El cielo se encontraba completamente nublado, el sol el cual se encontraba brillando en el cielo había sido oculto por las oscuras nubes, las cuales no tardarían en desatar una gran lluvia.

Kawaki se encontraba corriendo por toda la aldea, persiguiendo a quien consideraba desde hace tiempo su hermano. Durante su recorrido la lluvia había comenzó a mojar su ropa, que esto no podía importarle menos, en estos momentos lo único en su mente era alcanzar a Boruto.

Hace poco menos de unos minutos el Séptimo les había contado los resultados del examen, revelando que no le quedaban mas de dos años de vida.

Toda la familia había quedado desconcertada, aunque el peor de todos fue Boruto, quien a la mínima oportunidad salió de la habitación del hospital. Naruto, aun teniendo a su pequeña hija y a su esposa en sus brazos intento ir por su hijo, pero él rápidamente se acercó al Séptimo y con una mirada le dio a entender que el se encargaría. Corriendo rápidamente a la misma dirección que tomo el menor.

Durante aproximadamente 10 minutos por fin el Uzumaki se había dignado por fin a pararse, permitiéndole al mayor descansar un poco, quedando a menos de dos metros lejos de él.

Rápidamente observo a su alrededor: habían parado en el campo de entrenamiento.

—Lárgate Kawaki... —dijo Boruto, aun de espaldas. No quería que el mayor lo viera en ese estado.

—Sabes perfectamente que no lo hare.

—Me importa un carajo... solo quiero que te vayas...

—No lo hare... —comienza a acercarse.

—¡¡SOLO DEJAME SOLO KAWAKI!! —grito, girándose rápidamente. Dejándole ver a Kawaki el rio de lagrimas que se desbordaba de sus mejillas—. ¡¡Vete de aquí!!

—Boruto... —dijo su nombre en un tono suave. Sorprendiendo de sobremanera al rubio... jamás lo había escuchado hablar de esa manera.

La lluvia había aumentado rápidamente, al no tener nada a su alrededor para protegerlos el agua había terminado de empaparlos.

El castaño al ver que el Uzumaki no hacía nada, comenzó a acercarse más él, quedando frente a frente viéndose fijamente a los ojos. El menor rápidamente intento pregunta.

—Kawaki... que...

Pero no logro terminar, pues rápidamente el mayor lo atrajo hacia él en un cálido abrazo; dejándolo en un estado de shock. Durante un tiempo ninguno de los dos mencionaba palabra: el único sonido en el lugar era el choque contante del agua con la tierra.

Lentamente el menor comenzó a moverse, levantando sus brazos y envolviendo al mayor con ellos, correspondiendo al abrazo, escondiendo un poco su rostro en el hombro del moreno, buscando refugio en el calor que le brindaba el contrario. Kawaki ante la acción de su compañero simplemente lo abrazo con más fuerza.

Rápidamente en el lugar comenzaron a escucharse los sollozos del hijo mayor del Séptimo, quien era fuertemente abrazado por el antiguo integrante de la organización Kara, quien, en su tristeza simplemente soltaba lagrimas...

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Después de poder calmar a Naruto por su repentino ataque de nervios al enterarse de que quedaban menos de 24 horas para la próxima prueba de los exámenes chunnin: el castaño saca de debajo de la cama del hospital una canasta llena de frutas, colocándola enfrente.

—Fue todo un lio meter esto para Chōji y luego los doctores me dijeron que no podía dárselo... —se queja con fastidio—, que aburrido...

—¿Chōji? —pregunta el rubio, sorprendido—. Ósea que... ¿El esta es el hospital también?

—No es nada grave... —le aclara con una sonrisa—, comió muchas costillitas.

—Jajajajaja —se comienza a reír, tomándose el estómago con su mano—. Debí imaginármelo, es clásico de Chōji...

—Pues ambos tienen suerte, si no fuera por mi nadie los visitaría —dice al mismo tiempo que toma una manzana de la canasta y se la lanza—. Ten.

