12 | двенадцать
La clemencia que perdona a los criminales es asesina.
Habían pasado solo un par de horas desde que Alicia había rescatado a Anya de ser atacada nuevamente por el representante de Rusia.
La rubia se había dado una ducha larga y Alicia le entregó una muda de ropa para que pudiese utilizar. No le molestaba en lo absoluto prestarle. Preparó un poco de comida simple para que ambas comieran mientras charlaban un poco. Intentó preguntarle entorno a su familia y, en específico, de Lev, pero ella parecía nunca querer responder por lo que prefirió no tocar más el tema y preguntarle otras cosas como: sus gustos musicales, comida, colores, y cosas de ese estilo.
A Alicia le parecía una chica muy agradable y tierna, no comprendía porque Lev le atacaba de ese modo, pero debía de haber alguna razón muy evidente que lo explicaba. Sin embargo, aunque existiera una razón, no sé justificaba en lo absoluto.
Pronto acabaron de comer y Anya se ofreció para lavar los platos y utensilios utilizados. Alicia se lo agradeció, al final necesitaba hacer unas cosas del trabajo para tener listo mañana y dárselo a Frank.
Suspiró cansada mientras apoyaba su mentón sobre la palma de su mano, su codo estaba recargado sobre la superficie de la mesa. Tenía un café a medio beber a su lado mientras leía los códigos que tenía a su frente. Sus ojos ya le ardían y su vista estaba un poco borrosa.
Se aburrió de leer los códigos, mañana estaba segura que lo encontraría mejor. Cerró el programa y abrió Tor. Quería saber un par de cosas con respecto a Lev. Estaba segura que hallaría algo por ahí.
Vio el cuerpo de Anya dormido a lo largo del sofá a su costado, cubierta por una frazada roja y con un cojín como almohada. Dormía sumamente tranquila y cómoda allí.
Sonrió con sutileza para después devolver su atención a la pantalla a su frente. La luz de su notebook se proyectaba sobre su rostro entre la plena oscuridad del sitio.
Pronto se encontró con algo que llamó perfectamente su atención. Sin dudarlo mucho entró al enlace en el cual había cientos de planos y fórmulas matemáticas por todos lados. No entendía muy bien a qué se refería, pero estaba segura que pertenecía al ámbito científico. Las letras escritas estaban en ruso o un idioma similar, no estaba segura. Pues tampoco podía entenderlo ni leerlo.
Siguió bajando y se encontró con lo que parecía ser fórmulas químicas, había un dibujo de un cuerpo anatómico con líneas y fórmulas saliendo de la figura. Alicia no entendía, al final, jamás entendió química ni matemáticas. Siguió bajando y ahora los textos estaban en inglés, por lo que podía traducirlos y leerlos con mayor facilidad.
"Según los estudios químicos realizados en los cuerpos de los representantes de los países, poseen una célula regenerativa que no sólo les permite sanar más rápido, sino que, son inmunes a ataques, golpes y heridas letales hechas por un humano. Únicamente pueden morir por otro representante o ataques directos a sus países."
La cara de Alicia era un poema. No entendía absolutamente nada de lo que decía esa página de internet. Pero según su última fecha de modificación, llevaba más de cinco años dentro de la Deep Web. Por lo que no estaba segura si aquello era tan real como lo aparentaba.
"Estudios realizados por Sycorax ha mostrado cómo esta célula tiene la capacidad de regenerar el cuerpo de un representante, sino que también, evoluciona conforme al país avance."
Un vídeo se mostraba abajo y no estaba muy segura si debería abrirlo. Pero finalmente la curiosidad le ganó. Era un vídeo grabado desde un microscopio dónde enfocaba lo que parecía ser una célula pequeña de color rojo que temblaba en su posición hasta que esta se tornó lentamente en un color azul y reducía su tamaño.
"La célula regenerativa de los representantes se la denomina r010-D. Y está es brindada por el antiguo representante de la República Socialista Federada Soviética de Rusia (RSFSR), el actual, Rusia.
