Capítulo 8
Naruto corría por el bosque a gran velocidad, necesitaba alejarse, no había podido abrir aún el sello de chakra en su cuerpo, no tenía poder suficiente aún, pero tenía que moverse, cada vez se acercaban más esos bastardos a la fortaleza, era por eso que se alejaba, paró en un árbol, giró su mirada, no había nadie, soltó el aire que retenía, siguió corriendo, había dejado su cabello tal como salió de la prisión, tenía años sin cortarlo, lo ayudaba a cubrir su rostro, había colocado cintas negras en su cara cubriendo sus marquitas, parecía un andrógino según las palabras de Kurama, la gente dudaría de su sexualidad, lo que ayudaba a mantener su fachada, estaban acostumbrados a la imagen del Naruto antiguo, al traje negro con naranja, cabello en picos. En ese momento muchos debían pensar que era alto basados en la imagen del cuarto Hokage. Kurama había ideado su disfraz, con el chakra civil no podían dudar, habían practicado una suave voz para pasar por chica, negó con fastidio, nunca había huido y ahora debía ocultarse.
Aceleró al ver una ciudad a la distancia, sacó el dinero que Itachi guardaba en una pequeña bolsa entre sus cosas, era bastante, lo pagaría en un futuro. Antes de llegar a la aldea bajó de los árboles, guardó en una bolsa en su espalda los protectores de brazo y la pechera, ahora era un simple civil, caminó lentamente, observó un puesto de ramen, negó con fastidio, Kurama le dijo que era el primer lugar donde lo buscarían, tenía que evitarlo, giró sus azules observando a un guardia cerca del puesto viendo el lugar, lo buscaba era un hecho, era tan predecible, negó con fastidio. Caminó hacia una tienda de maquillaje como habían planeado, compró base para el rostro y corrector, entró al baño del lugar, sustituyó las cintas por el maquillaje, sonrió con fastidio al verse al espejo, tenía años sin ver su imagen, Kurama tenía razón, era bastante distinto, no entendía, tal vez era porque había bajado demasiado peso, podía ver una cicatriz en su mejilla difícil de cubrir, otra en la frente, uno de los guardias en la prisión en sus intentos de escape le dio con un látigo, lo recordaba, negó con fastidio, ni siquiera él podía reconocer su imagen, se sentía extraño, salió del lugar a comprar un poco de comida para el viaje, tenía muchos años sin probar muchas de esas cosas ricas.
Sus grises se abrieron con dolor, observó un calendario en la pared del puesto de comida al que había entrado, vio la fecha, había perdido tres años de su vida encerrado, le arrebataron parte de su vida, de su esencia, apretó sus puños con coraje. Sasuke se las pagaría y junto a él, cada maldito traidor que lo dejó atrás -toma tu pan- salió de su ensimismamiento al escuchar al vendedor, tomó su pan nikkuman, con más calma comenzó a comer el pan calientito, tomó asiento en una banca en la calle para disfrutar su delicioso alimento que tenía años sin probar, dejó atrás esos malditos pensamientos llenos de venganza, se sentó a observar a la gente caminar mientras comía. Había algo extraño en las personas, no sonreían, se veían agotadas física y moralmente, giró sus azules con cuidado viendo que había gente viviendo en las calles, bastante diría él.
Sus grises se abrieron con algo de realidad al ver shinobis rondando la zona, tenía miedo a ser capturado, no tenía poder para defenderse, sostuvo con precaución un kunai bajo su muñeca, continuó comiendo tratando de disimular, apretó el ceño al ubicar a su rastreador -Akamaru ¿tienes su rastro? no percibo su aroma- el perro ninja olfateaba con insistencia, negó con un pequeño quejido, el equipo del Inuzuka apareció -¿lo encontraron?- negaron -lo lamento sensei, no lo encontramos- Kiba chiteó con fastidio -no podemos regresar hasta tener rastro suyo-
Naruto no entendía ¿por qué no lo ubicaban? conocían su aroma. Kurama pensaba lo mismo- tal vez sea por el tiempo, algo en tu aroma debió cambiar, tal vez ese fastidioso olor a ramen, ahora hueles a vainilla, ese jabón en la fortaleza Uchiha debe ser el culpable -el rubio asintió- aún así no debemos bajar la guardia -el zorro sonrió, estaban alerta ambos, escucharon con cuidado sus pláticas -sensei ¿qué haremos si es que lo encontramos? -kiba lo vio como idiota -debemos capturarlo y entregarlo, su chakra está bloqueado, es peligroso, si logra recuperar su poder, todo estaría en juego, la paz como la conocemos dejaría de existir ¿entienden?- Naruto apretó el ceño con coraje por la evidente traición, era un hijo de puta ese maldito sarnoso, se las pagaría, sacó de un estuche un pequeño senbon bastante delgado, era especial para toxinas, lo embarró de una mezcla de hierbas que había obtenido de las cosas de Itachi, con cuidado lo puso en su boca, lo lanzó a discreción atinando en su cabeza, lo vio subir sobre su perro, ni siquiera se había dado cuenta -eso era veneno cachorro ¿estás seguro de ello?- Naruto sonrió ligero con algo de maldad, vio con sus grises al chico alejarse- lo estoy Kurama, cada uno de los que me dieron la espalda, pagará su traición -el zorro sonrió satisfecho -esa actitud me gusta, ahora muévete, se hace tarde- Naruto asintió caminando por la aldea sin culpa alguna.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top