~24~

TaeHyung no había dormido, se encontraba nervioso y no sabía a quién recurrir con exactitud. Seok Jin había salido hacía dos horas y no había llevado su celular consigo.

Maldecia al universo entero por la forma en que se había confesado tan abruptamente, no era tarea fácil decirle a tu alfa que años atrás habías perdido tu embarazo y desde ahí habías simplemente desarrollado un terror al dejar tu hogar. ¿Cómo iba a decirle a Seok Jin que elegir ver a su hermano crecer era una caricia y a la vez un desgarre para su corazón?

Su cachorro tendría la edad de YeonJun, TaeHyung a veces dejaba volar su imaginación, pensando en como luciría un niño o niña con sus ojos y los labios de Seok Jin. Cómo hubiera sido su vida sino hubieran intentando atacarlo y a causa de eso, perdido su embarazo. Ciertamente no había sido fácil, cada vez que recordaba los ojos de su alfa y como su corazón se rompía con la noticia, TaeHyung no estaba seguro si había hecho bien el mantenerse alejado de Seok Jin.

Las amenazas a su vida estaban relacionadas a que era o sería algún día el Omega de Seok Jin, y que estos rebeldes eran los mismos que habían secuestrados omegas en el pasado. Y niños pequeños sin casta alguna. Claramente se trataba de formar un batallón de cambiaformas, obligando a los "civilizados" a unirse a ellos o terminar quien sabe cómo. TaeHyung había unido hilos los últimos minutos en su estado desesperado de esperar por Seok Jin.

Se había comido las uñas y la bilis le había subido y bajado más de una vez. Su lobo interior aullando de dolor y tristeza, necesitando a su alfa y sabía que su alfa lo necesitaba a él. ¿Por qué Seok Jin no volvía aún? Sabía que podía aborrecerlo ahora, él no podría estar lejos mucho tiempo, estaban conectados y sabía que su alfa estaba desesperado por él.

El teléfono de Seok Jin sonaba minutos más tarde y lo respondía con desesperación.

- ¿Hola, sí? ¿Seok Jin?

-TaeHyung, muchacho

- ¿Señor Min? ¿Seok Jin est-...?

-Ven a mi biblioteca cuánto antes y ten cuidado por favor, Seok Jin está aquí conmigo.

El llamado era finalizado y TaeHyung no veía a través de las lágrimas que nublaban su vista mientras tomaba las llaves del auto de Seok Jin, el alfa sólo había bajado a despejar su cabeza, sin teléfono, sin auto, sin nada. ¿Cómo había llegado hasta donde estaba el señor Min y por qué? TaeHyung se preguntaba mientras conducía si Seok Jin le había contado algo al respecto. Él sabía que había obrado mal y parte de él se avergonzaba, otra parte había vivido mucho tiempo con temor. Pero no dejaría que ni una ni otra fueran motivo de separación nunca más.

Cuando llegaba a la biblioteca donde el señor Min estaba, era recibido de inmediato por el hombre.

-Muchacho, entra, rápido -decía, llevando a TaeHyung a una habitación donde Seok Jin estaba-. ¿Tú estás bien?

-Sí, yo sí. ¿Dónde está Seok Jin?

-Tranquilo -pedía el viejo Min-. Está en mi habitación, ven, sígueme.

TaeHyung iba con el corazón en la mano, había algo en el semblante del señor Min que le indicaba que algo estaba mal.

Cuando la puerta se abría y las luces se encendían, TaeHyung vislumbraba a un Seok Jin inconsciente sobre la cama del viejo Min. Su corazón galopaba a toda velocidad a punto de salir de su pecho cuando sus piernas lo llevaban de inmediato al lado de su alfa. Seok Jin estaba sin remera, estaba claramente herido, marcas de garras en su pecho. Una herido en su frente justo a la derecha donde había un paño con alcohol y desinfectante que cubría la zona.

