CAPITULO 31

Navegando

Pasaron varios días desde que se rompió la maldición de Hayden. El señor William decidió ayudarnos para que llegáramos a la Ciudad de Metal, por lo que escribió una carta a la princesa donde solicitaba una audiencia.

"Respetable princesa Angélica.

En esta misiva, solicito a usted una audiencia, donde llegarán a su presencia dos personas que tienen como misión encontrarse con usted.

El oráculo Uta ha designado que deben llegar a sus tierras y dirigirse a su majestad para poder hablar con el oráculo Tib.

Llevan con ellos regalos de parte de la aldea Willgoll, por lo que esperamos que sigamos teniendo relaciones comerciales con la gran ciudad de Metal.

Sin más que decir y agradeciendo de antemano su amable recibimiento,

Sir. William

Gobernante de Willgoll."

—Jóvenes, acabo de enviar un ave mensajera al castillo de Metal — Nos dice el Señor William a Hayden y a mí — En aproximadamente dos horas llegará el ave a su destino, pero el camino de ustedes es un poco más largo, así que es necesario que partan lo antes posible. Viajarán en bote.

Hayden le extiende la mano al Señor William y él le responde estrechándola firmemente.

—Gracias Sir William, por acogernos y protegernos.

—Fue un gusto muchacho, me ayudaste mucho con mi papeleo, y también tuve el placer de ver como la malvada Hogat se quedaba sin un ojo, jajajajaja...

Wow.

Fue una sorpresa escuchar esas palabras de parte del Señor William, pero Hogat fue la que vino a buscar pleito, así que tuvo su merecido.

De repente me acordé de las palabras del oráculo, que no sería la última vez que veríamos a esa malvada gigante, así que debía hacer todo lo posible para poder defenderme cuando llegase ese momento.

Salimos de la oficina, y nos dirigimos a la habitación para organizar las cosas que nos habían regalado los señores dueños de la casa, también organizar los regalos que le entregaríamos a la princesa en cuanto nos reuniéramos con ella. Y pensar que hace varios días atrás, ambos andábamos con harapos y pasando hambre.

Fuimos al puerto de la aldea, el rio de día se veía más imponente, la otra orilla estaba muy lejana, casi parecía el mar. Y cuando el vi el barco... ¡Que barco! Era espectacular, no era muy grande, pero si se veía bien lujoso, con velas que lo adornaban y dibujado en medio de la vela frontal, un círculo con dos puntos, podría decirse que estaba dibujado un botón.

Ese era el símbolo de la ciudad de Metal, y el transporte por agua estaba totalmente monopolizado por esa ciudad.

Empezó a pasar por mi mente emoción y temor. Anteriormente les había dicho que me faltaba por hacer muchas cosas en la vida, y adivinen que... Tampoco he montado en barco.

Subimos por una gran tabla con varios listones clavados en ella, se extendía desde la cubierta hasta el muelle donde había atracado. Y debo decirles que el viaje en barco fue lo peor que he experimentado en mi vida.

Al subir al "bote" como le dijo el Señor William, aunque más parecía un barco tipo velero; llegamos a un camarote con dos pequeñas camas, un escritorio y un closet pequeño. En el barco se transportaban muchas personas, pude ver la diversidad de la población de Leviv.

Apenas el barco empezó a andar, el mareo se apoderó de mí, y solo pensar que tardaríamos dos días en llegar a la ciudad de Metal, hacia que mis desvaríos fueran más frecuentes, no tuve más remedio que pasar ambos días en el borde de la cubierta, asomada y devolviendo hasta la bilis.

El viento soplaba amablemente sobre mi cabello recogido en una cola de caballo, Hayden me ayudaba trayendo frutas cítricas y líquidos, pero el pobre al verme en esa situación también empezó a experimentar nauseas.

—Hayden.... — dije casi agonizando — perdoname, nunca había navegado.

—No te preocupes — me responde — no todos pueden soportar navegar.

Su cara se torna verde, por lo que asoma su cabeza por la borda y expulsa todo lo que lo atormenta.

—Ves, ahora somos compañeros de vómito... — me dice — espero que ahora que lleguemos al mar no sea tan movido.

Se me quiso bajar la presión, por lo que le supliqué que volviéramos al camarote y durmiéramos para evitar tantos desastres. Realmente esperaba que el mar fuera calmo.

Lástima que en el mar se encontraba una pequeña tormenta, que hacía que el velero se balanceara bruscamente, tanto así que nos tomó por sorpresa y caímos de nuestras camas. El susto era tremendo, me sostenía de una barandilla, mientras que por la ventanilla se veía como las olas rompían en el casco del barco. Hayden se acercó a mí, para no dejarme sola, el golpeteo de las olas hacía que de vez en cuando nuestros cuerpos se juntaran bruscamente, pero no era un momento romántico, por lo menos no, hasta que una gran ola golpeó e hizo que nos levantáramos de la cubierta, y como la gravedad de Leviv es rara, nos quedamos suspendidos por un corto periodo de tiempo, donde nuestros pechos se juntaron, su cara estuvo cerca, pero tan cerca de la mía, que al bajar suavemente, y mientras el barco se movía, caímos sobre mi pequeña cama, sus brazos rodeaban mi espalda y todo su cuerpo reposaba sobre el mío.

Tras una hora de golpeteos fuertes, se sintió tranquilidad, y al pasar unos minutos, se escuchó al capitán del barco anunciar:

¡Hemos atracado en la cuidad de Metal!


Continuará...



Sigan disfrutando de esta historia, pronto subiré más capitulos.

Pizzas virtuales para todos...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top