~23~
Seok Jin se encontraba con el hermoso Omega desnudo, durmiendo sobre su cuerpo, también totalmente al descubierto. TaeHyung estaba dormido y tenía un puchero precioso formado en sus labios. Su cabello negro azabache estaba siendo acariciado por el alfa, al igual que su espalda. De vez en cuando gemía complacido, Seok Jin sonreía embelesado ante la vista que tenía de ambos.
Aún le parecía todo tan irreal, había añorado a ese hombre por largos años, perdiendo la esperanza justo un día antes de que TaeHyung apareciera en su puerta. Todo lo que quería, todo lo que sus instintos alfas le rogaban eran, complacerlo. Él quería darle a TaeHyung todo lo que este le pedía, con esa sonrisa rectangular pintada en su bonito rostro y sus ojos grandes, celestes y pestañas largas que iban en bajada.
Era tan hermoso, tan suyo y ni siquiera podía estar seguro de que darle lo que TaeHyung tanto deseaba sería bueno para el Omega.
Las locuras que estaban aconteciendo, cada vez más relacionadas a él, lo hacían sentirse una completa anomalía entre los de su especie. Cuando era niño había deseado ser especial, el sueño de cualquier niño y más cuando todavía no se presentaba su casta y sus padres se ponían más ansiosos, especialmente su padre quien deseaba con todas sus fuerzas un alfa no puro lo, su madre Sunny hubiera estado feliz con cualquiera fuera la casta de Seok Jin y siempre le había dejado en claro que su orgullo por él no se basaba en eso.
Ahora, siendo lo demasiado especial que parecía ser, no estaba tan seguro si haberlo deseado con tanta fuerza, había sido bueno.
Un beso caía en la cabeza de TaeHyung por parte suya, era dulce y había sido perceptible para el Omega quien se movía complacido y suspiraba satisfecho. Seok Jin comenzaba a sospechar que para ese punto, TaeHyung no estaba verdaderamente dormido. Una sonrisa tiraba de sus labios, al verlo, no quería pensar en nada más en ese instante, solo disfrutar del silencio y la pacifica respiración de su Omega encima suyo. Su mano que acariciaba la espalda de TaeHyung había descendido por la pierna, hacia el muslo herido que llevaba la marca de sus garras de su primera vez juntos.
Su corazón se oprimía, él aún se sentía mal al respecto, pero TaeHyung había mostrado estar demasiado feliz por dicha prueba de su amor y su encuentro juntos. Un suspiro le dejaba recordando lo territorial y animal que se puso al nombrar los miserables hombres que habían pasado por el cuerpo de TaeHyung. Parte de él estaba complacido que su Omega no soportará a ningún alfa, pero sin embargo algo en él se retorcía como una víbora venenosa en el hueco de su estómago porque sí, había sido el primer hombre de TaeHyung, pero no el único.
TaeHyung se movía y se aferraba un poco más él, parecía sentir que estaba molestandose porque su olor estaba suavemente un poco más intenso, relajándose, apretaba sus ojos y su mano subía basta la nuca de TaeHyung, acariciando la zona donde tenía la marca más reciente y nuevamente, se sorprendía de que este hombre, este precioso Omega, no le temiera ni un poco. TaeHyung estaba feliz con las marcas de pasión y descontrol que Seok Jin in le había dejado.
Todo porque no se animaba a marcarlo y cuando estuvo a punto de hacerlo, TaeHyung había pedido que se detuviera, claramente porque lo había hecho ilusionarse demasiado en las veces anteriores que parecía ido y decidido a hacerlo suyo, pero luego, rasgaba el corazón del Omega con un "todavía no".
Otro suspiro de estrés y nuevamente TaeHyung se removía encima de él, dejando un perezoso beso en su pecho. El cuerpo desnudo de TaeHyung le quemaba, la bonita polla del Omega pegada a la suya, era una sensación hermosa. Caliente y perfecta. Pero por el momento le daría un respiro, le gustaba esto también. Solo estar ahí, en esa posición con su mundo entre sus brazos. Sus dientes se apretaban...
