▶𝟷𝟹
>>Al parecer, tras saltar y echarnos a correr en dirección a las calles más transitadas, Skipper, Private y Rico nos siguieron. Pero íbamos muy deprisa, casi corriendo y levitando... algo así me dijeron. Sin embargo, yo no recordaba nada. No era capaz de sentir nada de lo que hacía, lo veía todo borroso, como si careciera de importancia para la bestia en la que me había transformado. Y después, lo olvidaba todo sin más.
Éramos criaturas más grandes que los humanos y parecíamos enormes lobos. Sin en cambio, no éramos lobos. Corríamos por las calles, aceras, carretera... sin importar que cualquiera de aquellas cosas pudiera matarnos. Los chicos nos seguían como podían, ya desde lejos, sin saber cómo combatirían contra nosotros. Y sobre todo, siendo dos bestias mucho más grandes que ellos tres.
Private.- Skipper, ¿qué se supone que vamos a hacer?
Skipper.- No tengo la menor idea, Private. No sé cómo pelear contra esto, son dos y tienen un tamaño descomunal comparado con el nuestro.
Entonces, Rico regurgitó una barra de dinamita con la mecha encendida y se la mostró a los demás.
Rico.- ¿Kaboom?
Private.- Rico, no sabemos si sobrevivirán a la explosión, estamos hablando de Kowalski y Sarah, sus vidas podrían estar en nuestras manos... em... aletas. Ahora mismo.
Skipper.- Private tiene razón Rico, debemos encontrar su punto débil de otra forma.
Private.- ¿Y no habéis pensado, en qué quizás se les pase tras las dos horas de efecto?
Skipper.- ¡No tenemos dos horas, Private! ¡Pueden matar gente en esas dos horas!
Private.- Pero... no están matando a nadie.
Skipper.- ¿Qué?
Private.- ¡Mira!
Y era cierto. No estábamos matando a nadie, los humanos parecían carecer de importancia para nosotros, tan solo los apartábamos de nuestro camino sin más, a los que se interponían en él.
Skipper.- Es evidente chicos, no quieren causar terror ni matar a nadie, es cierto —dijo deteniéndose.
Private.- Es como si estuvieran...
Skipper.- Buscando algo —concluyó.
Los tres se miraron un momento, llenos de dudas.
Skipper.- Chicos, están buscando algo, y sea lo que sea tenemos que averiguar qué es e impedir que den con ello.
Private.- ¿Y cómo sabremos qué es lo que buscan si no dan con ello?
Skipper.- No dándoles la oportunidad de que nos hagan saber lo que buscan —cortó con frialdad—. Hay que cortarles el paso. Rico, necesitaremos cuerdas, una red y un yunque.
Rico obedeció y vomitó una red y tantas cuerdas como pudo, acabando con un pesado yunque que ninguno de los dos sabía cómo Rico había logrado sacar de sus entrañas y no quisieron preguntarse ni mucho menos, cómo habría logrado meterlo dentro de ellas. Y se dispusieron a seguir el plan de Skipper.
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