El cielo era cubierto por la oscura noche, siendo su única compañera la luna, la cual resplandecía con su luz blanca y pura, dando algo de luz a la habitación donde se encontraba Naruto Uzumaki en el hospital.

En el lugar únicamente se escuchaba el ligero aire que hacia bailar las cortinas y los sonidos relajantes de la noche. Siendo estos los únicos acompañantes del rubio, quien aún se mantenía con los ojos completamente cerrados, sin signos de quererlos abrir.

De repente el silencio de la habitación es interrumpido por el sonido de la puerta, dejando entrar a dos personas, las cuales la oscuridad del lugar los ayudaba para no ser detectados.

El primero se acercó a la cama donde descansaba el Uzumaki y observo con un rostro serio el estado de la persona responsable de su visita. Después voltio su mirada a su acompañante, quien le había pedido venir, con la esperanza de que pudiera ayudar a la persona que tanto apreciaba.

—Sasuke-kun, debes de estar muy desesperado como para acudir a mí —susurro Orochimaru, formando una pequeña sonrisa en su rostro, haciendo fruncir el ceño al contrario.

—Este desesperado o no es mi problema, no el tuyo —respondió en un tono bajo, pero serio.

El mayor simplemente sonrió con arrogancia.

¡Oh! el mejor que nadie sabia el odio que el Uchiha tiene hacia él y para que lo buscara pidiéndole su ayuda solo demostraba cual desesperado estaba porque despertara Naruto y no era para menos.

No era tonto, sabía desde el principio los sentimientos de este par, solo un ciego confundiría su relación como una simple amistad; pero no había tiempo para recordar cuando su alumno era un niño, tenía el tiempo contado antes de que algún ninja de la aldea se diera cuenta de su presencia.

Sasuke lo había infiltrado en la aldea, su presencia no era muy bien vista en el lugar aun después de tantos años y no era sorpresa, su hijo afortunadamente pudo entrar por la generosidad del Hokage, así que él también le debía un favor.

Se acercó al ojiazul, observando cómo estaba conectado a un respirador; posó su mano suavemente en su vientre, percatándose de que el nivel de chakra en su cuerpo era incluso mas bajo que el de un civil, se atrevería decir que incluso era nulo; aun podía sentir la presencia del Kyūbi en su interior, pero su chakra estaba escondido por el mismo, aunque aun había restos en el sistema del Uzumaki, posiblemente la razón por la que aun no despierta.

Volteo para mirar a su antiguo alumno, viendo como tenía su mirada clavada en Naruto. Carraspeó ligeramente, llamando la atención del moreno.

—¿Hace cuánto que está en ese estado?

—Dos meses...

Observó de nuevo el rostro del Hokage, notando que su apariencia no era la misma de cuando lo vio en su guarida hace ya un tiempo; su piel estaba algo pálida y su cabello había crecido, comprobando que llevaba ya varias semanas en cama.

Movió su mano y dentro de su kimono busco un frasco, este tenía un líquido de color azul, con unos leves tonos de morado y amarillo también. Dirigió su mirada a la mesita de metal al lado de la cama, tomo una jeringa llenándola esta con el líquido, dejando la mitad del frasco. Ajusto la cantidad y selló la inyección con su tapa. Como ultimo tomó el alcohol y mojo un algodón, el cual pasó por el brazo del Hokage, desinfectando la zona. Volvió a tomar la inyección destapándola y colocándola en la zona desinfectada, antes de aplicarla miro al azabache.

—Tan rápido termine de inyectarlo tendrás que darle un poco de tu chakra, así activarás la fórmula y llegara a todo su cuerpo rápidamente —explicó—. Después intenta entrar en su interior y hablar con el biju.

—¿Estás seguro de que no le hará daño?

—No lo hará —sonrió, notando el tono preocupado de Sasuke—. La fórmula tiene parte de tu chakra mi querido Sasuke-kun, y al ser ambos transmutaciones de los hijos del Sabio de los Seis Caminos, sus chakras son bastante compatibles. Además, si logras entrar al lugar donde está sellado el Kyūbi podrás hacer un sello lo suficientemente resistente como para que su chakra quede contenido, evitando que haga más daño al cuerpo de Naruto-kun. La fórmula solo hará que sea más fácil poder entrar, ayudando también al Hokage en el proceso.

