~14~

TaeHyung y Seokjin habían comenzado por un baile más divertido, relajado, entre risas y malos chistes. TaeHyung reía adorablemente porque él consideraba que SeokJin bailaba ridículamente mal a propósito, para divertirlo a él, pero aún así, se veía arrebatadoramente sensual. La gente comenzaba a amontonarse y el tumulto en el lugar cerrado, con una temperatura meramente veraniega en Bucheon, hacía estragos en el cuerpo de los presentes. SeokJin se había desprendido dos botones de su camisa azul, dejando ver su pecho levemente sudado y brillando. Su cuello tenía gotas de sudor que comenzaban a vislumbrarse sobre su piel como brillos.

Su cabello negro estaba hacia atrás y su labios se veían más rojos que de costumbre y algo hinchados, cada vez que los ponía sobre el pico de la botella de vidrio de su cerveza individual. La cual ya había sido desechada porque la había acabado. TaeHyung lo veía y sentía que se movía en cámara lenta, veía cada maldito detalle. Su pecho más al descubierto, su cuello largo. Sus caderas anchas que se movían al ritmo de la música que, ya ni siquiera escuchaba y Seokjin no estaba bailando como payaso, estaba bailando de forma relajada que en él, era muy sensual.

Habían mantenido la distancia, bailando entre ellos y con sus acompañantes, San y Woo que, lograban hacer esto más divertido, más relajado... Pero TaeHyung tenía ganas de trepar al Alfa, olvidándose de la distancia y de que estaban en público. Su piel se calentaba, su cuerpo se ponía hipersensible a la tela de su propia ropa y sentía como el calor iba en aumento.

Una canción, comenzaba a sonar y WooYoung gritaba:

— ¡Jin! ¡La canción que bailamos luego de la entrega de diplomas! —SeokJin arrugaba el ceño y parecía buscar entre sus recuerdos.

Finalmente asentía divertido—. ¡Tienes razón! ¡Estúpida canción! —pensaba riendo, hasta que comenzaba a bailar con WooYoung a su lado, aunque era más una especie de saltos descontrolados que, lograban hacer reír a los testigos. Tanto a San como a TaeHyung, quienes los veían saltar como un par de imbéciles.

— ¡Iré por unos tragos! —anunciaba San—. ¡¿Quieren algo?! —preguntaba a los otros tres, estos asentían y el Alfa desaparecía entre la multitud.

La risa de los amigos era contagiosa, TaeHyung tenía que admitirlo, hasta que, que la canción cambiaba y se escuchaba una menos ruidosa y WooYoung ponía una mano sobre el hombro de SeokJin para inhalar bruscamente un poco de aire. Luego colocaba la otra en su pecho, acortando bastante la distancia entre ambos. El omega pelinegro, estaba ya ebrio y culpenlo por notar lo arrebatadoramente atractivo que SeokJin lucía bajo las luces de colores y las gotas de sudor que cubrían su piel.

SeokJin seguía muy en su mundo, dejando que WooYoung retomará energía, relajado por primera vez en mucho tiempo, hasta que notaba como el pelinegro relamia sus labios y lo veía con esos ojos celestes que sabía muy bien que tipo de invitación le estaban haciendo. SeokJin fruncía su ceño y cuando veía a su amigo acortar la distancia entre ellos, se quedaba atónito y congelado, hasta que veía una mano cruzarse entre ambos y posarse en el cuello de WooYoung y empujarlo.

Era TaeHyung, quien aún estaba con ellos, viendo todo y apretando sus dientes para que sus dedos no se presionaran con más fuerza sobre el cuello frágil del otro omega. Su aroma a arándanos cubría a SeokJin de forma abismal y WooYoung parecía reaccionar, cuando era empujado suavemente y tenía ahora, al otro omega entre su cuerpo y el de un SeokJin que, inevitablemente cerraba sus ojos, como un maldito adicto que necesitaba inhalar un poco, metiendo su nariz entre el cuello y el cabello negro de un TaeHyung que, le había mirado de forma amenazante, pero en el segundo en que había sentido la nariz y los labios de SeokJin rozarle, había cerrado sus ojos y aflojado el agarre en su cuello.

WooYoung tenía que admitir que aquella imagen había sido jodidamente caliente. La forma en la que el Alfa se perdía en el aroma de su Omega y este se había olvidado por completo que intentaba lucir amenazante. Ninguno había dicho palabra alguna. Los ojos de WooYoung observaban como la lengua de SeokJin lamía la larga extensión del cuello de un TaeHyung que lo dejaba hacer a su modo, mientras tiraba su cabeza hacia el lado contrario y abria sus labios para dejar escapar un gemido, luego mordía su belfo inferior.