Se sospecha que esta célula es capaz de retroceder en generación de manera forzada utilizando químicos y exposición infrarroja. Como también se está poniendo en prueba la compatibilidad de r010-D en humanos con enfermedades terminales.
Sin embargo, no se han dado resultados concretos sobre cómo extraer la r010-D de un representante sin que esta muera al cabo de diez minutos. Por lo que, actualmente se está trabajando en el núcleo de la célula para mejorarla y ser implantada en seres vivos."
No quería seguir leyendo aquello, le estaba poniendo de los nervios. Bajó hasta el pie de la página, había demasiada información en ese sitio. Su pecho se apretó contra su corazón y sintió como el aire dejaba de entrar a sus pulmones.
"Firma del Ingeniero Biotécnico: Petrov, Santiago"
La cara de Alicia estaba pálida. ¿Qué diablos era todo esto que estaba leyendo? Parecía sacado de un libro de fantasía y acción, digno para una película de Hollywood. Nada de lo que decía esa página parecía real, era muy fantástico.
Finalmente cerró la página, con un mal sabor de boca apagó su notebook y bajó la pantalla hasta cerrarla por completo. Desvió su atención en el cuerpo tranquilo de Anya durmiendo sobre el sofá.
No podía evitar pensar que realmente lo que había leído era real. Al final, estaba en la Deep Web, no en Google. Alguien había extraído los archivos de una organización científica y los había colocado ahí hace cinco años.
Su mente procesaba aquella información que había adquirido accidentalmente. Quería información entorno a Lev, no una teoría conspirativa sobre los representantes.
Apoyó sus manos sobre su notebook y su pie izquierdo comenzó a moverse en un tic ansioso mientras pensaba.
El nombre Sycorax de la empresa a la cual pertenecía el documento filtrado, era el mismo que William le había mencionado y que dijo que trabajaba para ellos.
Además, daba la casualidad de que se llamaba exactamente igual que aquel grupo ilegal de narcotráfico que había encontrado gracias a Víctor. ¿Era la misma empresa? ¿Alguien la había tomado?
El pensar que alguien había robado el nombre con el fin de manchar la reputación del ente científico le daba mucho que pensar. Podría haber sido cualquiera que había tenido una muy mala relación con los miembros de la empresa o que fue despedido.
No sé, no tenía ni idea. Podían ser muchas variables.
Cinco años. Encajaba casi a la perfección con el acontecimiento ocurrido con la representante de la UNICEF. ¿Podía tener algún tipo de relación? Por mucho que intentara pensar que no tenía correlación, en el fondo de su mente apuntaba a que sí.
El nombre de su padre. ¿Por qué estaba ahí? No lo entendía. ¿Trabajó para ellos? ¿Por qué nunca lo supo? Muchas preguntas se habían formado en su cabeza y estaba frustrándose al no poder darle una respuesta a todo aquello.
Suspiró tomando su rostro entre sus manos. Se sentía fuertemente alterada y frustrada. Estaba acostumbrada a leer cosas perturbadoras provenientes de la Deep Web, al final, era un sitio que no tenía normas y la morbosidad de las personas no tenía límite alguno. Sin embargo, era fácil de esquivar si no se metía en los sitios que no debía.
Pero ella se había metido dónde no debía.
Despegó sus manos de su cara y las observó a través de la poca claridad que entraba por las ventanas a su espalda. Estaba temblando de los nervios y mal cuerpo que le había dejado aquello. Cerró los ojos y aspiró una gran cantidad de aire para contenerla en sus pulmones por unos segundos. Luego lo soltó por la nariz con lentitud, regulando su respiración.
Se levantó de la silla y el silencio caminó hacia el pasillo de la derecha. Abrió la puerta de su habitación y en silencio se acostó sobre el colchón.
Esperaba poder olvidarse de ese artículo espeluznante que había hablado en la Deep Web.
Había llegado a trabajar media hora antes que todos en el sitio, incluso se había cruzado con el personal de limpieza.