—Si algo malo le llega a ocurrir...

—No malgastes tus amenazas Sasuke-kun—dice, interrumpiéndolo—. No intentaría matar a Naruto-kun de esta forma, él a sido bastante amable en dejar que Mitsuki siga en la aldea aun después de que se fuera, como también dejándome libre con vigilancia claro. Si algo le llegara a pasar los ancianos irían tras de mí y expulsarían a Mitsuki de aquí —termino de aclarar—. No eres el único que quiere que el Hokage despierte, Sasuke-kun.

El Uchiha no dijo nada, simplemente lo observo. 

Orochimaru introdujo la aguja en el brazo del Uzumaki, inyectándole la fórmula. Rápidamente se acercó y con su mano, dio parte de su chakra, sintiendo como el líquido comenzaba a abrir las vías de chakra del rubio, como también aumentaba la presencia de zorro, era el momento.

Acercó su mano al rostro del rubio, activando su Sharingan levantó uno de los párpados y entro a su subconsciente.

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Abrió los ojos lentamente.

Se encontraba en la entrada de una alcantarilla, el agua del suelo le llegaba hasta las rodillas; era más agua de cuando entró por primera y única vez ahí.

Comenzó a caminar, escuchando el sonido de goteras y el de sus propias pisadas. Estaba demasiado silencioso. Siguió caminando, notando que conforme se acercaba las paredes del pasillo se deterioraban cada vez más, dio un largo suspiro y siguió caminando.

Finalmente al poco tiempo vio una entrada, corrió entrando a una habitación mucho más grande. Reconoció el lugar, era el mismo en donde entró la primera vez, aunque ya no estaba la puerta que mantenía al Kyūbi; en cambio, esa parte estaba totalmente rodeada de sombras, haciéndole difícil ver algo.

Miró a su alrededor, buscando alguna señal de su amigo. No encontró nada y dirigió su mirada por un segundo al suelo, y fue ahí donde lo vio, no pudo evitar contener la respiración.

Naruto se encontraba bajo el suelo, inconsciente, flotando libremente por el agua.

Rápidamente se agacho, llamándolo.

—¡Naruto! —golpeó el suelo, notando que había una pared transparenté que no le permitía alcanzarlo —. ¡NARUTO!

—Él no te escucha...

Levanto su mirada tan rápido escucho esa voz, y observo como lentamente, desde las sombras, el zorro de las 9 colas aparecía.

Kurama camino lo suficiente para mostrar su rostro moviendo inconscientemente sus colas, mirando fijamente al Uchiha.

—No esperaba que volvieras, Sasuke...

El mencionado se levantó, mirándolo fijamente a los ojos. Ya había pasado un tiempo desde que lo vio por última vez con su apariencia original, pero tenia el tiempo contado y necesitaba respuestas.

—¿Qué fue lo que ocurrió?

El Kyūbi simplemente suspiro.

—El día en el que se colapsó, sentí como su chakra comenzaba a desaparecer de golpe, pensé que era por su agotamiento así que mande un poco de mi chakra... pero tan rápido llegó el comenzó a ponerse peor. No sabía exactamente qué estaba pasando así que intenté comunicarme con él, pero ya no podía, ya no me escuchaba... de un momento a otro vi como cayó inconsciente.

—¿Pero porque está encerrado bajo el suelo con una pared de chakra? —pregunto, tan rápido intentó romper la pared sintió el chakra de Tsunade y de Sakura en él.

—Tan rápido su figura se desmayó sabía que era la maldita enfermedad, no podía curarlo como antes, mi chakra lo empeoraría, pero tampoco puedo salir de aquí, ya que el moriría sin mí. Así que junte el chakra de los bijūs e hice una pared para separar a Naruto de mí y evitar que estuviera contacto directo con mi chakra, y tan rápido tu esposa como la vieja borracha iniciaron sus terapias use su chakra para fortalecer la barrera, pero aun con eso el no ha logrado despertar.