Los brazos de SeokJin se enroscaban en la cintura de TaeHyung y lo pegaba a su cuerpo. El omega sabía que ya no iba a haber forma de controlarse. El calor aumentaba, su cuerpo y espalda se pegaban al pecho de SeokJin y su parte trasera empujaba contra la dura erección dentro de los pantalones del Alfa. El aroma que había sido de puro celos y posesividad, por parte del omega, ahora eran sus feromonas drogando a su Alfa, totalmente consumido por el calor y la necesidad.

A WooYoung se le secaba la boca.

Culpa de un TaeHyung y Seokjin que parecían no tener apuro y solo estaban bien pegados. El omega tenía sus ojos cerrados y sentía esa lengua húmeda y caliente, lamer cuesta arriba, desde la unión de su hombro hasta su mentón y repetir.

—Jin... —su mano iba a la nuca del Alfa y enredaba sus dedos en el cabello sudado de éste y lo aprisionaba.

El castaño, quien antes de perderse por completo en su Omega, había tenido la intención de parar cualquier enfrentamiento que pudiera ocurrir entre su amigo y amante, estaba bajo el encanto del azabache. Al momento en que el aroma de TaeHyung había sido aspirado y transpasado sus fosas nasales, se había perdido por completo. Sus manos apretaban fuerte la cintura de éste y ahora su mano izquierda comenzaba a bajar por la pelvis del omega, sin tocar su obvia erección, pero cerca y presionaba, para que los glúteos de éste hicieran presión sobre su propio doloroso y duro miembro.

—Tae... —susurraba en su oreja, mordiendo ahora su lóbulo y tirando suavemente de él—. Joder, hueles exquisito. Eres... —sus ojos se abrían apenas y buscaba el rostro de TaeHyung.

Cuando el omega lo miraba, tenía esos ojos celestes brillantes y hermosos, como cualquier otro de su especie en plena ola de calor o emoción fuerte.

SeokJin, a diferencia de otros alfas, los tenía rojo carmesí.

—Mierda... —soltaba TaeHyung. Nunca podría dejar de sorprenderle ser la razón por la cual esos ojos avellanas se tornaban de un rojo sangre que le calentaba de pies a cabeza. Su nariz rozaba la de SeokJin y preguntaba—. ¿Qué soy? —luego mordía la comisura de los labios ajenos.

SeokJin lo giraba completamente y lo aprisionaba a su cuerpo, mientras los brazos de TaeHyung rodeaban su cuello. La gran mano de SeokJin tomaba el mentón de un TaeHyung que aparte de estar, apenas, bajo los efectos del alcohol, estaba mareado y caliente, seguro de que en cualquier momento no habría supresor que pudiera controlarlo. Tenía un aspecto frágil y sensual, una mirada intensa y al sentír la mano de SeokJin en su rostro, se había presionado contra el tacto, cerrando los ojos. Tan vulnerable, tan entregado.

A SeokJin lo volvía loco como había pasado de amenazante con su amigo a alguien totalmente entregado para él.

Las cejas tupidas de SeokJin y sus ojos enfocados en la boca de TaeHyung y en sus hermosos rasgos, hacía que para el resto no fuera tan obvio el color diferente de sus ojos. Su pulgar rozaba el belfo de TaeHyung y este abría los ojos otra vez, estaban tan perdidos a centímetros del otro, pero cuando iban a besarse, recibían dos chasquidos que llamaban su atención, era WooYoung, quien exclamaba a SeokJin, entre ambos rostros:

— ¡Hey! —el alfa y por poco había gruñido de la rabia, pero encontraba la mirada de WooYoung preocupada—. Apagalos, Jin...

TaeHyung tenía los brazos de WooYoung a su alrededor y parecía salir del maldito trance de calentura y escuchaba como Woo intentaba pedirle a SeokJin que cerrará sus ojos y se calmara.

—Quítate... —pedía el omega y tomaba el rostro de SeokJin, ponía sus labios sobre la frente del otro y le daba un suave beso, mientras sus pulgares acariciaban las mejillas de éste—. Lo siento, fue mi culpa —susurraba.

SeokJin suspiraba, intentaba calmarse y nuevamente había sido gracias a TaeHyung que su lobo interior se había apaciguado. El viejo Min tenía tanta razón, TaeHyung lo volvía vulnerable. Soltaba todo el aire mientras aspiraba el aroma suave del arándano que, el omega desprendía, pero la voz de Wooyoung volvía a interrumpir a lo lejos de ambos.

"Quítame las manos encima" se escuchaba a la distancia.

