💜𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙙𝙤𝙘𝙚💜

(RINA)

—¿Me vas a decir a donde fuiste anoche y por qué volviste con ropa de hombre? —interrogó Ana, había dormido como una bebé, sin que en la cabeza me estuviera martillando lo que había pasado con Jungkook, con la excepción de que anoche dormí bien por que no dejé de pensar en el beso, bajo la lluvia, tal y como en un dorama, de esos donde los protagonistas sueltan amor por sus poros y casi siempre son felíces al final ¿me pasará a mi? ¿tendré un final felíz?

—La ropa es de Jungkook —solté como si fuera lo mas normal del mundo, miré a Ana, que se había quedado de piedra y Richel, que al parecer iba al baño, se detuvo en seco y me miró.

—¿Qué? —ese fué Richel, que no pudo evitar sorprenderse.

—¿Tuviste una noche salvaje con Jeon Jungkook de BTS en donde te arrancó toda la ropa y por eso viniste a esas horas y con ropa de él? —me sonrojé de inmediato.

—Claro que no, mi ropa está intacta, solo que mojada —sabía que habían malpensado mis palabras, suspiré —Me ví con Jungkook ayer, para hablar sobre lo que había pasado, saben, lo de que no me había dicho que era JJ97, pero nos cogió la lluvia, me llevó a la casa donde comparte con los chico, Jin me insistió en cambiarme de ropa por que la mia estaba mojada y me dió esa ropa —dije, excluyendo un único detalle que no se lo contaría por que iba a ser un caos.

—¿Viste a Jimin? —los ojos de Ana brillaron

—Si, te manda saludos —dije mirando hacia un punto de la habitación.

—¿Enserio? —se emocionó.

—No —bufó, había jugado con ella y me reí, Richel me observaba desde atrás de ella un poco como estudiandome.

—Que pesada eres —le lancé una almohada dandole en el rostro y me la lanzó igual, estaba ya de buen humor, cuando estamos solos, como en estos momentos, hablabamos español, solo de vez en cuando lo practicabamos para no perder la práctica, ya que estabamos en Corea, pero en momentos así, era mejor hablar nuestro idioma.

Nos detuvimos en nuestra guerra de almohadas cuando en la puerta se escucharon unos toques.

—¿Esperan a alguien? —pregunté arrugando mi entrecejo mirando a mis dos amigos.

—No, si ni siquiera conocemos a alguien en Corea —nos confundimos, Ana caminó hacia la puerta.

Aproveché para entrar al baño y cepillar mis dientes, escuché ruidos desde afuera, así que salí, con el cepillo aún dentro de mi boca.

—¿Quién era? —dije.

—La verdad es que te buscan a tí —abrí mis ojos como platos al ver a dos chico, uno un poco mas bajo que el otro, ambos con cubrebocas negros y gorras, también vestían de negro, con excepción de que uno traía un suéter blanco que decía Puma en negro, sabía quien era uno, y tal vez el otro también pero no estaba del todo segura.

Me había quedado en shock, uno de ellos se quitó el cubrebocas, y me enseñó su rostro, efectivamente era Jungkook, me sonrió un poco y algo nervioso, tratando de evitar con sus ojos mirarme, hasta que me percaté del porqué, joder, mi pijama, andaba en plena pijama delante de ellos. Me puso roja al instante y no sabía que hacer.

—Hola —me saludó por fin, fijando sus ojos solo en mis ojos.

—Hola —apenas y podía hablar con el cepillo dentro de mi boca, no dejé que se alargara mas y entré al baño cerrando la puerta.