Claramente cada herida ya había sido tratada por Min, pero Seok Jin no tenía buen aspecto. La fiebre alta lo hacía sudar y delirar, diciendo palabras inteligibles. TaeHyung temblaba mientras que unas lágrimas se escapaban, tocaba a Seok Jin por todos lados y a la vez no quería hacerlo, debido a que no entendía dónde comenzaban las heridas y dónde terminaban.

- ¿Qué-... Qué le sucedió? ¿Qué sucedió? -preguntaba acariciando el rostro de Seok Jin-. Está volando de fiebre

-Ya le di algo para eso, debería comenzar a bajar, él está mejor... ¿Podrías explicarme que sucedió?

TaeHyung apartaba sus ojos de Seok Jin y miraba al viejo Min. Tomando coraje respondía después de unos momentos:

-Se enteró de muy mala manera por qué no vine antes a su encuentro... Lo que me sucedió en Japón -TaeHyung evitaba lo ojos del viejo alfa y miraba a Seok Jin, acariciando su cabello-. ¿Qué le sucedió? ¿Se metió en una pelea?

El viejo Min se sentaba en la cama suspirando, no era su asunto preguntar que le había dicho TaeHyung a Seok Jin, era un tema de ellos.

- ¿Qué sucedió cuando hablaron?

TaeHyung fruncia el ceño-. Nada, salió obviamente herido del apartamento -TaeHyung sorbia su nariz y limpiaba sus lágrimas-. Creí que solo despejaria su mente unos momentos y volvería a subir. Hacía ya dos horas que estaba esperando hasta que llamaste. ¿Qué pasó? ¿Alguien lo atacó?

Min suspiraba y negaba con su cabeza-. Llegó a mi puerta desnudo, lastimado y desorientado -respondía en un susurro.

TaeHyung abría enormemente sus ojos y miraba a Seok Jin, estaba creído que debajo de la manta estaría con su ropa, pero al parecer no llevaba nada y la desesperación se apoderaba de él, queriendo revisar cada esquina y rincón del cuerpo del alfa, pero las manos del viejo Min sobre él, lo detenían.

-Él está bien, no tienen ningún rasguño más de lo que vemos... Curé cada herida, pero tú eres el experto si quieres darle una doble mirada y volver a limpiarlo, está bien por mi. Solo estoy tratando de entender que sucedió

-Es lo que quiero saber, salió furioso y herido, pero salió intacto del apartamento, no así... Él no estaba así ¿Qué le sucedió? -preguntaba preocupado y confundido, no pudiendo dejar de verlo y acariciarlo-. Él estaba bien -susurraba.

Con el paso de los minutos, su cuerpo ya no estaba tan caliente y había dejado de murmurar.

-No sé que le sucedió, muchacho -respondía Min-. Estaba desorientado, pero solo decía tu nombre y luego simplemente se me desvaneció en los brazos. Lo cure de inmediato y no soy experto en el tipo de heridas que tiene, pero creo que son sus propias garras... -susurraba.

TaeHyung fruncia el ceño confundido y miraba las heridas, sacando con sumo cuidado las gasas, se veía horrible y la bilis amenazaba con querer subir una vez más. Negando con su cabeza, dejaba las gasas en su lugar y respiraba hondo.

-Lo veré cuando estén más secas -TaeHyung sorbia su nariz una vez más -. Está en carne viva, prefiero no tocarlo si ya lo curó, es mejor dejarlo así... Sanará pronto ¿Cierto?

El viejo Min se ponía de pie y asentía con calma-. A diferencia de tu marca, él sana rápido, lo hará en un par de horas. Deberías calmarte y descansar junto a él hasta que despierte

- ¿Dónde dormirá usted? -preguntaba TaeHyung

-Habitación de invitados, este no es mi hogar de todas formas, estoy aquí porque mi esposo está vacacionando con su madre... Me siento solo si me quedo en casa, aquí es más acogedor -mencionaba sonriendo débilmente. TaeHyung le devolvía la sonrisa como podía, pero volvía a centrarse en Seok Jin-. Intenta dormir con él, si notas algo extraño, estaré en la siguiente habitación. Todos necesitamos descansar. Buenas noches, TaeHyung -decía, saliendo para ir a su propio cuarto.

