Capítulo 18


-En verdad ocupo un baño, empiezo a oler a cadáver -Naruto sonrió con diversión- olvídalo, olía yo peor en esa prisión, no me afecta tu aroma, imagina, no tenía un maldito retrete- el Uchiha negó con fastidio y molestia por lo que tuvo que pasar el Uzumaki- ¿estarán seguros bajo el genjutsu?- Itachi asintió- lo están, no te preocupes, kuro los está vigilando- Naruto asintió con duda- la aldea aún mantiene tu nombre en el puente, puedo ver que trataron de destruir el enorme letrero, lo repararon -el rubio suspiró preocupado -sólo espero que estén con vida- Itachi asintió- caminaban observando lo silencioso del lugar. El rubio se sentía intranquilo, abrió sus ojos con terror, la aldea estaba destrozada, corrió a gran velocidad hacia la cabaña de Tazuna, la abrió de golpe -¡Inari! ¡Tazuna! ¡Tsunami! -negó con terror, estaba vacía, caminó por las habitaciones azotando puertas con desesperación- no puede ser, no, ellos no, mierda- comenzó a llorar con miedo.

Itachi lo veía con cuidado, lo vio salir de la casa corriendo, abrió cada casa en esa aldea, no había nadie- ¡noooooooo maldito!- lloraba con dolor y frustración, se dejó caer con frustración golpeando el suelo bajo su cuerpo una y otra vez- ¡Inari!- gritó con coraje. Itachi giró sus onix poniéndose alerta- sal de ahí ¿quién eres?- Naruto levantó su rostro con duda, giró su mirada, abrió sus ojos demasiado, se levantó con velocidad, corrió arrollando al chico quien comenzó a llorar con desesperación - ¡Naruto! volviste ¡lo sabía! ¡sabía que regresarías, sabía que no estabas muerto!- el rubio lo abrazaba con fuerza, ahora Inari era más alto que él -¿dónde está Tazuna?- Inari se separó, lo vio con dolor- lo tiene en una prisión no muy lejos de aquí junto a muchos rebeldes, los aldeanos de la Ola están conmigo -

Naruto limpió su rostro más tranquilo, estaban con vida- ¿Tsunami?- Inari sonrió -está con el resto de nosotros, nos ocultamos en una playa no muy lejos de aquí -Naruto negó -traelos, irán conmigo -Inari abrió sus ojos bastante -¿a dónde? todo está rodeado, tiene a sus perros por todo el maldito país -el Uzumaki negó- consigue un barco donde puedan entrar ustedes más un grupo más- Inari asintió- no será difícil, hay bastantes abandonados en la zona, nos vemos en la noche en el puerto del bosque, sé que te acuerdas como llegar, gracias por volver- el rubio sonrió amable viendo a Inari correr lejos del lugar. Itachi apretó su hombro, vayamos por el resto- Naruto asintió más tranquilo.

….

Por la noche con ayuda del genjutsu llegaron con la gente hasta el puerto en el bosque. Naruto sonrió al ver a Inari, Tsunami y muchos de los aldeanos, había gente nueva, suponía refugiados, se hicieron visibles- Inari -el castaño sonrió al ver que eran más personas- ya tengo el barco- Inari colocó una tabla unida al barco- suban, no tenemos mucho tiempo -asintieron, Itachi se paró detrás del grupo, activó su sharingan cubriendo a los aldeanos y al barco en un genjutsu, subieron lentamente en silencio, Tsunami abrazó a Naruto con fuerza -gracias a kami estás con vida, estaba muy preocupada por ti- Itachi parpadeó con duda, la señora era bastante parecida a su madre, negó con tristeza y añoranza -volví Tsunami, rescataremos al viejo borracho, ya veras-

Inari y su madre sonrieron con emoción, los pescadores levantaron el ancla y la madera por dónde subieron, cerraron la escotilla, prepararon el mástil y las velas, el barco de madera comenzó a avanzar -hacia el Remolino, Inari- abrieron sus ojos con terror- pero Naruto, ese lugar es peligroso ¿los remolinos y la tormenta? -el rubio sonrió amable- es mi tierra Inari, me recibirá con los brazos abiertos- el constructor asintió con duda. Itachi se colocó junto al rubio en la proa- ¿estás seguro? ni siquiera los shinobis más experimentados se acercan, se dice que cuando el sello se activó, la isla expulsó a los invasores- Naruto asintió- mamá me explicó como hacerlo aquel día que tomé el chakra de Kurama, no necesito chakra, no te preocupes -Itachi asintió con duda.