Ambos volteaban el rostro creyendo que Woo le advertía a San, pero el Alfa aún seguía estancado en la barra. Cuando SeokJin enfocaba a su amigo, estaba entre los brazos de un imbécil que no quería soltarlo y el omega se retorcía mientras le advertía que patearía su culo asqueroso y pervertido.

—Oh, vamos. Mírate, lo quieres. Todos los que son como tú, lo quieren —decía el imbécil, apretando su agarre en la cintura del delicado omega.

La sangre de SeokJin hervía, soltándose del suave agarre de TaeHyung, cruzaba la gente que tenía entremedio para alcanzar a su amigo.

— ¡Hey!. ¡Te dijo que lo soltaras!—justo en ese entonces, varias cabezas se giraban.

El idiota en cuestión se reía de forma arrogante, pero no soltaba a WooYoung, quien en ese momento detestaba tanto no ser lo suficientemente fuerte para quitarse al imbécil de encima.

— ¡Qué gusto! ¡Una celebridad en nuestro club! —mencionaba burlón, luego miraba por encima del hombro de SeokJin y veía a TaeHyung—. Tu perra te espera. No molestes, niño mimado.

SeokJin apretaba sus dientes y puños cuando veía como después del insulto a TaeHyung tiraba de WooYoung lejos. De inmediato volvía a gritarle:

— ¡¿Encima de feo eres estúpido?! —gritaba para que el otro Alfa en cuestión le oyera.

Y el tipo lo hacía, su lengua empujaba su mejilla y giraba, aún con WooYoung retorciéndose en sus brazos y una sonrisa burlona.

—Mira —el tipo arrastraba  a WooYoung con él, para acercarse y estar frente a frente de SeokJin —. Niño mimado, cuando asumas tu cargo de Alfa, puedes intentar mandar al resto, mientras tanto eres como yo y no te tengo miedo, así que... Esfumate, Kim.

SeokJin tenía su ceño fruncido y veía como WooYoung intentaba soltarse, se llenaba el doble de furia y llevaba su propia mano para posarla en el hombro del tipejo, éste gruñía del dolor, soltando finalmente al omega, pero agarrándolo fuertemente de nuevo. El tipo estaba decidido a no ceder, aunque por poco caía de rodillas frente a SeokJin, pero intentaba mantenerse de pie, casi fallaba hasta que el mismo Alfa lo levantaba un poco más.

—Ve con tu puta, imbécil —mencionaba una vez más, refiriéndose a TaeHyung.

SeokJin apretaba sus dientes y afilaba su mirada, aproximándose al tipo, para susurrarle en su oreja:

—No voy a esfumarme —decía con calma fingida—. Tú lo harás o las cosas se pondrán peor —su mano volvía a presionar, sentía que había rasgado la tela del tipo y podía sentir la piel del hombro de este bajo sus uñas—. Suéltalo ahora y no vuelvas a referirte a mi omega de esa forma.

El Alfa presionaba y un crujido sonaba, viniendo del hombro del Alfa imbécil que, soltaba un grito de dolor desgarrador. Finalmente soltaba a WooYoung y comenzaba a rogar que SeokJin lo soltara, solo que este no lo hacía y las cámaras de los celulares, ya habían comenzado a grabar. WooYoung se acercaba a TaeHyung y San llegaba finalmente de la barra a ver el escándalo.

—Tae, hay que sacarlo de aquí —el omega, quien había visto sorprendido como SeokJin había reaccionado por su amigo, volvía a la realidad e iba en dirección a él.

— ¿Qué sucedió ..? —preguntaba San, confundido.

TaeHyung tomaba el rostro de su Alfa, quien seguía mirando como el tipejo se retorcía bajo su simple agarre y nuevamente le hablaba con suavidad—. Jin, suéltalo... —susurraba TaeHyung—. Jin... Amor.

SeokJin soltaba al tipo finalmente y cuando notaba la sonrisa de TaeHyung. Los guardias del club llegaban, pero para entonces habían reconocido a SeokJin. La gente había mencionado que no le había hecho absolutamente nada, el tipo fingía dramáticamente ya que, nadie había sentido realmente el tipo de apretón que SeokJin le había dado, por lo que el tipo había sido echado fuera sin escuchar sus acusaciones. Los cuatro, también habían optado por salir del lugar.

—Lo lamento, Woo. Si hubiera estado ahí, eso no hubiera sucedido —mencionaba San. Abrazando al pelinegro y besando su cabeza, muy inocentemente.

Extrañamente dulce y sincero, mientras TaeHyung y Seokjin caminaban detrás de ellos, en busca de su auto... Y estaban de la mano. TaeHyung sonreía viendo a la pareja y Seokjin sonreía, viendo a TaeHyung.