Que nadie se atreva a arrebatarte de mi lado.
Su mente maquinaba y los ultimos sucesos volvían a él. La preocupación por su ex compañero de universidad y su ataque, volvían a su cabeza, pensar que pudo haber sido WooYoung... O peor, TaeHyung. Seok Jin necesitaba poner seguridad a su Omega, Suho, el guardaespaldas de YeonJun seguramente cuidaba a TaeHyung en ocasiones, lo cual había llamado su atención, pero considerando viejos sucesos, seguramente su suegro se había asegurado que toda su familia estuviera bajo cuidado. Él tenía que ponerle a TaeHyung sus mejores hombres porque si estaban detrás de él, TaeHyung no estaba a salvo.
Su boca se secaba y su estómago era un nudo de pura preocupación, sus brazos rodeando a TaeHyung con fuerza mientras su teléfono comenzaba a sonar a la distancia, sacándolo de sus perturbadores pensamientos. El móvil era ruidoso, le gustaría no ser tan importante como para no responder, pero quizás no era algo que valiera la pena más que sostener a TaeHyung encima de él. El sonido cesaba, él suspiraba y nuevamente la cosa insoportable volvía a sonar.
—Ya~... —decía la voz de TaeHyung amortiguada por su pecho—. Responde o apágalo —se removía y se abrazaba más fuerte a Seok Jin.
El alfa reía—. Creí que dormías —susurraba con sus dedos peinando a TaeHyung.
El Omega levantaba la cabeza y su mentón estaba sobre el pecho de Seok Jin, sus ojos grandes estaban a medio abrir y su boca era todo pucheros preciosos. Los dedos de SeokJin, hacían tijera sobre estos y presionaba sus labios para abultarlos más. TaeHyung se quejaba dulcemente y lo soltaba.
—Atiende o apágalo y vuelve a la cama —ordenaba con pereza.
Seok Jin reía—. De acuerdo, atenderé porque... —el sonido cesaba y ambos abrían sus ojos, expectantes a ver si la cosa-...
Sip, el teléfono sonaba otra vez, TaeHyung suspiraba y salía de encima del cuerpo de Seok Jin, rodando de él hacia la cama y durmiendo boca abajo, completamente desnudo y con su atractivo y respingón culo a la vista del alfa. La polla del mismo se contraía desesperada por enterrarse ahí de nuevo.
—No es justo que te pongas así —decía, llevando su mano a uno de sus glúteos y amasando la zona, logrando que TaeHyung se dejará y gimiera en el proceso.
El sonido del teléfono cesaba, pero volvía a sonar.
—Joder —decía levantándose de mala manera, tomando un pantalón deportivo de su placar5, se vearia listo para salir, TaeHyung sentía su frustración en oleadas, pero no se había perdido la manera en que todos los músculos de Seok Jin se marcaban al ritmo de sus movimientos. Cuando lo veía salir de la habitación, suspiraba como un adolescente enamorado.
Todo eso es mío, pensaba con una sonrisa sucia.
Cuando SeokJin llegaba a dónde había dejado su teléfono antes de la vorágine de pasión desatada alrededor de TaeHyung, veía que el número de San estaba en la pantalla y se preguntaba por qué carajo el chiquillo lo llamaba tan insistente.
—San —atendía con voz dura.
—Hombre, creí que no ibas a antender nunca
— ¿No tienes nada que hacer más que insistir en llamarme... Más de tres veces? —soltaba medio cabreado.
La risa nerviosa de San lo hacían contenerse de no insultarlo por sacarlo de la cama.
—Lo lamento, probablemente estés ocupado, pero tienes que ir a la Dark Web ahora. Esto se está saliendo de control —soltaba casi sin aliento.
