CAPITULO 11

Majin Tantei Nougami Neuro - Fanfiction

Buenas :DD

adoro con toda mi alma este anime/manga. Neuro me parece uno de los personajes más bien diseñados que he visto en mucho tiempo.

me encantaría que hubiera algo más entre los dos protas jejjeje mi mente perversa lo desea jajaja

MIL GRACIAS A YUSEI MATSUI POR CREAR ESTE MANGA.

Me he inspirado en una imagen de internet. ¿Que pasaría si Neuro y Yako fueran a pasar unos días a un ryokan?

Con kimonos y aguas termales. ¿Habrá animales de Neuro por medio?

espero que os guste.

NEURO X YAKO FANFICTION

VACACIONES DEMONÍACAS

CAPITULO 11

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-Como si no te gustara-Le estimuló los dos pezones con las manos por encima de la tela-Estas gimiendo, Yako

-Eso...

-¿Qué ocurre, Yako?-Una de sus manos abandonó su pecho para rodearle la caderas y tocar su zona íntima-¿No lo deseas?

-Yo...

Yako se volteó entre sus brazos, no muy segura de que frase decir o como explicar lo que le estaba sucediendo, solo quería volver a ver aquellos ojos verdes.

Pero lo que vio no le gustó absolutamente nada.

-¿Que significa eso?-Preguntó señalando una notoria marca de lápiz de labios en la mejilla del demonio.

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Por mucho que Yako intentó hacer desaparecer la marca de barra de labios roja de la mejilla de Neuro, esa pequeña marca seguía allí, mancillando la piel pálida del demonio. No sabía muy bien porqué pero ver aquello le molestó enormemente.

¿Quien había sido? ¿Quien había besado a Neuro? Y más importante ¿Por que Neuro lo había consentido?

Sus ojos lanzaban llamas de la combustión de sentimientos que consumían a la joven, quien apretaba las manos en un puño. Sus nudillos se habían puesto blancos.

-¿De que hablas, esclavo?

Como si él no lo supiera.

Señaló con un dedo la marca del delito.

-ESO

Neuro parecía realmente confuso por lo que se movió en busca de un espejo donde ver que le señalaba su piojo. En cuanto tuvo una visión de su rostro, descubrió aquello de lo que le hablaba Yako, quien aún estaba en el mismo sitio.
Los ojos verdes de Neuro intentaron pensar el porqué del mal humor de la chica, cosa que él no entendía. Yako se había mostrado deseosa de sus caricias, él había sentido su excitación y no necesitaba comprobarlo para saber que ella en verdad estaba húmeda por él.
Pero todo había cambiado. Ella estaba enfadada.

¿Por una marca en su mejilla?

-¿Que es?

-Te has besado con alguien

-¿Como?

-Eso es una marca de labios

Neuro la volteó a mirar. Yako estaba a su lado.

-¿Labios?

El rostro de Yako se mostró enfadado, pero sus mejillas se sonrojaron al mirarle.

-Yo no utilizo labial

-¿Que estas queriendo decir?

-Olvídalo

Yako se volteó para marcharse pero la mano rápida del demonio le sujetó la muñeca, impidiéndole cualquier medio de escape. Yako intentó gritar pero Neuro le tapó la boca para sujetarla por la cintura y llevarla de nuevo al futón, donde la echó contra la mullida superficie.
Yako intentó apartarse pero contra la fuerza demoníaca de Neuro no pudo hacer nada, la tenía contra las cuerdas.

-Suéltame Neuro-Dijo, su confianza volando a medida que pronunciaba cada palabra.

-Un piojo no puede ordenar nada a su amo

-Neuro

-¿Estas enfadada, piojo?

-...

-¿Estas enfadada, Yako?

Su tono había subido.

-Claro que lo estoy

-¿Por que?

Yako se preguntó si en verdad le estaba preguntado aquello, si el cerebro de Neuro no podía entender algo tan simple. Quizás no fuera tan descabellado pensar que Neuro no lo entendía, después de todo era un demonio y él mismo había admitido que no entendía los pensamientos de los humanos.
¿Puede que en verdad no lo entendiera?

Yako buscó la mirada de Neuro, quien no parpadeaba, esperando la respuesta de Yako.

