Capítulo 15

El Uchiha giró su mirada viendo el rostro del menor, por alguna razón deseaba ver esas gemas azules llenas de brillo como hacía años se reflejaban en el chico, toda su luz y alegría se habían apagado, estaba conciente que era por su culpa, se sentía culpable de las acciones de Sasuke, regresó su vista al frente, observó la cueva donde peleó con Kabuto- en aquella esquina continúa el camino de regreso-

Itachi asintió, ambos veían los cadáveres regados en el camino, era lamentable, corrieron por algún tiempo dentro del laberinto hasta salir del lugar. Naruto respiró hondo el aire al igual que Itachi. El Uchiha sonrió al ver el exterior, parpadeaba tratando de adaptar la luz, tenía años sin disfrutar la luz y las imágenes nítidas -por fin respiro, maldita cueva, me hacía sentir extraño- el rubio bajó de la espalda del chico, se agachó un poco recuperando el aliento -gracias Itachi, hubiéramos durado el día entero en salir-

El Uchiha asintió con seriedad- ¿a dónde iremos?- Naruto giró sus grises- ¿me acompañarás? ¿ya lo pensaste bien? es tu hermano -Itachi lo observó con seriedad -sabía que esto podía ocurrir, te lo dije aquel día, mis ideales no han cambiado, la paz del mundo ninja es prioridad, mucha gente sufre por mis decisiones, es hora de corregir, no tengo más qué pensar -el Uzumaki lo vio con cuidado, su mirada se afiló con molestia -idiota -Itachi abrió sus onix con sorpresa -es posible que lo hayas traumado, pero era su decisión cambiar, le tendí mi mano, le prometí ayudarlo como muchos otros, se negó, esa fue decisión suya, es un maldito adulto, ya no es tu responsabilidad, ya no es tu pequeño e inocente hermano, sus decisiones no son tu problema, es simplemente un delincuente más con poder, grábatelo en la cabeza-

Naruto giró, caminó con total calma. Itachi lo veía alejarse, había quedado un poco en shock por sus palabras, caminó tras de él hasta alcanzarlo, lo observó con cuidado, no sólo su imagen había cambiado, había madurado de una forma cruel, en silencio ambos avanzaron adentrándose en el bosque.

-¿Cuál es tu plan?- Naruto suspiró hondo- destruir a tu hermano y a cada uno de los malditos traidores que me dieron la espalda, esos tiempos donde era un héroe, terminaron, no pienso sacrificarme más por nadie, aprendí mi lección -Itachi lo vio con cuidado, podía ver miedo en su mirada, dolor, coraje, era evidente que se sentía traicionado, siempre había sido muy transparente el chico a su lado, era algo que le agradaba bastante de él -¿por qué rescatarme? fui tu enemigo, puedo traicionarte también -Naruto sonrió ligero- a ti también te han traicionado, tu vida fue una mierda como la mía, me has ayudado bastantes veces cuando simplemente pudiste ver hacia otro lado, aún casi muerto pensaste en mí, dejaste un genjutsu para ayudarme, es verdad que pude dejarte ahí, pero sentí que te lo debía, además, tienes honor- Itachi abrió sus onix ligeramente, sonrió ligero sintiéndose mejor, ambos caminaron en silencio disfrutando el ruido del bosque.

….

Itachi observaba la fogata con cuidado, giró su mirada viendo los grises del rubio observar las llamas con seriedad, se veía perdido -durmamos, aún falta bastante -el Uchiha lo vio con cuidado -hay que hacer guardia -Naruto sonrió ligero -como quieras, sólo te advierto que nuestro destino está a semanas de aquí, vamos a la ola, cerca de ahí hay un lugar para refugiarnos -Itachi asintió con cuidado analizando- si te llevo será más rápido -el rubio levantó un leve puchero, suspiró con fastidio, no le gustaba sentirse débil -ya veremos- se dio la vuelta cubriendo su rostro con su brazo.

El Uchiha lo observó con cuidado dormir analizando nuevamente al chico con más calma, se había quedado en su estatura desde la última vez que lo vio, tal vez dos o tres centímetros había crecido, su cabello ya no estaba en picos, caía sobre su espalda, era algo largo y opaco, suponía por la desnutrición que sufrió en la prisión. Tenía evidentes cicatrices en sus brazos, una en su mejilla y frente, el maquillaje cubría sus marcas, pero esas cicatrices lograban reflejarse en su rostro, sus manos se veían maltratadas, su espalda ya no era ancha, era delgada al igual que su cuerpo, debía reponerse poco a poco ahora que no había chakra del zorro, se veía frágil. Sonrió al escucharlo roncar un poco, tal vez no había dormido bien todo este tiempo por miedo a ser capturado, en verdad confiaba en él, no lo defraudaría, le debía bastante también, cerró sus ojos descansando, aunque su posición alerta no se perdió.

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