Yo tengo una teoría. Cuando odias a alguien, es un sentimiento tan perturbador como cuando te enamoras. El estómago se te retuerce, el apetito y el sueño se descomponen, el corazón se vigoriza y casi es visible a través de la ropa.

No sabes que sientes por esa persona, incluso si crees odiarlo. El amor era sumamente confuso y doloroso que muy pocos seres humanos evitamos. Justo cuando empecé a sentir algo por mi jefe, el me traba al principio frío, decían que era Satanás en persona; me llegó a dar miedo mucho miedo.

Pero sólo al final me di cuenta que no era verdad. El se convirtió en una amigo para mí durante mi trabajo con él, y, por supuesto que conforme estábamos juntos llegué a sentir algo por él, algo que quería borrar, me sentía transparente con él y si él miraba lo que siento, él posiblemente me rechazaría, cosa que no quiero.

Tomé una mala decisión al querer olvidarlo con alguien más y no resultó pues... Hay un secreto que él no sabe y no sé si podría decirle algún día.

Mi teoría del amor es: Mi vida. Qué mejor teoría que esa.

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El taxi paró en la gran mansión de su jefe, pagó y bajó rápidamente para sí abrir la puerta con su tarjeta. Camino a pasos rápidos, resonando sus zapatos de trabajo, estaba sudando un poco además del sueño que tenía. Puso la misma tarjeta entrando a la gran mansión. Tomó el control remoto el cual al oprimir el botón se abrieron las persianas de las cortinas, dejando entrar el cálido sol. Lo dejó aún lado y fue inmediatamente a la cocina a preparar el café y panqueques para su jefe.

Se dio prisa lo más que pudo, no pudo dormir bien anoche porque su hijo no lo dejó dormir, estaba llorando demasiado que cuando cerró sus ojitos eran las tres de la mañana. Tenía unas ojeras horribles en sus ojos color miel, era muy agotador lidiar con un bebé.

Al terminar todo lo dejo en la mesa del comedor, escucho unos pasos bajar las escaleras. Tomó su tablet con las noticias para que él la leyera, también su medicamento, se puso derecho esperando ver su presencia.

─Huele delicioso, cómo siempre eres el mejor Park. ─Lo halaga como siempre cada mañana.

─Muchas gracias, señor Jeon.

Lo mira tomando asiento mientras prende la tablet para que vea las noticias, mientras comía. En eso el estómago del castaño gruño y su jefe le mira arqueando una ceja; ya lo sabía.

Se sintió muy avergonzado.

─Lo siento, no almorcé nada. ─Jugo con sus manitas nervioso.

─Siéntate y come algo. ¿El pequeño Mingguk no te dejo dormir? ─le pregunta mientras come un poco de fruta, Jimin se sienta a su lado y empieza a comer fruta con yogur.

No se negaría a comer algo, moría de hambre. Esto ya era más que una costumbre con su jefe.

─Lloro toda la noche, no me dejó dormir hasta las tres de la mañana. ─Responde.

─Te he dicho que te mudes aquí y no quieres. ─Le mira─ Podrías evitarte eso.

─No quiero ser una molestia, señor, ya sabe que Mingguk...

Lo interrumpe.

─Adoro a Mingguk, no me molesta su presencia aquí. De verdad piénsalo así no tienes que cruzar toda la ciudad para venir temprano y prepararme el desayuno y hacer tu trabajo. Piénsalo por favor, lo hago por tu bien y por el de tu hijo, sabes que está mansión es grande hay mucho espacio para dos más siendo tres todos juntos.

Jimin sonrió tímido. Ha estado trabajando con su jefe desde hace 3 años, desde que se graduó de la universidad a los 22 años, consiguió trabajo en la empresa Jeon como asistente de Jeon Jungkook. Al principio fue agotador, pero con los años fueron conociéndose mejor. Entre ellos había una conexión cómo de amistad, la confianza se ganó entre ellos.