Seok Jin apretaba sus dientes y se dirigía a su laptop, no la había apagado del todo por lo que inmediatamente se dirigía a dónde San le había dicho. Cuando entraba, allí estaba, otro vivo con un tipo medio desnudo y sin mostrar su rostro. Seok Jin apretaba sus puños ante la cantidad de comentarios y personas conectadas alrededor del mundo. Fácilmente esto podría volverse público en cualquier momento, pronto.
Era un maldito secreto a voces que desataría pronto la locura.
El tipo del video parloteaba cuál maldito culo engreído, se notaba en su forma de contestar los comentarios, en su forma de moverse frente a la cámara. Se veía un cuerpo demasiado musculoso, incluso más que Seok Jin, claramente un alfa y uno inmenso. La sección de comentarios decía muchas cosas, entre dudas, insultos y elogios al cuerpo desnudo que el tipejo dejaba ver. Poco interés mostraba en los halagos, más se centraba en aquellos que intentaban llamarlos mentiroso, rebelde... Algún que otro "payaso" se colaba en los comentarios.
El tipo tenía el tupé de reír.
—Woah, hoy están mal atendidos algunos en los comentarios —la gente pedía que mostrará su cara, el tipo negaba chasqueando su lengua—. Lo siento, cariño. Mostrar nuestros rostros no es una acción confiable... Hay muchos en esta Dark Web —su tono era misterioso y un poco irónico—. Lo único que puedo hacer es mostrarles mi lobo... Ah, estoy tan ansioso por lo que se viene...
Un comentario parecía llamar la atención del individuo que quedaba en silencio, leyendo la pantalla.
— ¿Cómo sabemos que el alfa que nos llevará a la gloria está entre nosotros? Esto ya se respondió, cariño —exclamaba—. Nuestras transformaciones duran más que antes, sabemos de buena fuente que cada vez que "este alfa" —decía con cierto desprecio mal disimulado, Seok Jin lo miraba en detalles, pero no podía confirmar que conocía al tipo del video. El mismo reía ante un comentario—. ¿Qué si me cae mal el "alfa líder"? —su risa era tan arrogantemente estúpida que a Seok Jin comenzaba a caerle mal, así sin rostro y todo —. Bueno, sabiendo quien es él, admito que no soy su fan número uno. Nunca lo fuí, pero lo necesito. Todos lo hacemos.
Seok Jin se quedaba en pausa repasando sus palabras "nunca lo fuí", esta persona claramente lo conocía y no era exactamente alguien de su círculo amistoso. Claro, considerando que él era el "alfa líder" el " arcano".
El tipo seguía carcajeando ante los comentarios que le pedían hablar más del "alfa líder" y su relación con él. Seok Jin podía sentir algo vagamente familiar en el tipo, pero no estaba seguro de quién podría llegar a ser y menos podía pensar cuando la mano de TaeHyung se posaba en su hombro para hacerlo hacia atrás—ya que estaba pegado a la notebook mirando el vivo—y así, empujado para darle espacio de sentarse en su regazo.
TaeHyung llevaba un remeron que pertencia al mismísimo Seok Jin, este mismo podía sentir en su pierna, que no llevaba ropa interior alguna debajo. Toda su concentración se pasaba al hombre de pelo rizado y en todas las direcciones, con un puchero y cejas fruncidas, más la piel y el culo desnudo en su pierna derecha. TaeHyung miraba el vivo muy indiferente a las sensaciones del alfa.
Bueno, en realidad no tan indiferente.
— ¿Quién es él y por qué habla de ti como si te hubiera conocido y detestado?—mencionaba, con sus brazos sobre la mesa.
— ¿Por qué crees que habla de mí? —cuestionaba, Seok Jin, TaeHyung hacia una mueca de desaprobación y el alfa lo miraba atónito, estaba estúpido ahora, solo concentrado en su hermoso Omega que tenía su rostro apoyado en sus manos, volviendo a la pantalla de la notebook y su puchero sobre salía. Su perfil era hermoso. TaeHyung lo era—. Dios. Eres precioso —susurraba sin aliento. Los ojos de TaeHyung se cerraban y una sonrisa tímida aparecía.