El Omega suspiraba, derramaba unas lágrimas más al ver el estado de Seok Jin y se maldecia a si mismo por lo que fuera que le había sucedido a su pareja. No tendría que haber dicho nada, pero toda la situación estaba fuera de sus manos. No había tenido más opción que sincerarse con su alfa. Pero ahora lo veía en ese estado y TaeHyung sabía que había sido su culpa.

Besando la mejilla de Seok Jin, notaba que la fiebre ya casi no estaba allí, dormía pacíficamente a pesar de tener un golpe en su frente y las heridas en su pecho. TaeHyung suspiraba, no podía mirar las marcas, le revolvían el estómago. Solo rogaba que Seok Jin sanara antes de despertarse porque eso se veía jodidamente doloroso y no quería verlo retorcerse del dolor.

Poniéndose en pie, se quitaba zapatos y chaqueta, luego se metía en la cama junto a su alfa y tomaba su mano porque no podía pasar su brazo por arriba del cuerpo de Seok Jin, suspiraba y no estaba seguro si podría dormir, pero entrelazando sus dedos a los de su alfa, lo miraba una última vez.

- ¿Qué te sucedió, mi amor? -preguntaba a la imagen vulnerable de Seok Jin sobre la cama, a su lado.

Reprimiendo sin éxito las lágrimas, se aproximaba al brazo del alfa y se acomodaba allí para quedarse dormido veinte minutos más tarde.

Seok Jin estaba teniendo una pesadilla demasiado vivida. El sonido de piel desprendiéndose mediante la desgarradora sensación de unas garras tirando de ella. El sonido de huesos rompiéndose y nuevos creándose. El sonido animal antinatural saliendo desde la parte posterior de su garganta.

Era demasiado, su respiración más acelerada, su pecho vibrando con los latidos desenfrenados de su corazón. No lograba vislumbrar nada frente a él, no podía moverse con coherencia, estaba desorientado, perdido... Hiperventilandose.

- ¿Jin? ¿Seok Jin? Despierta -la voz de TaeHyung y su aroma dulce lo hacían abrir bruscamente sus ojos.

Sus dedos estaban clavados a los lados de los brazos de TaeHyung, los mismo brazos que estaban con sus manos sobre su rostro, sosteniendolo. Los ojos celestes eran una llamarada helada, pero hermosa. Brillantes y enfocados solo en él. Preocupados y con un poco de cierto temor al verlo justo allí, a su lado, tendido en una cama desconocida, pero en una habitación familiar.

- ¿Dónde estamos? -preguntaba desorientado. Tenía a TaeHyung encima de él, la parte inferior de su cuerpo aún presionado al suyo.

-Es la habitación del señor Min en la biblioteca -susurraba TaeHyung con suavidad. Seok Jin sentía sus pulgares acariciando su rostro un poco sudado.

Su cuerpo estaba sin ropa, sentía la sábanas rozar cada parte de su piel, incluyendo la ropa de TaeHyung rozándole. Él quería sentir también la piel de TaeHyung.

- ¿Por qué -...? ¿Cómo llegamos aquí? -preguntaba aflojando su agarre de TaeHyung, el Omega lo miraba preocupado y bajaba sus manos a su pecho, allí notaba las gasas que tenía encima y veía como TaeHyung lo inspeccionaba con cuidado.

-Sanaste -decía con sorpresa y alivio.

- ¿Qué cosa? -preguntaba desorientado. Absorbiendo codiciosamente el aroma de TaeHyung que, seguía gravitando a su alrededor para mantenerlo calmado. Pero estaba sintiéndose deseoso.

