Capítulo 6
Dedicado a: JackRo05.
—Te pedí que me lastimaras, no esto.—Louis veía molesto a su amigo.
—No está tan mal.—Excusándose, mientras intentaba contener la risa.
—Zayn…¡Me desviaste el puto tabique!
Los chicos caminaban por los pasillos del hospital de la localidad buscando al padre del moreno. Louis había pedido a su amigo que le golpeara para aparentar el haber sido asaltado.
— Tu cara ya estaba así de desfigurada, no me culpes a mí. —Se burló
—Dios...—Aún molesto.—Tengo varias costillas, sabes, por qué no vas…¡Y me las quiebras todas de una vez!
—¿Puedo?—Louis negó con la cabeza, e intentó, no matar a su único amigo.
Louis estaba distante. Así que recapitulaba las cosas en su mente:
Will ya sabía que le habían estado suplantando.
Le había mentido a Harry (otra vez) diciéndole que había sido asaltado.
Zayn tenía un buen gancho izquierdo.
Por el momento estaba tranquilo, sabía que Harry no se atrevería a ir a su casa, también sabía que no tenía la menor idea de dónde estaba la casa de Zayn (porque era allí donde él le dijo al rizado que se encontraba). Además del hecho de que William estaría muy desconcertado en este momento.
Claramente no contaba con que el rizado hubiese buscado el apellido “Malik” en el directorio telefónico, encontrando el número del padre de Zayn, como médico.
Uniendo los puntos de forma correcta, (como generalmente lo hacía) dedujo donde poder buscarlo. Así que terminó caminando por los pasillos del hospital.
Harry no tenía específicamente un plan, y eso era raro en él, quizás solo se acercaría y le diría al hombre algo como “Oye, conozco a tu hijo, ¿Puedo ir a tu casa?”
No, eso sonaba mal.
Vagó por algunos minutos hasta que vió a lo lejos al moreno amigo del castaño.
Louis venía caminando detrás de Zayn, Harry al notarlo comenzó a correr hacia ellos.
—Oh, mierda. Ricky Ricón viene para acá.
—¿Quién?—Más concentrado en su dolor que en lo que le decía Malik.
—Tu novio falso...—Se quedó pensando unos segundos en el nombre del chico.—¡Henry!
—Su nombre es Harry. —Rodó los ojos.— Alto, joder. No puedo dejar que me vea así.
—Yo te veo normal, solo tienes un poco morado el rostro. Nada más.
—Zayn...¡Tengo puesto un maldito plástico en la nariz! Ayúdame a esconderme, quieres.
—Bien, bien. Solo quédate detrás de mí, yo intentaré distraerlo.
Harry llegó finalmente con ellos.—Oigan, los he estado buscando.
—Sí, de hecho. Ya nos íbamos…”William” tiene que descansar.—Habló Zayn.
—¿Por qué está pegado a tu espalda? Aún puedo verte, sabes.
—Ah, es que no quiere que veas que el ladrón le desfiguró la cara.—Se movió a un lado dejando a Louis expuesto.
El rizado lo observó, tan indefenso y cansado.
—Ese ladrón es un idiota.—Dijo el castaño.
—Un idiota muy guapo.—Agregó Zayn.
Interrumpiendo, sin entender la conversación de los otros dos. —¿Quieren que los lleve a su casa?—Preguntó Harry.
El moreno había estado intranquilo desde el momento en el que William apareció en su puerta. Casi llorando y reclamándole el haber traicionado su amistad. Exigiéndole que le contara todo lo que sabía. Y se sentía aún más culpable porque estuvo apunto de hacerlo.
La noche anterior, William Tomlinson, quién fue su amor platónico desde que era un niño había llegado al extremo de intentar besarlo.
Es decir, sí, de hecho, lo hizo. Lo hizo después de hacerle muchas preguntas que se negó a contestar.
Zayn estaba dolido, porque después de todos estos años, lo único para lo que le había servido su patético amor no correspondido era eso. Un beso falso y cínico.
Porque detrás de un William que no podía Andar en bicicleta, estaba un Pequeño Zayn sujetándolo para que no cayera. Detrás de él como una sombra; pero luego estaba Louis, su compañero de toda la vida, su confidente, su hermano.
Probablemente se habría enamorado de Louis si William no existiera.
Se preguntaba si Will fue su amigo alguna vez en realidad, o si siempre lo vió como una forma de conseguir cosas. Así que ahora, si tuviera que elegir entre ellos dos, elegiría una y otra vez a Louis.
Tenía cincuenta llamadas perdidas de Will pidiéndole que se encontraran. Así que intentó zafarse para darle ventaja a su amigo.
—Puedes llevar a Louis a la suya. Tengo algo urgente que hacer.
Susurrando entre dientes.—No quiero ir a mi casa, allí está... tú sabes quién.
—Lo tengo cubierto, vete con él. Luego te explicaré.—Le dijo tranquilo.—No se metan en problemas, por favor. Adiós, cuídalo.— Ahora a Harry.
Se dió la vuelta para salir al estacionamiento. Una vez afuera, sacó su teléfono llamando a Will. Al terminar la llamada, subió a la motocicleta y se marchó a su cita.
Louis caminaba lento porque le costaba ligeramente respirar. Harry, a su lado intentaba no
reírse al verlo tomar aire por la boca.
Caminaron afuera, Tomlinson esperaba ver a Liam esperándolos allí; más no fue así.
El rizado le guío hasta un auto negro, desactivó la alarma y le indicó que subiera.