Naruto atrapa la manzana, viéndola con los ojos llenos de alegría. Se estaba muriendo de hambre—. Cielos, esto se ve delicioso... ahhh —comienza a acercar la fruta a su boca, pero de repente abre sus ojos como platos, deteniendo su mano.

—¿Qué? ¿Ahora qué? —pregunta Shikamaru, extrañado por el cambio tan repentino.

—ajajijijijij —se ríe sospechosamente, con los ojos cerrados—. Comámoslo enfrente de Chōji, eso lo volverá loco.

—Viejo eres cruel... me gusta.

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El Nara comenzó a sonreír lentamente, mientras algunas lagrimas comienzan a juntarse en sus ojos, los cuales estaban ligeramente rojos.

Shikamaru se encontraba ahora mismo en la azotea de la torre Hokage, fumando un cigarrillo y aguantando las ganas inminentes de llorar.

Tiempo después de a ver leído las pruebas Kakashi junto a toda la aldea frente a la Torre Hokage (exceptuando a la familia Uzumaki) para dar la noticia de la retirada del Séptimo como protector de la aldea... como también de su partida de este mundo. Sumiendo así, a la Aldea de la Hoja en un ambiente de completa tristeza y oscuridad.

Tiempo después, la reunión en línea con todos los kages no fue la excepción; todos estaban igual de shokeados por la noticia. Aunque el más afectado claramente fue su cuñado, Gaara; quien al recibir la noticia no pudo aguantar más tiempo conectado y rápidamente se despidió de todos los kages, saliendo de la junta. Antes de irse, el castaño juraría que vio como las lágrimas salían de los ojos del pelirrojo.

Al poco tiempo todos los kages hicieron lo mismo, terminando con la reunión.

Habían pasado ya tres días desde que se enteraron de la inminente partida del Séptimo Hokage, y su mente no paraba de lanzarle recuerdos de todos los momentos que paso al lado de su amigo: desde que eran pequeños, en la academia. Hasta ahora en la actualidad, cuando trabajaban juntos en la torre Hokage... mismos recuerdos que lo único que provocaban era que comenzara a llorar.

En estos momentos desearía la compañía de su esposa, pero ella había partido a Sunagakure No Sato; tras la llamada urgente de su hermano mayor Kankuro. La noticia fue un golpe muy duro para el menor de los Sabaku No, así necesitaba más que nunca a su familia.

Situación que se veía en toda la aldea, mas que nada en los amigos de Naruto; Kakashi en estos dos días se había retirado temprano de la Torre, hartándose rápidamente del papeleo de la aldea. (misma que disminuyo considerablemente) Aunque en realidad, al igual que él, los recuerdos de su estudiante inundaban tanto su cabeza, que; para no romperse delante de nadie se retiraba rápidamente del lugar, yendo a su hogar desahogando su tristeza, siendo su único consuelo Gai-sensei. Quien vivía con el Hatake desde hace tiempo.

Chōji había cancelado sus misiones y se refugio en su hogar con su familia. Durante todo este tiempo no la había visto por ningún lugar de la aldea, ni siquiera en Ichiraku: donde acostumbraba a comer ramen con su hija de vez en cuando. Karui, su esposa le aviso ayer sobre el estado de su amigo, el cual era el mismo que el del Hatake. Aunque, en su caso; su tristeza provoco que disminuyera de una manera atroz su apetito, preocupando a su familia, y a él.

Iruka-sensei en estos momentos había dejado a Anko a cargo de la escuela. en estos momentos se encontraba haciéndole compañía a Naruto en el hospital. No se había separado del menor desde hacia horas, hace poco Naruto logro convencerlo para que descansara en su casa. Se había negado a separarse del Uzumaki.

Tsunade había llegado el mismo día que se dio el aviso, enterándose por Kakashi. La Quinta Hokage se había retirado de la torre a toda velocidad. Al día siguiente, por los ninjas que cuidaban la entrada se enteró que Tsunade salió de la aldea y se paro frente a la tumba de Jiraiya, llorando desconsolada.

