32 | тридцать два
Sabemos lo que somos, no lo que podemos ser.
La noche había pasado muy rápido. FBI había estado en su habitación el resto de la tarde, hablando sobre el tema con OMS y ONU para tratar de entender y saber cómo actuar en la siguiente situación similar que se volviera a presentar con Alicia. Rusia había dejado sola a la azabache después de que ella se lo pidiera, por lo que decidió ir a su despacho para poder continuar trabajando y avanzando uno de los proyectos importantes que tenía con Alemania y el cual se pactaba dentro de unas pocas semanas.
Alicia quiso investigar más sobre la información que le había entregado aquel chico con la intención de dárselo a FBI para que él investigara de qué se trataba y qué era todo esto. Sin embargo, se encontró con una computadora mostrando el sistema BIOS, trató de averiguar por qué saltaba aquella famosa y aterradora pantalla azul, pero pronto se encontró con muchos errores y daños en la tarjeta madre y el disco duro. No había forma de saltearlo ni recuperar el sistema.
La azabache trató asimilar las palabras que el ruso le había dicho, diciéndole que ella era Anonymous. Algo que simplemente no entraba en su cabeza con tanta facilidad, pues, para empezar, Anonymous ni siquiera es una organización como tal. No existe un orden jerárquico de personas, no hay sede, no hay un líder. Es simplemente un movimiento ciberactivista que utilizan personas con conocimiento suficiente en programación, telecomunicaciones e ingeniería para realizar ciertos objetivos y misiones que fuesen proteger la integridad de los pueblos gobernados. Aquello era algo que chocaba en su cabeza constantemente y no lograba asimilarlo. Es decir, ¿Cómo se supone que Alicia es Anonymous si no se le considera organización?
Por otro lado, Alicia había llegado a la conclusión que aquel chico le había entregado ese disco duro externo y la habían encontrado porque ellos fueron parte de Anonymous realizando algún objetivo particular. Por lo que conocían la verdadera situación de los representantes de los países, junto con toda la información sonsacada de la Deep Web, como consecuencia, ellos investigaron sobre Alicia y dieron con ella hasta deducir que era Anonymous y estaba en Rusia.
Según lo que decía el documento que había leído, querían que esta información y todo lo que habían encontrado saliese a la luz y quién mejor que la propia representante de Anonymous para hacerlo. Pero había un problema, su laptop se había dañado y entre los componentes de su computadora, el disco duro SSD y el disco duro conectado eran las fallas. Por lo tanto, toda la información que había en esos discos ya se había perdido por completo y no había modo de recuperar aquello.
Finalmente decidió irse a dormir sin cenar. Todo lo que había sucedido hoy fue suficiente para quitarle el apetito por una semana completa.
FBI suspiró mientras pasaba sus dedos por sus hebras blanca, despeinándose mientras finalizaba la llamada con OMS y ONU. Su rostro demacrado y totalmente exhausto se dejaba ver fácilmente. Cerró su notebook y se recargó sobre la silla, observando el techo blanco.
Le habían dicho que el problema de Alicia era muy jodido. Pues como una representante con una célula que no pertenecía a su ADN original, sino que fue brindada por algún miembro eslavo buscaría evolucionar con respuesta a esa misma población. Eso quería decir que, si Alicia poseía la célula de URSS o Rusia, ella respondería conforme a la población rusa por parte de Anonymous. Algo de lo cual ONU temía desde un principio y la razón principal por la que se negaba rotundamente entregarle a Rusia la tutela absoluta de Alicia.
Sin embargo, OMS le destacó que no necesariamente sería una respuesta a la población a la cual la célula pertenecía, sino que, podía responder a cualquier población de cualquier parte del mundo. Pues ella al no tener una base estable como una organización, su población estaba repartida de forma anónima por todo el mundo. Ella estaba segura que Alicia posiblemente comience a hablar todos los idiomas del mundo como principal característica. OMS también explicó que su trasformación fallida probablemente fue ocasionada debido al antídoto. Ninguno de ellos había tenido una situación como la de Alicia por lo que no tenían mucha idea de qué podría sucederle u ocasionarle. Tampoco estaban seguros si podría llegar a transformarse por completo o fallaría de forma definitiva.