- ¿No recuerdas nada? -preguntaba el Omega con preocupación-. Te fuiste después de que tú y yo-... -TaeHyung pasaba saliva y agachaba la cabeza.

Estaba triste, necesitaba a Seok Jin, pero sabía que no lo merecía, Seok Jin no entendía por qué hacía eso ¿Por qué se negaba a necesitarlo aún teniéndolo frente a él?

Un gemido ronco salía de la garganta de Seok Jin cuando tomaba a TaeHyung y lo dejaba por debajo de su cuerpo. Sus fosas nasales se dilataban y TaeHyung soltaba su aroma, dejando que sus feromonas drogaran a su alfa. No entendía que sucedía con Seok Jin, pero lo necesitaba tan mal.

-No estés triste -pedía el alfa, inclinándose sobre su cuello, justo sobre su glándula, besando allí, olfateando, TaeHyung temblaba y se aferraba a su espalda-. Entiendo tus acciones del pasado, pero aún me duele no haber estado allí

-Te deseaba a cada instante conmigo -susurraba TaeHyung, acariciando la espalda de Seok Jin de arriba hacia abajo, sintiendo el cuerpo desnudo y caliente presionandose al suyo.

Estaba comenzando a segregar lubricante como un demente por la forma en que Seok Jin lo tocaba, lo olía y lo besaba casi de forma fugaz. Su cuerpo respondiendo sin siquiera tener poder absoluto sobre sus necesidades. Solo Seok Jin controlandolo una vez más.

-Sé que lo hacías, sentía tu desesperación en ocasiones y no entendía por qué seguías lejos de mí -decía el alfa frustrado. Su lengua pasaba por la glándula de TaeHyung de forma tan cruda y animal-. Necesito sentirte, necesito tu piel contra la mía.

Cuando exclamaba de forma ronca aquella palabras, rompía la ropa de TaeHyung con una facilidad que hacía al Omega gemir de la sorpresa y la excitación. Su ropa hecha añicos, siendo separada de su cuerpo y dejándolo tan desnudo como Seok Jin se encontraba.

El alfa estaba de rodilla entre sus piernas y sus manos iban a los pezones erguidos y sensibles de TaeHyung, jugando allí, haciéndole retorcer. La polla del Omega estaba dura entre sus piernas, apuntando hacia el culpable y sus glúteos, húmedos, tan mojados. Su agujero dolía y anhelaba, cerrándose ante la misma nada mientras las manos de Seok Jin lo recorrían con fascinación.

Amasando todo su cuerpo con deseo, repentinamente se inclinaba y su lengua tomaba uno de las protuberancias del pecho de TaeHyung y con su lengua lamía y con sus dientes tiraba de ella. TaeHyung gemia desorientado, tocándolo y clavando sus uñas en la espalda de Seok Jin mientras sus piernas se enroscaban en la cintura ajena necesitando ser empalado de una bendita vez. Pero Seok Jin jugaba ahora con su otro pezón mientras su torso se apoyaba sobre la polla con fugaz de TaeHyung y se movia allí, causándole fricción, volviendolo loco.

-Amor... Alfa -rogaba TaeHyung, cuando la palabra "alfa" la abandonaba de forma desgarradora, Seok Jin gruñía, dejando chupetones en todo el torso acaramelado de su omega-. Alfa, por favor... Necesito tu polla.

Seok Jin mordia de forma controlada la piel en la zona de la costilla de TaeHyung y luego sus manos iban a las piernas ajenas y las levantaba por encima de sus hombros.

- ¡Si, por favor, por favor! -pedía TaeHyung con su mirada celeste vidriosa y más oscura.

Seok Jin cerraba sus ojos y aspiraba fuertemente, mientras apretaba sus dientes y su polla se alineaba en la entrada del bonito culo de su Omega. TaeHyung estaba mojado, bien lubricado y necesitado, su glande comenzaba a sentir la deliciosa presión. TaeHyung sentía el asombroso ardor, placer y la satisfacción de ser llenado por esa polla de ensueño.

