~15~

TaeHyung había entrado total y completamente en su celo. Ya no le interesaba tomar ningun supresor para apagarlo como había hecho por años, e incluso, para volver a Corea. Tantos años sucumbiendo solo a una parte de ese deseo animal porque SeokJin no estaba con él y porque éste los mantenía estable. Pero esa madrugada había sido perfecta. Ambos se habían asustado al encontrar parte de la cama de SeokJin totalmente destrozada por unas garras que seguían sin ver realmente, pero a la vez, el omega estaba demasiado enviciado con su Alfa como para preocuparse, él sabía que SeokJin no le haría ningún daño, con o sin garras.

SeokJin no sabía cómo lucían, TaeHyung menos, pero ambos sabían que estaban allí, el omega las tenía marcadas en su piel, SeokJin tenía leves cicatrices de la primera vez que había sentido el ceño de TaeHyung y éste mismo era un gran detonante.

El azabache había estado totalmente encima de su Alfa, oliendo, lamiendo, besando, hasta que finalmente había quedado dormido. Pero ahora, eran las ocho de la mañana y se encontraba ansioso, viendo el cuerpo desnudo de su Alfa. Su cuerpo marcado por sus besos y uñas. SeokJin era una obra digna de ser admirada, precioso, despeinado y TaeHyung estaba seguro que su propia erección se volvía cada vez más tormentosa y dolorosa, junto con su entrada necesitada, de a poco segregando el lubricante natural por entre sus glúteos y llenando, no solo a su Alfa, sino, todo el apartamento de éste con su fuerte aroma a arándanos.

TaeHyung sentía que su propio calor era sofocante. Recordaba cuando SeonGwah le contaba como pasaba sus celos con YunHo, luego de que finalmente aceptarán que eran el uno para el otro y a veces sentía envidia. Aún con SeokJin, su primer celo había sido poco, interrumpido e insuficiente. TaeHyung no sabía lo que era estar totalmente consumido, humedo y deseoso de tocar al Alfa a su lado. El Alfa que siempre quiso desde que supo su casta. El Alfa al que amaba desde antes de saber que era el amor.

Mordía su labio y estiraba su mano para alcanzar con sus dedos la piel blanca de SeokJin y rozar levemente su pezón... No sabía porque aún tan cerca, todavía se estaba conteniendo. Quizás porque quería admirar al hombre a su lado o le gustaba la ansiedad de que SeokJin despertara por culpa de sus feromonas, su aroma... Su necesidad.

El Alfa se encontraba agotado, demasiada adrenalina, luego del episodio de ese calibre, se sentía exhausto. Y TaeHyung había visto sus ojos cansados antes de decidir quedarse dormido a pedir que lo follara de nuevo, pero ahora ya había descansado lo suficiente y estaba demasiado ansioso, caliente, hambriento y necesitado. Así que no pensaba mucho, se inclinaba pasaba su lengua por el pezón rosado apenas amarronado del Alfa y luego tiraba con sus dientes.

SeokJin se removía, despertando de inmediato. No tenía un sueño pesado tanto como quisiera... Y la lamida junto con la mordida y las feromonas de TaeHyung por todo su apartamento, lo trajeron a la realidad de inmediato. El azabache estaba allí, su TaeHyung estaba completamente desnudo, mirándolo con sus ojos celestes y pupilas dilatadas mientras mordía su belfo inferior y seguía inclinado sobre su pecho.

SeokJin parpadeaba, sabía que era real, pero igual TaeHyung lucía como un sueño. De los más lindos, hermosos y de los que quieres volver a soñar una y otra vez.

—Alfa... —susurraba suavemente, casi rogando.

SeokJin relamia sus labios, se apoyaba sobre sus codos y no terminaba de levantarse que tenía a TaeHyung encima de él. Duro, húmedo y con sus uñas clavadas en sus hombros. Era la segunda vez que SeokJin veía a TaeHyung totalmente perdido y controlado por su lado más animal. Y a decir verdad, no sabía cómo lucían los omegas en celo, porque, a pesar de que había ayudado a WooYoung en algún que otro momento de calor, lograba mantenerlo a raya y no se quedaba más de una sola vez. Cosa que siempre lograba quebrar el corazón del omega, necesitado de su cuidado y totalmente arrepentido, luego de que sus celos pasarán.