—No puedes no aprobarlo, es un bonachón —mencionaba TaeHyung con dulzura. De repente era tironeado por un SeokJin que se había detenido antes de que llegaran a su auto y al volver de forma casi brusca hacia él, terminaba sostenido de la cintura y cerca de esos labios carnosos que le sonreían de forma ladina, pero dulce—. Hola...

—Hola —repetía SeokJin, acariciando con sus nudillos la mejilla de un TaeHyung que cerraba sus ojos y sonreía. Él iba a besarlo, estaba deseoso, hambriento y seguro de eso, pero dos gargantas se aclaraban al lado de ambos y el momento era nuevamente interrumpido.

—Lo siento, por dos —decía WooYoung, con una sonrisa incómoda—. Nos vamos y queríamos despedirnos y yo... Quería agradecerte

—No tienes que hacerlo —mencionaba SeokJin, soltando a TaeHyung y dirigiéndose a WooYoung. De inmediato tomaba el brazo del chico para levantar la prenda de la ropa—. ¿No te hizo daño, cierto?

TaeHyung pasaba saliva y agachaba la mirada, no podía negar que SeokJin tocando a WooYoung era algo difícil de procesar, pero no podía culpar a nadie más que a él. El pelinegro lo veía y quitaba su brazo para que SeokJin le soltara.

—Estoy bien, Superman —se burlaba y luego besaba a SeokJin en la mejilla.

Aquello había sido incluso difícil de evitar para el mismísimo omega, quien debía de recordarse a sí mismo ponerse límites con respecto a SeokJin.

—Lo siento —susurraba alejándose y sonreía en modo de disculpa a TaeHyung, mientras que San, entendía la situación—. Terminen bien en la noche

—Fue un gusto conocer a ambos y Seokjin, estaré esperando para conocer al señor Min —mencionaba con confianza el Alfa.

—Ya lo veremos —exclamaba SeokJin, estrechando su mano con San—. Lo llevas directo a su apartamento ¿me oíste? —apretaba solo un poco la mano de éste.

Por poco y lograba que el chico se hiciera en sus pantalones, pero WooYoung separaba sus manos.

—Diviértete, yo también lo haré. Cuídense —se burlaba el chico, llevándose a San.

SeokJin negaba mientras se reía y luego rascaba su nuca, mirando hacia atrás a TaeHyung. Extendía su mano y preguntaba—. ¿Quieres ir a mi apartamento?

TaeHyung relamia sus labios y tomaba su mano—. Es lo único que deseo desde que puse un pie en Corea.

El viaje había sido silencioso, bueno casi. TaeHyung había optado por jugar con la música y su teléfono, para poner y evitar silencios incómodos.

Cuando llegaban al estacionamiento del apartamento de SeokJin, TaeHyung no se sorprendía de que lucía jodidamente sofisticado. Cuando bajaban, SeokJin ponía la alarma a su auto y volvía a tomar la mano de un TaeHyung que, todavía tenía que pellizcarse para creer realmente que, estaba con su Alfa de nuevo.

En el elevador compartían sonrisas dulces y TaeHyung peinaba su cabello que, al verlo en el reflejo del espejo soltaba un quejido.

— ¡Por dios, mi pelo! —exclamaba, peinandolo hacia un lado y luego al otro—. ¿Qué mierda con esto?

SeokJin se reía—. ¿De qué hablas?

TaeHyung se giraba—. Jin, tengo un maldito carancho en la cabeza y nadie me lo dijo.

SeokJin se reía tentado, TaeHyung seguía siendo tan quejumbroso y coqueto. No se esperaba cuando un golpe suave aterrizaba en su abdomen.

— ¡Auch! —se quejaba exagerado—. Oye, eso dolió —hacía un puchero que lograba su cometido.

—Oh, mírate, eres un bebé —se burlaba TaeHyung, tomando su mano para quitarla del abdomen, pero sus cejas se fruncían cuando veía que los dedos de SeokJin y sus pulcras uñas cortas, tenían sangre—. ¿Jin, te lastimaste?

El Alfa miraba sus dedos por primera vez en toda la noche, luego del enfrentamiento con el Alfa imbécil del club. Sus uñas tenían restos de sangre y sus ojos se abrían enormemente. La puerta del elevador se abría y TaeHyung lo traía a la realidad.

—Vamos, limpiemos eso —pedía, empujándolo hacia fuera con sutileza—. ¿Te duele? ¿Qué te sucedió?

—No lo sé, yo-... No me duele —contestaba con calma.

Encaminándose a su puerta, miraba sus dedos confundido, luego ponía la clave e invitaba a TaeHyung a entrar. El omega abría sus ojos y tenía que admitir que ese piso era extravagante.

