Capítulo 5
El sol comenzaba a salir, tenía poco tiempo, había salido del territorio de la Hierba, gracias a kami era selva tropical el maldito lugar, había tomado fruta de los árboles tropicales mientras caminaba, ahora sus bolsos de la ropa iban llenos, había fajado el saco en los pantalones, los ajustó con el cinturón del uniforme, lo hizo para meter lo que podía mientras avanzaba por los árboles, llevaba dos cocos con agua suficiente para seguir avanzando, lo había analizado perfectamente, cambió su destino, por un momento pensó en ir a la aldea de los Vegetales, estaba seguro que lo recibirían, pero no quería comprometer a sus amigos en el lugar, por otro lado Tanzaku era un lugar muy poblado, constantemente iba con el sannin y su abuela en el pasado, lo descubrirían de inmediato.
El rubio pensó en otras ciudades y aldeas donde podía ir, pero había demasiado en juego, no sabía exactamente quién estaba de su lado, necesitaba encontrar un lugar seguro. El bosque comenzó a formarse dejando atrás la espesa selva de la Hierba, el clima comenzaba a hacerse frío, gracias a kami robó el uniforme del sujeto, era abrigador. El viento sopló nubes grises, el agua caía en brisa, un pequeño chispeo le daba la bienvenida al lugar. Mientras caminaba levantó su mirada, sus ojos se afilaron recordando cuando buscaba entre esos enormes árboles al que consideraba su hermano, recordó cuánta era su necesidad de regresarlo a casa, cómo se aferraba a la idea de que en el fondo era bueno, negó con fastidio, sólo era un maldito bastardo asesino, ahora le quedaba claro que eran simples ilusiones suyas, su mismo hermano no confiaba en el bastardo. Paró de golpe al ver un cuervo graznar frente a él, abrió sus grises bastante, en la rama de un árbol frente a él una imagen que tenía años sin ver pudo definir, no era clara, era borrosa, podía ver a través del sujeto parado en la rama las nubes grises, giró su mirada dándose cuenta que ese pequeño claro fue donde se dio su último encuentro, su última conversación de ambos mientras estuvo con vida.
Naruto no podía dejar de verlo en completo shock, era evidente que a esas alturas el miedo a los fantasmas era una estupidez, más después de vivir en oscuridad por años, abrió y cerró su boca lentamente, susurró suavemente dejando que sus palabras llegaran a la visión frente a sus grises- ¿Ita… chi?- el Uchiha con la mirada oscura lo observaba con la misma seriedad que siempre lo caracterizó.
Naruto abrió sus grises aún más reaccionando -¡¿Itachi?!- el azabache sonrió con amabilidad, su mirada mostraba una disculpa muda. El rubio no podía dejar de verlo, no sabía qué mierda decir, le había fallado en su última promesa, pero al ver su sonrisa amable, se dio cuenta que lo liberaba de ese trato, lágrimas salieron de sus grises -lo lamento, debí… -
El Uchiha negó, sonrió nuevamente, entre cuervos su imagen desapareció en el viento como las palabras del Uzumaki. Naruto bajó su mirada ¿qué significaba lo que acababa de ver? ¿era una aparición? ¿era su conciencia por no cumplir la promesa y desear vengarse de Sasuke? ¿alucinaba por el agua que tragó del mar? negó con fastidio, no tenía tiempo, aún estaba en peligro, caminó lentamente analizando lo que acababa de suceder.
Mientras caminaba a momentos podía ver la imagen del Uchiha caminar delante suyo y desaparecer en la nada, lo guiaba, estaba seguro de ello, como si le estuviera dando la bienvenida. Mientras caminaban podía ver a la distancia la enorme estructura destruída, la fortaleza Uchiha, la pelea entre Sasuke e Itachi había dejado en ruinas el lugar. No ocupaba mucho, un pequeño hueco para resguardarse sería suficiente, observó a la distancia al Uchiha parado sobre las ruinas, no dudó en seguirlo, cuando llegó cerca suyo un pequeño hueco en la fortaleza se veía, Naruto sonrió ligero- gracias -Itachi simplemente lo veía, desapareció del lugar nuevamente entre el viento alrededor de la fortaleza.
El rubio observó un momento perdido el lugar donde el sujeto había desaparecido, suponía esta era su forma de agradecer, sonrió ligero, a la mejor sí se había vuelto loco, bajó colándose por el pequeño hueco, se arrastró unos metros hasta ver unas escaleras casi intactas, bajó con cuidado usando la rama del árbol que lo había ayudado a llegar hasta ahí, llegó hasta una gran puerta metálica, con sus manos empujó un poco la pesada puerta usando lo que le restaba de energía hasta que entró, abrió sus ojos de golpe al sentir una gran brisa fría salir de la fortaleza, estaba bastante sorprendido, el lugar estaba casi por completo en pie a excepción de un montículo de piedras que había caído del derrumbe, la zona parecía una arena de combate con un trono al fondo, caminó lentamente observando armas tiradas en el suelo, suponía por la pelea de aquella vez, se introdujo en un pasillo, lo primero que ubicó fue una cocina y un gran comedor, parpadeó con sorpresa, siguió explorando, sonrió al ver regaderas en el lugar, no había luz, la corriente eléctrica había pasado a mejor vida durante su combate, sus grises se abrieron al ver un pasillo lleno de habitaciones, mordió sus labios con un puchero evidente, entró con cuidado a las habitaciones buscando algo de ropa, no encontrando nada, tenía que haber algo, siguió su camino, en la última habitación abrió con cuidado el lugar oscuro, se acercó al clóset, sus ojos se abrieron al ver ropa y algunos artículos personales, tragó pesado al ver una foto sobre un estante, Itachi con su familia, eran sus cosas, mordió sus labios conteniendo sus emociones, observó al hijo de puta de Sasuke sonreír como una persona normal, era pequeño en la imagen- idiota, eres un completo idiota hijo de puta- guardó la foto en una pequeña caja que contenía artículos personales del Uchiha, suspiró hondo buscando algo que pudiera quedarle, sonrió al ver ropa de cuando Itachi salió de Konoha, le quedaría perfecta, el azabache era bastante más alto que él, pero esta ropa era de su juventud como anbu, la tomó con cuidado junto a los artículos de limpieza, caminó directo a las duchas esperando no se hubieran dañado las tuberías, al llegar giró una llave, sonrió con emoción, era agua fría, eso no importaba, dejó las cosas, sin dudar se desnudó, entró con velocidad en la limpia agua, era tan malditamente refrescante, abrió su boca tomando agua con desesperación, tenía mucha sed, comenzó a ahogarse, sonrió con diversión al sentir un poco de seguridad en el lugar.
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