—No te distraigas...
—Tu culo desnudo está sobre mi pierna, ya me distraje —exclamaba.
TaeHyung le sonreía y besaba castamente los labios de Jin, solo unos segundos para ser interrumpidos por una anécdota del tipo en cuestión.
—Sí, lo conozco. Sé quién es, lo detesto, no voy a disimular, pero si nos lleva a la tierra prometida, puedo comerme mi orgullo. Incluso algún día quizás le devuelva el rasguño y cicatriz que me dejó aquí cuando estemos de igual a igual z podría decirse que no puedo esperar —mencionaba, girando su torso y mostrando una línea larga ya cicatrizada de una especie de rasguño, TaeHyung fruncia su ceño—. Peleamos una vez y debo admitir que siempre me extrañó el hecho de que el culo engreído no obedecía a ningún alfa, ni a la voz alfa, nada. Incluso los betas nos temen y reaccionan sumisos, este tipo nunca fue la cuestión, aún sin casta, él simplemente era diferente, un fenómeno. Y había tocado un botón dentro de él —decía riendo sarcástico.
—Ho-Seok... —susurraba el alfa.
TaeHyung lo miraba repentinamente con sus ojos celeste llenos de sorpresa—. ¿Qué?
Seok Jin pasaba el nudo en su garganta y apretaba sus dientes—. Es Ho-Seok.
Y por supuesto que ambos lo recordaban, el gran bullying que molestaba a Seok Jin en su infancia y pre adolescencia y adolescencia, hasta que un día, nunca más se lo vió.
— ¿Estás bromeando? —susurraba TaeHyung, él lo recordaba medio larguirucho en su niñez y las pocas fotos que había visto sobre el escritorio del jefe de jefes en su entrevista laboral, no eran ese tipejo de ahí con esos músculos—. ¿Estás seguro? —susurraba.
Dios, él sabía que Seok Jin era "El alfa", pero quizás cierto rincón de su corazón un poco egoísta, esperaba que fuera mentira.
—Tú ya no estabas —mencionaba Seok Jin, mirando nuevamente la marca que el tipejo en el vivo mostraba—. Fue antes de que él simplemente se fuera, pero después de los secuestros. Sabíamos que se había fugado, lo hizo una semana después de una pelea que tuvimos
— ¿Pelea? —mencionaba TaeHyung—. ¿Cómo en: te golpeó, pero respondiste y no solo recibiste los golpes como solías hacerlo?
—No es algo de lo que estar orgulloso, no soy partidario de la violencia y-...
— ¿No lo eres? —se mofaba el Omega—. Horas atrás preguntaste con quiénes había dormido para "arruinarlos" —decía con voz seductora y haciendo las comillas.
Seok Jin resoplaba, afirmando su mano en la cintura del hombre encima de su pierna—. Y hay muchas maneras de arruinar a alguien sin tocarle un pelo y volviendo a Lee Ho-Seok —decía viendo la pantalla, mientras el hombre no decía nada interesante, solo leía comentarios de halagos coqueteando con los extraños detrás de una pantalla—, solo estaba muy cansado ese día y respondí a su estúpida provocación —Seok Jin parecía recordar y enfurecerse nuevamente.
TaeHyung acariciaba el cabello en su nuca y el alfa se perdía una momento—. ¿Qué te dijo?
Seok Jin volvía nuevamente y lo miraba fijo—. Había tenido la osadía de insultarte y lo golpeé —mencionaba con sus ojos brillosos, encogiéndose sutilmente de hombros—. Recuerdo que lo golpeé y lo repetí hasta que lo empuje contra un árbol que tenía una rama peligrosa hacia afuera, no lo había notado o quizás sí —decía con la mirada pérdida—. No deje de golpearlo hasta que lo tenía acorralado allí y le di un último empujón —el alfa mismo no recordaba el arranque de ira que había tenido hasta ese momento hablando con su omega, su mirada encontraba la celeste de TaeHyung y suspiraba—. Se lastimó, pero no llego a realmente clavarse en la carne más profundo, pero si lo marqué... Yo le hice la marca al intentar dejarlo estancado allí, es él —decía susurrando y viendolo.