—Woah, esto es... Dijiste que era amplio, pero joder —el omega alzaba sus cejas y se sorprendía de que SeokJin tuviera un apartamento tan costoso y elegante. Parecía no encajar con su amigo o el que él recordaba.

Era una sala de concepto abierto, todo eléctrico una gran mesa y sillas en el centro. Cuadros que parecían costosos en la pared, un juego de sillones de cueros en una esquina con un gran plasma para el entretenimiento y una cocina de ensueño. Luego un pasillo por el que SeokJin había ido en dirección al baño.

—Cuando me mudé solo, quería demostrarle a mi padre que podía darme mis gustos y creo que exageré —respondía desapareciendo y luego de unos segundos volvía.

TaeHyung lo veía traer consigo dicho maletín e iba en su dirección. Sobre la mesa ratona del living dejaba las cosas y TaeHyung tomaba alcohol y algodón por su cuenta.

—Dame tu mano —ordenaba.

—Te dije que no duele —sonreía SeokJin. TaeHyung le hacía una mueca y tomaba su mano, limpiaba la punta de sus dedos y lo revisaba cuando la sangre ya no molestaba.

TaeHyung tenía el ceño fruncido.

— ¿Tengo algo? —preguntaba SeokJin.

El omega relamia sus labios—. Creo que no era tuya —susurraba.

SeokJin pasaba saliva y sus ojos se pintaban de pura preocupación.

—Creo que presione demasiado fuerte... —miraba sus manos.

— ¿Un incidente similar al mío? —cuestionaba TaeHyung.

SeokJin fregaba su rostro—. Creo que se me pasó la mano y quizás, si fue algo similar. Mis uñas no pueden de ninguna manera clavarse en la piel de alguien al punto de hacerlo sangrar... Mierda

—Tranquilo —soltaba TaeHyung, con una sonrisa dulce—. No le hiciste nada, solo fue un apretón. El imbécil seguía intacto y él se lo buscó —el omega tomaba el rostro de SeokJin para que éste lo viera a los ojos—. No hiciste nada malo

—No lo sé

—Solo quisiste cuidar de tu amigo —mencionaba suavemente—. Me sorprendió verte tan sacado —soltaba un poquito desganado.

—Fue porque también te había insultado a tí —respondía.

TaeHyung tenía sus ojos celestes con un dulces brillo natural, sus pupilas dilatadas, su sonrisa sincera y Seokjin unía sus bocas finalmente. Un gemido de alivio era lo que el omega soltaba cuando era finalmente besado por esos labios carnosos. El beso había sido dado con suavidad, los dedos de TaeHyung habían ido directo a la parte posterior de la cabeza de SeokJin y las manos de éste, a la cintura del omega.

Era lento, con un roce de lenguas suave y sin apuro. La piel de ambos se calentaba bajo la ropa. El beso iba tomando velocidad. El beso finalmente dado que, se sentía como un gran alivio segundos atrás, ahora comenzaba a sentirse más pasional y desenfrenado. La boca de TaeHyung atacaba con lengua y dientes la de SeokJin y estaban empujandose encima del otro no obteniendo suficiente y sintiendo aún demasiado espacio entre ellos.

—Espera, espera... —pedía SeokJin, alejándose de repente—. Hay que tener cuidado, yo no quiero lastimarte...

TaeHyung relamia sus labios y sonreía jadeante—. Tus ojos están rojos

— ¿Lo están? ¿Otra vez? —preguntaba SeokJin, agitado y sorprendido.

El omega intentaba calmar su respiración agitada, pero el olor fuerte a canela que emanaba de SeokJin lo volvía loco, ya se había controlado demasiado. Había suprimido su celo y sabía que pronto pasaría el efecto de su dosis. Estaba cansado y necesitado. Hambriento del cuerpo de SeokJin, todo lo que quería era a su Alfa. Su lobo interior ya no quería reprimirse más.

Tomaba el rostro de éste y le mordía fuertemente el belfo inferior, logrando que sangre brotará de la carne, sintiendo el sabor a cobre de la misma. Aquello tenía una efecto intenso en él, cuando abría sus ojos, SeokJin lo veía embobado y recordaba la primera vez que TaeHyung lo había besado en el cuarto de limpieza de su casa. Sus ojos brillaban con esa misma intensidad, en realidad con mucha más fuerza y se sentía tan encandilado cuando la feromonas de su Omega se desprendían al mismo tiempo que, éste trepaba encima de su regazo y lo besaba desesperadamente.