-Tu fuiste besado

-¿Esto?-Señaló con un elegante dedo aquella marca roja que se había desdibujado un poco.

-Eso

-¿Es por esto que estas así?

Yako bajo la mirada. Ni ella misma sabía porque estaba enfadada o porqué no había podido hacer el amor con Neuro. Ella le amaba, le dolía el pecho cuando estaba en situaciones intimas con él pero...¿Tendría el valor para hacerlo? Nadie sabía cuando se aburriría de los misterios humanos y volviera al infierno...dejándola sola.

Neuro observaba a Yako desde su posición dominante. Ella no lo miraba y volvía a morderse el labio.
Pensó en lo que le había dicho, entendiendo que ella estaba enfadada con él, por la marca de su mejilla al parecer. Él no recordaba hacer besado a nadie que no fuera aquella pequeña chica pero, cuando había salido a la puerta, una chica había tropezado con él...¿Pudiera ser entonces?
Aun así, su pequeño esclavo había dudado de él, había huido de sus caricias y se había atrevido a mirarlo de aquella manera.

-Un esclavo no debe menospreciar a su amo

-¿Que?

-El hecho de que tu amo lleve la marca de otra persona no significa nada-Observó sus reacciones mientras hablaba-Tu eres mi esclavo Yako, esto-Se llevó la mano a la mejilla para limpiar aquella marca-No significa nada

-Pero...

Neuro bajó las manos para tocarla.

-Tu cuerpo me pertenece Yako-Sus ojos brillaron verdes al ver como ella se sonrojaba y agrandaba aquellos ojos marrones-Eres mía y tu pequeño cerebro solo tiene que pensar en eso

Yako cerró los ojos y apretó los labios. No podía más.

Apartó las manos de Neuro de manera brusca y rodando lo dejó debajo de ella. Se sorprendió por su fuerza pero no se permitió desconcentrarse. Apoyó las palmas de las manos en el pecho de él, que aun continuaba con poca ropa, y apoyó las caderas en aquella zona. Se negó a pensar que era aquel bulto que sentía contra sus bragas.

Observó los brillantes y ,si, sorprendidos, ojos de Neuro, quien no se esperaba aquel movimiento pero que tampoco le desagradaba. Yako se agachó para limpiar aquella marca con el dorso de la mano, no pudiendo soportar aquel carmín. Se negó de nuevo a pensar en lo que estaba haciendo, su mente la había abandonado por una Yako salida y que quería marcar la piel de aquel demonio que le hacia la vida imposible.

¿Imposible? Yako había conocido el amor con Neuro, había aprendido a deducir, a ser más fuerte, a aguantar torturas...Quizás lo último no era tan necesario.

Neuro no había dicho nada todavía, sus ojos fijos en ella. Parecían brillar en algunos momentos.

Puede que fuera cierto, puede que en verdad ella fuera otra herramienta para él, puede que la olvidara, que la desechase sin problema como si fuera una mota de polvo en su elegante ropa pero para ella...para Yako aquel demonio arrogante era su primer amor. Aquella persona especial para ella, y por mucho que quisiera mentirse a si misma, no podía hacerlo.

"Sniff"

El demonio que había consumido todos los misterios del mundo demoníaco no estaba preparado para ver llorar a su piojo. Sus ojos veían como pequeñas piedras de luz caían por las mejillas de Yako y se perdían hasta llegar a su cintura. Sentía la humedad de sus lagrimas en su piel.

-Y-Yako?

Ella enterró la cabeza en su pecho, balbuceando cosas incomprensibles y temblando inevitablemente entre los brazos de Neuro, quien estaba perplejo. En su larga vida de demonio nunca se encontró con un problema que no pudiera resolver. Y ahora se encontraba en un problema que no comprendía y que no sabía como solucionar.
La chica seguía llorando, haciendo que su mente se volviera loca. Neuro se dio cuenta de que odiaba ese sonido y más aun, odiaba ver a su piojo de aquella manera.

-Yako-Intentó apartarla para ver su rostro. Tuvo que utilizar algo de fuerza para separarla y poder ver su rostro-¿Que sucede?