Pero ahora veía a TaeHyung y sabía que era más omega que humano. Sabía que estaba necesitado y él no quería controlarlo, no quería suprimir su necesidad. Él quería darle rienda suelta a su Omega y dejarlo hacer con él lo que se le viniera en ganas.

—Buenos días, mi precioso Omega —saludaba ronco, llevando su mano al cabello rizado y negro de TaeHyung para poner un mechón tras su oreja.

Cuando TaeHyung sentía su tacto, gemía suavemente, inclinándose sobre la palma de su mano, recibiendo esta y sintiendo como el pulgar de SeokJin le acariciaba suavemente. Sus ojos se cerraban y sentía el aroma a canela de su Alfa, luego giraba más su rostro y con su lengua lamía toda la palma del Alfa, siguiendo hasta sus dedos y atrapando dos de estos con sus labios, para chuparlos con lentitud mientras enfocaba su mirada en la del Alfa.

SeokJin sentía su respiración estancada en su pecho, cuando sentía la humeda boca de TaeHyung rodear sus dedos. Su polla ya sutilmente erecta por el efecto mañanero, estaba totalmente dura, descansando sobre su abdomen y siendo rozada por los muslos húmedos de TaeHyung. En ese instante lo veía en detalle y sentía todo su apartamento, su cama, él mismo... Oler a TaeHyung. Cuando su mirada bajaba y se posaba en la pelvis del omega, notaba esa bonita polla brillosa en el glande, erguida y dura... Miraba un poco más y notaba como entre los muslos brillaba la piel de TaeHyung a causa de su propia esencia segregada. Se le hacía agua la boca.

Miraba a TaeHyung nuevamente chupar sus dedos un poco más, hasta que intentaba quitárselos de la boca y eso hacía que el omega terminará cerca de su rostro por rehusarse a soltarlos.

—Sueltalos —susurraba ronco. TaeHyung fruncia su ceño y negaba, SeokJin alzaba sus cejas—. ¿Dijiste que no? —cuestionaba sorprendido.

TaeHyung reía ladino y aquello encendía muchísimo más al Alfa, de a poco lo veía soltarlos, deslizando sus labios y empujandose con su lengua hasta sacarlos hasta la punta y morder suavemente. SeokJin se encontraba embelesado, el omega se veía precioso, travieso y ardiente, por lo que con suma delicadeza—mientras sus dedos seguían entre los dientes de TaeHyung—su mano libre, la deslizaba por entre medio de los muslos húmedos del omega, el cual cerraba sus ojos y temblaba levemente por el tacto tan íntimo. Sus dientes seguían presionando los dedos de SeokJin mientras sentía como las yemas de este, le quemaban la piel, mientras acercaba sus largos dedos a su entrega híper sensible y necesitaba.

— ¿No vas a soltarme? —ronroneaba SeokJin, mientras veía al omega estarse quieto, mordiendole suavemente. Los otros dedos de la otra mano, serpenteaban libres hasta llegar a su entrada—. Tan mojado...

"Mmhp" asentía gimiendo suavemente y movía su parte trasera para empujarse contra los dedos tentativos del Alfa, quien no dudaba en deslizar el del medio, dentro, logrando que TaeHyung, finalmente lo soltara, pegará su frente a la suya y sus manos se sostuvieran con fuerzas de sus hombros, mientras estaba erguido encima de él, dejando a los dedos de SeokJin inmiscuirse entre sus glúteos.

TaeHyung abría sus orbes celestes y tenía al Alfa viéndole fijamente, con sus labios entreabiertos y su mirada oscura. Sus ojos avellanas aún no se tornaban rojos, pero sus pupilas estaban tan dilatadas que parecían negros como la noche y TaeHyung estaba hechizado por esa mirada libidinosa que su Alfa tenía mientras lo tocaba y penetraba suavemente.

—Otro... —susurraba TaeHyung, acercándose a sus labios y mordiendo con fuerzas y ganas.