"Mmm~" 

SeokJin llevaba sus manos a la cintura del azabache y se entregaba a ese beso consumidor. Su lengua estaba tomando todo el control de la boca de TaeHyung, usurpandola con autoridad al punto en el que TaeHyung solo podía recibir y dejar que se adueñara de ella, de él. Las manos de su cintura bajaban a sus glúteos y TaeHyung gemía sonoramente,  rompiendo el beso para regalar su cuello y que SeokJin comenzara lamer y chupar. TaeHyung estaba experimentando un calor tan intenso que sus manos temblaban cuando bajaban de los hombros a los botones de la camisa del Alfa y la rompía.

—Joder... —SeokJin veía su camisa destrozada y la mirada hambrienta de TaeHyung. Se lo estaba comiendo con los ojos—. Tienes suerte de gustarme más que esta camisa —susurraba ronco.

Luego tomaba TaeHyung para dejarlo debajo de su cuerpo y hacer exactamente lo mismo. Sus dedos iban al cuello de la camisa de TaeHyung y la rompía, le bajaba los tiradores que había llevado esa noche y tenía al omega con todo su torso a su merced.

—Por dios... —soltaba en un jadeo, luego volvía a atacar a un TaeHyung que, lo recibía desesperado, enroscando sus piernas alrededor de su pelvis.

El sillón era cómodo, grande para aguantar a dos hombres de casi metro ochenta. Y TaeHyung se sentía mareado de cómo esa lengua estaba básicamente violando su boca y no le molestaba en absoluto. No necesitaba respirar fuera de los labios de SeokJin, pero era abandonado por estos de improvisto y ahora sentía unos besos fuertes y chupones ruidosos que iban de su cuello a sus clavículas, luego pasaban por uno de sus sensibles y erguidos pezones donde SeokJin mordía y lo hacía gemir ahogado.

—Otra vez, hazlo de nuevo... —rogaba, viendo la estrellas en el cielo razo de SeokJin—. Oh, joder... Cuánto te extrañé, Jin~

La sesión de besar todo su torso, lo estaba volviendo loco. SeokJin había pasado a su otro pectoral para torturar su otro pezón, luego había bajado para marcar su abdomen con chupones intensos mientras sus dedos iban desabrochando su pantalón. TaeHyung estaba tan bien atendido, tan perdido que no se había dado cuando ni notaba que SeokJin le había quitado su pantalón, zapatos y lo tenía solo con la camisa y boxer en su sillón. Y lo estaba mirando con sus ojos rojos y se lo estaba comiendo con estos.

TaeHyung estaba tan expuesto de piernas abiertas, tan caliente y necesitado que, temía correrse tan solo por cómo esos ojos rojos lo miraban tan intensamente. SeokJin seguía erguido encima de él, entre sus piernas y llevaba su mano al bonito cuello largo del omega, presionaba suavemente y comenzaba a acariciar cuesta abajo. Cuando llegaba a la erección del omega, apretaba con sutileza y TaeHyung se removía, gimiendo.

Luego bajaba más y con su pulgar presionaba en la humeda entrada del omega quien, gemía más fuerte esta vez.

—Eres tan perfecto —susurraba SeokJin.

TaeHyung sentía su vista algo nebulosa de deseo, su respiración pesada y su cuerpo necesitado, tan hambriento.

—Tú lo eres... Por favor, Jin. Ya no puedo más —decía débilmente.

El Alfa lo tomaba de la cintura y como si TaeHyung no pensara más de cinco kilos lo alzaba y de inmediato lo tenía enroscado en su cintura mientras volvían a besarse e iban camino a la habitación del Alfa. Cuando llegaban, luces tenues iluminaban la habitación y TaeHyung era arrojado con sutileza a la cama y veía como SeokJin se quitaba la camisa. Sus hombros estaban más fuertes y tonificados, al igual que su pecho, su abdomen y veía como esos dedos largos y peculiares comenzaban a desabotonar su propio pantalón mientras se quitaba los zapatos.

TaeHyung imitaba su acción, se quitaba la camisa y su maldito boxer molestaba. Por lo que también se lo quitaba sin tapujos, sin espera y Seokjin se quedaba congelado cuando veía a TaeHyung completamente desnudo y en su cama.

En su cama y desnudo. Hermoso, perfecto y suyo.

TaeHyung lo veía quedarse congelado y eso le daba ansiedad, también se sentía feliz de ver cómo SeokJin no podía dejar de admirarlo. TaeHyung no era tan egocéntrico como para creerse el tipo más hermoso del mundo, pero la mirada carmesí de SeokJin, le hacía creer que lo era. Estaba loco por ese hombre y él tampoco podía creerlo aún, pero este proceso necesitaba acelerarse. Así que hacía lo que mejor le salía, ya no se contenía.

