Uzu capítulo 32

Uzu capítulo 32

El joven jinchuriky se permitió el lujo de relajarse notando como el cálido tacto del agua templada abrazaba su cuerpo cansado y sucio, evitó pensar en todo lo que tenía que hacer de ahora en adelante para evitar así quebrar por completo el ambiente tranquilo y relajante que se había creado a su alrededor tras abrir la llave del agua, se lavó todo el cuerpo con tranquilidad demorándose un poco quizás, ya que al otro lado de la puerta estaba Sakae Uchiha, su primera prometida, apremiándole para que terminara de una vez y bajara a comer, Naruto bromeó un poco con ella preguntándole si el motivo para tanta prisa era la incontenible necesidad de ella para verle y besarle a lo que solo recibió un escueto "hmpf" como respuesta, habían cosas que nunca cambiarían por más que el tiempo pasara e hiciera mella en todos ellos, pero eso era una de las cosas que precisamente le agradaban de la vida, cosas que van cambiando con el pasar del tiempo y otras que permanecen ahí como efigies imperecederas que lo resisten todo sin sufrir ni un ápice. Tras haberse lavado con mucha, muchísima tranquilidad, el muchacho de ojos zafiros secó su cuerpo con una toalla y procedió a vestirse con una yukata gris con ligeros toques en negro y el glorioso símbolo de su clan, el remolino de los Uzumaki, bordado con hilo de oro en su espalda y solapas, destacando orgulloso en la prenda. Naruto salió del cuarto de baño y descendió por las escaleras encaminándose a la cocina en donde Hinata Hyuga permanecía preparando algo, que para el hijo del Yondaime, olía delicioso, con mucho cuidado para evitar hacer ruido, se dispuso a sorprenderla y abrazarla de la cintura por la espalda, sus pasos, silenciosos como los que un depredador que acecha a una presa indefensa le llevaron a estar a unos pocos centímetros de la princesa del byakugan que tarareaba una dulce canción mientras veía como la comida iba tomando un olor delicioso y una pinta apetitoso, antes de que el rubio pudiera rodear la con sus brazos, la voz de Sakae rompió por completo la acción sigilosa del joven de cabellos dorados.

Sakae: Qué le ibas a hacer a Hinata, Ero-dobe?.- Los 2 aludidos por las palabras de la Uchiha dieron un respingo volteándose a ver a la usuaria del Sharingan que los observaba de brazos cruzados apoyada en el marco de la puerta que daba al salón desde la cocina.

Hinata: Qu-qué me ibas a... hacer Naruto-kun?.- Cuestionó la ojiperla al chico con su habitual tono tímido.

Naruto: Yo?.- Respondió el aludido señalándose a si mismo con falsa inquietud.

Sakae: Sí, tú, porque básicamente no hay nadie más en esta casa aparte de nosotros 3 y porque nadie aparte de tu maestro y Kakashi podría ser tan pervertido...

Naruto: Quizás Hiruzen jiji... siempre leía los libros del Ero-sennin cuando pensaba que nadie estaba viéndolo.- Contestó con una mano en su mentón a modo de verse reflexivo.

Sakae: No te andes por las ramas...- Cortando de raíz cualquier intento del muchacho por desviar la atención de sus propósitos para con la Hyuga.- Qué ibas a hacer?.

Naruto: Darle un abrazo sorpresa.- Dijo con naturalidad provocándole un sonrojo a Hinata y que Sakae alzara una ceja no estando muy conforme con la respuesta que había recibido.

Sakae: Tu a mí no me engañas... por casualidad no pensabas en tocar sus pechos verdad?.- La pregunta hizo que los colores en el rostro de Hinata subieran de intensidad mientras que un leve rubor acompañado de una ligera sonrisa hacían acto de presencia en la cara del jinchuriky.- Así que era eso... eres un pervertido de campeonato Ero-dobe...