TaeHyung parpadeaba y volvía sus ojos al video—. ¿Entonces cuando desapareció... Se fue con estos rebeldes? —cuestionaba.
Seok Jin suspiraba—. Al parecer... Hay mucha gente en esos comentarios, esto es un maldito secreto a voces. Quien sabe que más llegarán a decir y hacer en estos vivos.
Ambos quedaban en silencio cuando Lee Ho-Seok contaba como le había costado su primera transformación.
—Los inicios nuestros y aún de gente más grande que yo en edad, fueron muy dolorosos debido a que este alfa aún no se presentaba. Su definición fue increíblemente tardía —decía chasqueando su lengua—. Por un momento llegué a perder la fe, pero la misma volvía cuando recordaba lo peculiar que, en ese entonces, supuesto alfa, era. Fue difícil creer casi a ciegas, pero aquí estamos. Mi lobo, mi bestia interior y exterior es lo más glorioso que he visto y no es por ser presumido —mencionaba, alzando sus manos.
Seok Jin se tensaba y TaeHyung lo notaba, suspirando tomaba la mano de Seok Jin, mientras su viejo compañero de clases, los preparaba a todos para que conocieran a su lobo. La bestia de la cual estaba muy orgulloso. Los comentarios simplemente se detenían cuando la transformación dolorosa comenzaba. El sonido de piel resquebrajandose, estirandose y desprendiéndose, sonido de carne. Huesos que se rompían. A diferencia de la anterior transformación, el maldito presumido de Lee Ho-Seok intentaba no gimotear del dolor que estaba sintiendo o quizás estaba más que acostumbrado ya, pensaba Seok Jin, mientras su mano apretaba la de TaeHyung en conjunto con este presionando la suya.
Los ojos de ambos estaban pegados a la pantalla. Notaba como el pelo comenzaba a salir al ritmo en que la anatomía del hombre cambiaba en vivo y en directo, poco se veía de su rostro en el proceso que todo de él simplemente, se desfiguraba.
—Dios~.... —jadeaba Seok Jin, los sonidos eran un poco shockeantes. Su pulso se aceleraba a medida que sus fosas nasales se dilataban.
Una cosa era haber visto un vídeo ya grabado antes, pero esto era una transmisión en vivo y simplemente solo era demasiado. Era en tiempo real, no podría haber edición alguna al respecto.
—Es un vivo, no hay posibilidad de edición o lo que sea... Esto realmente es más de lo que podemos manejar —decía la voz tensa de Seok Jin.
—Esto es demasiado para soportar verlo dos ve-... —TaeHyung quedaba con las palabras en la boca mientras su agarre a Seok Jin era más flojo, sus ojos celestes bien abiertos, llenos de sorpresa y su aroma dejaba notar que estaba... Asustado.
Seok Jin lo miraba cuando el aroma y las sensaciones de TaeHyung lo inundaban grandemente. Sentía el terror que emanaba de su Omega.
— ¿Amor? Hey...
Los ojos de TaeHyung simplemente se llenaban de lágrimas cuando miraban los dorados diabólicos del gran lobo negro que se cernía sobre la pantalla, que estaba ahora mirándolo directamente. Como un recuerdo bloqueado, algo que no había querido rememorar ni volver a tener pesadillas al respecto, esos ojos lo estaban mirando de nuevo. Los inmensos colmillos mostrándose orgullosos y salivando a los lados. El lobo de Ho-Seok lucía diez mil veces más diabólico que el que primero que habían visto.
Y definitivamente, más familiar para TaeHyung, por lo cuál él simplemente comenzaba a temblar.
—Tae... —Seok Jin tomaba su rostro, intentando dulcemente que este lo mirara, pero estaba duro, en shock—. Cariño, mírame... ¿Qué sucede?
