~17~
Seok Jin había cortado el llamado con su padre, para ponerse a revisar su correo electrónico, la información sobre el ataque de la madrugada del antes mencionado omega estaban en un correo, con más detalles no mencionados en el teléfono, mientras que en otro, dicho informe de China, estaba allí también. Nuevamente, avistamientos de otra bestia y al parecer, algo similar o extraño estaba comenzando a suceder en Corea del Sur. Había pedido de inmediato que por favor lo mantuvieran al tanto apenas el omega despertará.
Cuando volvía su vista a su cama, TaeHyung se removía, perfecto, tan etéreo y casi irreal. No podía creer las últimas horas vividas. La cita doble, el tiempo con éste, los besos y caricias compartidas. El hecho de finalmente ser él quien se encontaba junto con su hermoso omega en pleno celo, saciandolo. No estaba seguro cuánto le duraría, considerando que no quería controlarlo en absoluto. No quería suprimir su lado animal, TaeHyung era perfecto, aún con su lado salvaje a flor de piel.
Lo quería así, quería dejarlo libre y si duraba pasado el fin de semana, sabría que tenía el derecho y la facilidad de trabajar desde casa. Su compañero era su prioridad, su TaeHyung, su amigo. Su amor y su todo. Él mantendría a su omega feliz por todos estos años que, solo TaeHyung sabe el por qué, no pudieron estar juntos, él se encargaría de darle todo y más. De mantenerlo feliz y a salvo...
Seok Jin suspiraba y volvía a su sala, sentado preocupado, en su sofá y mirando a la nada misma, con su cabeza atestada de cosas. Al parecer, mantener salvo a TaeHyung ocuparía todos sus pensamientos. No estaba seguro allí afuera, pero tampoco podía encerrarlo... Mucho menos mantenerlo desinformado respecto al nuevo ataque que ese omega había recibido en las últimas horas. Dios, su frente estaba segregando sudor frío y millones de escenarios preocupantes se proyectaban en su cabeza, limpiando su piel, recordaba que TaeHyung estaba planeando mudarse solo. La sola idea le aterraba.
Joder. ¿Sería mucho si él le proponía-...?
— ¿Amor?.
La voz adormilada del azabache lo sacaba de sus pensamientos, obligándole a levantar la vista y encontrarlo con todo su cuerpo desnudo y solo un par de boxers limpios que se había colocado y eran de Seok Jin. Sonreía como imbécil al verlo vestido con una prenda íntima suya, fregando uno de sus ojos para intentar despertarse. Toda la imagen causaba cosas extrañas y placenteras en su interior.
«Mío»
—Hey, cariño... —exclamaba, mientras estiraba sus brazos y TaeHyung ya estaba camino al sofá con él. Por un momento había creído que el otro hombre se sentaría a su lado, pero TaeHyung iba directo a su regazo, a horcajadas, abrazándolo con sus brazos y metiendo su nariz en su cuello para olfatearlo.
Pese a que el viejo Min le dijo que ya no eran los mismos—y era cierto—algunas cosas, nunca cambian. TaeHyung todavía tenía la manía de olerlo e impregnar su olor en él, un rasgo tan territorial y osado en un omega, pero sabía que con Jin podía hacerlo, él se lo permitiría todo.
Las manos del Alfa acariciaban su espalda desnuda y su piel se enchinaba completa, erizando los—apenas—vellos visibles de su piel.
—Soñé que me despertaba en Japón, lejos de Corea de nuevo, lejos de ti. Yo-... —murmuraba en su cuello, suspirando acongojado.
Seok Jin retrocedía del abrazo para acunar el rostro de TaeHyung en sus manos, tenía sus ojos llorosos y un mohín lastimero, de repente parecía ese niño que había crecido con él, pero extrañamente más indefenso. Sus manos reposaban entre el cuello de TaeHyung y su mentón, sus pulgares delineaban su belfo inferior con sutileza. Su garganta se había cerrado solo un poco, al verlo así.
