(RINA)

Intenté huir de Jin muchísimas veces, pero no lo había logrado, tuve que entrar a uno de los baños que había en aquella casa, en sí no sabía a cual había entrado, Jin me dió indicaciones desde afuera de que no me dejaría salir hasta que toda la ropa mojada que traía estuviera fuera de mi, no tuve otra opción que hacerlo, quitando toda mi ropa, excepto la interior, me sequé con la toalla que antes tenía, y aunque estaba avergonzada, no tenía otra opción. Jin sin parecer acosador o pervertido, solo estiró un brazos hacia dentro, dándome lo que supuse que era ropa. Aquel baño tan blanco, brillante y limpio, olía a shampoo, de seguro alguien se había acabado de bañar. Abrí aquella ropa que el mayor me había dado, era grande...y de hombre.

—Es de Jungkook, se pondrá felíz verte con esa ropa—habló adivinando lo que veía, me sonrojé al instante, el calor se apoderó de mí, y hasta me dió por sudar, ¿iba a dejar de ponerme tan nerviosa algún día?

—Gracias —dije apenas levantando un poco la voz.

Era un camisa de botones, gris, recordé averlo visto con una parecida una vez en un video. Me dió la curiocidad de olerla y así lo hice, olía exactamente igual a el, tal y como lo había sentido cuando me abrazó, o cuando al terminar los fansing que su perfume se me quedaba impregnado en mis manos, dulce, pero a la vez muy varonil, a veces pienso que su perfume va a corde con su personalidad, por que Jungkook es dulce, bueno, cariñoso aunque un poco tímido, y a la vez puede ser varonil y sexy. Miré la otra pieza, eran unos pantalones olgados, que a simple vista estaba claro que me iban a quedar enormes, por yo ser tan corta de piernas, tenía un letrero Puma en un costado.

Me coloqué, la camisa me quedaba bien a bajo, casi por la mitad de mis muzlos, y los pantalones se me arrugaban en los tovillos por lo largo que me quedaban, se sintió algo extraño usar ropa de hombre que no sea tú papá, si, yo usaba ropa de mi papá, pero usar ropa de Jungkook es otra cosa. Me miré en el espejo de aquel baño, mi cabello estaba en proceso de secarse, estaba en la parte de al frente seca pero las puntas aún estaba mojadas, sentía que la tela de la camisa se adería a mi espada por el cabello mojarla. Doblé mi ropa mojada, y salí con ella en la mano.

—¡Que tierna! —dijo Jin cuando salí del baño, estaba con la cabeza gacha pareciendo una niña pequeña cuando la alagan —Deja que Jungkook te vea —me sonrojé sin evitarlo, al parecer la tímida con los hombres era yo y no Jungkook con las mujeres.

—Jin oppa, yo aún no soy nada de Jungkook, no piense nada aún —dije con un puchero que al parecer Jin le pareció muy tierno por que sonrió.

—Lo sé, pero estoy seguro de que serán novios —hasta me gustó la idea, pero eso es algo...imposible.

—¿Sabe? Siempre viví con la idea de que nunca en mi vida los iba a conocer, que nunca iba a tener la oportunidad de darle esa canción que hice con tanto esmero, que nunca iba a conocer a Jungkook, o que cuando lo viera, iba a pasar desapercivida siendo una army mas, pero ahora que está pasando esto, me parece todo tan...irreal, y si es un sueño, no quisiera despertarme nunca —Jin me miraba con una sonrisa de lado, pasó una de sus manos por mis hombros, el era muchísimo mas alto que yo, y hasta que el mismo Jungkook.

—La vida es así, nunca sabemos donde ni cuando nos van a dar la oportunidad que tanto esperamos, pero cuando te dan la oportunidad, es mejor no dejarla ir —medité unos segundos las palabras de Jin.

—No se si Jungkook siente algo por mi —dije con toda sinceridad, lo miré a los ojos, aún sonreía.

—Lo siente, lo que no está claro, te puedo asegurar, que nunca ví a Jungkook prestarle atención a una chica como lo hace contigo, lo cautivaste, solo que el empujón final, tiene que ser de tu parte —sonreí antes sus palabras, realmente parecían los concejos de una madre y me hacían ver positivo.