Otro punto que todos tomaron en cuenta fue, ¿Por qué Santiago logró la creación de una organización artificial y al mismo tiempo le entregó el antídoto? ¿Podía haberse arrepentido de ello? Si así fuese, ¿Cuál fue el motivo por el cual le hizo cambiar de parecer? ¿Algún desacuerdo con Anarchy? ¿Tal vez se había enterado de algo? Esto era algo que seguramente UNICEF sabía y jamás pudo darlo a conocer a tiempo.
ONU realmente se arrepentía enormemente no haber tomado en cuenta las sospechas de UNICEF hace veinticinco años. Estaba muy seguro que si le hubiese hecho caso, toda esta situación se hubiese evitado por completo. Algo que le sentaba cada vez peor cuando lo meditaba y su conciencia se lo reprochaba como consecuencia a su mala decisión en el antaño. Una culpa de la cual, posiblemente, nunca se deshaga.
La noche era súbitamente fría, las estrellas estaban ocultas tras grandes nubarrones que amenazaban con soltar copos de nieves con los cuales cubrir la ciudad entera de la capital en un color tan puro y pulcro como lo era el blanco. Los faroles de la noche iluminaban las calles ligeramente desoladas debido a las altas horas de la noche, se podía ver un coche pasar cada diez a quince minutos. Estaba posicionada en lo alto, como si se tratase de una cámara de seguridad estática en la calle. Alicia observó a su alrededor alterada. Sus ojos se fijaron sobre un chico que parecía huir con mucha desesperación, corría tan rápido como sus pies se lo permitían. Llevaba una chaqueta de inverno que le cubría perfectamente del frío, unos pantalones de mezclilla y unas zapatillas negras. Su cabeza estaba cubierta por una capucha que le protegía un poco más. Corría mientras daba vistazos a su espalda como si tratara de asegurarse que no le estaban persiguiendo.
Cada vez que el chico aquel salía del foco de la cámara, cambiaba de posición. Persiguiéndoles por las sombrías calles que lentamente estaban pintándose de blanco ante la lenta caída de los copos de nieve. Comenzando a nevar.
Alicia intentaba moverse e incluso quiso hablar, pero su cuerpo era incapaz de responder. Ella sabía que estaba despierta, pues sentía el frío que entraba por un lado de la cama debido al edredón que estaba suavemente caído al lateral izquierdo. No era capaz de entender qué estaba sucediendo y mucho menos era competente para comprender qué estaba ocurriendo. Lo único de lo que Alicia estaba segura era la sensación de miedo e incertidumbre que le estaba generando lo que estaba viendo. No entendía y mucho menos le estaba gustando lo que estaba sucediendo.
Pronto su punto de vista cambió y se enfocó en dos coches negros Candillac, los mismo que había visto en aquel video en su notebook. Sus ojos se enfocaron en las patentes de los vehículos, del mismo modo que actúa Horus detectando las patentes o rostros. Encerrándolo alrededor de un círculo que gira en su posición y lo persigue todo el tiempo. Corrían por las calles y la cámara les perseguía cada vez que desaparecían de su panorama.
Volvió a ubicarse sobre el chico que corría intentando escapar de aquellos vehículos que venían detrás suyo, pero sin embargo parecía imposible. Miraba a su alrededor intentando esconderse en algún sitio para perderlos, pero todo estaba cubierto y cerrado con llave o candado, lo cual imposibilitaba poder ocultarse. Sus ojos sobre el chico percibieron los faros de los coches asomarse a sus espaldas mientras se acercaban a él con una extrema velocidad. Las luces blancas de los coches iluminaron por completo el cuerpo del chico. Se giró sobre sus talones y se detuvo lentamente. Su respiración agitada se evaporaba formando un pequeño vapor al ser expuesta al aire frío de la noche. Alzó las manos sobre su cabeza y las unió en su nuca, rindiéndose finalmente. Le vio lentamente arrodillarse sobre la acera con los coches iluminándole por completo.