—Solo era un mal sueño —susurraba. TaeHyung alzaba la vista y una lágrima caía. Seok Jin sentía su tristeza, demasiado latente. Demasiado fresca, como si algo más hubiera allí, no solo la simple pesadilla y malestar alojado en su pecho luego de ésta—. Hey, hey... ¿Qué pasa? ¿Qué más sucede? —preguntaba Seok Jin preocupado.
TaeHyung secaba sus lágrimas y forzaba una sonrisa—. Nada, solo estoy un poco sentimental. A flor de piel, soy sensible. Realmente me levanté un poco desorientado creyendo que la realidad contigo recientemente vivida había sido un sueño y la realidad era mi pesadilla —su sonrisa rectangular se veía triste.
Seok Jin parpadeaba, necesitando preguntar más, sintiendo como su omega estaba realmente decaído, por decir lo menos. Así que miraba fijamente su bonito y etéreo rostro, relamia sus labios y posaba estos sobre los de TaeHyung. Un beso dulce era el que le depositaba sobre su boca, su aroma envolviendo al Omega, este se sentía como si fuera el cielo, aunque no sabía cómo podría llegar a sentirse eso, pero esto se le parecía demasiado. Este era el cielo para TaeHyung.
Él sobre el regazo de su Alfa, recibiendo un consuelo y aceptación que a veces sentía que no merecía con tanta facilidad. A veces se sentía tan incompleto, sabía que estaba en deuda con Seok Jin, le debía tantas explicaciones que se preguntaba ¿por donde mierda comenzaría?. Dios, su corazón estaba demasiado atormentado, afligido... Seok Jin lo tenía encerrado en una nube de su aroma, fuerte y cálido. TaeHyung aferraba sus brazos al cuello del castaño para profundizar el beso mientras sus labios se separaban y Seok Jin simplemente tomaba total control de su boca, el ritmo del beso seguía suave, pero TaeHyung estaba sintiendo que quedaba completamente drenado de toda preocupación, toda aflicción que venía cuando menos lo esperaba para recordarle que no merecía al hombre que lo tenía entre sus brazos.
Ese hombre que ahora le robaba un suspiro y un jadeo ahogado cuando lo movía, para pasarlo de su regazo a recostarlo en el sofá con suma delicadeza y besarlo con más fervor, pero sin precipitarse. TaeHyung estaba siendo lentamente deshuesado con ese beso, bajo el firme cuerpo del Alfa y suaves caricias indefensas que no pasaban de su cintura. Finalmente se sentía en paz, más tranquilo, contenido y consolado. Seok Jin deslizaba suavemente su lengua fuera de su cavidad y sorbia su labio inferior con dulzura, luego subía su mano y acariciaba la mejilla de TaeHyung recibiendo una sonrisa más tranquila y dulce, viendo cómo éste se tiraba encima de su toque como un cachorro buscando cariño.
Su corazón estaba doblemente preocupado ahora, por lo que repentinamente se metía en la curvatura del cuello de TaeHyung y aspiraba fuertemente su aroma. El omega había gemido por el repentino arrebato de Seok Jin y estaba completamente mareado cuando sentía como restregaba su nariz en toda la longitud de su cuello y presionando contra su glándula. Seok Jin gemía, pero era uno de esos gemidos frustrados que parecían encerrar demasiadas emociones, estaba mentalmente agotado con todo lo que estaba sucediendo, con toda su semana movida laboralmente, antes de que TaeHyung cayera en su puerta y en sus brazos.
Esta era la primera vez en que Seok Jin literalmente estaba buscando la calma y el consuelo en su omega, olisqueandolo y bañandolo de su aroma en partes iguales. TaeHyung reía con dulzura, aquello era caliente, pero era todavía aún más dulce la necesidad de Seok Jin derramada sobre él. ¿Cuántas veces ese hombre se habrá sentido entre la espada y la pared, demasiado ansioso, solo... Con ganas de buscar calma en él y no había podido?. Su garganta se cerraba y sus brazos apretaban el cuerpo de Seok Jin encima de él.