Abría sus piernas dejándose ver en toda su gloria y desnudez, llevaba su mano izquierda cuesta arriba, acariciándose con vehemencia y la otra iba en dirección a su polla, donde se tocaba un poco y se notaba que el glande rojo brillaba a causa del presemen derramado, pero luego bajaba más y metía dos de sus dedos entre sus glúteos ya, resbaladizos a causa de su propio lubricante y gemía quebrado.

La polla de SeokJin se contraía y su ropa interior era quitada junto con su pantalón. Ya estaba desnudo, caminando a paso lento, viendo cómo TaeHyung se masturbaba y gemía descaradamente, apretando sus ojos y abriéndolos nuevamente para ver a SeokJin con esos ojos lujuriosos y esa mirada sombría y caliente, cada vez más cerca.

—Ya deja de verme... —rogaba en un susurro quebrado, quitaba sus dedos y cuando estaba dispuesto a llevárselos a la boca para chuparlos, veía como SeokJin lo tomaba fuertemente de la muñeca y era él, quien chupaba los dos dedos que habían estado en su interior.

TaeHyung sentía que se le secaba la boca. Estaba duro, adolorido y necesitaba SeokJin dentro de él, golpeando fuerte.

—Mmm... —gemía el Alfa, mientras lamía y liberaba los dedos de TaeHyung con una lentitud mortificante.

El Omega abría su boca, pero la cerraba para tragar el nudo en su garganta y justo en ese momento en que se quedaban mirando de forma intensa, sentía un dedo ajeno dentro de su culo y Seokjin mordiendo su belfo, mientras lo miraba sombrio y caliente. La habitación tenía una luz tenue que SeokJin había encendido al inicio, antes de dejar a TaeHyung sobre la cama, y ese ambiente era tan fuerte para el omega, porque era imposible no sumergirse en esa mirada carmesí que sobresalía en demasía.

El dedo de SeokJin se había movido en su interior, presionando su punto dulce y TaeHyung gemía sonoramente, sus manos tomaban los hombros del Alfa y lo atraían hacia él. Quería quejarse de esta tortura, pero la forma en que SeokJin lo follaba con, ahora dos de sus dedos y lo miraba en silencio, con su mandíbula apretada y sus cejas fruncidas, era una locura. Le gustaba ser torturado así. Le gustaba como SeokJin lo veía y como lo tocaba.

—Jin... —se estiraba para morderlo otra vez y conseguía hacerlo sisear placenteramente—. Dentro de mi, ahora

— ¿Ahora? —susurraba, moviendo sus dedos más rápido, presionando una y otra vez sobre su glándula—. No quiero hacerte daño... —susurraba, apoyando su frente a la del omega y aspirando fuertemente por su nariz.

TaeHyung se estaba retorciendo debajo.

—Ya, para... Así no, para, para —con toda su fuerza de voluntad, empujaba la mano de SeokJin para que quitara sus dedos de su interior.

Ambos estaban agitados y Seokjin finalmente comenzaba a acariciar sus muslos, sin dejar de apoyar su frente a la de TaeHyung. Sus caricias encontraban la marca que le había hecho en la pierna, la primera vez juntos. La herida había cicatrizado, pero se veía en la pierna de TaeHyung. Parecía hecha por un animal, pero había sido él.

—No quiero lastimarte... —repetía sin fuerzas.

TaeHyung apretaba sus dientes y tomaba su rostro con fuerza.

—No vas a hacerme daño... Estaremos bien —luego lo besaba. Un beso tranquilo, suave... Un beso que lo estaba llevando a la serena locura—. Entra en mí. Ahora, no puedo dejar de pensar en eso —otro beso, más desesperado—. No quiero pensar en nada más. Hazme tuyo, por favor. Te lo ruego

—Tae-...

—No vas a hacerme daño, sé que no lo harás —lo miraba fijamente, demostrándole que confiaba en él, pero SeokJin ni siquiera confiaba en sí mismo—. Ya no pienses...

TaeHyung se las ingeniaba para atrapar a SeokJin entre sus piernas, acomodándose bajo el gran cuerpo del Alfa.

—Te deseo ¿no me deseas también? —preguntaba con esa voz grave, algo quebrada.

—Si lo hago —respondía, apretando sus dientes, intentado no clavarse dentro de TaeHyung—. Joder, tanto, te deseo tanto.

Ya estaban alineados.

— ¿No me amas? —preguntaba TaeHyung, con su voz sonando temblorosa e insegura—. Yo te amo.

Y SeokJin lo besaba, lo besaba fuerte, de repentina y lo consumía en ese beso cuando se deslizaba dentro de él y TaeHyung gemía entre sus labios, hasta que, estaban completamente unidos. Las piernas de TaeHyung temblaban, SeokJin no tenía comparación alguna con sus mediocres compañeros de cama del pasado.