El estado de todos sus compañeros era el mismo, Lee no había parado de llorar y Tenten apenas y podía consolarlo; Shino y Kiba lo llevaban mejor, aunque eso no significaba que fueran menos sensibles, solamente que ellos preferían ocultar sus reacciones. Ino había sido cuidada por Sai, quien dejo a cargo de ANBU a otro ninja para poder cuidar a su esposa. Sakura había dejado también el hospital, ya que no solo ella estaba triste, sino también su hija Sarada; a quien le pego la noticia demasiado, ya que consideraba al séptimo como a un segundo padre. Mas ahora que sabia la verdad de su padre.

Aunque de todos... de quien se preocupaba era de Sasuke.

El Uchiha, después de que se dio la noticia a la aldea había desaparecido completamente. Ni siquiera Sarada; (quien había pasado tiempo con su padre) sabia donde había ido. Fue incluso con Kawaki a preguntarle por él, pero tampoco supo decirle su paradero.

Levanto la mirada y dio lentamente un suspiro, recordando

La familia de Naruto estaba en un estado lamentable...

Naruto en persona le dio la noticia a su familia; Hinata al principio había estado en estado de negación, pero al ver los resultados de los exámenes quedo completamente destrozada; Himawari no había parado de llorar, incluso cuando su padre la abrazo sus lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas sin control; Boruto no había mencionado palabra y ni lo hizo, sino que simplemente salió corriendo de la habitación...

Según lo contado por los ANBUS que asigno para vigilar a Kawaki: el moreno había seguido al Uzumaki afuera del hospital, persiguiéndolo hasta uno de los campos de entrenamiento. Donde ambos se consolaron.

Sin poder evitarlo el Nara soltó una sonrisa amarga, cerrando los ojos. Estaba seguro de que ese par terminarían de la misma manera que Naruto y Sasuke.

El silencio del lugar rápidamente fue interrumpido por el sonido de un aterrizaje, seguido del sonido de unas pisadas que se acercaban a su dirección, mismas que se detuvieron a su lado.

—Me alegra que aparecieras... —sabiendo quien era, dio una bocanada a su cigarro, para después sacar el humo por su boca—. Me ahorraste el trabajo de mandar a un equipo a buscarte.

—No fue para tanto, Shikamaru...

El mencionado rápidamente giro su cabeza, observando la postura del Uchiha. Al verlo, rápidamente dirigió su mirada al frente.

—Ya aclaraste tus ideas...

—¿A qué te refieres?

—Sabes bien a que me refiero —dio otra bocanada a su cigarro, sacando el humo rápidamente—. El tiempo comienza a acabarse, Sasuke... no pueden más seguir con este trato. Han sacrificado demasiado por la Aldea y por sus clanes, ya no hay mas razones para continuar con esto.

—Lo dices como si fuera tan fácil.

El castaño voltea a verlo—. Nadie dijo que era fácil. Han pasado años desde que ambos tomaron esa decisión... y aunque en ese momento entendí las razones que les obligo a hacer eso, ahora ya no hay ninguna para continuar. Han hecho lo que les tocaba... ya no le deben nada a nadie.

Al escuchar las palabras, el azabache bajo su mirada ligeramente, observando por un momento el pequeño objeto que mantenía fuertemente sostenido en su mano, acariciándolo dulcemente con sus dedos.

—¿Crees que acepte?

Al escuchar la pregunta, Shikamaru sonrió.

—Lo hará... de eso no duda —ve por un momento el objeto en la mano de Sasuke—, pero te recuerdo, que aun tienen que explicarle a Boruto la situación.

—Lo sé —se da la vuelta, alejándose rápidamente del Nara, pero antes de retirarse se detiene, volteando a ver ligeramente a su compañero—. Gracias, Shikamaru...

—Ni lo menciones.... —dice, para rápidamente agregar—: y Sasuke... asegúrate de hacerlo feliz.

—Lo hare —con esa ultima palabra, desaparece del lugar.

El castaño viéndose solo. Simplemente suspira, acabándose el cigarrillo—. Si que son un fastidio...