CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 15
FRANK
Veo cómo Ayda se marcha con los ojos enrojecidos de llorar, en el coche de su madre, y vuelvo a subir al piso para ver la habitación que ha dejado medio vacía. Joder, ¿cómo la he podido cagar tanto en el mes que lleva aquí?
Quiero que vuelva. No. Necesito que vuelva. Tenerla aquí es como el toque de vida que le hacía falta a la casa, porque esta parece mágica cuando Ayda se pasea por sus pasillos, por sus habitaciones.
Huelo el perfume de Madison, y me giro para sonreírle y cerrar la puerta de la habitación de Ayda.
—¿Todo bien, cariño?
Asiento y beso sus labios con suavidad.
—Todo genial.
Me sonríe y salimos al comedor, donde los chicos me miran sin entender lo que acaba de suceder, porque ni yo lo entiendo.
—¿Qué es lo que ha pasado? —pregunta Connor.
Me encojo de hombros y Alex frunce el ceño.
—¡Claro que lo sabes!¡Siempre tienes que joderlo todo! ¡Siempre tienes que joderla a ella! —me grita.
Madison da un paso hacia delante cabreada y señala a Alex con el dedo.
—No puedes hablarle así, él no ha hecho nada. Si Ayda es una loca con brotes psicóticos no es culpa de Frank.
Todos se levantan, en contra de mi prometida, y bajan sus cejas enfadados. Madison lo ha hecho mal, Ayda no es ninguna loca.
—No—digo y ella se gira a mirarme. —Ayda no está loca. Tal vez...Tal vez haya tenido un mal día y...puede que nos viera teniendo sexo antes y eso hizo que...explotara, no sé.
Madison se gira hacia mí, poniéndose en frente para mirarme a los ojos, furibunda.
—¿Estás de su lado?
—Madison no....
No me deja decir nada más porque sale de mi vista y escucho la puerta de la entrada cerrarse, anunciándome que se ha ido del piso. Suspiro y paso una mano por mi cara.
—Puede que le diera ilusiones sin querer. —murmuro, porque me avergüenzo.
Me siento en el sofá y siento los brazos de los chicos a mi alrededor poco después.
—Estoy confundido, no sé qué hacer. Amo a Madison, pero Ayda es...—siento lágrimas en mis ojos y niego. —Joder...Es Ayda.
—Tío...debes dejarla ser feliz. —me pide Dante y asiento.
—Lo sé...Joder, quiero que sea feliz, pero...Me gustaría hacerla feliz yo, como antes. Me gustaría que ella hubiese sido sincera conmigo desde el principio, que no se hubiese ido, maldita sea...—me paso la mano por la frente, con lágrimas cayendo de mis ojos. —Me gustaría que no se hubiese metido tanto en mi cabeza.
Escucho cómo Alex suspira y besa mi frente, abrazándome.
—Ella está conociendo a alguien. —murmura.
Me aparto, para mirarlo a los ojos y noto que no miente, es verdad. Ella está conociendo a alguien nuevo, quiere olvidarse de mí.
—¿Te lo ha dicho ella?
—No, pero lo sé.
Asiento y seco mis lágrimas con pesar. No puedo hacer nada ya, me voy a casar, joder, voy a casarme. Debo dejarla en paz, debo alegrarme por ella. Debo...Debo hacer tantas cosas que no quiero que duele.
—¿Vas a seguir con Madison? —pregunta Connor.
Asiento y suspiro.
—La amo, y quiero que sea mi compañera el resto de mi vida.
Algo no suena bien cuando lo pronuncio, pero no dejo que eso me afecte. Todo está bien, todo estará bien.
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