De repente, el lobo inmenso de la pantalla, como era de esperarse volvía a su forma humana. Y TaeHyung parpadeaba, su pulso acelerado mientras el imbécil al otro lado reía agotado.
— ¿Cariño? —le llamaba Seok Jin, preocupado y con ceño fruncido, siempre con dulzura, pero suma preocupación.
TaeHyung pasaba el nudo en su garganta y pretendia no haberse quedado en blanco y temblando—. Si este demente puede transformarse ¿Cuántos más locos como él, con esa personalidad nefasta, hay así-...? —las palabras de TaeHyung salían con su voz más temblorosa de los esperado.
Pero Seok Jin no podía preguntar demasiado cuando Ho-Seok volvía a leer los comentarios mientras se hidrataba—. ¿Que si intentamos ponernos en contacto con el alfa lider? —el tipo chasqueaba su lengua, si pudieran ver su rostro, seguramente habrían visto su mueca—. De forma directa, deben comprender que... Valoramos nuestra vida —decía irónicamente y tenía toda la atención de Seok Jin otra vez—. Indirectamente hablando, lo intentamos un par veces... Una hace un par de años y otra recientemente, la reciente, creemos fielmente que fue exitosa.
Seok Jin se ponía tenso al igual que TaeHyung encima de él ¿Cómo que habían intentado dejarle un mensaje antes? ¿Hacía cuanto tiempo? ¿Y a quien-...?
—Jin, deberíamos volver a dormir —mencionaba TaeHyung, viendo la hora, su voz aún inestable—. Comenzaré mi turno en poco, ya dejemos de ver esto. No dirán nada nuevo, piensa más descansado cuál será tu siguiente paso.
Y joder, él no quería huir así, pero no lo había podido evitar, no quería seguir escuchando, no quería que Seok Jin escuchara si ataba un par de cabos. Cuando se levantaba tiraba de la muñeca de alfa sin éxito de levantarlo.
—Lo intentamos en el pasado con su Omega o con quien creímos es su Omega, pues aún este no lleva ni llevaba marca algún en ese entonces tampoco —mencionaba relajado, un tono algo burlón.
Seok Jin sentía su respiración atascada y miraba a TaeHyung que soltaba su mano, sus ojos llenos de lágrimas una vez más, esta vez sin poder contenerlas, negando con su cabeza. El único sonido era el breve relato del alfa en la pantalla.
—No pudimos reclutar ni dejar mensaje alguno, yo fui el encargado de esa emboscada y fue una misión fallida —decía entre dientes—. Su Omega salió lastimado y creímos que quizás de una forma y otra este alfa se enteraría —Seok Jin miraba a TaeHyung sin poder creer lo que escuchaba, TaeHyung volvía a negar sin tanto esfuerzo en las sacudidas suaves de su cabeza—. Al parecer su Omega no dijo nada, nadie mencionó nada y acercarse al alfa era muy difícil en aquel entonces, muchos guardias... Fue mi culpa, lo acepté y luego no quise volver a cometer el mismo error. Se me pasó la mano, pero creemos que todo salió bien para ellos, esta vez lo intentamos con alguien más lejano.
TaeHyung sentía que iba a desfallecer, parado a un lado de Seok Jin mientras el alfa estaba procesando toda la reciente información. El corazón de Seok Jin latía en su garganta o en sus oídos, lo sentía retumbar demasiado fuerte y rápido y TaeHyung estaba igual. Repentinamente su mano tomaba la pantalla de su laptop y la bajaba bruscamente para cerrarla.
TaeHyung sentía la ira y la confusión emanar de Seok Jin en oleadas de un fuerte e intenso aroma. Poniéndose de pie, TaeHyung retrocedía.
—Dime... —susurraba gravemente—. ¿Qué mierda acabo de oír?
TaeHyung mordia su belfo inferior mientras sus lágrimas caían, relamía sus labios y sabian salados—. Iba a decírtelo...
— ¿Ibas a decirme qué? —susurraba el alfa, con la voz entre la ira y el dolor.