—Tómate tu tiempo, cariño —susurraba TaeHyung, acariciando su espalda, dejando salir su aroma y a la vez dejando que Seok Jin lo empapara completamente del suyo—. A estas instancias huelo más a ti que a mí.
Seok Jin se detenía, pensaba en sus palabras y salía, más relajado del hueco de su cuello, pero con cierta incomodidad.
—Lo siento —susurraba, sus ojos sutilmente volviendo a su color avellana, al parecer se habían puesto de ese rojo carmesí que TaeHyung comenzaba a adorar cada vez más y más.
El omega abría sus ojos, y ambos buscaban enderezarse en el sofá, sonriendo lo veía con dulzura y negaba—. Jin, no sientas nada de lo que hicimos. Deja de disculparte conmigo, no me debes una disculpa por la marca en mi cuello, ni me debes una disculpa por oler a ti —TaeHyung volvía a subirse encima del castaño y acunaba él, su rostro esta vez—. Dios. Me encanta oler a ti, que sea más tu esencia que la mía
—Aún recuerdo que querías esto de forma más íntima —respondía el Alfa, rodeando su cintura.
—Y también dije que a la mierda todo, que se sepa. ¿O tú no quieres qué-...?
—Joder. Lo único que quiero es que me vean contigo —admitía—. De todas formas, nadie se sorprendería al respecto... —luego sonreía, pero meditaba en su propio deseo y sus palabras recientemente dichas.
"Lo único que quiero es que me vean contigo", con todo lo que estaba sucediendo, su puesto importante de trabajo y el grande que tenía para ocupar en su ciudad, se preguntaba si era realmente bueno dejar que le vieran con TaeHyung. Seok Jin no recordaba las veces que su madre había estado en situaciones peligrosas por el puesto de su padre.
Dios, ser el futuro Alfa de su enorme manada comenzaba a sonar demasiado amenazante y no por el hecho de dudar sobre su propio desempeño. Seok Jin no tenía dudas de que podría hacer aquello, con el tiempo se había hecho el escenario de verse a sí mismo rigiendo solo a toda esa gente, con el apoyo de sus padres y gente de confianza, pero sin TaeHyung. Él era capaz y debía de agradecerle a su padre por haberlo preparado para ser totalmente apto para el cargo. Pero ahora, con TaeHyung a su lado, se preguntaba: ¿qué tipo de amenazas podrían llegar a su hermoso compañero?.
Seok Jin suspiraba, nuevamente preocupado.
TaeHyung fruncia el ceño mientras sus pulgares acariciaban las mejillas del Alfa.
— ¿Me dirás qué te preocupa? —preguntaba dulcemente.
Seok Jin alzaba sus cejas y lo miraba sorprendido.
— ¿Tengo cara de preocupado? —preguntaba.
TaeHyung contenía una risa dulce y asentía—. Y estas todo inquieto, tu aroma cambio... Es más intenso, pero no del tipo que me calma en absoluto ¿qué sucede?
Seok Jin relamia sus labios y volvía a suspirar, este era su compañero, no podía ocultarle nada y en sus sueños más imposibles, había anhelado más de una vez tenerlo como ahora, para plantearle sus preocupaciones y refugiarse en él, en sus brazos, bañarlo de su aroma y drogarse con el suyo para sentirse más relajado.
—Recibí un llamado de mi padre —respondía.
TaeHyung fruncía su ceño y sentía que esto se iría por un rumbo más serio, por lo que atinaba a bajarse de encima del Alfa y sentarse a su lado. Seok Jin lo miraba y se ponía rápidamente de pie.
— ¿A dónde vas? —preguntaba el Omega a punto de levantarse.
—Quédate aquí —mencionaba Seok Jin, tomando rápidamente uno de sus remerones extra large de su placard para brindarselo a un TaeHyung que lo recibía con una sonrisa dulce—. Alza tus brazos.
El omega hacía un mohín muy adorable—. Puedo vestirme solo —mencionaba.