—Gracias Jin —por primera vez desde que entré a esta casa, sentí que me relajé

—No agradezcas nada —se separó de mi —ven, te envolveré esa ropa mojada para que te la lleves —Asentí siguiendolo, entramos a lo que supuse que era su habitación.

Me quedé mirando cada detalle, era muy sencillo todo, lo que algo...lujoso.

—Hyung ya Ri... —me volteé de inmediato, encontrándome con los ojos exprecivos de Jungkook, lo ví sonrojarse cuando me escaneó de pies a cabeza, y yo no pude evitar hacer lo mismo.

—A que está linda ¿eh? —Jin me dió una volsa con mi ropa dentro posándose a mi lado, Jungkook aún me observaba.

—Creo que ya si es hora de irme, te devolveré la ropa cuando...te vea de nuevo Jungkook —dije sonriendo nerviosamente.

La verdad es que no tenía idea de si lo iba a ver de nuevo o no, de todos modos, el beso había sujido de la nada, y el no me había pedido ser su novia ni nada por el estilo.

—¿Jungkook, no te vas a ofrecer a llevarla? —los dos miramos a Jin, parecía en estos momentos cupido o yo que sé, ¿tan bien le había caído?

—No es necesario... eh... Yo iré en taxi —dije tratando de evitar aquello.

—No hay problema, yo te llevo —captó mi atención el pelinegro.

Caminé hasta ir a su lado, bajamos los tres juntos, a bajo, los demás estaban viendo la televisión muy concentrados, solo hasta que sintieron mi precencia y voltearon todos a mi.

—Guau, outfits Jungkook girl —mis mejillas definitivamente iban a explotar.

—Chicos, fué muy lindo conocerlos, espero verlo nuevamente —hice una reverencia como acostumbran ellos a hacer en Corea, para después ver a Jungkook venir a mi lado con un abrigo grande negro.

Todos se despidieron de mi y salí en compañía de Jungkook de la casa, nos pusimos los zapatos que habíamos dejado en la entrada. No mencionamos ni una sola palabra, esperé unos instantes hasta que el chico se detuvo al frente de mí con un auto negro. Hubiese preferido irme en un taxi, ya que estoy mas que segura que allí dentro con Jungkook iba a hacer el hambiente terriblemente incómodo. Abrí la puerta contraria a la del piloto, sentando al lado de Jungkook.

Por un momento el aire acondicionado del interior del auto me heló, haciendome sentir mas frío de lo normal, pude sentir el aroma de Jungkook allí dentro, o tal vez era la camisa que traía puesta.

—Mi ropa te queda...—lo miré cuando habló, parecía buscar las palabras indicadas para decirme— mejor que a mi —nuevamente me había sonrojado, y el frío desapareció.

—Gracias —y arrancó el auto, la verdad es que aún no recuerdo haberle dicho a donde debe llevarme —¿Sabes a donde llevarme? —cerró sus ojos y al parecer quiso golpearse —Tranquilo, yo te iré diciendo —lo tranquilicé.

En el trayecto al hotel, lo único que se escuchaba eran mis idicaciones a Jungkook, hubiese podido decirle el hotel y ya, pero para apagar el silencio incómodo, preferí ir indicándole para estar mas entretenidos en todos el trayecto. Cuando estuvimos ya al frente del hotel, quise bajarme, pero una enorme mano fría, me lo impidió.

—Rina...

—Jungkook~ah, no se preocupe, si hablamos del beso, nos avergonzaremos, y nos veremos pateticos, yo también lo disfruté —no sabía por que había dicho eso, pero hizo que el chico se sonrojara e hiciera una sonrisa tierna.

—Yo quiero seguir viendote —pero antes de que dijera algo mas, salí del auto, le díje adiós por el cristal y entré al hotel.

No podía negar que había sido un día, bonito y a la vez loco, primero estaba avergonzada por las cosas que le había dicho a Jungkook sin saber quien era, pero después del beso, hasta se me olvidó, ¿y Jungkook? ¿sentirá lo mismo que yo o tengo que ayudarlo?

(💜💜💜)