Un gemido ahogado de dolor y placer escapaba de los belfos del Alfa, quien ahora tenía sus orbes rojas. TaeHyung soltaba el labio inferior y sonreía ladino.

—Ahí estás... —susurraba con una voz seductora y traviesa, en partes iguales—. Eres hermoso —exclamaba segundos antes de abrir su boca para devorar la de SeokJin con hambre.

De inmediato sentía dos dedos dentro de su dilatada y húmeda entrada. SeokJin estaba intentando no perderse demasiado o TaeHyung podría salir lastimado, quien sabía. Pero estaba penetrando al omega y satisfaciendo la desesperación y el ardor que este sentía en ese instante. Tan lento, para luego comenzar a hacerlo más rápido, notando como el cuerpo de TaeHyung temblaba y soltaba su boca, para gemir y moverse desesperado...

—Más... Necesito más, quita tus dedos —pedía mandón, golpeando la mano del Alfa, pero aún sollozante.

SeokJin lo miraba apenas gruñendo por eso y TaeHyung reía divertido y seductor, acomodándose encima de la erecta polla del Alfa. Tomándola con su manos y alineándose, SeokJin apretaba sus caderas y sentía nuevamente esa cicatriz de tiempo atrás en el muslo de TaeHyung y tragaba duro, pero no podía evitar gemir grave cuando el omega de empalaba, sollozando de forma aguda, dejando caer su cabeza hacia atrás, mientras estaba sentado encima del Alfa y se recomponia para verlo a los ojos.

TaeHyung tenía esa mirada celeste brillante y hermosa, con un toque de lujuria y amor. Sus rodillas estaban elevadas, así que ponía sus manos en el abdomen de SeokJin para anclarse y comenzar a saltar sobre el miembro del Alfa. SeokJin había ahogado un gemido de sorpresa y solo un poco de dolor por la forma en que TaeHyung no estaba siendo delicado, lo estaba montando, y no siquiera podía dejar de sonreír al ver las cejas tupidas de SeokJin en su dirección y la mandíbula apretada, mientras se contenía de clavarle sus uñas.

—Mmm... Alfa, tan grande —gemía, cambiando su rostro sonriente y lujurioso a uno serio, oscuro... Libidinoso.

TaeHyung era un espectáculo y SeokJin sentía que estaba alucinando cuando veía el cuerpo desnudo encima de él, el sudor que caía de la frente de TaeHyung por su sien y luego bajaba por su mejilla a su cuello. Largo, sudado... La manzana de Adán de TaeHyung no se marcada tanto como la de SeokJin, pero era un lienzo en blanco, sin marca... Nada. Tan limpio y tentador.

Su mano se aproximaba al cuello de TaeHyung, pero este le propiciaba un empujón y se impulsaba por encima de él para que su polla quedará liberada y así cambiar de posición.

— ¿Qué haces, cariño? —soltaba SeokJin perdido y deseoso por estar dentro de TaeHyung otra vez. Pero se contenía y lo dejaba hacer.

—Quédate así —pedía el omega, agitado y sudado.

Luego se ponía de espalda a SeokJin y volvía a acomodarse, buscando la polla del Alfa la ubicaba entre sus glúteos, mientras SeokJin lo sostenía por la cintura, veía—y sentía—su polla desaparecer lentamente dentro del bonito culo de omega que, se sentaba con lentitud y gemía bajo, insistente, hasta tener toda la longitud de su Alfa dentro. Duro y a punto de hacerlo correr. Entonces para sorpresa del castaño, TaeHyung comenzaba un vaivén las tranquilo, perfecto, gimiendo palabra inteligibles. SeokJin veía la espalda sudada de su Omega. Ni una marca en su cuerpo, nada. Era precioso, piel canela y el encanto del sudor que caía por la columna y sus glúteos, redondos perfectos y comiéndose su polla.

—Mi omega... —soltaba embobado. Luego tomaba firmemente a TaeHyung, logrando tirarlo encima de su pecho.

— ¡Aahgh!... Joder —TaeHyung abría sus ojos por la posición y se agarraba de las caderas de SeokJin para moverse suavemente allí.