TaeHyung lloraba, lágrimas brotando de sus grandes ojos, humedeciendo sus largas pestañas y sus mejillas rosadas.
—No sabía cómo...
—¡Tomando el maldito teléfono! ¡Millones de veces que intenté comunicarme contigo! —gritaba enfurecido, herido por las viejas acciones de su Omega.
— ¡No podia escuchar tu voz! —gritaba TaeHyung, negando con su cabeza mientras sus manos agarraban parte de sus rizos—. No podía-... Yo no quería preocuparte...
— ¡Casi te pierdo! ¡Te hizo daño y no me dijiste nada, nadie lo hizo! —continuaba el alfa, furioso.
— ¡Sabía que de alguna manera podía estar relacionado a ti!
— ¡No sabía nada de lo que era en ese entonces!
— ¡Siempre supe que eras diferente y el único que no lo aceptaba eras tú! —gritaba TaeHyung enfurecido.
—Debiste decirme ¡Debiste llamarme y decirme que habían intentando secuestrarte!
— ¡Pero no lo hicieron! —decía TaeHyung al borde de romper en un llanto desgarrador—. Estoy aquí... Ya no importa —sus manos se aferraban al grueso y largo cuello del alfa, pero no era exactamente recibido con brazos abiertos.
Seok Jin estaba tenso, sus ojos escudriñando el rostro de TaeHyung. ¿Cómo habían estado tan bien hacía menos de diez minutos y ahora estaban así? A punto de romperse....
— Dímelo todo... —pedía.
TaeHyung abría sus ojos y sus labios se separaban—. ¿Para qué? Puedes ponerme toda la seguridad que quieras ahora... Pero, ya está
— ¿Ya está? —cuestionaba ardido—. No está malditamente nada... —sus manos tomaban las muñecas de TaeHyung para que este lo soltará, necesitaba alejarse y respirar hondo, pero TaeHyung no lo soltaba.
—No, no, no.... No hagas eso, no me alejes... —rogaba el Omega.
Seok Jin apretaba sus dientes, no quería hacerlo, él no quería, pero no tenía más opción.
—TaeHyung, habla... Dime todo. El guardaespaldas de YeonJun en realidad, es tuyo ¿Cierto? —pedía con su voz de mando, pero engañosamente dulce y suave para los oídos del Omega.
TaeHyung derramaba gruesas lágrimas, sus ojos rogaban que no tomara esa ventaja sobre él, pero Seok Jin lo miraba fijamente y TaeHyung respondía—. Es de ambos. Es mío y de él también —Seok Jin emitía una especie de gruñido y TaeHyung temblaba, las palabras forzandose a través de sus labios—. Me atacaron meses después de que estuvimos juntos... —susurraba—. Yo-... No estaba seguro de lo que había visto, así que no lo mencioné... Todos asumieron un intento de secuestro
— ¿Lo viste? ¿Cómo bestia?
—Yo no sabía lo que había visto —TaeHyung se alejaba y le daba la espalda—. Aún está todo borroso y no es un día que quiera recordar, por favor no sigas preguntándome
—Te dije que me cuentes todo —susurraba.
TaeHyung apretaba sus ojos mientras se abrazaba a sí mismo, Seok Jin quería consolarlo con desesperación, pero parte de él se lo impedía, hasta que TaeHyung no hablará, no debía tocarlo. No podía ser tan débil. ¿Cómo había sido capaz de ocultar algo así?
TaeHyung suspiraba—. Hubieron amenazas... —el omega escuchaba al alfa gruñir o gemir de la ira, no estaba seguro, pero continuaba—. Mi papá contrató a Suho para mí, no era seguro dejar Japón, no era seguro dejar siquiera mi casa y no me importaba de hecho estar encerrado recibiendo incluso mis clases particulares —susurraba—. Luego las amenazas cesaron...
— ¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo, TaeHyung? —Seok Jin estaba tan enojado. Tan dolido. Tan lleno de impotencia.