-Más... Te quiero enterrado en mí, todo. Hasta el fondo -rogaba, apretando las caderas de Seok Jin para empujarlo más adentro. Cuando el alfa abría sus ojos, ese rojo carmesí estaba fijo en el rostro de placer de TaeHyung.

Tan hermoso, pensaba el alfa, mientras su polla se abría paso y se enterraba hasta el fondo, gimiendo a la par de su Omega.

Su rostro se aproximaba al de un TaeHyung que estaba completamente doblado y bien penetrado, pero de igual forma se estiraba y sacaba su lengua para lamer los labios de su alfa. Seok Jin perdía todo su autocontrol y así como se comía la boca de TaeHyung apropiándose de ella, comenzaba a follarlo sin reparo contra el colchón de una cama ajena.

No importaba dónde estaban, no importaba quien podía oír sus gemidos roncos y los quebrados de TaeHyung, el sonido de sus cuerpos juntos y sudados. De como su pelvis chocaba con los glúteos de TaeHyung y el sonido era su motor para seguir y seguir, desenfrenado, enterrado hasta el fondo.

-Mi alfa... -susurraba TaeHyung demasiado extasiado-. Te amo demasiado...

Seok Jin registraba las palabras en su mente y se quitaba las piernas de TaeHyung de sus hombros para poder pasar sus brazos por debajo de la espalda de TaeHyung y retenerlo allí, seguro y entre sus brazos mientras golpeaba una y otra vez el punto dulce de su amado y minutos después, TaeHyung gritaba de placer su nombre, con esa voz grave quebrada, una sonrisa hermosa en su rostro, sus ojos vidriosos lleno de amor, de pasión y lujuria mirando a un Seok Jin, que comenzaba a anudarse dentro suyo.

-Oh, joder... -TaeHyung temblaba de placer, mientras Seok Jin se corría y su nudo crecía, logrando que se viniera una segunda vez y terminará completamente drenado-. Eso fue-...

-Lo que necesitábamos -susurraba Seok Jin, envuelto en una vorágine de pura pasión, sus besos se volvían lamidas sobre la glándula inflamada de TaeHyung.

El Omega temblaba, temia rogar tanto como temía apartarlo por no soportar. Pero Seok Jin cesaba y solo aspiraba como un adicto su aroma.

Su nariz paseaba por la mejilla de TaeHyung y luego frente a frente, acariciaba la nariz del Omega con la suya propia.

-Te amo, TaeHyung -susurraba sobre los labios del azabache. Inevitablemente una lágrima escapaba de los ojos azul cielo de TaeHyung-. Lo lamento, lamento haberte puesto en esa posición. Es mi culpa todo lo que pasaste

-No, no digas eso... -pedía TaeHyung-. Estuviste años sin mí, esperando sin entender... Comprendo si me guardas rencor

-No lo hago -decía Seok Jin, con una seriedad mortal, buscando los ojos de su Omega, su aroma se volvía espeso, estaba entre el consuelo y la tristeza-. Entiendo que hayas elegido quedarte con tu hermano. Nuestro-.... -Seok Jin pasaba el nudo en su garganta, le resultaba difícil decirlo-. Tendría la edad de YeonJun ¿Cierto?

TaeHyung sentía que sus ojos ardían, daba gracias de tener el peso de SeokJin aplastándolo, le gustaba la sensación de seguridad que eso emanaba. El peso de Seok Jin dificultandole respirar, Seok Jin anudado dentro de él. Era perfecto.

TaeHyung asentía con respecto a la pregunta de Seok Jin-. Sí, tendría su edad. Lamento mucho no haberte dicho, planeaba hacerlo para cuando pasarán los primeros meses y fuera seguro -susurraba con un nudo en su garganta-. La perdida fue inmediata -decía apretando sus ojos.

