Capítulo 45

Genma abrió sus ojos bastante -mierda -sacó su tanto colocándolo a la mano, preparó su senbon. Itachi sacó sus dos tantos y kunais con sellos explosivos de su sello, los puso a su espalda, liberó su sello de peso, cambió sus ojos a unos verdes y ocultó sus características ojeras. Naruto tronó su cuello con un par de kunais bajo su capa, liberó sus sellos de peso, colocó un sello en su evidente panza de embarazo para ocultarla.

-Vamos Raido, no seas tan idiota, ya me cansé de esperar, necesito un baño urgente, tenemos semanas caminando sin destino, estoy emocionada maldita sea- el shinobi suspiró con fastidio -lo sé, pero hay protocolos de vigilancia, debes entender que el que las liberaran simplemente es extraño, más aún con el sello de maldición, ya sabes- Anko apretó el ceño- mierda, maldito hijo de puta, entiendo, el desgraciado me tiene jodida-

La Mitarashi giró su mirada, sonrió con diversión al ver quién llegaba -¿vienes por tu nena bastardo?- Genma la alcanzó, la abrazó con fuerza besando sus labios, la chica rodeó su cuerpo con sus piernas -te extrañé mi lady de las serpientes, creí que te había perdido- ambos rieron con diversión. Anko giró su mirada, apretó el ceño al ver a los dos sujetos a su espalda- ¿quiénes son ellos?- bajó del cuerpo de su novio, Genma sonrió- es nuestra líder, Tomoyo y su guardia, tienen magia hermosa, tratarán de eliminar tu sello de maldición -la pelimorada apretó el ceño con duda- si Jiraiya-sama no pudo ¿qué diferencia hay con ustedes?- Naruto suspiró con dolor recordando a su Ero-sennin, Itachi respondió con seriedad -Jiraiya-sama era una eminencia en el sellado, nadie puede compararse con él, pero mi pareja tiene un poder especial ¿nos permitirás ayudarte?-

Anko mordió su mejilla observando a la chica- es linda, cuídame Genma o me cambió de bando o tal vez me les una ¿ya viste a este hombre? es hermoso- una gota les cayó a todos. Naruto sonrió con diversión recordando a la chica- no te golpeo porque también me consideraste bastarda- otra gota les cayó a todos. Itachi le dio un suave coscorrón a su pareja -no hagas que me ponga celoso, haz tu magia por favor -Naruto rio con diversión, se acercó a Anko concentrándose en acumular energía de la naturaleza, la Mitarashi se giró bajando de más su blusa por el hombro -oye nena, no hay que enseñar tanto, me pones inquieto -la mujer de las serpientes sonrió con locura a Genma -es lo que quiero cariño, llevo encerrada bastante, tómalo en cuenta -Genma se enderezó con un sonrojo evidente, negaron con fastidio -Genma-san, Raido-san, Yugao-san, conmigo, cubramos sus espaldas, no sabemos las intenciones de esta gente- asintieron poniéndose en guardia.

Itachi le dio un tanto a la otra pelimorada, era parte de su equipo anbu cuando era niño, sabía su especialidad, las espadas, pero no traía una con él. Naruto abrió sus ojos con los mieles del modo sabio, se ocultó tras la chica, era de su tamaño, tocó el cuello de Anko- dolerá, debes soportar, no hay más opción -la chica asintió doblándose de dolor al sentir la energía verde entrar en él sello- aaaaaahhh por kami- Genma, Raido y Yugao estaban nerviosos -vamos Anko, siempre haz sido una bastarda, aún recuerdo aquella vez en los exámenes gennin, lamiste mi mejilla sin permiso, tómalo como compensación -susurró Naruto. Anko abrió sus ojos bastante al reconocer al chico, sonrió con emoción, dolor y locura mezclados -¡maldita zorra bastarda!- el Uzumaki sonrió con diversión al escuchar su grito, el sello brilló con fuerza, un ente blanco salió de su cuerpo. Naruto no perdió tiempo, no lo dejó desarrollarse, evidentemente era Orochimaru, paralizó su cuerpo, lo selló en su tatuaje de almacenamiento en su mano, respiró hondo perdiendo el modo sabio, lo sellarían en el Remolino. Anko se derrumbó respirando agitada -mier… da… maldito desgraciado, Orochimaru siempre jodiendo mi vida, te debo otra vez la vida zorrita-

Naruto sonrió con cariño ayudando a la chica a levantarse, afiló su mirada. Kurama le advirtió sobre una energía negativa cerca -Itachi -el azabache asintió- aquí viene- se pusieron en guardia, una serpiente se movía a gran velocidad por el bosque, se detuvo de golpe creando una polvareda, el Uchiha apretó el ceño al reconocer al sujeto -es Kabuto- susurró, Naruto asintió- Genma, Raido, Yugao, cubran a Anko- el shinobi cargó a su novia que apenas podía mantenerse en pie, el Uzumaki recuperó su modo sabio, aún mantenía energía de la naturaleza en su cuerpo.

-Vaya, esperaba encontrar a Naruto-kun entre ustedes ¿alguno sabrá dónde se encuentra y fuera tan amable en indicarme?- sonrió con una evidente burla sintiéndose superior, la serpiente observó a Anko y a los dos shinobis que la cubrían, los ubicaba, eran insignificantes, giró su mirada a la chica castaña de ojos verdes tras la pelimorada, apretó el ceño al ver marcas color negro en su rostro, no la ubicaba, tal vez pertenecía a un clan, aunque su energía era similar a la suya, energía natural, sus ojos de serpiente la veían con cuidado, el modo sabio de los sapos era distinto, no podía ser el Uzumaki -dime, tu modo sabio ¿a qué invocación pertenece?-

Naruto afiló su mirada, sonrió con burla- sólo sé que es superior a tu patética transformación- Kabuto apretó el ceño- mi modo sabio es perfecto -el Uzumaki no quitó la burla- nunca dije que no lo fuera, simplemente dije que era inferior -la serpiente apretó el ceño cabreado, giró su mirada observando al sujeto alto, no había henge en ellos, no los ubicaba, no sentía sus chakras, se comenzaba a desesperar- ¿quién demonios son ustedes?-

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