Capítulo 11

El Uzumaki suspiró hondo- en cinco días estaremos en la montaña cementerio, en cuanto recuperemos a Itachi nos iremos al Remolino -Kurama abrió los ojos observando a Naruto -entiendo, en la isla entrenaremos adecuadamente, has avanzado, pero no es suficiente, coloca más peso en las mancuernas de tus manos y piernas- el rubio asintió, paró a medio camino, sacó las nuevas mancuernas de la mochila, las colocó en su cuerpo, cuando estaba guardando la última mancuerna escuchó un leve ruido no lejos de él, giró sus ojos afilándolos, sacó un kunai con cuidado, tomó su mochila, la puso en su espalda, estaba por correr y huir cuando escuchó un grito- ayudaaaaa-

El Uzumaki giró con duda, pensó un momento, por ayudar al maldito mundo terminó así, pero la voz era de un niño, negó con fastidio, corrió con velocidad y sigilo por los árboles, al llegar a la escena vio a una señora desmayada ser jalada de su largo cabello, estaba lastimada como si hubiera tenido una larga pelea, había bastantes shinobis derrumbados al paso, pudo observar a algunos con un sello de maldición como el que tenía Sasuke, apretó el ceño con duda. Dos pequeños eran arrastrados, ambos estiraban sus manos hacia la mujer, gritaban con desesperación, giró sus grises, había un hombre sangrando sin conocimiento con ropas parecidas a los niños, se parecía a los pequeños, era su padre, había más hombres muertos a lo lejos, la pareja era evidentemente de Shinobis, fueron emboscados -mamaaaaa- negó con fastidio, sacó dos kunai, brincó en el aire, cayó sobre ambos sujetos- aaaaaahhh -enterró los kunais en sus nucas, levantó su mirada fría, ambos pequeños lloraban abrazados en el suelo, su mirada mostraba terror- no nos lastime por favor señor-

Naruto suspiró con fastidio, sacó de su bolsa una venda, giró hacia el hombre herido junto a los niños, levantó su playera, tenía un kunai enterrado, mordió su mejilla, recordó una herida similar cuando acosaba a su abuela en el hospital mientras atendía a un herido, mordió sus labios al recordar a Tsunade- mierda- sacó un poco de gasa, hizo una bola con esta, al sacar el kunai introdujo la gasa en la herida obstruyendo la salida de sangre, colocó una nueva gasa sobre la herida, al final lo vendó con fuerza, observó a la señora, la movió un poco, la mujer abrió sus ojos débilmente, de repente los abrió bastante -mis hijos ¿dónde están? no les haga daño- los pequeños se lanzaron sobre ella- ¡mamá!-

La señora los abrazó con fuerza- señora, necesitamos salir de aquí, pueden atacarnos -la mujer asintió con miedo, con ayuda de los pequeños se levantó -gracias niña, creí que moriríamos, nos tomaron por sorpresa, parecen monstruos- vio a su marido con dolor- ¿estará bien?- Naruto negó -no lo sé, debemos apurarnos ¿hay algún poblado cerca?- la señora asintió- a un kilómetro de aquí, está oculto entre el bosque-

Naruto cargó al señor en su espalda -¿puedo ayudarte?- el rubio negó -tome a los niños, debemos correr- la mujer asintió con miedo, cargó a sus hijos de cuatro y cinco años, ambos corrían por el bosque, el rubio giró su mirada -están tras de nosotros cachorro, ten cuidado, son tres hombres, siento un chakra conocido- Naruto apretó el ceño con preocupación - ¿quién es?- el zorro bufó -Mitzuki- el rubio mordió su mejilla cabreado- ¿sientes el sello de maldición en él?- el bijuu no dudó en responder -aún está con él ¿qué harás?- el Uzumaki giró su mirada, afiló sus grises, paró de golpe- nos siguen, síganme- asintieron.

El rubio vio una madriguera, bajó al señor con cuidado metiéndolo en el hueco, lo cubrió con ramas de olor que arrancó junto a un árbol, tomó a los pequeños y a la señora, bajo un árbol los ocultó, puso bastantes arbustos sobre el hueco- no hagan ruido, no salgan por nada del mundo- asintieron con terror. Naruto se embarró de lodo el cuerpo, colocó ramas olorosas en sus bolsas, colocó con velocidad cable ninja en distintos puntos, colocó kunais en ellos, preparó senbon con el líquido paralizante más fuerte que tenía, era capaz de derrumbar a un jinchuriki aún con la capacidad de recuperación de este, Kurama le ayudó a crearlo por si existía algún problema en el camino, trepó un árbol de dos brincos, se escondió en un pequeño hueco, sabía que la trampa sólo los distraería, sólo tenía una oportunidad, afiló su mirada viendo a Mitzuki llegar a la zona- ¿dónde están malditas escorias? nos pertenecen ¡salgan!- seguía siendo el mismo imbécil arrogante.

Naruto esperó su momento -no sean estúpidos, no podrán con nosotros- el rubio los vio confiados burlándose, últimamente pasar por civil era bastante conveniente, no esperaban que se defendiera, además, el ataque sorpresa siempre había sido su especialidad, sumando el avanzado entrenamiento en sigilo de su Ero-sennin, Mitzuki bajó la mirada observando cable en el suelo, apretó el ceño- ¡estúpidos! es una trampa- brincaron alejándose, pero la trampa venía desde arriba.

Los kunais salieron disparados de entre los árboles, en el aire los sujetos se enfocaron en ellos tratando de esquivarlos, el cable ninja se tensó logrando que perdieran equilibrio y se enredaran en él. Naruto desde el árbol lanzó los senbons guardando uno más en sus labios -aaaaaaaahhh- de inmediato los shinobis rango chunin se paralizaron. Mitzuki se resistía -aaaaaaaahhh desgraciados- la marca maldita se activó en el nivel dos nuevamente. Naruto apretó el ceño, lo vio estrellarse en un árbol y derribarlo con facilidad, sus movimientos cada vez eran más débiles, sonrió con burla, con sigilo brincó, jaló un último cable que derrumbó al ex sensei- ¿dónde demonios te escondes?- Naruto cayó sobre su espalda con todo el peso que llevaba con él de las mancuernas, enterró a Mitzuki en un pequeño cráter -ahh- el rubio susurró con burla y maldad tras su nuca- nos volvemos a encontrar sensei-

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