pecho

-Dijiste que querías una copa D

-E-Eso...

La sonrisa de Neuro se alargaba por su rostro como la sonrisa del gato de Cheshire.

-¿C-cres..que son pequeñas?-Preguntó en un susurró la detective. Se tapó la boca de inmediato. "¿COMO SE ME OCURRE PREGUNTARLE ESO?!"

Pensó en reírse y decirle que era una broma cuando Neuro la rodeó de la cintura y la colocó sobre sus caderas, quedando ella frente a él. Demasiado cerca. Demasiado intimo.
Con un movimiento de muñeca, no planificado, el demonio apartó aquella molesta toalla amarilla del cuerpo de su piojo. Ella intentó taparse, sonrojada al extremo, pero él no la dejó. Echó un vistazo rápido a aquella marca que él le había dejado y después observó aquellos montículos.

Neuro no entendía la preocupación de Yako por su talla de pecho. No entendía como los humanos estaban tan preocupados por la forma de su cuerpo. Él, como demonio que era, no sentía el más mínimo interés por otra cosa que no fueran los misterios, su fuente de alimento, por lo que su conocimiento sobre el cuerpo femenino no iba a ayudar en aquella situación. Pero al piojo parecía importarle bastante.

Yako estaba nerviosa, estaba desnuda encima de Neuro y este no había dicho ni una palabra y tenía la mirada fija en sus pechos.

"No debí hacerle aquella pregunta" Se lamentaba la chica hasta que las manos de Neuro rodearon sus pechos, haciéndola olvidar las preguntas, las dudas, a la chica de la copa D, todo. Solo sentía aquellos dedos jugando con su carne.

Neuro rodeó aquella piel suave y gustoso comprobó que cabían perfectamente en sus manos. Jugó con ellos, apretando y acariciando aquellos botones que se endurecían a través del cuero de sus guantes.

-Son muy sensibles, Yako-Susurró con voz gutural mientras seguía ocupándose de ellos. Con dos de sus dedos, tiró de su pezón, moviendolo de un lado a otro, recibiendo pequeños gemidos por parte de ella, quien se agarró de sus hombros.
Ella no le respondió.

Con una mano en su espalda, la acercó más cerca de él y abriendo los labios, tomo uno de sus pezones entre sus labios. Yako gimió más fuerte.
Neuro degustó aquel sabor. Nada que él conociera sabía igual, y gustoso memorizó aquel regusto, utilizando la lengua y sus dientes para darle placer a su esclavo, quien se retorcía encima de él, con los ojos cerrados, perdida en aquellas sensaciones.

Yako sentía un hormigueo subiendo por las puntas de los dedos de los pies hasta el cuero cabelludo. En cuanto la boca de Neuro estuvo sobre su piel supo que aquello la iba a llevar a la locura. Nunca pensó que él le haría aquello, era demasiado para ella. Con el calor y el humo del onsen, las sensaciones se multiplicaban, y se sorprendió queriendo más. Apretó las manos sobre la piel de los hombros de Neuro y él le mordisqueó el pezón derecho mientras su otra mano le acariciaba la región baja de la espalda.

¿Que le pasaba? ¿Se había vuelto una pervertida? ¿Por que se sentía tan bien? ¿Neuro era un profesional? ¿Habría estado con muchas mujeres?

Soltó un gemido cuando la lengua de Neuro le recorrió aquella marca en el cuello.

Rendida a aquellas sensaciones, apoyó la cabeza en el hueco de su cuello y cerró los ojos. No le importaba nada más, deseaba a Neuro.

-¿Crees que son pequeñas?-Preguntó de nuevo contra su cuello.

-No hagas preguntas estúpidas esclavo-Contestó él, cogiéndola en sus brazos y caminando hacia la salida del onsen, directo a la habitación-Cuando te haga mía, ya no pensaras en esas ridiculeces.

Espero que os haya gustado

Ha subido la temperatura jajaja ¿Neuro hará suya a Yako? ¿Lo harán? ¿Se desatará la pasión?

El Neuro seductor me gusta demasiado jajaja

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: