Capítulo veintitrés: Luces permanentes.
El duro suelo donde impactó hizo que Negatividad se levantara con dolores fuertes de cabeza. Le era complicado ponerse de pie, incluso ponerse de rodillas. Veía todo borroso y su alrededor daba más vueltas. Tembló por un largo rato hasta que no le quedó otra que vomitar, pero la forma en como lo hizo era curiosa porque era oscuridad, y eso la debilitaba.
Le dolía toda su espalda, se quedaba sin aire y para colmo veía esas "quemaduras" de su cuerpo. Una luz brillante que le creaba una ansiedad horrible, cayendo lágrimas sin parar. Aun con ello, intentó esconderse en un lugar oscuro porque todo lo que la rodeaba era una luz que la iba matando poco a poco.
«Maldita sea, ¿qué me ha hecho ese maldito?», se preguntó, moviéndose con dificultad. Cada vez le era más difícil moverse y ver, tanto que por un momento perdió el equilibrio.
—¿Negatividad? —Por suerte, fue agarrada a tiempo y escuchó la voz grave de Dominick—. ¿Estás bien?
—No —respondió en un tono borde. Se levantó, poniéndose de pie a duras penas, mirándole—. Obvio que no estoy bien... Ese maldito.
—Tranquila, no se encuentra sola. Darey está aquí vigilando la zona.
Negatividad se dio cuenta que Dominick estaba manchado de polvo y sangre, habían sido atacados mientras ella estaba inconsciente. Decidió contemplar su alrededor, dándose cuenta de que se encontraban en un lugar desértico junto a un camino de polvo con algunas rocas bajo un sol caluroso.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó Negatividad.
—Nos han puesto varias pruebas mientras tú estabas inconsciente —respondió. Negatividad se culpó en silencio, apretando los dientes y puños—. ¿Se encuentra bien? Su rostro se ha vuelto un poco blanco.
Aquella frase puso nerviosa a Negatividad.
—Sí. Nada grave, y perdón por no poder ayudar —respondió.
—Está bien, usted ha tenido que pasar por muchos problemas, es normal que necesite descansar —respondió Dominick con un rostro amable.
Negatividad no estaba acostumbrada a que le hablaran en un tono amable y tranquilo, menos aun cuando su apariencia parecía ser agresiva y peligrosa, no solo eso, le era inusual que le dijeran esas palabras tan amables. Era como una estaca en su corazón, pero en vez de dañarla... la aliviaba.
—No me merezco descansar. Tendría que haber estado atenta. No puedo bajar la guardia y menos ante esta...
—Perdón mi contestación, pero la conozco de antes —interrumpió Dominick con educación—. Ursula me habló de usted cuando la encontró por primera vez en este código. Me comentó todo lo que vio, sufrió y ahora que sé lo que quiere hacer, solo me genera admiración por usted.
Se quedó en silencio ante esas palabras y le miró de reojo.
—¿Por qué eres así? —preguntó, frunciendo el ceño. Antes de que Dominick pudiera responder,, chasqueó la lengua y se giró—. ¡No tiene sentido! No podemos estar aquí hablando. Hay peligro, hay...
—Todo está bien, Negatividad. No hay de qué preocuparse. Darey y yo nos podemos hacer cargo. Podemos con esto.
Negatividad sintió una gran tensión encima, y a punto de girarse, vio algo que no era Dominick. Alguien que la hizo dar varios pasos hacia atrás hasta caerse. Despejó sus ojos y volvió a ver a Dominick, quien se había acercado para ver si necesitaba algo.
—¿Q-Qué ha sido eso...? ¿Quién...?
—Negatividad, quédese aquí mientras yo llamo a Darey. Así podrá ayudarla con lo que le ocurre.
No le pudo responder, solo escuchó como se alejaba de ahí para dejarla sola con sus pensamientos. Puso las manos en su rostro e hiperventiló. ¿Qué acababa de ver? Era brillante. Demasiado. Y lo peor era que sonreía como nunca, una positividad tan grande que la dejaba sin palabras. ¿Y lo peor? Era que creía conocerle.