—No me importa —exclamaba con suavidad—. Arriba —pedía y TaeHyung obedecía luego de rodar los ojos.
—Deberías desvestirme, no vestirme, Kim —exclamaba.
Cuando se hallaba con la prenda ya puesta, se sentaba cual indio y se cubría con la misma tela larga. Era inmensa y tenía el aroma del Alfa, por lo que enterraba su nariz en la tela de algodón mientes Seok Jin se sentaba a su lado.
—Sabes que estoy justo aquí para que hagas eso conmigo ¿no? —mencionaba.
TaeHyung alzaba el rostro y sus mejillas tenía un rosa muy adorable.
—Lo haré luego —respondía, inclinándose para un dulce y casto beso, su mano había tomado a Seok Jin de la parte posterior de su cabeza y lo veía cerrar sus ojos para devolverle el beso. Tan dulce, sin apuro—. Ahora dime qué sucede.
Seok Jin suspiraba sonoramente, la mano de TaeHyung no había dejado su nuca y jugaba con sus cabellos mientras lo miraba fijamente. Veía a TaeHyung solo a centímetros y extrañamente, este escenario fuera de la neblina del placer, la lujuria y la pasión, este momento justo aquí era algo que había anhelado con todas sus fuerzas y lo había soñado en ocasiones y evitado imaginar en otras para no sentir la soledad demasiado grande y el dolor en su pecho demasiado pesado por la ausencia de TaeHyung todos esos años.
El omega tenía sus ojos celestes fijos en él. Sus pestañas eran tan largas y espesas que caían cuesta abajo de sus ojos largos y grandes, con una peca bajo las pestañas inferiores. Su nariz pronunciada con su lunar decorando la punta era un lugar que Seok Jin quería besar incontables veces, luego sus labios semi carnosos que formaban de esa boca pronunciada que, siempre había sabido dulce y los dueños de su primer beso.
Seok Jin sonreía inconscientemente y TaeHyung alzaba sus cejas confundido.
— ¿Por qué sonríes? —preguntaba, a veces era un enorme bebé que hablaba en puro mohín.
—Míranos —susurraba con esa estúpida sonrisa enamorada en su rostro.
TaeHyung fruncia el ceño, luciendo adorable y besable. Luego se miraba a sí mismo, a Seok Jin y... Él sonreía, con la misma estúpida sonrisa de enamorado.
—Esto es todo lo que he deseado por años —mencionaba Seok Jin.
TaeHyung abría su boca y la volvía a cerrar, la sensación de sentirse una porquería, estaba ahí de nuevo. ¿Como podía decirle que él también lo había anhelado, sin ser puesto en duda?. Sabía que era el principal culpable de la distancia que los había separado más tiempo de lo debido.
—Lo siento, te pusiste triste otra vez —mencionaba el Alfa.
TaeHyung sonreía a la fuerza, se negaba a apartar su mano de los cabellos suaves y finos de su Alfa—. Sólo quiero que sepas que también lo deseaba, aunque no suene convincente.
El Alfa se mordía la lengua, TaeHyung parecía tener demasiadas palabras y explicaciones atoradas. Pero él no presionaría.
—El llamado de mi padre me dejó realmente preocupado —decidía volver la conversación en dirección a él.
— ¿Qué pasó? ¿Nuevos avistamientos? —mencionaba, también preocupado—. ¿En Taiwán, otra vez? —preguntaba, retomando el juego de sus dedos con las hebras sedosas de Seok Jin.
El castaño relamia sus labios y apartaba su vista un segundo hasta volver a mirar a TaeHyung quien esperaba, expectante.
—Un omega fue atacado esta madrugada —exclamaba.
TaeHyung abría sus ojos grandemente, un omega no era lo mismo que un Alfa. Su corazón se había precipitado, un poco de temor comenzaba a renacer en su pecho. No de nuevo, No otra vez los omegas como punto de ataques y secuestros.
— ¿A dónde? —preguntaba con calma, más bien, intentando fingirla.