Su mirada se fijó en la pantalla de su computadora. No quería saber absolutamente nada de nadie en ese sitio, había dormido tan mal que su espalda le dolía por completo. Tenía unos audífonos inalámbricos en sus orejas, absorta del mundo en el que se encontraba.
Para su mala suerte la habían solicitado en una de las famosas reuniones de países en la Sala de Juntas. No entendía por qué tenía que participar, supuso que era por ser parte del FBI. De todos modos, le restó importancia. Solo estaría ahí solo para figurar con su presencia.
Escuchaba a William hablar al fondo de la música que sonaba en sus audífonos, de todos modos, no le interesaba lo que decía con respecto a los países. Así que aprovechaba la continuar trabajando con Horus.
Sus manos se movían sobre el teclado de forma compulsiva al ritmo de la canción que sonaba en sus oídos. Sus ojos llevaban un par de ojeras notorias a simple vista.
—¿Alguien tiene alguna duda? —finalizó William observando a todas las personas en la sala. Al notar que nadie habló, continuó: —Bien. Los veo la semana siguiente. Por favor, Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Bolivia mañana los quiero aquí a las once en punto.
—Sin problema.
Poco a poco se movilizaron de sus lugares hacia las puertas detrás de Alicia. Se podían oír susurros muy por debajo. María, Mason, Frank y ella aún estaban sentados en sus sitios esperando a que todos los representantes saliesen de la sala. Finalmente, la puerta se cerró y ONU volvió a hablar en tanto la habitación sucumbió en un penetrante silencio.
—Bueno. ¿Cómo van los avances? —preguntó William, levantándose de su asiento.
—Yo tengo una pregunta. —habló Alicia.
—Adelante.
—¿Qué es Sycorax? —preguntó Alicia y pudo notar como ONU desviaba su atención a su compañero Frank a un lado de ella.
—¿Por qué preguntas? —interrogó FBI. Frunció el entrecejo dubitativo.
—¿Qué es Sycorax? —volvió a insistir con un tono ligeramente elevado. Miró a William con frialdad—. Sé perfectamente que ustedes me tienen acá porque quieren a Horus y les conviene. Pero ahora me entero que estoy por otra cosa.
— Sycorax es una empresa científica. —respondió William aguardando la tranquilidad.
—¿Investiga su anatomía? —interrogó Alicia de forma directa.
Y pronto todas las personas dentro de aquella sala se helaron en sus lugares. Sintió como el ambiente centrado se volvía inquietantemente tenso y pesado. Los ojos de ella no abandonaban los celestes de ONU.
—¿Qué tiene que ver esto con el tema discutido, Alicia? —interrogó William con un tono frío.
—Tal vez porque anoche encontré documentos de una empresa científica llamada Sycorax sobre investigaciones hechas de una célula regenerativa llamada r010-D que sólo existe en los representantes, o sea, ustedes. Y tal vez, por casualidad lleva cinco años filtrada con fórmulas, videos y hasta hay un dibujito pitero anatómico de un cuerpo. Ah, casi me olvido, documento firmado oficialmente por Santiago Petrov, o sea, ¡Mí papá! —expulsó Alicia, se levantó de su asiento bajo la mirada intrigante y mezquina de todos los representantes—. ¿Qué verga son todos ustedes? Y me lo van a decir acá y ahora, o esto acaba con una mega filtración de datos a internet. Yo no tengo un puto problema.
—Alicia, cálmate.
—¡No! ¡No me digas que me calme! —vociferó Alicia y le apuntó con el dedo de forma amenazante—. Respondéme.
ONU suspiró.
—Es correcto. Sycorax trabaja en la investigación de la anatomía de todos en esta sala. Y tu padre formó parte —confirmó todo lo que Alicia ya sabía desde anoche—. ¿Dónde lo hallaste?
—Estaba en la Deep Web —le respondió con su mandíbula presionada. Se notaba que estaba enojada—. ¿Por qué estoy acá? Una es Horus. ¿La otra por mí puto padre?
—Es correcto —volvió a confirmar ONU manteniendo la calma, lo cual ayudó a que Alicia se relajara—. ¿Qué había exactamente en ese documento?