Intentó despejarse sus ojos y tranquilizarse. Se movió para que la oscuridad la inundara, viendo como esas "quemaduras" iban desapareciendo. Respiró aliviada, pero no por mucho tiempo cuando en su pecho, donde estaba su corazón, había aun una quemadura.
—Maldita sea. Estoy oscuridad, ¡debería estar curada! —se gritó con desespero, poniendo las manos en esa zona, pero tocarla solo hacia que sus manos se volvieran luz—. ¡Mierda!
Las alejó de inmediato y volvió a respirar con rapidez. Miró de un lado a otro, esperando a que Darey y Dominick volvieran, pero por el contrario solo pudo ver a unos seres desde la lejanía.
Y no eran Rieits Impuros.
«No. ¡Imposible! ¡¿Les dio el suficiente poder para crear... L-Loineos?!»
Era obvio que los conocía. Esos seres creados mediante hilos grisáceos que se movían en una masa irregular que trataban de tener una forma "humana". Caminaban lentos y con una clara angustia en su rostro, pero esto no era más que un engaño que Negatividad conocía de sobra.
Se levantó del suelo y usó la oscuridad, o al menos eso intentó hasta que vio de nuevo las manos brillantes de su cuerpo. Dejó de usar su habilidad, dándose cuenta que no podía atacar al estar tan débil.
Dio pasos hacia atrás, atenta a sus movimientos, pero por suerte escuchó a Dominick desde el otro lado. A punto de avisar, vio como los hilos de esos seres, salían de sus cuerpos, desfigurándose por completo y atacándola.
Directamente hacia su cabeza.
Llegaron en el peor momento, cuando Dominick se fijó en Negatividad, vio como sus ojos estaban completamente blancos y había caído de rodillas al suelo. Trató de hacer algo, pero no pudo ante esos hilos que fueron hacia ellos. Antes de que pudiera atacar, vio como varios utensilios —propios de un médico— cortaban los hilos y atacaban con velocidad y precisión.
—¡Eso fue justo, doctor!
—Ya he visto esos hilos una vez. No quiero verlo más —contestó, ajustando las gafas—. Protejamos a Negatividad y tratemos de despertarla antes de que sea peor.
Dominick hizo caso e invocando su cuarto de corazón logró socar su metralleta pesada. Esta no solo lanzaba balas como quería, sino que podía controlarlas detal manera que siempre solía acertar a los puntos vitales, y a una velocidad tan grande que a esos seres no les daba tiempo a transformarse en hilos.
El problema no era solo que esos seres estuvieran ahí, sino que también los Rieits Impuros junto a unos pocos robots.
—Domi, si te hago inmortal por unos minutos, ¿podrás acabar con ellos? —preguntó Darey con cierta angustia.
—¿Va a usarlo, doctor?
—Qué remedio, solo así podré despertar a Negatividad sin que estemos tan apurados —contestó, moviendo su mano derecha para aparecer lo que parecía ser un corazón que parpadeaba en colores rojos—. ¿Estás listo para la cirugía?
—¡Más que listo!
¿Qué... era lo que había en su cabeza? Nada bonito. Nada agradable, pero principalmente culpa.
Los veía a todos. Muertos bajo sus manos manchadas por aquel que se reía a sus espaldas. No podía moverse por mucho que lo deseara. Solo estaba de rodillas contra el suelo con la cabeza agachada. Ojos en blanco. Sin control alguno. Solo obedecía lo que ella decía.
Y así durante días, meses, quizá años.
Una desesperación en el que sus gritos no eran escuchados por nadie. Una agonia en el que se volvía una desquiciada rutina. Siempre las mismas acciones. Siempre las mismas risas. La que tanto detestaba y deseaba ver morir.
Pero soportaba porque cuando la veía, sentía alivio y con ello buscaba una forma de seguir adelante. De salir de esa prisión de hilos donde un mal gesto era sangrar en un sufrimiento interminable.