Estaba tan entregado a dejarse llevar, dejar que SeokJin hiciera o él mismo hacer, en este caso, porque SeokJin se estaba dejando manejar por él. Pero justo en ese instante veía las grandes manos del Alfa posarse sobre su pecho para comenzar a pellizcar sus pezones, tirar de ellos con suavidad y hacerlo gemir agudamente, mientras se encorvaba sobre el cuerpo del Alfa y se sostenía de sus caderas para seguir sintiendo la polla de SeokJin estirandolo y satisfaciendo su necesidad. Calmando el dolor y volverlo placer.

SeokJin comenzaba a lamer la oreja de TaeHyung, tirar de su lóbulo, dejando que se moviera cual loco encima de él mientras lo tocaba. La piel de TaeHyung era tan suave, preciosa y brillante por el sudor y parte de su abdomen debido el pre semen derramado. Bajando sus manos para acariciarlo tomaba la dura longitud del omega, pasando su pulgar sobre la hendidura, logrando que TaeHyung gruñera quién sabe que palabras. Había presionado apenas el falo y lo había masturbado otro poco, pero se había detenido porque TaeHyung había gemido algo similar a:

—Si me sigues tocando así, voy a correrme. Aún no lo quiero, Alfa...

Entonces lo soltaba, posicionaba sus manos en la caderas del azabache y apoyando sus propios pies sobre la cama como ancla, su pelvis golpeaba cuesta arriba con una fuerza descomunal que le pasaría factura a TaeHyung—tanto en su culo como en su cintura encorvada—pero no podría estar más extasiado. Era un ángulo descabellado para el punto dulce del omega, pero algo incómodo para ambos, así que SeokJin reaccionaba y su polla latente y apretada en el interior de TaeHyung, se se sentía a punto de explotar. Pero aún, no. «Muy pronto» pensaba, así que tomaba a TaeHyung fuertemente y lo dejaba en un limpio movimiento debajo de su cuerpo.

— ¡Aaaggh, si! —la voz de TaeHyung sonaba quebrada y amortiguada por la almohada bajo su rostro—. Soy tuyo, haz lo que quieras conmigo... Solo tú —sollozaba TaeHyung.

SeokJin lo veía debajo de su cuerpo y se tomaba solo unos segundos para admirar el escenario. Él desnudo, antes de las diez de la mañana, en su cama y su plano apartamento que, de repente tenía vida. Lleno del aroma de TaeHyung y el suyo, de los gemidos dulces, roncos y rotos de ambos. Ese aroma cítrico, como YeonJun había mencionado, estaba esparcido por todo el piso y su cama era un bonito desastre al igual que, el hombre que yacía en su cama, bajo su cuerpo, totalmente perdido, pero muy seguro de a quien le estaba dando el control de desarmarlo y volverlo a armar.

TaeHyung miraba por encima de su hombro, sus ojos celestes apenas entreabiertos, intentando localizarlo detrás y encima de su cuerpo, cuando sus miradas se conectaban, TaeHyung sonreía. Entre lascivo y dulce, logrando que SeokJin recordará que, estaba dentro de él, por lo que lo abrazaba, pasando sus brazos por debajo de TaeHyung y comenzaba a penetrarlo, duro, fuerte y rápido. El chapoteo de su piel a la de TaeHyung era música para los oídos de ambos. Su pelvis húmeda debido al lubricante que el omega segregaba y el sudor por estar pegados, sin descanso y desesperados.

— ¡Mmm...ah! Muérdeme... Márcame, hazlo —pedía TaeHyung, apretando las sábanas—. Hazlo mientras me tienes así. Ah~ Alfa...

TaeHyung sonaba entregado, quebrado y tan desesperado que, SeokJin aceleraba sus embistes y gemía ronco desde el fondo de su garganta, TaeHyung mordía su almohada, sollozando y corriendose fuertemente en la sábanas de su Alfa.

—Jin-Alfa... Joder, joder —musitaba temblando visiblemente, desarmandose debajo de un SeokJin que al sostenerle tan fuerte sentía a la perfección como apretaba su polla y como su cuerpo se iba en réplicas temblorosas por culpa del fuerte orgasmo y la estimulación.