Alicia observó a su alrededor y percibió que no estaba en zona urbana, estaban prácticamente a las afueras de la ciudad. Tampoco estaba segura dónde estaba ubicada geográficamente y mucho menos tenía idea en qué parte de la ciudad estaba.
Tres sujetos de negro se acercaron a él con sus pistolas cargadas en manos mientras le apuntaban guardando precaución como si aquel chico llevase una carabina oculta en su ropa y se previnieran de algún movimiento brusco.
De forma imprevista los oídos de Alicia fueron asaltados por un pitido muy agudo que llegó a ella como si hubiesen explotado una bomba cerca de su oreja y la había dejado súbitamente sorda. Aquel chillido agudo retorcía su cerebro y le obligaba a querer tapar sus oídos, sin embargo, no podía moverse por más de que ella lo intentara. Sus ojos ejercieron una fuerza exagerada sobre sus parpados como si buscasen suprimir el chillido agudo en el interior de su oído.
—Ваша жизнь зависит от вашего ответа, где ваш представитель? Vasha zhizn' zavisit ot vashego otveta, gde vash predstavitel'? (Tú vida depende de tu respuesta, ¿Dónde está tu representante?)
—Даже если бы я знал, я бы тоже тебе не сказал. Dazhe yesli by ya znal, ya by tozhe tebe ne skazal. (Aunque lo supiera, tampoco te lo diría.)
—Я могу пойти взять еще один из вашей группы активистов завтра. Скажи мне, где это. YA mogu poyti vzyat' yeshche odin iz vashey gruppy aktivistov zavtra. Skazhi mne, gde eto. (Puedo ir a por otro de tu grupo de activistas mañana mismo. Dime dónde está.)
—Сделай это. Никто не знает, где находится представитель Anonymous. Sdelay eto. Nikto ne znayet, gde nakhoditsya predstavitel' Anonymous. (Hazlo. Nadie sabe dónde está el representante de Anonymous.)
Los ojos se Alicia solo vieron un destello de luz escapar de la pistola y luego el cuerpo de aquel chico cayó al suelo. Lentamente la sangre comenzó a salir de su cuerpo, manchando la acera de un color carmesí perteneciente a la sangre que escapaba de su cráneo. Uno de ellos se acercó al cuerpo sin vida de aquel joven, colocó la pistola en su mano para encubrir el asesinato, simulando que se trataba de un suicidio. Los tres hombres se alejaron de aquella escena del crimen con prisa, volviendo a sus vehículos correspondientes. Aceleraron, pasando por un lado del cuerpo sin vida de aquel chico y desapareciendo del lugar.
Sintió como si hubiese recibido un severo golpe en medio de sus ojos y le atravesara el cráneo. Estalló en un desgarrador grito llamando la atención de todas las personas dentro del departamento y alarmando a todos los vecinos del barrio. Sus ojos se abrieron al mismo tiempo que se sentaba sobre la cama de un hábil movimiento, y notó que se encontraba en su habitación. Miró sus manos temblorosas y su corazón latiendo a una velocidad descomunal, sentía mucho frío y miedo, palpó la zona la cual sintió como si hubiese recibido una bala entre ceja y ceja. Sus manos temblantes corroboraron que no había ninguna herida ni sangre en aquel sintió. Sus ojos verdes titilantes continuaban estando ahí sin embargo el aro que les rodeaba giraba de lado a lado con velocidad.
La puerta fue abierta de un brusco golpe y ella se exaltó al ver a FBI con una pistola en manos mientras entraba a la habitación, había abierto de una sola patada la puerta y dejado una severa marca sobre la madera. Detrás de él estaba Rusia, quien entró corriendo al cuarto y se sentó al borde de la cama al notar lo alterada y asustada que estaba.