Era ver a Ànima, y lo intentaba sin parar. Era ver solo a ella y luchaba a pesar del sufrimiento. Tenía consciencia, aun si sus recuerdos eran inalcanzables, sabía que todo esto estaba mal.
Y lo reconoció en el momento que mató aquella mujer de hielo. Un error que a cambio le dio una salvación.
Magos. Onegrots. Existían.
Solo fue el inicio de uno para que empezara a despertar, pero las acciones finales de Úrsula fueron las que al fin despertara, aun así, nada estaba asegurado y el ejemplo claro era esta situación.
Estaba sola.
Sola, como siempre había estado. Aunque viera enfrente a Ànima, sabía que no podía despertarla. Aunque hiciera algo, sabía que no podría conseguir lo necesario. Solo unos hilos eran suficiente para que se rindiera de rodillas.
Siempre había sido así.
—¿Y vas a dejar que siempre sea así, mi pequeña elegida brillante?
Por alguna razón esas palabras tan tranquilas hicieron que los hilos de su alrededor fueran desvaneciendo poco a poco. Alzó su cabeza, viendo una luz en medio de toda esa niebla que trataba de quitarle la esperanza.
—¿Q-Quién...? ¿Quién ha hablado?
—Alguien que deberías reconocer al menos un poco, ¿no?
Negatividad parpadeó varias veces sus ojos e intentó ver mejor, pero no pduo ante esa niebla que la atacó de nuevo. Chilló en desespero, y pensó en rendirse de nuevo ante ese sufrimiento que atacaba todas sus extremidades, acercándose peligrosamente a su corazón.
—Dices que has estado siempre sola, Negatividad. Dime, ¿es eso cierto cuando caías inconsciente y dejabas que la luz te ayudara?
Abrió los ojos de golpe y bajo un grito lleno de frustración, movió sus brazos para arrancar los hilos. Las impactó contra el suelo. La sangre oscura caía en el suelo, revelando la luz de su cuerpo. Por un momento tuvo miedo.
Hasta que se dio cuenta de que eso no eran heridas ni quemaduras. Era... alguien.
https://youtu.be/pMiEONuCqjI
—¿Has estado sola todo este tiempo, Negatividad? ¿O en verdad has podido salir adelante aun con la desesperación el sufrimiento?
Con esas palabras llenas de esperanza y fuerza, Negatividad pudo mover una de sus piernas. Los hilos se rompieron y con ello pudo avanzar para desplazar la otra pierna y así liberarse de esos hilos.
Ahora solo quedaba esa niebla.
—¿Has estado siempre sola, Negatividad? ¿Es eso lo que crees?
—No —murmuró con cierta dificultad, respirando lo más profundo posible para fruncir el ceño—. ¡No lo he estado!
Avanzó por la niebla y escuchó esos gritos de desesperación. Almas de seres que había matado sin compasión. Lloraba en silencio, pero seguía avanzando, sintiendo como la calidez la envolvía en una fuerza que hacía tiempo que no sentía. Esas voces llenas de dolor iban desapareciendo, así como la culpa de algo que... después de todo no había hecho bajo el control de su cuerpo.
Salió de la niebla y vio la luz. Se acercó a esta aun si retiraba la oscuridad de su cuerpo. Sintió cierto temor, pero cuando le vio, solo pudo abrir los ojos y boca para al fin llorar.
—Dime, Negatividad... ¿Aceptas la ayuda del dios de la luz que te ha acompañado desde el principio?
La inmortalidad que Dominick tenía no duró demasiado. Era obvio que Darey poseía una habilidad única, pero no eficiente al durar menos de un minuto. Dominick podría atacar con su metralleta e ir como un suicida, pero cuando se terminaba esa gloria, sabía que se vería en un buen aprieto.
Darey en todo momento trató de despertar a Negatividad, pero nada sirvió con sus palabras ni con sus habilidades. Intentó usar su medio corazón apra utilizar una habilidad que a lo mejor era demasiado para ella, pero no fue necesario cuando placas de luz rompieron la oscuridad que rodeaba su cuerpo.