—Aquí —respondía Seok Jin.
TaeHyung sentía que su alma dejaba su cuerpo y su respiración se atascaba. Rogaba al cielo que Seok Jin no notará el cambio en él, por lo que aclaraba sus garganta e intentaba recomponerse. Quitando su mano de la nuca del Alfa, relamia sus labios.
— ¿Qué tipo de ataque? ¿Dónde? ¿Está bien? —preguntaba inmediatamente.
Seok Jin pasaba saliva y suspiraba—. Está dormido. Fue encontrado en Bucheon Seongju Mountain cerca de Wonmi. Mi padre me envió por email lo que se sabía hasta el momento. El omega no tiene mucha familia, solo él y unos pares de amigos. Dicen que tenía una vida muy activa, deportivamente hablando por lo que correr por estos lares era algo común para él...
— ¿Está herido? —repetía TaeHyung con su boca seca y su pulso acelerado.
Seok Jin negaba—. No gravemente. Lo encontraron con un golpe en su rostro, pero no se sabe si fue intencional o accidental, ya que hay rastros de raspones por una caída. Tiene una contusión, está estable, pero dormido...
TaeHyung pestañeaba, intentando calmarse. Intentando no maquinar un escenario similar al de diez años atrás cuando los omegas estaban siendo raptados y ninguno había sido encontrado.
— ¿Tiene que ver con lo de Taiwán o estamos pasando por lo mismo de hace años atrás? —susurraba.
En ese entonces Seok Jin lo miraba, TaeHyung estaba más pálido que de costumbre, intentando disimular que tenía miedo, pero Seok Jin lo sabía y lo sentía, por lo que acunaba su rostro y lo miraba fijamente.
—No va a pasarte —prometía—. ¿Lo sabes, cierto?
TaeHyung fingía una sonrisa—. Aún sin lazo, contigo no puedo escabullirme ¿no?
Seok Jin acomodaba su ondulado cabello oscuro y lo miraba realmente preocupado.
—El omega fue hallado con restos de saliva de alguien más —mencionaba, notaba la sorpresa en el azabache y los ojos abiertos de par en par—. Apenas el chico despierte le harán una serie de preguntas importantes. No sabemos que esperar, pero tampoco estamos cien por ciento seguros al respecto sobre que sea similar a las desapariciones de hace diez años atrás o haya relación con los acontecimientos de Taiwán...
—Oh... —era todo lo que TaeHyung podía decir, intentado mantener la mirada fija en Seok Jin, pero miraba entre ellos, sonreía con nervios y pasaba saliva—. ¿Entonces aún no debemos preocuparnos, no?
—Un nuevo informe de China acaba de llegar. Otra bestia de ojos dorados, similar a un lobo, pero más grande. Otro Alfa, al parecer... No estamos seguros que está sucediendo y no sabemos si lo que le pasó a ese omega puede estar relacionado a los avistamientos con estas bestias que, posiblemente tengan algo que ver con los cambiaformas.
TaeHyung abría su boca—. ¿Realmente crees que hay cambiaformas allí afuera? —sus ojos brillaban con curiosidad y temor, ambas sensaciones y sentimientos reflejados en sus orbes celestes.
—Con Min venimos haciendo nuestras propias investigaciones y conjeturas hace ya un tiempo —exclamaba—. No lo hemos hablado con nadie y ciertamente son retazos de historias que parecieran ser más del tipo leyenda urbana que verdaderos acontecimientos, pero es muy probable que allí afuera haya otro tipos de alfas de los que nuestra sociedad desconoce y con los que no está acostumbrada a tratar.
TaeHyung lo miraba con todo tipo de emociones en su rostro.
— ¿Tú podrías ser uno, cierto? —preguntaba repentinamente.