Me apresuré en terminar de lavar mis dientes y darme un baño rápido, me coloqué la ropa que Ana me dejó en el baño para que no tuviera que salir, cosa que le agradecí, ya que había olvidado cogerla antes de entrar, para luego salir, donde todabía se encontraban Jungkook, y el otro era Jimin, ambos estaban sentados en el sofá de aquella habitación que compartimos desde que llegamos a Corea. Jimin parecía reirse mucho con Ana, quien estaba a su lado hablándole y el riendo, Jungkook miraba toda la habitación distraido, localicé a Richel hablando por teléfono en el balcón, sonreía de vez en cuando mientras hablaba. En la curiosa y distraida mirada de Jungkook por toda la habitación, me encontró a mi en su recorrido, deteniendose, y sonriendo. Me sonrojé, no creo que deje de hacerlo mientras sea el quien me mire. Me acerqué, llamando la atención de Jimin y Ana.

—Siento que me haya comportado así —dije algo nerviosa.

—Oh, no te preocupes —dijo Jimin sonriendo haciendo que sus ojos desaparecieran.

—Nosotros dos veníamos a...a —se puso nervioso.

—Jungkook vino por que quería invitarlos a los tres a comer algo mañana en la noche en nuestra casa —terminó Jimin por que al parecer Jungkook no podía, Richel que se había unido a nosotros, escuchó.

—Bueno, a mi me parece una buena idea —dijo Ana, que era mas que obvio que estaba derretía con Jimin al lado.

—No lo sé —dudé, ganando todas las miradas de los precentes, mis amigos me miraban con cara de: ¿Enserio Rina?

—Digannos la hora y allí estaremos —Richel me abrazó por los hombros haciendo como que me callara.

—¿A las ocho estaría bien? —propuso Jimin, Jungkook solo me miraba.

—Es perfecto, que Jungkook le envie la dirección a Rina y ahí estaremos —dijo Richel, me pude percatar de que Jungkook no me miraba a mi, sino miraba la mano que Richel tenía sobre mi hombro.

—Okey, nos tenemos que ir —caminamos con ellos hasta la puerta —Fue muy lindo conocerlos, nos vemos mañana —se despidió Jimin saliendo con Jungkook, quien no mencionó ni una palabra, solo me observaba y ya, o observaba otra cosa.

—Dios es realmente grande —Ana se tendió en la cama con sus brazos abiertos —Jimin dice que soy muy divertida —reí por eso.

—Está mas que claro que Jungkook vino solo por ver a Rina —miré mal a Richel que sonreía malvadamente.

—No es sierto, ya escuchaste, es una invitación —dije enseñandole la lengua

—una invitación que venía dirigida solo a tí, solo que les dió pena invitarte a tí sola estando nosotros precentes —rodeé los ojos, su realismo me estresaba.

No dije nada. Fuí al balcón, mirando hacia la cuidad, pensando en como Jungkook miraba la mano de Richel que me rodeaba los hombros, intenté leer su rostro, pero no lo comprendí, no mostraba nada en concreto para yo entender ¿que había sido eso? Pensé que no vería mas a Jungkook hasta el concierto que iban a hacer, pero al parecer me e vuelto a equivocar, ahora siento que me persigue, o que intenta hacer todo lo posible para estar cerca de mi.

—¿Pensando en Jungkook? —me sobresalté al hayar a Richel al lado mio, no respondí —Claro que piensas en él, si antes pensabas en él, ahora mas después de haber un beso de por medio —lo miré con los ojos bien abiertos.

—Yo no...

—Para mi eres un libro abierto, no creas que no me dí cuenta que excluiste esa parte al contarnos su encuentro ayer, y la mirada de Jungkook hoy, me confirmó que había algo mas —solté un suspiro, de Ana podía esconderlo, pero se me había olvidado que Richel, me conoce mas de la cuenta.

—Sin detalles, me pongo muy roja solo de pensarlo —toqué mis mejillas con la palma de mi mano y el rió.

—Vale, pero no me vuelvas a ocultar nada —asentí y el me abrazó.

—¿Cuando es el fansing de BlackPink? —pregunté cuando nos separamos del abrazos.

—En unos días ¿irás? —miré hacia los demás edificios de Seúl.

—Venga, no perdería una oportunidad como esa, y estoy segura que Ana también, así no nos guste del todo ellas —lo sentí abrazarme nuevamente.

—Eres la mejor.

—Lo sé —dije con aires de superioridad sonriendo.

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