Aproximadamente a eso de las 10 de la mañana, uno de los ninjas encargados de vigilar a Naruto apareció en la oficina del Hokage, informando que Sakura ya tenía el resultado de los exámenes.

Rápidamente Kakashi mando de regreso al ninja y rápidamente le pidió mandar a llamar a todos los compañeros de Naruto a la Torre, ya que esta noticia la tenían que escuchar. En esta ocasión se dejaría de fuera a la familia del rubio, ya que a ellos les diría Naruto en persona, noticia que lo puso en alerta, pero esperaría a ver el resultado.

Media hora después, el castaño había reunido a todos los amigos de Naruto.

No había sido tan difícil, desde el coma de Séptimo sus compañeros le habían pedido que disminuyeran sus misiones y que estas fueran cerca de la aldea, petición a la cual accedió rápidamente.

El primero en llegar fue Sasuke, algo que lo sorprendió a primera vista; era el quien se enteraba primero de todo lo relacionado con Naruto, más que nada porque no se despegaba de su lado y porque Sakura, siendo su esposa le decía a él cualquier cambio.

El Uchiha al ver su expresión respondió sus dudas; últimamente estos días los había pasado al lado de su hija Sarada, quien se había enterado de la verdad y había pedido explicaciones. También agrego que tan rápido había llegado al hospital le avisaron que su esposa no se encontraba en el edificio y que Naruto aún no había despertado, por lo que prefirió no entrar a su habitación.

Tras escuchar, tanto Kakashi como Shikamaru no se sorprendieron; Sarada era la más perceptiva, era normal que fuera la primera en enterarse. Aunque les extraño a todos que Sakura no se encontrara en el Hospital a esa hora...

Un par de minutos después, llegaron Chouji, Tenten, Ino, Temari, Iruka-sensei, Shino y Kiba. Poco después llegaron Sai y Yamato juntos, tras ellos estaban Lee y Gai-sensei: el mayor fue recogido por su estudiante a su hogar.

Rápidamente el pelinegro dejo a su profesor al lado del Hatake, quien rápidamente se paró de su escritorio y se colocó al frente, quedando al lado de su eterno rival: Tsunade en esta ocasión no estaría, ya que había salido de la aldea en busca de más información sobre la enfermedad del rubio.

Cuando todos los amigos estuvieron reunidos, las parejas rápidamente se juntaban, mientras que los demás se quedaban esperando a la kunoichi.

La puerta de la oficina fue abierta, y por ella entro Sakura; rápidamente todos observaron que portaba un folder en su mano, eran los resultados. Tan rápido llego Shikamaru hizo los sellos y coloco un jutsu en toda la oficina, así nadie fuera de la oficina aparecería o escucharía la conversación.

La pelirrosa tenía la mirada fija en el suelo, tan rápido había llegado se colocó en medio de la sala sin atreverse a levantar la mirada y ver a sus compañeros. Esto a Sasuke lo alerto.

—Bien Sakura, dinos que revelaron los resultados —pidió su antiguo profesor.

—Ah... yo-o... —escucho la voz del Hatake pidiendo los resultados, pero rápidamente ella abrazo el folder que estaba entre sus manos y bajo más la cabeza. Había comenzado a temblar.

—¿Sakura? —pregunto Kakashi, viendo como su antigua alumna no reaccionaba.

—¿Sakura que ocurre? —pregunto Ino acercándose, notando que su amiga estaba temblando demasiado— Sakura responde...

—Sakura... —el moreno dijo su nombre y coloco suavemente su mano en el brazo de su mujer, rápidamente la mencionada poso su mano con la de su esposo y la apretó— Sakura, respira...

La ninja medico rápidamente asintió, aun con la mirada en el suelo cerro los ojos y comenzó a respirar lentamente, dejando de temblar un poco. Ino se había colocado a su lado y había puesto sus manos en sus hombros, calmándola un poco más.

—Sakura, mírame... —pidió el Uchiha.

La Haruno suspiro pesadamente, pero comenzó a levantar su rostro hasta toparse con los ojos de su esposo, quien observo preocupado como su compañera tenía los ojos rojos y el rostro lleno de lágrimas.

—¿Qué ocurre, Sakura? ¿Qué es lo que dice el examen? —pregunto Sasuke en tono calmado.

Sakura miro por un momento más el folder entre sus manos, y sin decir palabra se lo entrego a su esposo quien rápidamente lo tomo y se lo paso a Shikamaru, quien estaba cerca de él.

El Nara tomo el folder y rápidamente lo abrió comenzando a leer. Termino de leer la segunda hoja y el castaño cerro los ojos, sus sospechas eran ciertas...