Seok Jin se apartaba de él y lo miraba con cierta incomodidad, mentiría si dijera que no era una de las grandes teorías del viejo Min, pero que nunca habían podido probar con certeza. Y ciertamente, había pensado en escasas ocasiones que si eso era cierto, si él era un cambiaformas en una sociedad que ni siquiera creía en los destinados, habría dos opciones:
Él sería perseguido y cazado o temido, perseguido y cazado nuevamente, de una forma u otra. Pero también había pensado en que diría TaeHyung si él realmente pudiera llegar a ser una de esas bestias legendarias de cuentos de hadas, como decía su padre.
Al verlo ahora, TaeHyung no parecía asustado en absoluto y eso era una de sus grandes preocupaciones ¿Qué pasaría si fuera una bestia y TaeHyung no lo querría cerca?.
—No lo sabemos... No lo sé, no me ha pasado ningún cambio que confirmara que soy un animal de cuatro patas —sonreía nervioso mirando sus manos.
TaeHyung inclinaba su cabeza buscando su mirada y tomando sus manos.
—Tus supuestas garras, tus ojos rojos... —susurraba, tocando las manos del Alfa con suavidad y mirándolo a los ojos—. Tú eres uno de ellos —afirmaba con una sonrisa que Seok Jin no podía descifrar, pero parecía ser una que demostraba la adoración de TaeHyung hacia él.
— ¿No tienes miedo? —susurraba Seok Jin.
TaeHyung sonreía con dulzura y negaba—. ¿Por qué lo tendría?. Tú no me harías daño —afirmaba.
Seok Jin sentía sus ojos humedecerse y un nudo pasaba por su garganta, luego suspiraba y negaba con sus cabeza, soltándose de las manos de TaeHyung—. No es algo seguro. Quizás, solo se trate de mis uñas y ojos, no, no es... Sólo es una suposición —tartamudeaba.
TaeHyung relamia sus labios y asentía levemente—. Ya lo sabremos
— ¿Y si lo fuera? ¿Y si resulta ser que pierdo toda cordura? —preguntaba nuevamente.
TaeHyung fruncia su ceño y acariciaba su mejilla con lentitud y cariño—. No supongamos antes de tiempo... —susurraba—. Un paso a la vez.
Luego le sonreía y el interior de Seok Jin se removía con todo tipo de emociones.
—Eres un peligro para mí ¿lo sabías? —mencionaba.
TaeHyung alzaba sus cejas—. ¿Yo lo soy?
—Tú me vuelves alguien totalmente diferente... Ni siquiera he sabido cómo sacar mis garras cual animal salvaje todos estos años y de repente vienes tú y me descontrolas por completo y mírate —su voz se quebraba un poco cuando señalaba nuevamente el cuello de TaeHyung—. Te hice daño
—No —afirmaba TaeHyung—. Esto fue un accidente, tú no me hiciste daño —afirmaba, buscando su rostro—. Nunca me harías daño, tú solo me mantendrías a salvo y esto que esta sucediendo, sabrás cómo manejarlo. No eres el único intentando buscar una solución, pero definitivamente eres el que más armas podría llegar a tener a favor, si los avistamientos de bestias eran alfas, tú eres uno puro y al parecer también un cambiaformas
—No estamos seguros de eso —reía secamente—. Y me preocupa que nuevamente los omegas sean el centro de los ataques... Combinado con esta locura de animales salvajes —Seok Jin se soltaba de las manos de TaeHyung y fregaba su rostro con sus manos.
No notaba el momento en el que TaeHyung volvía a perder el color, rememorando tiempo pasados, de cuando él-...
—Sea lo que sea, te mantendré a salvo y... —Seok Jin se mordía la lengua.
— ¿Pretendes que me encierre como tiempo atrás? —preguntaba el omega con incertidumbre.
—No, es muy temprano para ese tipo de escenarios extremistas, no estamos seguros que está sucediendo... Pero, no lo sé, recuerdo que dijiste que tú querías vivir solo y... —Seok Jin relamia sus labios.