Mientras avanzaban el mar comenzaba a alborotarse, las olas crecían con violencia -¡mamá! ocúltense dentro de la bodega de carga, sosténganse con las cuerdas- Tsunami asintió, abrió una escotilla- ¡bajen por aquí! ¡muévanse!- Yuta vio a Naruto esperando órdenes -siga a Tsunami, Yuta, todo estará bien- el castaño asintió llevando a su gente bajo la escotilla. Naruto suspiró hondo ayudando con las velas junto a Itachi y el resto de los marineros. La lluvia se soltó en una tormenta llena de relámpagos y viento- ¡este maldito clima no nos dejará llegar Naruto!- el rubio negó a Inari -confía en mí, es la isla protegiéndose, no teman- asintieron, el barco se tambaleaba con violencia, durante más de una hora así ocurrió, el Uzumaki se aferraba a una cuerda con fuerza, cada vez era más difícil. Itachi tomó su mano al ver que el viento estaba por levantarlo, jaló de él hasta tenerlo en su pecho, con chakra se anclaba al barco. Naruto veía con sorpresa al Uchiha, sonrió ligero algo avergonzado- gracias -el mayor negó con calma- ayúdame a llegar a la proa- Itachi asintió, caminó con él hasta llegar a la proa.

Naruto se aferraba al mayor sin querer salir volando, sonrió divertido, nadie en el pasado los hubiera visto de esta forma, limpió su rostro del agua, se paró en el barandal de la proa viendo los imponentes remolinos girar con furia tragar todo a su paso, tragó pesado con algo de miedo y vergüenza. Kurama le dijo que confiara en las palabras de su madre aquella vez. Itachi lo sostuvo con fuerza de la cintura por la espalda -no me sueltes o me mato ¿ya viste?- el azabache sonrió al escuchar su grito.

Naruto sacó un kunai poniéndose serio, cortó la palma de su mano, tiró algo de sangre en el mar, el agua y el viento la recibió, abrió sus manos, gritó con fuerza -¡Remolino, escucha mi voz!- lo vieron con sorpresa, más al ver un rayo caer no muy lejos de ellos -escucha a tu amo, escucha al heredero de tus tierras, de tu legado, escúchame a mí, Uzumaki Naruto, príncipe del Remolino- lo veían con duda, las nubes comenzaron a abrirse lentamente dejando los relámpagos de lado, el mar comenzó a calmarse, la lluvia era una ligera brisa ahora, los imponentes remolinos se calmaron, abrieron sus ojos demasiado al ver la enorme isla que la niebla cubría, la luna brillaba entera con fuerza sobre la isla.

Naruto sonrió con diversión -¡llegamos!- gritó con fuerza- Inari despierta ¡ahí está el puerto!- el chico asintió perdido, giró viendo que estaban a salvo, pero se estrellarían si no detenían el barco- cierren las velas, lancen las anclas- los marineros obedecieron, el barco comenzó a detenerse- vamos muy rápido Itachi, saca a ese enorme ser y detenlo o destruiremos el barco- el Uchiha tenía una gota en la nuca, brincó con velocidad delante del barco, sus ojos giraron en un mangekyo sharingan eterno, brillaron en rojo- ¡Susanoo!- el gigante apareció a medio cuerpo deteniendo el avance del barco de golpe. La gente rodó un poco en la madera al impacto. Naruto levantó el rostro mareado- mierda, extraño el maldito chakra-

Itachi sonrió ligero, cayó frente a él desapareciendo al susanoo, lo ayudó a levantarse -lo sé, pero esto es un pequeño bache en tu camino, ahora vayamos a explorar príncipe del Remolino -el rubio se puso de un rojo intenso- bastardo ¿no ves que fue humillante?- Itachi sonrió ligero al verlo contento de ayudar a la gente y conocer sus tierras, vieron a la gente bajar y correr por la playa con emoción gritando que eran libres. Naruto sonrió suavemente, recordó a toda esa gente que dejó atrás -aún cabe bastante gente ¿no lo crees?- el rubio levantó sus azules hacia Itachi, parpadeó con duda- pienso que mucha gente más merece la libertad -el Uzumaki observó la hermosa isla, abrió y cerró sus labios tratando de decir algo, pero no sabía qué.

-Naruto-sama- el rubio abrió sus ojos bastante, negó con velocidad -no, nada de Sama, por el momento soy Tomoyo, no quiero que me encuentren- asintieron entendiendo. Inari y su madre se acercaron escuchando a Yuta -gracias por traernos a este hermoso lugar, nuevamente estamos agradecidos -Naruto sonrió amable- vayamos todos, no conozco la tierra de mis ancestros, sólo sé que fue destruida- asintieron, caminaron lentamente por la selva, mientras avanzaban la aldea de Remolino se hacía visible. Naruto vio con tristeza las ruinas de esa enorme ciudad- la ambición humana ocasionó esto Itachi, los Uzumakis eran un clan amable a favor de la paz, su único delito eran sus riquezas y conocimientos, malditos desgraciados- el Uchiha asintió- ahora estás aquí, tal vez puedas regresar su gloria, tal vez su príncipe debería tomar las riendas de su gente, piénsalo- Naruto abrió sus azules bastante, sonrieron al escuchar al Uchiha, seguirían al Uzumaki al fin del mundo, le debían su vida todos los presentes.

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