SeokJin se perdía y se corría segundos después. Dentro de un TaeHyung que tenía su cuello estirado y descubierto, sus feromonas drogando a un SeokJin que se acercercaba, primero besaba la zona de la unión entre su cuello y hombros, luego lamía, volvía a lamer...

—Márcame... Qué todos sepan que te pertenezco —rogaba TaeHyung suavemente—. Alfa... Mi Alfa.

SeokJin aspiraba la zona de su cuello, olor a sexo y arándano, fuerte, entremezclados con su aroma... Otra lamida, humediciendo la zona y cuando abría abría su boca para besar y succionar, sentía la necesidad desesperada de clavar sus colmillos. Podía sentir como sus retráctiles comenzaban a crecer, deseando... Anhelando, dios, nunca había sentido aquella sensación de querer clavarlos sobre la carne suave de otro cuello. Lo había hecho con TaeHyung, hace tanto que ya no recordaba como se sentía la sensación de estos creciendo y alargándose, listos para marcar, tomar y adueñarse...

TaeHyung tenía sus ojos cerrados, rogando, como lo había hecho la primera y única vez juntos, en su primer celo, rogándole y no obteniendo nada, sin embargo ahora sus ojos de abrían enormemente cuando sentía los colmillos de su Alfa, de SeokJin, clavarse en su cuello, sutilmente, rasgando superficialmente la zona sensible de su carne... Su boca se abría y sentía como parte de su saliva escurría por sus labios, deseando ser marcado. Reclamado. SeokJin no estaba tan diferente, incluso, peor... Más perdido, embelesado y totalmente hechizado, logrando rasgar la piel del omega con sus colmillos, sintiendo el sabor a sangre y el olor fuerte de las feromonas de TaeHyung. Todo era tan consumidor, tan fuerte, irreal, perfecto y.... SeokJin se alejaba abruptamente.

—No. No, no, aún no... —susurraba, sacando un brazo de debajo de TaeHyung y fregando su rostro, intentando salir de la burbuja de encanto.

TaeHyung, al notar que nuevamente no había sucedido lo que había rogado y añorado tanto tiempo, sollozaba y se aferraba al brazo que aún SeokJin tenía debajo de él, apretaba sus ojos queriendo evitar que las lágrimas se acumularán y fueran notorias para SeokJin, pero había sido un intento en vano, porque al apretarlos fuertemente, éstas habían sido derramadas. Su lobo interior no podía evitar sentirse rechazado, pero de inmediato sentía al Alfa abrazarle nuevamente, lamer la zona de su cuello que tenía apenas el comienzo de los colmillos del castaño levemente marcados allí y la sangre que brotaba muy apenas. SeokJin sabía cómo TaeHyung se sentía, entonces su aroma lo envolvía, brindándole calma y consuelo.

—Lo haré —susurraba suavemente, un nudo en su garganta se había formado por la culpa y por saber cómo TaeHyung se estaba sintiendo—. No estés triste. Eres mi omega, lo haré. Llevarás mi marca, lo juro.

Ahora volvía a besar el cuello de TaeHyung mientras le escuchaba sollozar suavemente, un poco más calmado y tranquilo. TaeHyung sentía sus latidos retomar un ritmo normal, el dolor en su pecho se calmaba y el aroma de SeokJin, ofreciéndole consuelo, haciéndole saber que esto solo era temporal, realmente llegaba a calmarle. SeokJin estaba allí, estaba entre sus brazos, el cuerpo que lo tenía prisionero, era el de su Alfa.

Cuando finalmente encontraba su voz, exclamaba—. Realmente quise mantenerte cerca, pero la vida se interpuso... Lo lamento, Jin —susurraba. El castaño dejaba escapar todo el aire por su nariz y lo apretaba un poco más—. Yo-...

—Hey... —SeokJin le interrumpía—. No tienes que decirme nada ahora —susurraba, moviendo su cabeza para que  TaeHyung sintiera que estaba bien y que no era necesario hablar aún—. Tenemos todo el tiempo del mundo —susurraba.

