31 | тридцать один

Esa engañosa palabra mañana, mañana, mañana, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa.




 





USA había ayudado a Rusia con el tema de Alicia. Le dijo que las organizaciones no nacen como los países por lo que, las transformaciones son brutales. Pueden sufrir mucho y agonizar como si algo los quemara por dentro, al final su cuerpo por completo estaba cambiando y evolucionando. Lo que desconcertaba al americano era que aquella transformación de Alicia no se había finalizado, de hecho, no fue ni siquiera exitosa ni tomó parte de su cuerpo. Fue casi como un acto de presencia. Le pidió que hablara con OMS sobre aquello, pues USA nunca presenció alguna organización no cumplir con su periodo de evolución. Y aquello podía deberse a otra situación que se estaba escapando de su compresión. El eslavo se negó rotundamente, algo que USA comprendió hasta cierto punto. Él nunca tuvo buenos lazos con ONU ni ninguna de las organizaciones dentro de las Naciones Unidas; todo debido haber sido parte de Anarchy por influencia de URSS.

USA hacía lo posible por confiar en las palabras del eslavo y creerle al pie de la letra cuando discutían un tema de vital importancia o sus acciones, pero a veces simplemente se escapaban de su comprensión y le desesperaba no poder llegar a un acuerdo mutuo pacífico. Tenían principios de vida e ideales muy similares, pero ambos llevaban soportando un resentimiento recíproco que ni siquiera sabían exactamente de dónde provenía.

El americano le pidió corroborar sus heridas, si aún persistían en su cuerpo o se habían sellado del mismo modo que una organización. Rusia no estaba muy convencido de hacer una acción como aquella. Tocar a Alicia sin su consentimiento no le gustaba en lo absoluto, pero USA insistía mucho. Le explicó que FBI en su transformación había sanado tres heridas de bala que había recibido como consecuencia de protegerle la vida a ONU. Aquella evolución fue lo que realmente le salvó de morir ese mismo día.

El eslavo suspiró con mucha molestia y finalmente cediendo. Observó en silencio el rostro de Alicia el cual ya había sido limpiado con algodón y portaba una pequeña bola en una de sus fosas nasales para evitar que continuara sangrando. Le observó como si le pidiese permiso a tocarle sin su consentimiento. Acto seguido acercó sus manos al borde del hoddie negro que llevaba y lo levantó unos pocos centímetros, lo suficiente para revelar la banda negra que rodeaba todo su abdomen. Le quitó la cinta que sujetaba la venda blanca y la movió unos pocos centímetros para corroborar si la herida de bala continuaba allí o no.

—What the hell are you doing! (¡Qué diablos estás haciendo!)

La voz feroz de FBI a sus espaldas lo exaltó por completo, el teléfono celular cayó al suelo del susto. El ruso se giró sobre sí mismo y de forma inmediata se alejó de Alicia. Vio el federal caminar con zancadas determinantes en su dirección mientras su rostro se endurecía mucho más de lo que Rusia podría llegar a formar. Cargaba una bolsa de plástico con nuevas vendas que había conseguido para Alicia, desinfectantes y un par de analgésicos que ella le había pedido.

—Я могу это объяснить! YA mogu eto ob"yasnit'! (¡Puedo explicarlo!) —habló Rusia alzando las manos al aire como si el federal le estuviese apuntando con un arma. Veía como el peliblanco se posaba a su frente y con una fuerza bruta lo tomó por el cuello de su camisa blanca, arrugándola con su puño. Lo empujó con una fuerza severa contra la pared más cercana y lo inmovilizó.

—Dame quince razones para evitar que te lance por esa maldita ventana. —amenazó el americano con firmeza.

Su mandíbula estaba presionada, soltó la bolsa sobre el suelo y lo tomó por la camisa con ambas manos. Aplastando su cuerpo contra la pared blanca. Incluso fue capa de alzarlo del suelo unos escasos centímetros. El eslavo le miraba perplejo y hasta salido de sus casillas, nunca había visto a FBI actuar de ese modo antes.

—ФБР, успокойтесьFBR, uspokoytes'. (FBI, cálmate.) —intentó calmar Rusia, al contrario, pero pareció enfurecerlo mucho más. Por lo que no prefirió hablar para intentar explicarle la situación y evitar que el peliblanco lo lanzara como un costal de piedras por la ventana al otro lado de la cama donde Alicia yacía aún inconsciente.