Naruto: Me parece a mí que alguien está celosa.- Habló con una sonrisa burlona el joven Uzumaki.- Ven aquí que te dé un abrazo.- Prosiguió comenzando a acercarse a la mujer que le observaba con mirada impasible, la mujer se dejó abrazar por el muchacho sin hacer mucho por evitarlo, notó como una de las manos del hombre que la rodeaba con sus brazos descendía por su espalda baja hasta posarse en su trasero para apretarlo posesivamente.

Sakae: Lo que yo te decía... eres un pervertido...- Musitó al oído de su prometido pues esta se había puesto de puntillas.

Naruto: Sí, pero no veo por ningún lado que esa faceta de mí te desagrade...- manoseando con más ahínco el trasero de la mujer que gimió tenuemente en su oído.

Sakae: Mientras que esa faceta tuya solo sea para mí o para Hinata... si descubro que eres así con otra... me encargaré de quemarte vivo con las llamas negras de mi amaterasu... hasta que no queden ni las cenizas de tu cadáver...- El Uzumaki tragó saliva con miedo incluso a romper el abrazo, por suerte para él, Hinata acudió en su ayuda comentando que la comida estaba lista, Naruto Uzumaki era un tipo con mucha suerte.

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Habían pasado un par de horas desde que los 3 habían terminado de comer, estuvieron hablando animadamente, por lo menos en el caso de Naruto e Hinata pues Sakae siempre había sido una mujer de escasa conversación, poco después de que el único varón de la casa les comentara que iba a salir con rumbo a la librería de Konoha y abandonara el lugar, Sakae decidió que saldría al jardín a practicar un poco para evitar aburrirse, invitó a la Hyuga a unírsele, pero la doncella de ojos sin pupila rechazó su proposición alegando que saldría para visitar el complejo de su clan.

Naruto ingresó en el local saludando al propietario y a varios clientes que le devolvieron el gesto con grandes sonrisas y algunas reverencias, el ojiazul caminó por los pasillos repletos de estanterías y libros buscando alguno que pudiera resultarle útil para sus propósitos, sin embargo, la tarea estaba resultando más complicada de lo que podía esperarse, pues solo había encontrado novelas de todo tipo, manuales shinobi para todos los rangos, recetarios de cocina, libros de historia, manuales de supervivencia, revistas... para caballeros y un largo etcétera que no podrían serle menos útiles, estaba por tirar la toalla e ir a la torre hokage para preguntarle a Kakashi cuando la voz del dependiente del comercio se escuchó a sus espaldas.

Dependiente: Naruto-sama, puedo ayudarle en algo?.- Preguntó el hombre, un tipo de cabello canoso pero de complexión fuerte, cualquiera diría que un tipo así pudiera dedicarse a vender libros en vez de estar forjando armas en una función.

Naruto: Pues... ahora que usted me lo pregunta, sí, estoy buscando algo que me pueda ayudar con un problemilla que tengo...

Dependiente: Y podría usted ser más preciso si me permite la pregunta? conozco todo el inventario de este negocio.- Habló con cortesía el hombre de anchas espaldas y rostro robusto pero a la vez amigable.

Naruto: Pues... como describirlo, necesito un libro que me pueda ayudar a entender el comportamiento humano, la sociedad, psicología de masas...- El dependiente se llevó una mano al mentón pensando detenidamente si él contaba con algo parecido a la descripción de su cliente en el stock de su tienda, lamentablemente, no lograba recordar que dispusiera de algún libro que se acercara mínimamente a lo que le pedía el rubio Uzumaki.

Dependiente: Ahora mismo no recuerdo tener algo así... lo más parecido que he tenido aquí fueron unos libros de autoayuda para poder sociabilizar con otras personas... pero francamente, eran una estafa que solo alguien muy raro compraría...- Naruto sonrió con un poco de picardía, sabía perfectamente quien encajaría en el perfil que le estaba describiendo el hombre frente a él.

Naruto: En ese caso, lamento haberle hecho perder el tiempo...