Y TaeHyung suspiraba sonoramente.

—Si lo tenemos —afirmaba, luego tomaba el valor de mirar a SeokJin, girando su rostro y encontrando sus ojos—. Gracias.

El castaño fruncia sus cejas—. ¿Por qué?

—Porque me dejaste hacer lo que quisiera antes de devolverme a mis cinco sentidos —sonreía dulcemente.

SeokJin sonreía, relamia sus labios y buscaba los de TaeHyung para un dulce beso. Lento, intenso, consolador y reconfortante. Era tan nuevo todo, tan intenso... No habían querido ser salvajes en todo el día anterior, pero al momento de haber quedados solos, TaeHyung había tenido razón, no iban a salir de donde fuera que SeokJin lo encerrará.

Cuando el beso se cortaba, el Alfa intentaba no aplastarlo demasiado, pero aún no podía moverse de encima del omega. Miraba entra sus cuerpos y suspiraba.

—Fuimos muy irresponsables —susurraba.

TaeHyung sonreía, una sonrisa rectangular con un deje de timidez.

—No hay de qué preocuparse, he ingerido más pastillas en todos estos años de lo que tú has bebido café —mencionaba relajado—. Y aún si lo hubieses sugerido, te hubiera dicho que no. Quería esto, sin nada. Piel con piel... A tí dentro de mi.

La voz de TaeHyung era tan grave que, a juego con su mirada intensa, calentaban la piel del Alfa.

—Eres muy confianzudo conmigo —se mofaba dulcemente.

—Me he cuidado en mis pocos encuentros luego de-... —TaeHyung, no podía continuar, cortaba el contacto visual y pasaba saliva—. No sucederá nada, tranquilo —añadía sin fuerzas.

SeokJin pensaba que tampoco quería escucharlo hablar de sus encuentros con otros alfas, así que posaba una de sus manos sobre su mejilla y lo acariciaba.

—Todo mi apartamento huele a ti —cambiaba de tema, mencionando algo obvio con dulzura, dándole a TaeHyung confianza y seguridad.

—Todo tú, huele a mi —replicaba éste, más sonriente—. Y tu apartamento es hermoso

—Apenas lo viste —se burlaba SeokJin.

TaeHyung reía sonoramente, y en el silencio de su enorme piso, esa risa, le daba vida al lugar. TaeHyung le daba color a su vida. Sin importar el motivo por el cual se mantuvo alejado, fuera de lo obvio que había sido el peligro inminente para los omegas en su tiempo, ahora el azabache estaba en su apartamento, su cama y entre sus brazos. Sin importar todo el tiempo que llevo llegar a ese punto, el tiempo no parecía haber pasado. Los sentimientos seguían allí.

Su cabeza se inclinaba y daba un dulce beso al Omega, justo en la sien. Finalmente, luego de unos minutos, se movía, saliendo de encima de éste y recostándose a su lado. Inmediatamente, TaeHyung se subía encima de su cuerpo y metía su rostro en el cuello de SeokJin, aspirando su aroma, abrazándolo con brazos y piernas.

—Por poco y olvido lo meloso que te pones luego de hacer el amor —mencionaba el Alfa.

TaeHyung sonreía en su cuello.

—Hacer el amor... Mmm, si —susurraba, cayendo en un cómodo silencio, mientras una mano de SeokJin acariciaba su cintura y por encima de sus glúteos y la otra, acariciaba su muslo.

En todo momento de aquel silencio y la forma en la que estaban acurrucados, SeokJin no había dejado de acariciarlo ni un segundo. TaeHyung se sentía amado, aunque no hubiese escuchado la frase nuevamente en un tiempo considerable, sabía que así se sentía ser amado por su Alfa... No necesitaba escucharlo, pero a él le quemaba la garganta por decirlo, pero sus pensamientos se veían interrumpidos por el sonido de su estómago.

Las caricias cesaban, la mano de SeokJin tomaba su mentón y lo miraba preocupado.

—Creo que es nuestro pie para el desayuno —se mofaba.