Le paso el documento a Kakashi, quien rápidamente paso a la segunda página y vio el resultado final, el mayor no pudo evitar cerrar los ojos también, posando su mano en el hombro de su amigo.

—¿Rival? —pregunto Gai, quien coloco su mano en la del Hatake.

—¿Qué es lo que dice Kakashi-sensei? —pregunto impaciente Kiba y tras él, todos los presentes miraban expectantes al Sexto, quien aún no decía nada.

—A Naruto solo le quedan dos años de vida... —soltó de repente el Nara, dejando sin palabras todos. Rápidamente Temari tomo su mano—. La enfermedad ataco sus conexiones de chakra, haciendo un daño irreparable... —suspiro—. El retardante que Sakura creo ayudo a que no todas sus conexiones salieran dañadas, pero su efecto disminuyo tanto que la enfermedad acabo por dejarlo en coma... —comenzó a explicar, apretando la mano de apoyo de su pareja—. Tras su coma... el chakra del bijuu termino por dañarlo más, aun con las terapias que le dieron Tsunade y Sakura la enfermedad avanzo tanto que ataco todo el chakra de Naruto, en cuestión de semanas estaba consumiendo incluso el punto de presión de su corazón.

—Algo parecido a la octava puerta abierta de Gai-sensei ¿No es así? —pregunto Lee, recordando como su profesor casi muere con el último ataque que le lanzo a Madara con la octava puerta abierta.

—Si... —respondió Kakashi, abriendo por fin los ojos—. Tras el despertar de Naruto notamos que el chakra de Kurama ya no estaba presente en Naruto, por lo que ya no lo estaba envenenado, sin embargo... la enfermedad gasto tanto su punto de presión que acorto su vida... rediciéndola a dos años.

Todos los presentas no lo podían asimilar, ninguno menciono palabra después de la detallada explicación de los ninjas, estaban en shock.

El Uchiha rápidamente se alejó de su esposa, camino en dirección a Kakashi y le arrebato los resultados en sus manos. Dejando preocupado a su profesor

—Sasuke...

—Debe de haber alguna manera... —comenzó a murmurar el moreno, leyendo todo lo que decía la hoja—. Aun... aun falta información...

—Sasuke, por favor basta... —pidió Iruka-sensei, quien tenia el rostro lleno de lágrimas—. Esos resultados son definitivos... ya no hay nada que hacer...

—N-oo... —se negó el Uchiha, quien observaba fijamente el resultado de la ultima hoja, negando la realidad—. No... puede ser...

El shinobi se quedo mirando fijamente aun la hoja en su mano, para después comenzarla a bajar lentamente, arrugando la hoja con su mano y dejándole ver a todos que su brazo comenzaba a temblar. Fue Sakura quien después de calmarse se acerco a su esposo y lo abrazo, sintiendo como el hombre comenzaba a bajar lentamente su cabeza, apoyándola en su hombro.

Iruka-sensei estaba completamente destrozado, y era consolado por Shino, a su lado estaba Kiba quien soltaba unas lágrimas silenciosas. Sai se acercó a su esposa y tan rápido estuvo a su lado la rubia lo abrazo fuertemente, comenzando a llorar en su hombro: el pelinegro simplemente la abrazo, guardándose su tristeza para más tarde. Tenten triste intentaba consolar a Lee, quien había caído al suelo de rodillas y lloraba a mares. Había sido Naruto quien lo apoyo más tras la pérdida de Neji, y ahora también lo iba a perder.

Yamato se acercó a Kakashi, y vio como el Hatake temblaba, intentando contener las ganas de derrumbarse en la oficina, a su lado Gai apretaba fuertemente su mano, estando en las mismas condiciones que él. Los tres miraban al suelo.

Shikamaru junto a su esposa se acercaron a Chouji, el Akimichi tan rápido lo vio le dio un muy fuerte abrazo, mismo que correspondió rápidamente. Temari a su lado tenia una mirada triste, pues observaba que tanto su esposo como el castaño estaban llorando.

En la habitación solo se escuchaban sollozos; su compañero de toda la vida, el imperativo ninja que les saco sonrisas durante gran parte de su vida, el mocoso que no se cansaba de decir que sería el próximo Hokage; el hijo de Cuarto Hokage, su alumno, su compañero de equipo, el salvador del mundo ninja, el Hokage Naranja... se iría de este mundo, sin que ellos pudieran evitarlo.

Sakura, aunque sollozaba abrazaba fuertemente a su esposo, quien no había mencionado ninguna palabra, pero la mujer sintió como un camino de lagrimas comenzaba a mojar el hombro de su blusa.

La persona que amaba se iría... y esta vez, no podría ir tras él...