Jimin lo cocina mejor que nadie, sabía sus gustos, prácticamente todo sobre él, era el mejor asistente que Jeon Jungkook podría tener. Por eso Jungkook le apreciaba tanto, era la única persona con la que podía contar sin lugar a dudas.

─Está bien, me mudaré aquí. ─Dice por fin.

Jeon sonrió feliz.

─Eso quería escuchar. Si necesitas ayuda con tus cosas, sólo llévate a Mike, él te ayudará con todo lo que necesites.

─Muchas gracias ─le sonrió totalmente agraciado y un poco sonrojado.

«Tranquilo tonto corazón, sólo fue amable»

─¿Dime algún plan este día? Muero por un descanso. Siento que a este paso moriré a los 28 años.

Jimin ríe por su mal chiste.

─Si de hecho... Hoy tiene junta a las 9 con los ejecutivos de Boston para la negociación de los nuevos autos, la fábrica de autopartes también requiere su presencia para ver el proceso, ya que hay reclamación de cliente, y por último la cena con su familia, lo quieren a las 9 pm dijeron que hay visitas.

Le informa el castaño. Jeon termina de comer al igual que su asistente.

─Día ocupado, cuando no. En fin tenemos que irnos, los negocios no se harán solos.

Se ponen de pie para sí salir, Jimin toma las cosas de su jefe para subir al lujoso auto. Ya en marcha le comenta otras cosas más sobre la empresa. Este era su pan de cada día, hablando de negocios y más negocios.

La empresa Jeon es una de las más poderosas, hay variedades de cosas que los Jeon han manejado. El mayor de ellos Jeon Namjoon: posee la empresa de relojes y joyería, la cual es mundialmente famosa internacionalmente. El hermano segundo Jeon Yoongi: posee el hospital más prestigioso del país, está orgulloso de que los mejores médicos salgan de su hospital. Y luego está el del hermano menor: Jeon Jungkook, el cual tiene la empresa de Autos más famosa mundialmente; los mejores autos y exclusivos los diseña él, al igual que las fábricas que hacen las autopartes.

Los Jeon tienen un poder increíble en Corea y en otros países. Definitivamente, son la realeza de las empresas y negocios.

Al llegar bajaron del auto Mercedes Benz negro, los empleados rápidamente se pusieron en sus lugares en una sola fila, no querían que su jefe les llamará la atención por estar platicando o no haciendo lo que deberían hacer. Jimin le abrió la puerta y barón juntos, cómo si fueran los dueños del mundo y, que bueno, lo son; sólo Jeon, por supuesto.

Por ahora.

Todos le hicieron una reverencia al señor Jeon, con los típicos buenos días, buenos días señor y bla-bla-bla. Al subir al elevador en el último piso llegaron a su oficina, Jeon entró y se sentó en su trono; así lo llamó él. Se puso manos a la obra listo para iniciar su día y por supuesto, a lado de su asistente, quien siempre le echaba la mano.

─Ves esto, hay varios reclamos de clientes, no me gusta para nada eso. ─le dice Jungkook a Jimin.

─Han tenido problemas con el personal, por eso requieren su presencia.

Se echa para atrás Jeon estirando su cuerpo en la silla, estaba cansado y más que estresado. El trabajo lo tenía en un punto que lo volvía loco, lo único que quiere son unas vacaciones y disfrutar del mar y el sol en su piel. Miró a su asistente quien le sonreía divertido al móvil, la curiosidad le ganó.

─¿De qué tanto te ríes, Park?

─Lo siento, es que mi hermano me mandó una foto de Mingguk batido de chocolate.

─¿Puedo ver? ─Jimin asintió y le mostró su móvil. Jungkook miro la fotografía riendo al ver al pequeño gguk y no evito sonreír ante lo lindo que se miraba, de verdad era todo un amor.

─Se mira muy adorable ─le entrega el móvil─ me alegro de que Mingguk se parezca a ti y no a ese imbécil. ─Musitó con sumo enojo.

El castaño carraspeó un tanto nervioso, obvio que no se parecía a su ex en nada.