TaeHyung se reía divertido, intentando relajarse—. Quiero quedarme así —replicaba, escondiéndose en el hueco de su cuello otra vez.

SeokJin sonreía—. No, tengo que hacerte algo de comer y bañarte

— ¿Bañarme? —TaeHyung salía de su cuello—. ¿Tú a mí? ¿Vas a bañarme? —el omega enarcaba una ceja.

Esa vibra mandona, desafiante... El TaeHyung que conocía estaba allí.

— ¿No vas a dejarme? —atacaba el castaño—. Puedo obligarte.

TaeHyung contenía una sonrisa, apretando sus labios—. Oh, cariño. Yo seguiré siendo el mandón de los dos —respondía, alzando su mentón.

SeokJin se sentaba sobre la cama, aún con TaeHyung encima de él.

—Creo que no estás al tanto que las cosas han cambiado y yo... —el Alfa posaba sus labios sobre los de TaeHyung, sin besarlo—. Ya no soy tan dócil y tranquilo. De hecho me volví muy mandón y me gusta salirme con la mía muy a menudo.

TaeHyung se sonrojaba y sentía su cuerpo caliente, se apretaba un poco más a SeokJin y atrapaba el belfo inferior del Alfa entre sus dientes, chupaba, mordía y soltaba luego.

—Si, cambiaste —susurraba gravemente, su mano acariciaba el pecho de SeokJin—. Todo "tú" ha cambiado. No te recordaba tan intimidante, mis recuerdos de Japón y mi primera y única vez contigo estaban encerrados en una caja de cristal que visitaba cada día... —dejaba una suave beso, succionando apenas el labio inferior recientemente mordido—. Y fuiste mandón, intimidante... Pero ya estaba comenzando a olvidar como se sentía estar contigo.

SeokJin lo miraba con dulzura—. También comenzaba a sentirme demasiado solo y miserable —respondía a cambio—, pero ahora... Hasta mi apartamento se siente más cálido contigo aquí.

TaeHyung sonreía con dulzura, besaba sus labios con un beso casto, suavemente dado y luego añadía—. De acuerdo, puedes bañarme.

SeokJin suprimía una sonrisa—. Perfecto. Ducha, desayuno y luego puedes hacer un desastre conmigo de nuevo —provocaba el Alfa.

TaeHyung sonreía de oreja a oreja—. Qué inocente de tu parte creer que no vas a follarme en la ducha —mencionaba, comiéndose la boca del Alfa en un beso territorial y desesperado.

SeokJin lo dejaba trepar encima de su regazo una vez más, lo sostenía fuerte de sus caderas y lo admiraba con sus ojos, llenos de amor, lujuria y adoración, para luego pararse con TaeHyung entre sus brazos. El omega se veía envolviendo rápidamente sus largas piernas en su cintura y sus brazos alrededor de su cuello.

—Joder, eres hábil y fuerte —halagaba—. Tan fuerte.

SeokJin sonreía—. No necesitas adularme, te haré el amor en mi ducha y posiblemente en cada rincón de este aburrido departamento —setenciaba seguro, cargando al bonito omega listo para atenderlo y darle lo que fuera que vaya a pedirle.

—Que bueno, porque como dije antes de la doble cita, ahora te quiero solo para mí —murmuraba TaeHyung.

—Solo para tí —susurraba SeokJin—. Y tú solo para mí.

Perdón la tardanza 😭 es que ... Bueno, espero hayan disfrutando, perdón se me pasó el mediodía.

Pd: pido perdón que no estoy respondiendo sus comentarios como antes 😭😭 estoy enfocada en querer actualizarles más seguido, perdón perdón. Volveré a responderles lo juro, me gusta hacerlo

La rueda va así: (título de fic fecha en la que fue actualizado)

EROTOFONOFILIA ✅ 27/6
ANATEMA ✅ 28/6
REMEMBER ME ✅ 01/07
HOLA, SOY VANTE ✅ 04/07
UPSÍDA ❎11/07
ILLECEBRA ❎
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎

Stream PTD, que pedazo de obra ot7 ✨✨

Cause, we don't need permision to...

Con amor Niñita Nany 💜

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