—Alicia, ¿Qué sucede? —preguntó Rusia al ver lo exaltada que estaba, podía ver con facilidad su cuerpo temblar. Tomó sus manos entre la suyas y percibió el frío de las mismas contrastar contra la calidez de sus manos rojas y ella le miró perpleja en su posición—. Tranquila, todo está bien. Solo fue una pesadilla.
—No. No. No. Las pesadillas no se sienten reales. —le respondió alterada y vio a FBI encender la luz de su habitación mientras comenzaba a inspeccionar el departamento con sutileza. Le vio desaparecer del marco de la puerta en dirección a ella.
—Cuéntame, ¿Qué viste? —dijo Rusia con un tono calmado, intentando que ella se relajara poco a poco. Pues podía sentir a través de sus manos como su cuerpo tiritaba violentamente.
Alicia comenzó a explicarle lo que había visto mientras que trataba de regular su respiración y no tartamudear en el transcurso, aún sentía la extraña sensación de la bala en medio de su cabeza y palpó la zona con incomodidad mientras los ojos de Rusia le observaban expectantes y atentos a las palabras que ella estaba soltando. No comprendía como una pesadilla podía haberle afectado de ese modo, pero tampoco podía juzgarla ni decir nada. Tenía que haber una explicación razonable para que ella se mostrara tan exaltada por un sueño feo que había tenido. Notó sus ojos soltar un suave titileo que fue fácilmente perceptible por él. Ella seguía narrando lo que había dicho y no se inmutaba sobre lo que estaba sucediéndole. Notó como el iris fue rodeado por pequeños arcos que giraban a su alrededor como si se tratara de un GPS ubicando una zona particular.
De repente oyó los sollozos sonoros de Alicia, alterada. Aquellas voces fueron lo que más habían asustado y puesto tan nerviosa a la azabache en primer lugar. Pues esas voces se oyeron tan cerca de sus oídos como si se tratase de un sutil susurro en su oreja. Pero en realidad, venía desde lo profundo de su mente. Ella sabía que estaba despierta, estaba consciente pero incapaz de poder moverse. Del mismo modo que una parálisis de sueño. Rusia atrajo su cuerpo hacia el suyo y la abrazó con cuidado mientras ella rompía en llanto con más fuerza.
Después de una hora y media Alicia se había dormido. Rusia salió de su habitación con cuidado de no asustarla ni despertarla, le había costado mucho que concibiera el sueño.
Rusia suspiró mientras avanzaba en dirección a la cocina, recargado contra la encimera estaba FBI con una taza de porcelana con café a medio beber. Le miró y lentamente se acercó a la nevera para abrirla y sacar una botella de vodka que estaba a medio terminar. Se giró sobre sus talones para ver al peliblanco mirar la botella de alcohol en manos del ruso y suspiró para devolver su atención a la taza en sus manos.
—¿Se durmió? —le preguntó en tanto el eslavo se posaba al frente del norteamericano, apoyándose en la encimera del mismo modo. Abrió la botella y directamente bebió desde el pico.
—да. da. (Sí.) —respondió en ruso mientras soltaba un suspiro después de haber bebido un largo sorbo desde la botella.
—¿Qué le pasó? ¿Por qué estaba tan asustada? —le preguntó después de un extenso silencio que pareció durar minutos, pero solo fueron pocos segundos. Alzó la mirada para ver al eslavo beber nuevamente.
—Me dijo algo sobre que oyó voces en ruso.
—¿Oír voces en ruso? —inquirió hacia el ruso y este soltó un sonido afirmativo desde la garganta—. Alicia no sabe ruso, ¿Cómo se supone que escuche voces en ruso?
Le vio alzar los hombros en señal de indiferencia. FBI soltó un suspiro para beber el café que le quedaba en la taza.
—Creo que Alicia puede ubicar personas como lo hace Horus. —le respondió, y observó el líquido que había en el interior de la botella.