─También agradezco eso, amo a mi hijo con todo mi ser. Pero me da miedo que crezca y me pregunté por su padre, es uno de mis más grandes miedos. ─Le confiesa.

Se sienta haciendo un gesto triste. Jungkook toma su mano haciendo que el rubio se sonroja y su corazón lata con suma fuerza.

─Es fácil, dile que su padre fue un cobarde que al enterarse de que venía al mundo se acobardó y se fue, que no tuvo los cojones para cuidar él. Sé honesto con él cuándo pregunté de grande, si no lo pregunta de mejor. Ese imbécil no merece que esa hermosa cosita que tienes por hijo le llame papá.

Dijo totalmente sinceró, mirando fijamente a su asistente. Él sabía la historia detrás, esa confianza que tenían ambos. Realmente ambos se conocían cómo las palmas de sus manos, y había sentimientos por el otro, sólo que no lo admitirán. Se miraron a los ojos un par de segundos más mientras ambos sentían los bichitos del amor picarles en todo el cuerpo.

La puerta fue tocada haciendo que ambos rompieran esa conexión y Jeon carraspeó un poco sonrojado.

─Disculpe señor, ya llegaron los inversionistas. ─informa una de sus secretarias.

─Voy.

Ella sale y Jimin toma sus folder con todo lo que dirán. Evito que su sonrojo se notará más de lo debido. Por qué siempre le pasaba esto a él, esos sentimientos por su jefe jamás se acabarían nunca.

─¿Listo Park?

─Listo señor.

Ambos se sonrieron y se dirigen a la sala de reuniones. Ambos tuvieron un día ocupado como siempre. Convencieron a las inversionistas, fueron a la fábrica a verificar el problema de las autopartes, lo arreglaron y se fueron después a comer algo, pasando sus últimas horas juntos antes de irse cada quien por su camino.

Otro día largo para ambos, aunque juntos.

─¿Quieres que te lleve a casa de tu hermano? No me molesta.

Le dice Jeon quien pagó la cuenta.

─Tomaré un taxi no se preocupe. ¿Está la oferta de que el señor Mike me ayude con mis cosas? Así mañana no tendré que cruzar toda la ciudad para llegar.

─¿Te mudarás hoy? ─Asiente el menor─ Está bien, le diré en este instante que vaya para tu casa y te pueda ayudar. ─saca su móvil mandando un mensaje.─ Listo.

─Muchas gracias, por todo lo que hace por mi y mi hijo. Es muy amable conmigo.

Jeon le mira volviendo a tomar su mano, cada que hacía eso los bichitos le picaban aún más a Jimin. Sentía que cada vez que juntaban sus manos salían chispas electrizantes con corazones rodeandolos a ambos.

Esos sentimientos jamás saldrían del corazón enamorado de su jefe.

─Más que mi asistente sabes que te considero más que eso, yo feliz de verte ahí con Mingguk. Ahora vete porque estoy seguro de que él te extraña, y no quiero que duermas tan tarde al mudarte, mañana tenemos aún más trabajo.

─Siempre tenemos mucho trabajo que hacer. Llegaré lo más pronto posible, no se preocupe y muchas gracias por dejarme quedarme con usted, prometo no hacer tanto ruido.

Sabía Jeon que era sería algo imposible, Mingguk tiene pulmones fuertes, duda a qué ese pequeño no sea ruidoso. No dirá nada, ya que él quería que Jimin se sintiera en más confianza con él y tenerlo viviendo bajo el mismo techo sería mucho mejor.

─Muchas gracias por la comida, ahora me voy, y que tenga mucha suerte con su familia. Saluden a su madre y padre.

─Yo les diré, besa a Mingguk por mí.

─¡Lo haré!

Grita entrando al taxi, Jungkook tenía sus manos dentro de su pantalón mirando partir al castaño. Tenía esa tonta sonrisa otra vez, aunque él ni la notará. Deja salir un suspiro para luego subir a su auto e ir a cenar con su familia. Se suponía que hoy hablarían de las vacaciones, no es que hicieran la gran cosa, pero cuando sus dos hermanos tenían libre algún día o semana, no tardaron en hacer planes para pasarla en grande. Era cómo un milagro para ellos reunir a los Jeon, casi igual que con los Weasley; de Harry Potter.

