La pareja Uzumaki observaba a la distancia a Konoha, había formaciones de defensa contra ataque enemigo en los alrededores- al parecer nos esperan -Itachi asintió, ambos brincaron entre los árboles con total calma evitando a los Shinobis que hacían guardia, parecían una sombra entre las ramas, no hacían ruido, su presencia no era detectada por nadie, el viento corría, había un silencio poco habitual en la arboleda a los alrededores de Konoha.

La pareja paró casi en la entrada, podían ver la barrera a unos cuantos metros. Naruto sonrió con burla, sus manos se movieron en sellos, kanjis salieron de sus manos, una malla enorme de kanjis apareció sobre la aldea, una gran descarga atacó la barrera- nooooooo -los gritos de pánico comenzaron, la pareja cayó frente a la entrada, los guardias y un grupo de Shinobis se colocaron frente a ellos- no avancen más o atacaremos, ríndanse- Naruto levantó una ceja con sarcasmo -suena idiota su amenaza -Itachi sonrió ligero, su sharingan giró en shuriken, sus ojos brillaron en rojo, la gente se hizo a un lado dejando pasar al par, comenzaron a seguirlos cubriendo sus espaldas bajo el genjutsu del Uchiha.

Los shinobis desconcertados los observaban ¿eran aliados o el enemigo? pero entonces, ¿Por qué su gente no atacaba? bajaron sus armas con duda viéndose los unos a los otros desconcertados- ¡Naruto-sama ha vuelto!- abrieron sus ojos demasiado, algunos sonrieron con emoción -¡Naruto-sama!- algunos otros veían con molestia su regreso, pero la gente del lado del rubio, en su mayoría participantes de la guerra alababan su regreso con emoción abrazándose unos a otros- ¡Sabíamos que no había muerto, gracias por volver!- Naruto sonrió arrogante. Itachi veía con una suave sonrisa como recibían a su pareja, su hermano no había trabajado en la aceptación de su gente, se había impuesto -¡nuestro héroe ha vuelto!- el rubio levantó el rostro con emoción, observó a la distancia la torre kage, el lugar había cambiado bastante, había muchos más edificio y calles pavimentadas.

Sasuke veía con coraje lo que sucedía, apretó sus puños cabreado. Hinata veía en shock al rubio, abrió y cerró sus labios temblorosos, giró su mirada a Hanabi quien la veía con molestia, se acercó a su oído sutilmente -no empieces con tu mierda Hinata, somos felices a lado de Sasu, no te atrevas a lastimarlo y traicionarnos- la Hyuga asintió lentamente, sus perlas aguadas veían a Naruto caminar sobre la avenida principal, se veía muy diferente -no es él, obsérvalo Hanabi, es bastante diferente, no pienses tonterías- ambas veían al rubio desde atrás de Sasuke, el Uchiha afiló su mirada, gritó con frustración -¡ese no es Naruto Uzumaki idiotas, es un farsante y lo dejaron avanzar!- los shinobis abrieron sus ojos bastante, vieron al pequeño y a su guardia.

Naruto sonrió arrogante -sigues siendo el mismo idiota, puedes decirle al mundo que no lo soy, pero tú y yo sabemos que soy Uzumaki Naruto, orgullosamente el jinchuriki de Kyubi- su cuerpo se cubrió de un chakra dorado, sus ojos formaron una cruz roja, las magatamas aparecieron a su espalda -diles ¿qué hiciste conmigo después de la guerra? diles cómo me encerraste en ese maldito hueco negro por estos últimos años, tu cobardía y tú sed de poder te llevaron a actuar como una rata traicionera cualquiera, aprovechaste mi debilidad después de soportar esa guerra para encerrarme, para asesinar a la legítima Hokage de esta aldea, Tsunade Senju-

La gente veía en shock al Uchiha, Sasuke se cabreó -¡cállate! ¡no tienes derecho a estar aquí! -Naruto sonrió con maldad -¿por qué no? aquí nací, sigo siendo ciudadano de esta aldea, mi padre fue el cuarto Hokage, mi madre la heredera Uzumaki, clan que aportó el dinero para levantar esta aldea desde el inicio, dinero que nunca fue devuelto, esta aldea es parte de mi legado, vine a recuperar lo que me pertenece- abrieron sus ojos demasiado- un silencio asfixiante cubrió el lugar. Sasuke hizo girar su sharingan y su Rinnegan -ya lo escucharon, viene a someternos ¡atrápenlo!- los shinobis se pusieron en guardia, temblaban al ver al rubio, su chakra era intimidante.

-¡Colmillo sobre colmillo!- Kiba atacó al rubio. Itachi levantó su dedo lentamente, paralizó al chico con el rostro totalmente deforme por el veneno que hace tiempo Naruto le suministró, el perro había sobrevivido- mal… dito… tu me… hiciste esto- el genjutsu se completó, se desmayó. Naruto lo ignoró pasando sobre su cuerpo humillando a su clan, vio a los miembros del clan Inuzuka acercarse a atacar con sus bestias, el rubio levantó su pierna usando chakra de Gobi golpeó el suelo creando una enorme grieta que dividía la tierra, las piedras se elevaron deteniendo a los perros de la jauría y a sus dueños, golpeó a una velocidad increíble algunas rocas sometiendo a este clan traidor.

Naruto se enderezó arrogante, afiló su mirada observando a la gente que lo veía con miedo -mientras Konoha vive en un lecho de rosas, el mundo se derrumba a pedazos, ustedes son shinobis, fueron entrenados para proteger, todos estos años se han dedicado a someter al mundo, niños, mujeres, hombres usados para esclavitud, experimentación, abuso sexual en una enorme red de tráfico, la gente teme salir de sus hogares, muchos los han perdido, no hay comida, medicina, no hay seguridad- un grupo de Shinobis abrieron sus ojos demasiado con terror por lo que escuchaban.

Hinata y Hanabi vieron a Sasuke con duda. Hiashi apretó el ceño, era socio del Uchiha en todo esto- ustedes dos, tomen a sus hijos, las quiero conmigo -asintieron a su padre sin entender -¿padre?- Hinata preguntó con cuidado -Hiashi levantó su mano- no debes pensar estupideces de tu marido, le debes sumisión -la chica asintió con duda. Sasuke veía con coraje a su gente- deja de ser un cobarde Sasuke, sal de esa torre, ahora estoy en mis cinco sentidos, enfréntame o ¿huirás como ayer lo hiciste? ¿seguirás escondiéndote detrás de esta gente?- el Uchiha hizo visible su chakra oscuro sintiéndose humillado, se lanzó a gran velocidad atacando al rubio- ¡maldito! -lo arrastró por la aldea en un combate de Taijutsu, edificios caían sobre su pelea, Naruto repelía sus ataques haciéndolo enloquecer al sentirse inferior.