A veces, en las noches más oscuras y solitarias TaeHyung recordaba como había sucedido, ráfagas de recuerdos borrosos y confusos y Seok Jin lo miraba fijamente cuando abría sus ojos, pidiéndole que hablara un poco más, Seok Jin quería saber y TaeHyung tomaba coraje.

-Fui arrastrado por ese animal hasta que habia golpeado mi cabeza contra algo y luego me desvanecí -TaeHyung miraba hacia otro lado cuando volvía a pasar el nudo en su garganta, recordando parte de ese ataque-. Cuando desperté, sólo yo estaba vivo... Sólo yo -susurraba.

Seok Jin sentía que no podría con el dolor de TaeHyung y el suyo propio, pero eso no evitaba que llenará el lugar y rodeará a TaeHyung con su aroma, brindándole consuelo. Calma. TaeHyung sollozaba, pegado a su glándula, aspirando fuertemente mientras sus brazos lo rodeaban y sus piernas también. Seok Jin era un prisionero de los más feliz entre los brazos de su amante.

-En ocasiones sentía tu desesperación y tristeza... Pero nunca lo noté en demasia... Es mi culpa también que hayas sufrido sólo.

TaeHyung salía del hueco del cuello de Seok Jin y tomaba su rostro con sus manos mientras negaba con su cabeza. Sus ojos celestes brillaban por su humedad.

-Si no lo sentiste realmente fuerte porque tomaba antidepresivos que me habían recetado -exclamaba-. Todo mejoro cuando YeonJun nació -TaeHyung sonreía con tristeza-. Eomma me dejaba cuidarlo mucho, sabía que era un consuelo. YeonJun es muy unido a mí a causa de eso -sus ojos se fijaban en los de Seok Jin una vez más-. Lamento habertelo dicho así. Merecías una explicación y me hubiera gustado manejarlo mejor

-Me hubiera gustado que no tuvieras que haberte sentido acorralado a causa de ese imbécil

-No, Jin... Fue mi culpa esperar, quizás si no ocurría cómo lo hizo, no hubiese tenido el valor de contarte. Estuvo mal de mi parte

-Tú hiciste lo que pudiste, lamento haber dudado de ti. De nosostros

-Olvida eso, tenías todo el derecho de dudar... Aún así te estoy eternamente agradecido que hayas tardado tanto en darte por vencido... Me diste tiempo a llegar contigo -susurraba.

Seok Jin intentaba sonreír, le costaba, pero besaba a TaeHyung antes de sentir que una simple sonrisa le costaba horrores. No estaba bien, pero no culparía a TaeHyung. Lo que había pasado su Omega, era su culpa, por ser quien era, por ser como era.

Cortando el beso, apoyaba su frente a la de TaeHyung-. Lo siento

-Yo también -susurraba el Omega-. Lamento que hayas salido así anoche... ¿A dónde fuiste? ¿Qué sucedió?

Seok Jin miraba a TaeHyung, luego de unos momentos, lograba salir del Omega y se ponía de pie, buscaba unas toallas húmedas en el baño privado que el viejo Min tenía y limpiaba a TaeHyung y luego a sí mismo. Mirando el suelo, notaba la ropa arruinada de TaeHyung, pero no encontraba la suya, se sentaba nuevamente un poco perdido con respecto a los sucesos de la noche anterior.

-Tendré que pedirle al viejo Min, algo de ropa... Rompí la tuya y no sé dónde está la mía.

TaeHyung se sentaba y se acercaba a Seok Jin, buscando su rostro, hacía que este lo mirara:

- ¿Qué pasó anoche contigo cuando te fuiste? -volvía a preguntar.

Seok Jin suspiraba y fregaba su rostro-. Yo no-... No lo recuerdo -decía consternado.

TaeHyung lo miraba igual de preocupado, pero antes de continuar imaginando escenarios, tenían que hablar con él viejo Min, puesto a qué era el único que podía juntar algunas piezas aquí.