Ella se sentó en su sitio, posó sus manos sobre teclado y tipió hasta que el holograma planetario a su frente desapareció para dejar en plena vista el documento confidencial que ella había leído anoche.
Mierda. Maldijo ONU.
ONU abrió los ojos con totalmente estupefacto e impresionado. Se levantó de su asiento al ver las fórmulas científicas, las cuentas matemáticas, los dibujos ilustrativos de la célula y la deducción hecha a mano por un científico. Todo aquello que estaba viendo era real y estaba en su propia computadora.
—Esto... no puede ser —fue lo único a lo que atinó a decir—. ¿Cómo... cómo es posible?
—ONU fíjate en el párrafo siete. —avisó Mason y el peli-gris buscó con la mirada el párrafo que le indicó. Estaba en ruso.
"La sepa cultivada y adulterada fue exitosamente compatible con la vacuna D4a7-h que detiene la regeneración inmediata en las células de los representantes. Funcionó con excelencia en el cuerpo de UNICEF. Y como consecuencia, acabando con su vida.
Se tiene la sospecha de que D4a7-h tiene el potencial de retroceder genéticamente a un representante potencia de la ONU y EU. Se sostiene firmemente que los representantes como Rusia, Alemania, Japón, Estados Unidos y entre otras potencias podrían ser hábilmente vulnerables a cualquier ataque. Cabe la posibilidad de poder acabar con la vida de los representantes de forma definitiva."
—¿Por qué? ¿Qué dice? —interrogó Alicia confusa. No entendía ruso.
—Es decir, ¿La sepa robada hace cinco años fue lo que mató a UNICEF? —preguntó Frank, sonando un razonamiento propio mientras trataba de ordenar sus pensamientos—. ¿O sea que las vacunas actuales están alteradas para vulnerar a los representantes?
—Eso explica por qué USA se desmayó. —comentó Mason.
—El mayor problema es a lo que se refiere el párrafo —habló ONU, su mirada estaba pegada en la pantalla—. Alude a que esa nueva fórmula puede matar definitivamente a un representante, y no sabemos si esto también detiene la aparición de los nuevos.
Era un gran problema. Esto explicaba lo que intentaba buscar la mafia que había sobornado y amenazado a una de las instituciones, lo que ocasionó que OMS descontinuara todo el mismo sector producido en esos meses.
Las vacunas ya alteradas y utilizadas por los representantes tenían la capacidad de retroceder su código genético, volviéndolos humanos. Estas solo eran usadas con el fin de darles una forma humana y pasar desapercibidos de la sociedad, como también existía otra vacuna por igual que era utilizada para sedar, desinflamar y reducir los dolores producidos en sus cuerpos.
Esto era muy peligroso. Nadie tenía idea cuándo, cómo o con quién ocurriría primero. Y lo más importante, ¿Qué iba a pasar si un representante potencia morían?
Todos en esa sala no estaban dispuestos a descubrirlo.
—Va siendo hora de averiguar cómo cojones detenemos esa vacuna porque si no estamos muertos.
—Hay que avisar a OMS de inmediato. —habló Frank, levantándose de su asiento.
—¿De nada? —interrumpió la pequeña burbuja que se había formado y la excluía por completo.
—Alicia —llamó ONU, y ella le miró—. Sé que tal vez no entiendas nada, pero lo que acabas de aportar, es muy importante con respecto a lo que estaba sucediendo. Realmente, estoy agradecido que nos mostraras esto.
Alicia le sonrió con sinceridad. Por fin sentía que aportaba algo más allá de que le colocaran el trabajo de proteger más la seguridad del sistema del edificio.
Esto ya valió bien verga
Pobre Alicia se entera recién que su padre fue parte de la ONU siendo participe de Sycorax alv
Sólo imagínate we que literal estás de chill con Alemania y PUM tenés al nazi en la cara nah Bro yo me lanzo por la ventana
Espero que les haya gustado de ser así no olviden dejar un like o comentario. Me ayudaría muchísimo a continuar escribiendo.
Nos vemos.
—Homicidal_Bloody
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