Había sido vecina de la familia Jonas desde que tengo memoria.

Vivíamos en esta zona de la ciudad no porque pudiéramos costearlo, era una de las mejores manzanas, y gracias a que el tío de mi padre se la heredara, es que no teníamos que preocuparnos donde vivir.

Y el que fuéramos vecinos continuos a los Jonas no era casualidad. El tío Kepner junto con el abuelo Jonas habían creado una muy famosa disquera en la ciudad, y aunque mi tío le había vendido sus acciones al abuelo Jonas, bueno, habían sido muy buenos amigos de toda la vida, como para mantener a sus familias lo más unidas posibles.

Manteníamos buena relación entre nosotros, algunas navidades ahí, otros año nuevo acá, compañeros de clase, vacaciones... bueno, todo lo que los buenos amigos habrían querido.

En casa, solo éramos papá y yo. Mamá había fallecido hace ya muchos años en un accidente de auto cuando venía de regreso de visitar a su hermana, mi tía Jamie.

Aunque para papá fue difícil, siempre estuvo muy al pendiente de mi, a pesar de las circunstancias, trabajo demasiado para sacarnos adelante, hasta el día que sufrió una fractura que no lo deja caminar bien; por eso es que también el tío John no solo nos había dejado la casa, sino también un apoyo económico que es lo que nos mantenía a flote.

Trataba de ayudar lo más posible, había terminado ya la universidad,así que mantenía un trabajo por las mañanas en la disquera en el área de marketing y por las tardes

Regresando a la familia Jonas, Kevin padre, Denise y sus hijos siempre han sido parte de mi vida. Denise ha sido una amiga y guía para mi, era la figura materna que tuve después de la muerte de mi madre, por más esfuerzo que hiciera mi papá no todo podía hacerlo él. Kevin padre y él eran grandes amigos, obvio se conocían de hace muchos años, en algún tiempo los dos habían sido incluso pasantes en la disquera cuando aún la manejaban su tío y su padre respectivamente, ahora se juntan todos los viernes en nuestra casa para ver los partidos.

Mientras que sus hijos, bueno, habían sido como mis hermanos, Kevin, Joe, Nick y Frankie. Nick era con el más convivía, nos llevábamos unos cuantos meses de diferencia, así que fuimos siempre en el mismo curso, teníamos gustos similares y bueno, era mi mejor amigo.

Kevin es el mayor de ellos, así que siempre actuo como tal, dando consejos de hermano mayor, nos regañó alguna vez, pero siempre me trato con mucho cariño. Y aunque ahora ya vive con su esposa, Danielle y sus bellas hijas Alena y Valentina, visita a su familia con frecuencia.

Luego sigue Joseph. Bueno, con Joe la verdad es que nunca nos hemos llevado mucho, ya que cada quien está en sus asuntos. Mientras que el pasaba la mayoría del tiempo con sus amigos del curso o ayudando a su padre, yo me la pasaba con los demás miembros de su familia, así que bueno, no le caía muy bien el hecho de que mientras su madre me adoraba y consentía (Siempre quiso tener una hija y bueno, 4 varones la agotaban), a el siempre le llamaba la atención cuando éramos niños. Así que con el paso del tiempo, aprendimos a coexistir. Un saludo ocasional, algún abrazo simbólico e incómodo en las fiestas, lo máximo que podíamos hablar del otro era comentarios sarcásticos frente al otro como si no estuviera... Lo nuestro era ignorarnos, como un pacto silencioso.

Hasta hace una semana, cuando falleció el abuelo Jonas, y nos citaron a Joe y a mi a la lectura del testamento como representantes de nuestras familias.

Y bueno, parece ser que en vida los grandes amigos lo habían notado tambien, así que decidieron obligarnos a dejar de ignorarnos.