—¡Iresh! (¡Joder!) ¿¡Qué está...?!
—¡Doctor!
Se giró de inmediato para ver como Dominick perdía esa inmortalidad. Trató de ir a por él para salvarle, pero la repentina luz ejó cegado a Darey, cubriéndose con sus manos por un momento. Por suerte, no duró mucho, lo que le permitió ver como una figura luminosa aparecía frente a él, mirándola con uan sonrisa curiosa.
—¿N-Negatividad?
La chica no dijo nada, se giró para moverse a una gran velocidad hacia Dominick y con ello dejarle al lado de Darey en cuestión de segundos.
—¿Me hacéis un favorcito? Hace mucho tiempo que no utilizo mis habilidades, ¡se siente como luz nueva! Y me gustaría probar lo que tanto tiempo he olvidado. ¿Seríais capaces de cubrirme un poco las espaldas? —preguntó con una voz agradable y dulce.
Ambos hombres se miraron desconcertados, pero afirmaron como mejor pudieron.
—¡Gracias! Aunque espero que podáis seguir mi ritmo... ¡Bah! ¡Seguro que sí!
No les dio tiempo a escuchar esas palabras al ver como aquella chica se movía con rapidez. Usaba la luz de sus manos apta atacar a los Rietis Impuros y Loineos. Cada golpe que daba era débil, pero con la velocidad que tenía, podía dar una cadena de estos que lo dejaba aturdido o inconsciente en el suelo.
—D-Doctor, ¡reaccione! —habló con cierta dificultad, agarrando su metralleta—. ¡Hay que ayudarla!
—¡Pero...! ¡Ah! ¡Ale trienie le logit! (¡A la mierda la lógica!)
Ambos hicieron lo que le había pedido Negatividad. Usaban sus habilidades, Darey siendo el escudo para Dominick, quien disparaba sin parar con su metralleta. Cada disparo que daba era esquivado por Negatividad de forma que movía a los enemigos para que los mataran con rapidez. Con los robots era más fácil al ponerse encima de ellos y usar la luz en sus ojos.
—¡Soal, dame fuerzas para quemar sus ojitos metálicos! —contestó con una risa divertida.
Dejándolos cegados, los robots caían contra el suelo y con ello eran destrozados por sus compañeros. Una coordinación tan perfecta que pudieron acabar con todos los enemigos en cuestión de minutos.
Una vez que la paz regresó al lugar, Negatividad volvió con ellos para sonreírles con dulzura.
—¿N-Negatividad? ¿Estás bien?
Vio como afirmaba con su cabeza.
—Aunque en verdad no me llamo así —admitió con una traviesa sonrisa para luego mirar a Dominick—. ¿¡Sabes?! Le caes genial a un amigo muy cercano, que también es mi dios. —Rio con dulzura, poniendo las manos tras su espalda—. Gracias atí, entre otros pequeños detalles, he podido despertar de forma temporal.
—¿Temporal? —preguntó Darey.
—Sí... ¿Os es problema que duerma un poco? ¡No será para siempre! Espero que... cuando despierte, empiece a buscar un poco las cosas del porqué y capaz recordar todo. Por ahora... me es un alivio recordar quien soy y a Luminem —admitió con una sonrisa cariñosa para ir cerrando poco a poco sus ojos, soltando un bostezo—. Ah... Despertarme cuando todo esté más tranquilo...
Antes de que cayera contra el suelo, Dominick la pudo agarrar de nuevo y vio como la luz de aquella joven iba desapareciendo ante la oscuridad que reconocían. Ambos se miraron desconcertados, pero hicieron caso a su petición, escondiéndose en un lugar más seguro.
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Nota de Autora:
La canción "No Lullaby de Siames" está presente en este capítulo por un motivo. Me imagino que Luminem le canta esto a Negatividad para que no se rinda a pesar de no tener nada y siga adelante a su lado ;)
Yo me voy a llorar porque me lo imagino y ah, re emocional x')
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