Dependiente: Oh!!.- Exclamó el hombre como si se sintiera dolido por las palabras del chico.- Créame que no ha malgastado mi tiempo en absoluto, espero que pueda encontrar lo que busca en algún sitio.- El hombre acompañó al rubio hacia la salida del establecimiento con una sonrisa y se despidió de él con el típico "vuelva cuando desee".

Naruto caminó tranquilamente por las calles de Konoha recibiendo muchos saludos y reverencias, algo a lo que ya se había podido acostumbrar y por ende, sabía como actuar para no perder demasiado tiempo, su caminar le llevó directo a la torre hokage a la cual entró, subió las escaleras y tocó la puerta que daba al despacho del Rokudaime, no sin antes preguntar abajo si este se encontraba en el lugar, tras recibir un "pase", abrió la puerta encontrándose con su antiguo sensei y para su sorpresa, con su otra compañera de equipo que le miraba con la misma mirada que el tenía grabada en su rostro, sorpresa.

Kakashi: Naruto... qué te trae por aquí?.- Cuestionó el hijo del legendario Colmillo Blanco de Konoha sentado tras su gran escritorio, el cual... estaba bastante ordenado por cierto.

Naruto: Bueno... pues vine para hablar un poco contigo, pero antes de pasar a eso...- Sus ojos azules se clavaron en la chica de cabellos rosas como el cerezo el flor que se sintió un poco incómoda.- Que haces aquí Sakura? alguna misión o problema? si puedo preguntarte...- La ojijade sintió una puntada de dolor al no escuchar el sufijo cariñoso detrás de su nombre, se había acostumbrado a escucharlo... y se le hacía doloroso y extraño no volver a oírlo... sabía perfectamente lo que pasaba, no era una mujer precisamente estúpida, podía mirar entre bambalinas y escudriñar que el repentino cambio de Naruto en su forma de referirse a ella tenía que ver con su otra compañera de equipo, Sakae... esa mujer lo había apartado de ella... pero... no podía hacer nada... por lo menos de momento, la voz de Naruto volvió a ella sacándola de su trance.

Naruto: Sakura, estás bien?

Kakashi: El caso es que Sakura me está echando una mano como mi asistente provisional a petición mía.- Salió al paso el archiconocido ninja copia.

Naruto: Oh, eso está muy bien.

Kakashi: Me dirás el motivo de tu visita? no quiero sonar apresurado, pero hay mucho trabajo por hacer y no podemos estar aquí cruzados de brazos son hacer nada.- Naruto asintió cruzándose de brazos.

Naruto: Antes de empezar, me gustaría que Sakura nos dejara a solas, si pudiera ser...- Los ojos zafiro del muchacho se clavaron como puñales sobre la rosada que seguía un poco desconocida sin saber que decir, estaba bloqueada. (aclaro que no había ninguna maldad ni desprecio en este gesto de Naruto).

Kakashi: Sakura...- Habló el hokage llamando nuevamente la atención de su extrañamente despistada ayudante.- Podrías dejarnos a solas?.

Sakura: P-por supuesto...- Contestó con voz nerviosa la joven la cual ya se había percatado de que estaba haciendo el ridículo con tanto ensimismamiento. La ojijade caminó con parsimonia hasta la puerta del despacho no sin antes recibir una disculpa de su compañero de equipo por hacer que tuviera que abandonar la habitación, esta le sonrió a modo de tranquilizarlo y abandonó la estancia cerrando la puerta tras ella.

Naruto: También ordena a tus anbus que se vayan...- El peliplata chasqueó sus dedos y el rubio dejó de sentir la presencia de los guardaespaldas del Sexto.- Y por último...- Murmuró el ojiazul introduciendo su mano derecha en el interior de su yukata a la altura del pecho sacando un papel que el líder de Konoha reconoció al instante.

Kakashi: Un sello de silencio... no te estás pasando un poco?

Naruto: No... con estas cosas merece la pena prevenir a curar...- Colocando el sello en la pared del lado derecho de la puerta.









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