—¿FBI?

Ambos hombres fijaron su atención en la tercera voz en la habitación. Fijaron su atención sobre el cuerpo de Alicia y notaron como ella despertaba lentamente. Sujetó su cabeza entre su mano izquierda y trató de recomponerse, sentándose sobre la cama. FBI inmediatamente se alejó de Rusia para sentarse al borde de la cama y mirarle preocupado. El eslavo observó estático en su sitio mientras trataba de acomodar la camisa arrugada. Tomó el teléfono sobre el suelo y miró la pantalla, viendo que USA aún estaba en la llamada.

—Ты все еще там? Ty vse yeshche tam? (¿Sigues ahí?) —preguntó Rusia y observó a la azabache cerrar los ojos con molestia, como si la luz de la habitación fuese tan fuerte que le cegara. Se alejó unos pocos pasos de ellos. FBI hablaba con ella y trataba de preguntarle cómo se sentía y qué le había ocurrido. Pero ella parecía estar tan confundida como él, pues las únicas palabras que soltaba eran monosílabas.

Yes Yes! I went for popcornDid I miss the FBI beatdown? (¡Sí, sí! ¡Fui por palomitas! ¿Me perdí la golpiza de FBI?) —la voz del americano sonaba muy animada desde el otro lado de la línea.

Rusia se giró sobre sus talones y pronto notó los ojos verdes titilantes de Alicia, quien le miraba como si fuese un gato observando una paloma picoteando pequeñas ramas sobre el suelo. FBI estaba perplejo sobre el cambio físico de la azabache, pero intentó evitar aquello a toda costa para no alterarla.

—Хорошо, я позвоню тебе позже, СШАKhorosho, ya pozvonyu tebe pozzheSSHA. (De acuerdo, te llamaré más tarde, USA.)

OkayGood luck. (Está bien. Buena suerte.)

Finalizó la llamada con USA y caminó unos escasos pasos para acercarse a ella y FBI quien trataba de que ella recordara un poco lo que había sucedido. Le veía masajear sus ojos con mucha incomodidad y molestia, como si realmente la luz fuese incandescente para ella. Alzó la mirada hacia el eslavo y Rusia observó los pequeños aros rotar dentro de sus ojos como si fuese un lente perteneciente a un dron autodirigido enfocando su objetivo en tierra.

—¿Recuerdas algo? —preguntó Rusia y se posó a un lado de ella mientras veía a FBI levantarse de su asiento y caminar en dirección a la puerta de la habitación con prisa. Probablemente iba a notificarle lo que había sucedido en Alicia a OMS para que le otorgara una explicación racional y lógica. Aunque se daba una idea del porqué sus ojos se habían trasformado, de lo que no estaba seguro qué era fue el detonante del cambio.

—Sí.

Alicia comenzó a contarle todo lo que había sucedido, explicándole desde el disco duro externo que le habían entregado en la calle el día de ayer hasta los videos, documentos, imágenes y archivos que había dentro del disco duro. Lo cual todo se hallaba en ruso. Ella no entendía por qué se lo habían entregado y mucho menos conocía a ninguna de esas personas que salían en el primer archivo de texto que había leído.

Él único nombre que conocía era Feddei, quien había sido un compañero de intercambio en el pasado. Rusia le observaba expectante y oyendo cada palabra que la azabache soltaba, intentando explicarse y comunicarle de cualquier modo todo lo que había sucedido y cómo se había sentido. El eslavo se mostraba impasible ante ella, sin embargo, su mente trataba de procesar delicadamente toda la información que Alicia le estaba entregando. Todo lo que estaba diciéndole se unía poco a poco con la poca información que él tenía sobre una situación que su propio gobierno buscó cubrir.

Según lo que Alicia estaba diciéndole, se trataba perfectamente del pacto de Anarchy con el gobierno ruso. No era nada de otro mundo, él sabía de ello con claridad. Lo que no tenía muy clara era el qué querían a cambio y por qué se habían reunido ese día. Las palabras de la azabache recalcaban el detalle de su vieja notebook, la cual había usado como parte de su hackeo a las Naciones Unidas y la misma que poseía mitad del código de Horus en su sistema junto con la conexión remota que luego fue echada de los servidores.