-snif...sniff...-Él esperó hasta que ella dejó de temblar y lo miro-Neu-ro...

-No sigas haciendo ese sonido y dime que te sucede-Pidió, bajando el tono de voz

Yako se sorbió los mocos y parpadeó varias veces.

-Yo...

Neuro esperó.

-Yo...Neuro...es que yo...-Tragó saliva y lo miro entre ojos llorosos-Te amo Neuro...

A pesar de que lo había dicho en voz baja, aquellas tres palabras fueron claras para el demonio.

Se quedaron un par de segundos en silencio.

Yako sintió el corazón en el pecho. ¿Que había hecho? SE HABÍA CONFESADO,...A NEURO

Y él aun no había dicho nada.

El demonio también estaba luchando en su interior. Una emoción nueva corría por su cuerpo de demonio. Sentía un calor aflorando en el pecho, como una herida pero sin sentir dolor alguno.
Neuro se esforzó por buscar una definición.

AMOR

Una corriente corrió por todas sus extremidades. Como el poder corría por sus venas, como si fuera un suculento misterio pero aún más poderoso, más que el misterio de HAL, más que los misterios del mundo demoníaco,...
Neuro se sentía poderoso.

-Repitelo

-¿Eh?-Aquello si que Yako no se lo esperaba.

-Dilo de nuevo, Yako

Yako sintió como su corazón se apretaba. Respiró profundamente.

-Te amo

-Más

-Te amo, Neuro

-Otra vez

-Te amo, Neuro

Cada vez parecía que era más sencillo de decir.

Aquella sensación. Neuro sentía como una energía corría por su interior, como si fuera un buen misterio pero la energía era más potente que cualquier otro misterio. Más potente que cualquiera...se abría a su paso, descontrolandolo todo.
Nunca en su larga vida había sentido algo como aquello.
El poder se extendía por todo su cuerpo, por todas sus articulaciones. Su lado demoníaco quería salir para devorar aquel misterio tan suculento, nunca su lado oscuro había querido salir como ahora. Neuro temía que su pico pudiera salir por su cuenta y asustar a su piojo.

Se permitió unos instantes para mirarla, su rostro lloroso y sonrojado. Le estaba mirando.

-Yako...

-Dí-Dímelo

-¿Que cosa?

-Que no sientes lo mismo

-¿Que?

-Solo soy una herramienta que usas para no descubrir tu identidad...cuando te aburras de este mundo...

-¿Que te hace pensar eso, piojo?-No le gustaba nada de lo que estaba saliendo por aquella boca.

-Porque...

-Tu afirmas eso...¿Entonces que ha sido lo anterior?

-¿Lo anterior?

-Me amas-No era una pregunta. Y Yako tembló al escuchar esa pequeña frase.

-Pero te irás

-No lo he afirmado en ningún momento

-Lo harás

-He consumido todos los misterios del mundo demoníaco. No tengo la intención de marcharme hasta encontrar el misterio definitivo.

-¿Cual es el misterio definitivo?

-Cuando lo encuentre lo sabrás

-¿Entonces...

-No me iré Yako-No la dejó terminar-No tengo la menor intención de dejarte ir

-Neuro

-Yako-Las manos de Neuro la rodearon para acercarla a él-Escucha atentamente, piojo

Yako tragó saliva ante la intensa mirada que le estaba dedicando Neuro. Él se colocó junto a su oído.

-No tienes que huir a ningún lugar, porque yo también te amo, piojo

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..

...

...

El corazón de Yako empezó a latir de manera desbocada. ¿Había oído lo que pensaba que había oído? Neuro. Nougami Neuro había dicho aquellas palabras. ¿Podía pensar que en verdad había dicho aquello?

Sus labios temblaron.

-O-Otra vez...

Neuro le mordisqueó la oreja.

-Neu-ro...

Otra vez.

-¿El esclavo esta rogando?

-Lo estoy...

Necesitaba volver a escucharlo. O seguiría pensando que había sido un sueño.

-Yako

-Te amo...

Neuro sonrió. Le sujetó el mentón, notando la humedad seca de sus lagrimas y la besó como él solo sabía hacerlo.

-Déjame degustar tu misterio, Yako

Espero que os haya gustado

Gracias por los reviews

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