—Tu chakra sigue aún en su cuerpo, de cierta forma aún depende de ti para sobrevivir, ya que no tiene el chakra suficiente para mantenerse con vida por sí mismo —dedujo el Uchiha, observando el cuerpo de Naruto bajó la barrera —. Sabes que no puedes seguir así, ¿Verdad?

El zorro solamente cerró los ojos, con un leve asentimiento.

Su chakra estaba envenenando a Naruto y aunque la barrera evitaba que le diera directamente, aun le hacía daño. Agregando que esta no era eterna, ya que solo tenía el chakra de la de cabellos rosados y la sannin, ya que el de los bijūs se había agotado hacía un tiempo

Así que la única forma de que despertara seria sellando su chakra completamente, sin posibilidades de volverse a comunicar con el.

—Tan rápido sellen mi chakra Naruto no durará mucho...

—No, pero si las terapias continúan puede que recupere algo de su propio chakra y aunque no pueda usarlo lo mantendrá vivo.

—Cuando despierte... lo quitaran de su puesto. ¿No es así? —preguntó, con una expresión algo triste.

—Si... —respondió, cerrando los ojos por un momento.

—Cuídalo Uchiha —dijo de golpe, haciendo que el mencionado levantara su mirada para verlo —. Ahora más que nunca será vulnerable y si los malditos de Kara se enteran de su condición aprovecharan para atacarlo a él y a la villa.

—Naruto estará bien —dijo, seguro—. Nadie le hará daño. Ni a él, ni a la villa.

Sasuke comenzó a hacer los sellos, invocando una pared de dos puertas, cerrando la primera, haciendo que el chakra del zorro comenzara a entrar a la habitación, regresando a su portador, el biju simplemente sonrió y se acostó en el que ahora volvía a ser su prisión, solo que esta vez entraba de forma voluntaria.

Será una pena no poder despedirse de ese mocoso, pero tal vez pueda verlo en algún otro lugar. Por ahora, solo dormiría estaba cansado, estos dos meses manejando chakra para la barrera sin descanso lo habían agotado, así que una siesta no haría daño. Total, era lo único que podrá hacer.

El chakra del zorro finalmente terminó de entrar en el lugar, el Uchiha se acercó y cerró la primera puerta, la cual era de barrotes; está únicamente evitaba que el zorro saliera, cuando cerrará la segunda; este evitaría cualquier contacto entre Kurama y Naruto, al igual que su chakra. El mejor sello que conoce, sacado de los pergaminos que tenia Orochimaru del clan Uzumaki.

El moreno hizo los sellos finales  y junto sus palmas. Lentamente observo como la segunda puerta comenzaba a cerrarse.

—Una cosa más —exclamo Kurama, antes de que la puerta terminara de cerrarse—. Haz que cumpla su sueño...

Las puertas terminaron de sellarse, mandando una pequeña brisa por el lugar.

Sasuke miró por un momento puerta sin entender del todo lo último dicho por el zorro.

Se acercó a la puerta y coloco otro sello, el cual únicamente contaba con un papel, que tapaba la cerradura y evitaba que cualquier mínimo rastro del chakra de Kyūbi saliera de las puertas.

Callo de rodillas al suelo, comenzando a respirar entrecortadamente. Su chakra se estaba acabando... Cerró los ojos.

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Salió del subconsciente de Naruto, regresando a la habitación.

Alejo su mano de su amigo y se apoyó ligeramente en el colchón, intentando regular su respiración.

Gracias a la fórmula de Orochimaru logró entrar al subconsciente del rubio, pero conforme empezó a usar su chakra para hacer los sellos le fue más difícil mantenerse adentro. Desactivo su Sharingan tan pronto se sentó en la silla al lado de la cama.

Orochimaru se acercó a él tan rápido había salido.

—Sasuke-kun... ¿Hablaste con el zorro? —pregunto, viendo el estado del moreno.

El Uchiha suspiró, logrando respirar con normalidad.

—Si... —respondió, después de un rato—. Ahora el Kyūbi está sellado.

Diciendo lo último dirigió su mirada a Naruto, recordando las últimas palabras que le había dicho el zorro antes de ser sellado:

"Haz que cumpla su sueño..."

¿A qué sueño se refería?