TaeHyung alzaba sus cejas, esperando a que terminara de hablar, pero no lo hacía—. Voy paso a paso —añadía entonces—, lo primero era mi trabajo y luego un departamento. Ya estoy grande para seguir con mis padres —reía cansino, dios, necesitaba su espacio, aunque con todo esto se preguntaba si era buena idea. Luego abría sus ojos y como si hubiese entendido al Alfa, preguntaba—. ¿Estás pidiendome que-...?
TaeHyung lo señalaba y se señalaba a sí mismo. Seok Jin abría sus ojos y no estaba seguro que responder, abría su boca y la cerraba nuevamente, inflando sus mejillas de aire y luego exhalando.
—Yo-... —el teléfono del Alfa volvía a sonar, el mismo lo tomaba presuroso y veía el número de su padre en la pantalla—. Mi padre —mencionaba, atendiendo de inmediato—. ¿Papá?
—El omega acaba de despertar —afirmaba—. No quiero arruinar tu encuentro, pero si pudieras venir aquí, te lo agradecería.
Seok Jin abría sus ojos y miraba en dirección a TaeHyung, el omega estaba atento y expectante.
—De acuerdo, dame media hora y estaré allí —afirmaba, cortando el llamado.
— ¿Qué pasó? —preguntaba el azabache.
—El omega acaba de despertar, mi padre quiere que vaya al hospital.
TaeHyung asentía comprendiendo—. Iré contigo
—El hospital es tu nuevo lugar de trabajo —mencionaba, aún no sabía si TaeHyung estaba totalmente a bordo de ser visto con... Bueno, nada más y nada menos que el futuro Alfa de la manada de Bucheon.
—Bien, de acuerdo. ¿Tienes algo presentable y de mi talle? —cuestionaba.
Seok Jin no quería sonreír como imbécil en un momento tan preocupante, pero un sonrisa tiraba de sus labios.
—Si, tengo —respondía, poniéndose de pie y haciendo un ademán a TaeHyung, para que le siguiera.
El chico iba detrás de él con pies descalzos y una sonrisa dulce, aunque su interior seguía removiendose temeroso.
—Entonces, es probable que este omega confirme la sospechas de haber sido atacado por una bestia, también de casta Alfa ¿no?. Eso es lo que esperamos en el peor de los casos ¿cierto?.
Seok Jin estaba muy concentrado en la prendas de ropa, tendiéndole a TaeHyung una camisa celeste con rayas blancas y unos jeans de color negro. Cuando se paraba frente al omega, suspiraba sonoramente, con algo de confusión reflejado en su perfecto rostro.
—De hecho, esperamos que nos dé un rostro y cualidades físicas del atacante en cuestión, porque si llegara a ser una supuesta bestia... Entonces, definitivamente no es algo solo de alfas.
TaeHyung lo miraba fijamente con sus cejas juntas y fruncidas—. ¿Estás diciendo qué-...?
—La saliva encontrada sobre el cuerpo de la víctima, era de otro omega —respondía. TaeHyung abría boca y ojos, no había esperado aquella respuesta. Un omega atacando a otro era el maldito colmo, teniendo en cuenta que era los más débiles de la jerarquía—. Así que dado fuera el caso que vio una bestia, entonces no es sólo cosa de alfas... Y que al parecer, podríamos llegar a tener verdaderos dolores de cabeza muy pronto.
Holi Holi. Llegó la que escribe puro sexo sin sentido 😂
Bueno, bueno. Como les dije, luego de esta ronda despedire EROTOFONOFILIA, perdón las muchas pausas en mis fics y que tengan que esperar tanto por mis actualizaciones ☹️
Se hace lo que se puede, pequeños saltamontes 😭
Rueda de actualización al día de la fecha:
EROTOFONOFILIA ✅ 06/09
ANATEMA ✅ 11/09
HOLA, SOY VANTE ✅ 15/09
UPSIDA ❎ 25/09
ILLECEBRA ❎← Next
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎
MISERABLE LOVE (se acaba de unir a la ronda, aunque ya di el primer cap)
Si ven errores de tipeo, mil disculpas ✨
Con amor Niñita NanyKoo 💜
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