TaeHyung suspiraba—. Cesaron semanas después del nacimiento de YeonJun.
Seok Jin ya no lo soportaba, no podía seguir con esta incertidumbre, no podía dejar pasar lo que había escuchado—. Tantos meses, maldición —Seok Jin suspiraba entre enojado y decepcionado—. Lee dijo que todo salió bien "para ellos" ¿Aparte de tí, de quién hablaba?
TaeHyung apretaba sus ojos y sollozaba en silencio, Seok Jin sentía un dolor agudo que cortaba el paso del aire en sus pulmones, los hombros de TaeHyung temblaban y lloraba en silencio desconsolado, Seok Jin ya no aguantaba mantenerse lejos de su Omega y sus brazos le rodeaban de inmediato, enviando consuelo a través de ese extraño lazo psíquico que ya compartían y su aroma se volvía cálido e intenso. Abrumador y simplemente perfecto. TaeHyung de aferraba a él.
La nariz del alfa se pegaba a su glándula y aspiraba con devoción, él también necesitaba el aroma de TaeHyung porque el dolor era demasiado aunque no pudiese entender. Pero él quería preguntar:
— ¿Es YeonJun realmente tu hermano, Tae? —su voz era suave, cautelosa.
TaeHyung se tensaba en sus brazos, pero luego de unos largos segundos, volteaba a verlo con sus ojos celestes relucientes debido a lo rojo de la esclerotica.
TaeHyung suspiraba, su mirada trista enfocada en Seok Jin tras él, aún en sus brazos—. Lamentablemente... —susurraba, Seok Jin contenía la respiración—. Sí, lo es.
Sentía los brazos de Seok Jin aflojarse y aprovechaba para alejarse, las cartas estaban sobre la mesa, mucho más rápido de lo esperado.
—Nadie sabía del embarazo de mi madre —comenzaba, aún se abrazaba a sí mismo—. Ella lo había ocultado porque le avergonzaba estar embarazada a una edad algo avanzada y en las amenazas daban a entender que estaban creídos que YeonJun era mío y tuyo —decía sin aliento, mirando al suelo.
Seok Jin soltaba el aire por su nariz, sus dientes apretados—. ¿Por qué creerían que era nuestro?
TaeHyung se obligaba a tomar coraje—. Cuando yo... —relamía sus labios, sus lágrimas caían sin ningún esfuerzo ni impedimento—. Cuando me atacaron, yo salía de una clínica de atención médica prenatal, era mi tercer chequeo... —su respiración era trabajosa. Su pulso acelerado y su corazón corriendo una carrera.
Jamás creyó que este momento llegaría, su garganta se cerraba y Seok Jin lo miraba, ambos cruzaban una mirada y TaeHyung amenazaba con llorar de nuevo.
—No~... —susurraba Seok Jin, su voz temblorosa, su garganta con una maldita bola que no podía pasar, negando reiteradas veces sus ojos se llenaban de lágrimas y su imagen rota, terminaba de desotrozar la poca estabilidad emocional de un TaeHyung que tapaba su boca y con el llanto a borbotones asentía—. No, no...
—Lo lamento tanto —exclamaba el Omega llorando, destrozado, el dolor que el alfa sentía ya no era solo de su omega—. Est-estaba siendo cuidadoso... Yo quería decírtelo
— ¡Debiste decírmelo!
— ¡Ya no había nada que decir! —gritaba desgarrado en el rostro del alfa.
Seok Jin apretaba sus puños, la ira mezclandose con la tristeza. Lo siguiente que supo fue que tomo una sudadera de alguna parte de su apartamento y estaba fuera. Necesitaba aire, necesitaba calmarse.
Necesitaba encontrar a esos rebeldes y hacerlos pagar.
👁️👄👁️
Yo-... *Se va corriendo*
Con amor niñita NanyKoo, perdón si ven errores de dedos salvajes y anoche me dormí corrigiendo. Tengan buen miércoles 🫶🏻
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