Al llegar a su destino bajo mirando los autos de sus hermanos, también noto otro el cual no sabía quién le pertenecía. Había olvidado que Jimin le dijo que había civitas. Bajo de su auto caminando por el camino rodeado de arbustos miniatura, toca el timbre y la mujer del servicio lo deja entrar.

─¿Y mi madre? ─le pregunta a la mujer, mientras le daba su saco.

─En la sala, joven Jeon.

─Gracias.

Se dirige a la sala, rápidamente alguien se cuelga de su pierna haciéndole tambalearse, es su hermosa sobrina.

─¡Tío kook! Te extrañé mucho, ¿me das dinero?

Jeon la alza besando su mejilla riendo por su comentario.

─Hola princesa, Wao estás más hermosa y grande, ¿cuánto creciste? Seis centímetros.

─¡Crecí dos metros!  ─Extiende sus bracitos demostrando cuánto ha crecido.

Jeon suelta una risa volviendo a besar su mejilla.

─Eres un gigante, me aplastaras. ─la pequeña Suni ríe─ ¿Dónde está el desastre de tu padre?

─¡Te escuché dientes de conejo! ─se queja su hermano mayor, quien venía saliendo del sótano, dejó en el piso a la pequeña Suni, quien corrió hacia su padre.

─Hola, Nam. ─saludo a su hermano.

─Que bueno que llegas, hace tiempo que no nos reunimos.

─Lo sé, somos hombres ocupados. ¿Cómo está Jin?

─Muy bien, está en la cocina con mamá, desde que se enteró de que está embarazado «otra vez» no lo deja en paz.

─Ni me lo digas, mamá adora a sus nietos, bueno nieta, ya que Yoongi aún no se anima.

─¡Aún no es el momento! ─grito por el pasillo su hermano segundo.

─Pero si es un lindo gatito ─Nam se ríe y Yoongi le dio un sape a su hermano menor.

─Respeta a tus mayores. ─le regaña riendo.

─Olvide que eres un cascarrabias.

Se encoge de hombros Yoongi.

─Me alegra verte.

─También yo. ¿Dónde está Soyeon?

─Llegará en un rato, tuvo que ir por algunas cosas. No tardará en venir. Tenemos días ocupados, ya sabes que el hospital me quita mucho tiempo.

─Muchas emergencias, supe del gran accidente que hubo hace unos días, joder de seguro no dormiste nada. ─Dice Jungkook a lo que su hermano asiente.

─No dormí más que 3 horas y Soyeon sólo 4. Fue espantoso.

Hace un par de semanas hubo un gran accidente que provocó que muchas personas salieran heridas, y otras muertas. Su hermano casi enfermó por no dormir y por tanto herido, se preocupó mucho por él, sabe de antemano que el hospital es más agotador que sus trabajos.

─¡No puedo creer que mis dulces hijos estén reunidos!

Los tres Jeon voltean mirando a su madre venir, no dudo en ir a abrazarla y besar su mejilla. No es que no la visitará, lo hacía cuando no tenía tanto trabajo, pero el trabajo a veces se lo impedía.

─Hola hijo, qué bueno que llegas. ─le, acariciando su mejilla mirándolo con amor, siempre lo veía como su bebé.

─No me lo perdería por nada del mundo mamá. ¿Cómo estás?

─Muy bien gracias, bebé ─Le sonrió y él a ella.

Su sonrisa se borró rápidamente cuando escuchó esa voz.

─Hola, Jungkook.

Esa voz, rápidamente elevó su cabeza para ver a su ¿Ex? Venir hacia ellos, incluso sus hermanos quedaron estupefactos.

─¿Sowon?

El primer capítulo esperó que les haya gustado. Ya tenía esa historia pensada, está inspirada en la película Una esposa de mentiras. No será exactamente igual, pero espero que les guste.

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