Una vez dentro, desconcertado.—¿Desde cuándo tienes un auto? No, no. Más bien, ¿Desde cuándo sabes conducir? Alto, sí sabes conducir, ¿Cierto?, ¿Tienes licencia?—Paranoico.
Rodó los ojos ante su actitud.—Sé conducir digamos que desde los trece años, me dieron este auto hoy en la mañana y, tengo permiso de aprendiz.
—¿Estuviste en la comisaría y te regalaron un auto?—Incrédulo.
—De hecho, fue porque dije que no quería molestar más a Liam, porque dije que le tengo miedo a las calles de Londres, ah, y porque papá me debe una.
—Tu padre parece muy... flexible.
—No lo es, simplemente pasa que las personas harían muchas cosas por cubrir una infidelidad.
Louis se quedó en silencio. No esperaba que el rizado dijera algo como eso, él creía que los problemas familiares era algo muy delicado. Y la forma en la que el chico hablaba de eso sin ningún tapujo mientras veía fijamente el camino le parecía extraño.
—¿Estás bien, quieres hablar sobre eso?
—No sé si estoy bien. Es solo que, no esperaba algo así.—No dijo nada más por un rato.
El castaño vió por la ventana que se habían alejado del área residencial, pasando su casa. Harry había conducido por unos quince minutos, empezaban a cruzar por una carretera llena de árboles.
—¿A dónde vamos?
—Ya lo verás.
Minutos después se orilló, llevando el auto a través de un sendero de tierra. Se estacionó.
—Espero que no estés molesto conmigo. Y si lo estás me disculpo de antemano, ya sabes. Por si planeas matarme y dejar mi cadáver acá.
—Oh, vamos. No seas dramático, solo sígueme.
Bajó del auto con su mochila en la espalda, esperando unos momentos a Louis, cuando este llegó a su lado, lo tomó de la mano para guiarlo.
El otro no había notado que estaban frente a una cabaña de madera. Observó a Harry sacar las llaves de su bolsillo para abrir.
—Espero que no le hayan cortado la electricidad a este lugar.—Murmuró mientras entraban.
Louis no sabía que las cabañas podían ser así de lindas. Era como una mini casa, con una habitación, una cama, sofá, cocina.
Se sentó en lo que parecía ser una pequeña sala comedor.
El otro pareció empujando una mesa hasta él y vaciando unos libros sobre esta.
—¿Qué es todo esto?—Dijo viendo a Harry.
—Anoche...dijiste que necesitabas estudiar. Y que en tu casa sería muy difícil así que te he traído hasta acá para que lo hagas, puedes venir siempre que lo desees.
Asombrado.—Esto es muy tierno de tu parte pero…
—Pero nada, te callas.—Se dejó caer en el sofá, a su lado. —Sé que estás lastimado y que no puedo obligarte a estudiar, pero cuando mejores lo haré.
Sonrió, y recostó levemente su cabeza en el respaldo del mueble.
—Gracias, Hazz.
El susodicho se quedó callado por un largo tiempo, tanto que hasta hizo pensar que Louis que estaba dormido. Estar allí le traía...recuerdos.
—Liam y yo... jugábamos cuando éramos niños. Papá se sentaba a leer justo aquí y nosotros salimos a jugar. Por alguna razón, la madre de él empezó a acompañarnos a venir. Un día, nosotros peleamos. Yo comencé a llorar y corrí hacia el interior de la cabaña, cerré la puerta para que no me siguiera. Entonces ví a mi padre y a su madre teniendo relaciones en ese sofá de allí. —Dijo señalando un taburete frente a ellos.
Otra vez, no sabía qué decir. Ese tipo de cosas podrían haber marcado a cualquier niño.
— ¿Qué hiciste?
—Nada, me quedé allí parado hasta que ellos me notaron. Se asustaron mientras intentaban vestirse, además de que mi padre me hizo prometer que nunca en mi vida se lo diría a alguien. Lo curioso es que, el padre de Liam aún estaba con vida cuando eso pasó. Y a la fecha, sigue pasando.
—¿Estás tratando de decirme que conseguiste estás llaves porque chantajeaste a tu papá con eso? Yo no soy quién para darte una clase de moralidad. Pero eso suena malvado.
—También conseguí un auto. No lo olvides. —bromeó.—Como sea, él tiene cosas que perder y yo cosas que necesito. Ambos ganamos.
—¿No te sientes culpable...ya sabes por tu madre?
—Ella hace casi lo mismo. Así que, no.
Se detuvo a observar al castaño.
Harry leía demasiado, tenía expectativas demasiado altas de lo que pasaría cuando se enamorara. Expectativas que incluían a un chico perfecto, y pulcro; pero luego estaba este chico Tomlinson, con su cabello despeinado, y sus tonterías.
Entonces pensó, quizás su historia no era convencional, y quizás él no tendría al príncipe azúl. Él era demasiado común pero tenía ese algo que le hacía preguntarse, ¿Qué pasará? Era provocativo, como los protagonistas de las historias que leía.
Quizás lo único azul de su príncipe serían sus ojos.
Volvió a hablar sin pensarlo.
—Oye, ¿Puedo besarte?—Preguntó tomando desprevenido al otro.
Y Louis, bueno. Cerró los ojos en aprobación.
*
Zayn se encontró en una cafetería con William.
Seco, le dijo.—¿Qué quieres?
El otro tragó con fuerza, su intento de seducir a Zayn, realmente fue lo que le quitó a su amigo.
Si te gusta la historia compártela con tus amigos. Me gustaría llegar a más personas.
Manténgase con vida. J.S
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