Ella acabó su relato diciéndole que también tenían a su padre. Percibió como su voz comenzaba a flaquear, sus ojos verdes se cristalizaron de forma inmediata y Rusia se sintió fatal al ver le dolida que se hallaba.

Alicia no siempre tuvo buena relación con su padre, y tal vez lo veía poco debido a su trabajo, su carrera y él estando internado en un hospital psiquiátrico. Pero no quitaba el peso de ser su padre. Quisiera negarlo o no, continuaba siendo su sangre, su padre, su figura paterna. No tenía una madre, por lo que su única figura lo era él. Fue quien la crío durante muchos años hasta que su estado mental se degradó por completo y finalmente fue internado; quedando su tía con la custodia de Alicia.

—Rusia, quiero que me digas la verdad. ¿Qué es todo esto? —le dijo con ojos cristalinos, observándole con una mirada imploradora.

Rusia le observó y notó como sus ojos se asemejaban al rostro de un cachorro. Desvió su atención a la lampara sobre la mesa nocturna a un lado de la cama donde se posaba la bolsa de plástico que FBI había traído. Soltó un suspiro mientras trataba de buscar las palabras correctas con las cuales responderle sin que sonara muy tosco y directo, algo que él poseía como principal cualidad.

—¿Qué fue lo que me inyectó? —volvió a interrogar y Rusia devolvió su atención a ella.

Cierto, ella no recordaba nada de lo sucedido con ONU y FBI hace una semana. Por lo que Alicia no estaba enterada que todos estos cambios se debían a la intervención de Santiago en su cuerpo cuando era una bebé, y como consecuencia creando una organización artificial no gubernamental. Específicamente, a Anonymous. No tenía ni idea cómo se tomaría la noticia aquella. Ya se le notaba afectada y ligeramente asustada sobre lo que le ocurría, no quería alarmarla más.

Los ojos titilantes de ella demandaban una respuesta concisa y certera sobre la situación, y él no quería mentirle con respecto a esto. No podía estar ocultándole todo el tiempo que ella era Anonymous y que su propio padre le metió una célula que pertenecía a la URSS, usándola como experimento.

—¿Me lo vas a decir?

Rusia soltó un suspiro cargado de agotamiento mientras desviaba su atención a las colchas blancas en las cuales estaba sentado, cediendo ante la situación. Alzó la mirada de vuelta para verle, notando que ella aún continuaba espectando todos sus movimientos a la espera de una respuesta.

—Lo que tu padre te inyectó es nuestra célula, la que nos permite regenerarnos y ser esto. —le explicó con un tono calmado y lento, intentando que ella no se alarmara ni asustara.

Lo cual no funcionó. La cara de la azabache se desfiguró por completo en un horror y pánico que se estaba escapando de su cuerpo. Incluso palideció como si le hubiesen echado un baldazo de agua helada encima. Rusia posó sus manos rojas sobre los hombros de Alicia, notando como ella parecía entrar en shock. La azabache ya conocía qué era la célula de los representantes, qué hacía y cómo funcionaba gracias a OMS y los documentos que halló dentro de la Deep Web.

Lo que probablemente ella no sabía era el antídoto que Santiago inyectó en ella, y la cual provocaba la negación de su evolución. Rusia estaba seguro que si le decía aquello ahora mismo, iba a provocar que la azabache se arrancara cada hebra de su cabeza. Eso iba a ser algo que OMS, FBI o ONU deberían explicarle.

—¿Soy una organización?

—да. Da. (Sí.)

Alicia alzó la mirada para verle, permitiéndole a Rusia observar cómo sus orbes verdes con aquellos aros giraban alrededor de su iris como si buscaran enfocar algo sobre el rostro del eslavo. No podía negar que le causaba un poco de incomodidad y hasta miedo ver como aquellos ojos se asemejaban tanto a unas cámaras de seguridad o lente de un misil balístico autodirigido.

—¿Qué represento? —interrogó Alicia con un notorio miedo en su voz que fue perfectamente palpable para el eslavo a su frente.

—Anonymous.
















Capitulo editado


Espero que les haya gustado este capítulo de ser así no olviden dejar un like o comentario. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo.

Nos vemos.

—Homicidal_Bloody

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