TaeHyung se encontraba vistiendo prendas viejas del mismísimo Seok Jin que el viejo Min le había dado a ambos. Seok Jin había estado algunas noches allí cuando huía de casa y no quería estar bajo el techo de sus padres por lo que mucha ropa vieja tenía en ese lugar.

El hombre se encontraba haciendo el desayuno para los tres mientras mantenía una calmada llamada telefónica con su Omega. No había querido ayuda de ninguno de los dos, por lo que TaeHyung estaba en la mesa con Seok Jin a su lado. Un Seok Jin que no dejaba de presionar y masajear sus sienes.

-Oye, tranquilo... ¿Min te dijo algo?

Seok Jin negaba-. No lo hizo, pero está tan preocupado como nosotros -nuevamente volvía a masajear su cabeza.

- ¿Te duele la cabeza? -preguntaba TaeHyung, poniéndose de pie detrás de Seok Jin y colocando sus dedos a cada lado-. Trata de calmarte -exclamaba, de paso inspeccionaba la frente de Seok Jin dónde había tenido un fuerte golpe cuando lo había visto, pero nuevamente, no había nada allí, Seok Jin había sanado.

Su curiosidad era más grande y había estado envuelto en una nube de placer con anterioridad para verificar si su marca seguía sobre la piel de Seok Jin, así que lo hacía disimuladamente en ese momento y...

-Interesante -sonaba la voz del viejo Min tras ellos-. Sanó todas sus heridas, pero tu marca sigue allí.

Seok Jin giraba-. ¿Estaba herido?

-Sí, en el pecho, tenías marcas de garras en tu pecho y un golpe en tu frente -decía Min-. Ahora no tienes nada, pero la mordida que tu Omega te dió días atrás, aún sigue ahí.

Seok Jin se tocaba la zona donde TaeHyung lo había mordido durante el sexo días atrás. Es verdad, podía sentir la marca a través de sus dedos. Seguía allí, pero no había señales de las otras marcas.

- ¿Recuerdas algo, muchacho? Lo que sea -mencionaba el viejo Min.

TaeHyung se sentaba al lado de su alfa y lo miraba expectante-. No, solo recuerdo que salí a caminar para despejar un poco mi cabeza y luego... Solo desperté al lado de TaeHyung en tu habitación

- ¿Ni siquiera recuerdas como llegaste aquí? -preguntaba TaeHyung.

Seok Jin negaba-. Realmente no lo recuerdo, ni que pasó con mi ropa, ni por qué mi cabeza está a punto de explotar.

El viejo Min se ponía de pie y buscaba en uno de los cajones de su cajonera más cercana y tomaba unas pastillas-. Toma, te calmara un poco -le decía al alfa, luego se sentaba y chasqueaba su lengua-. Chico, llegaste herido, desnudo y desorientado. Repetias el nombre de TaeHyung y creí que algo le había sucedido a tu Omega, pero no podía hacer nada sino te trataba primero. Así que cure tus heridas, te di algo para la fiebre porque jodidamente volabas y luego llame a tu teléfono para saber si TaeHyung lo tenía porque no tengo el número de tu Omega, hay que cambiar eso -decía selalandole a TaeHyung, el Omega asentía-. Me preocupé, nunca te vi así.

Seok Jin apretaba sus dientes y miraba sus manos, estas temblaban, se odiaba porque cuánto más intentaba recordar, menos lo lograba y más le dolía la cabeza.

-Lo que si es seguro, las heridas te las hiciste tu mismo, al menos las de tu pecho. Estabas desgarrado y tus dedos tenían sangre. Tenía que ser la tuya propia, no tengo como probarlo, pero así llegaste.

Seok Jin suspiraba. TaeHyung tomaba una de sus manos y lo obligaba a mirarlo.

- ¿Qué soñaste cuando despertaste? -preguntaba curioso-. Estabas muy desorientado ¿Qué fue?

El alfa reía secamente-. Una muy mala pesadilla, supongo

- ¿Qué fue, muchacho? -insistia Min

El castaño suspiraba mientras apretaba la mano de TaeHyung con suavidad.