FBI escupió el café dentro de la taza ante las palabras del ruso. Quien le miró asqueado y al mismo tiempo con rareza, suspiró con cansancio para volver a beber un alargado sorbo de vodka mientras oía al peliblanco toser con fuerza.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —le respondió cuestionándole confundido.
Nuevamente el eslavo alzó los hombros con indiferencia, miró a FBI a su frente soltar un severo suspiro de molestia mientras removía el café en su taza. El ruso colocó el vodka sobre la encimera y ante el sonido del cristal tocar el mármol obligó al contrario alzar la mirada hacia él. Inmediatamente supo que el eslavo sabía algo y no estaba diciéndole.
—Tú sabes algo.
Rusia alzó la mirada para verle. Llevaba un par de ojos calculadores y analizantes que estaban clavados sobre él como un par de misiles auto dirigidas.
—Sí. Sé muchas cosas.
—¿Y sobre Alicia?
FBI dejó la taza de café tibio sobre la encima a sus espaldas y caminó unos pocos pasos hacia el eslavo a su frente, mirándole con atención y severo. Rusia le observó por unos extensos segundos que parecieron pausarse en el tiempo y el clima se volvió tenso al instante.
No le gustaba en lo más mínimo tener al federal dentro de su departamento, en su país y mucho menos tener que aguantarlo todos los días. No le caía bien y además de eso, era contraproducente para él. Si el gobierno ruso se enteraba que estaba el representante del FBI aquí, no tenía ni la mínima idea de qué sucedería si lo capturaban. A ellos no le suponía un problema deshacerse de aquello que les molestara o no estaba en el mismo grupo. No se deshacían del él solo porque no puede morir como un humano común. De lo contrario, estaba seguro que hubiese muerto en el 1991.
Sin embargo, entre todas las personas y los representantes, él era la mano directa de Alicia y él cual ella, medianamente, confiaba.
—No supo darme ubicaciones, solo descripciones —habló Rusia y el contrario le observó con un silencio analizante—. Teniendo en cuenta las voces en ruso que oyó. Me habló sobre un chico perseguido por dos autos negros a las afueras de la ciudad. Hablaron en ruso y luego le dispararon.
Rusia no tenía ni idea de quién estaba hablándole Alicia, pero sí estaba seguro quiénes eran los sujetos de los coches negros. Ella le dijo que eran camionetas que veía junto con los coches de los representantes o políticos. Pero que desconocía la marca de los mismos. Rusia supuso que se trataba del gobierno ruso actuando nuevamente. Siempre que sucedía una situación como esta, deducía al instante que se trataba del gobierno ruso matando a los opositores o quienes tenían demasiada información sobre ellos.
FBI le miraba pasmado y perplejo. Podía tener sentido que Alicia pudiese ubicar personas, oír voces y ver imágenes o videos como si se tratase de una cámara. Del mismo modo que Horus. Al final, el planeta entero estaba rodeado y repleto de tecnología por todas partes, y se estaba tratando sobre la supuesta representante de Anonymous. Podía comprender que su habilidad era aquella. Lo que no tenía muy entendido, era ¿Cómo funcionaba aquello? ¿Ella lo decidía? ¿Era al azar? ¿Era por influencia de las personas que decidían los movimientos en nombre de Anonymous?
—¿Estás seguro que lo que ella ha visto es real? —cuestionó FBI observando al eslavo y este movió la cabeza—. De acuerdo, mañana investigaré sobre esto.
Rusia vio al federal comenzar a caminar en dirección a su habitación. Soltó un suspiro mientras miraba a su alrededor, notó como la noche poco a poco estaba alejándose y dándole camino al sol para anunciar un nuevo día. Probablemente eran entre las cinco y seis de la mañana, y debería levantarse en una hora.
—De todos modos, no iré al parlamento mañana.
Capitulo editado.
Dato: Alicia casi ya no tiene tinte negro en el pelo y lo tiene crecido.
ver ELENCO
Espero que les haya gustado de ser así no olviden dejar un like o comentario. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo.
Nos vemos.
—Homicidal_Bloody
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