-Eran retazos de momentos extraños -se miraba su mano libre-. Garras, mis garras desgarrando parte de mi piel. El sonido era tan horrible como la sensación. Mis huesos rompiéndose, otros nuevos regenerandose, no lo sé, Min... Era horrible, estaba tan desorientado cómo me desperté -decía viendo a TaeHyung y luego al viejo Min otra vez.

El ex profesor suspiraba y fregaba su propio rostro.

- ¿Qué piensa? -preguntaba TaeHyung.

El viejo Min los miraba-. Lo obvio. Lo que ustedes también piensan.

Seok Jin apretaba sus dientes-. ¿Qué sería eso, Min?

El viejo alfa los miraba a ambos, TaeHyung y Seok Jin aún se sostenían el uno al otro a través de sus manos.

-Pienso que anoche la discusión entre ustedes hizo que tuvieras una transformación y por eso no recuerdas nada y lo que te sucedió durante esta, no lo sabemos. Pero claramente tu cuerpo no está acostumbrado, tu cabeza menos. Pero anoche viviste algo diferente y lo sabes muy en el fondo, muchacho. Eres un completo cambiaformas, TaeHyung es tu detonante y hay que buscar la manera de que lo controles porque no sabemos que hiciste, no sabemos donde dejaste las prendas de ropa con las que saliste de tu apartamento y roguemos que la sangre que limpie haya sido pura y exclusivamente tuya, chico -Min era tan serio como pocas veces lo había visto Seok Jin-. Hay que ver como llegaste a cambiar y saber a que nos enfrentamos contigo, tu transformación también significa que los rebeldes ya no duran por un par de minutos. Si tú ya puedes transformarte, ellos ya pueden durar. Y si no sabes controlarlo, si no sabes controlarte, estamos un paso atrás de ellos y no sabemos de lo que son capaces con toda una manada de cambiaformas.

TaeHyung apretaba sus dedos alrededor de los de Seok Jin, había visto de cerca lo que eran capaces de hacer a pesar de que Ho-Seok hubiera dicho en su vivo que no había tenido intenciones de lastimar a TaeHyung, lo había hecho, porque era una simple bestia. ¿Qué tanto raciocinio tenían en ese estado? ¿Qué tanto podría llegar a tener Seok Jin?

-Vamos a hacer lo que sea necesario para que puedas controlarlo -decía TaeHyung-. Si anoche realmente terminaste transformándote por completo, hallaremos la forma de que puedas controlarlo -con su mano levantaba la de Seok Jin y la llevaba a sus labios para besarlo suavemente, el alfa sentía como parte de la tensión de su cuerpo se drenaba, su Omega lo miraba con una confianza ciega-. Estamos juntos ahora y si yo soy tu detonante, entonces haremos esto bien... Tú no harías nada malo

-No lo sabes -decía Seok Jin -. En ese estado puedo ser alguien totalmente diferente-...

-No tú -exclamaba el Omega-. Sé quién eres, en cualquiera de tus formas. No harías daño a nadie inconscientemente, sé que no heriste a nadie. Sé que no me harías nada a mí

-Tae-... -susurraba el alfa cuando su amante pasaba sus labios entreabiertos por sus dedos, besando suavemente.

-Lo solucionaremos, tranquilo -repetía TaeHyung.

Seok Jin apartaba sus ojos de pupilas dilatadas de su Omega y miraba al viejo Min. Este aclaraba su garganta y exclamaba-. Vamos a tener que intentar nuevamente si puedes cambiar... Ahora con más razón, y creo que tu Omega tiene razón, hay que poner manos a la obra contigo.

En terminos de soportar el enlistamiento de SeokJin, no estoy soportando y su foto me golpeó bajo aunque él se ve tranquilo.

Bueno, sorpresa 😞 espero hayan disfrutado el capítulo.

Adiosito.
Con amor niñita NanyKoo 💜

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