—Oh, joder... Oh, al fin... —TaeHyung lo apretaba con piernas y brazos—. Al fin, al fin. Muévete, muévete, por favor.

Y ese había sido el último ruego, porque SeokJin comenzaba penetrar a TaeHyung de forma intensa y constante. La habitación llena de respiraciones agitadas, gemidos, jadeos... Gruñidos, SeokJin gruñía, ronco y sensual y TaeHyung soltaba palabras inteligibles, una tras otra. Gemidos de placer, pidiendo más. El Alfa ponía sus manos por encima de la cabeza de TaeHyung para aferrarse a la colcha de su cama y no tocarlo, por las dudas. Tenía una fuerza abismal en su pelvis, ya que lo estaba empalando como si no hubiera un mañana.

TaeHyung estaba fuertemente aferrado a él, chupando su lóbulo y luego besando el cuello y hombro del Alfa. Sus uñas rasguñaban cuesta abajo y se clavaban sobre los glúteos de SeokJin mientras él abría más sus piernas. No se necesitaba más pose que esta. Él aprisionado, bajo el cuerpo de su Alfa, siendo follado intensamente. Olvidándose de cómo mierda se llamaba, qué día era... Y de los años que tuvo que mantenerse lejos de SeokJin por el bien de ambos.

Ahora todo eso estaba lejos. Todo lo que importaba era la forma en la que SeokJin lo penetraba sin parar y la forma en que su lengua lamía su cuello, una y otra y otra vez. Le gustaba la sensación de ser lamido porque inconscientemente, SeokJin parecía estar preparando la zona y TaeHyung lo quería. Lo quería todo, desde un inicio, pero SeokJin no se lo había dado.

Su estómago se sentía algo así como "burbujeante" el calor se acumulaba en éste y la presión en la base de su polla le advertía que se correría. SeokJin podía sentir la tensión en todos los músculos del omega y sabía que estaba cerca.

—Eres tan-... —susurraba sin aliento.

— ¿Tan qué-...? Oh- joder, joder... Jin ¿Qué soy? —preguntaba—. Dímelo, dime que soy...

SeokJin sentía el familiar escalofrío subir por su espina, pasar por su nuca y descender a su bajo vientre para juntarse en la base de su miembro.

—Mío —susurraba y gemía, corriendose dentro de TaeHyung y con TaeHyung, al mismo tiempo—. Ah~... Mío, mío, mío.

—Si~ Oh, joder... Tuyo —TaeHyung temblaba y sentía sus piernas flácidas mientras era sacudido por la intensidad de su orgasmo y Seokjin se anudaba dentro de él.

También temblando, agotado y sin fuerzas, caía encima de TaeHyung y se escondía en su cuello. En un cómodo silencio. Sus cuerpo llenos de sudor, olor a sexo y a sus aromas entremezclados. TaeHyung lo abrazaba fuertemente, luego dejaba que SeokJin lo besara. Comenzaba a besar su cuello con vehemencia, luego lo lamía y repetía.

—Te dije que no ibas a lastimarme —susurraba el omega, acariciando la espalda de SeokJin.

El Alfa alzaba la mirada y veía por encima de la cabeza de TaeHyung. El colchón estaba desgarrado justo donde sus manos habían estado en todo el proceso en el que se había negado de tocar a TaeHyung. Estaba despedazado junto con la colcha y las sábanas de seda, debajo de estas.

Suspiraba apretando sus dientes y metiendo su cabeza en el cuello y hombro de TaeHyung. ¿Cómo podía perderse tanto y descontrolarse tanto?

—Te amo —susurraba aturdido.

—Y yo a tí —afirmaba el omega, feliz de oirle decirlo y finalmente sentía los brazos de SeokJin pasar por debajo de su espalda y abrazarlo fuertemente.

Justo en ese momento en el que SeokJin lo tenía cual prisionero de su cuerpo, TaeHyung suspiraba aliviado. Sin ninguna preocupación, sin nada más en su cabeza. Solo este momento. Solo ellos dos.

Bueno, si ven errores, perdón. No sé si este encuentro fue lo que esperaban o no, pero bueno... Melusita, espero le hayas disfrutado cuando lo leas

Jeje

Estado de la rueda de actualización:
EROTOFONOFILIA ✅ (10/6)
ANATEMA ✅ (12/6) ᶜᵉʳᶜᵃ ᵈᵉˡ ᶠⁱⁿᵃˡ
REMEMBER ME ✅ (20/6) ᶜᵉʳᶜᵃ ᵈᵉˡ ᶠⁱⁿᵃˡ
HOLA, SOY VANTE ✅ (21/6)
UPSIDA ✅ (22/6)
ILLECEBRA ❎
¿Y SI DIGO QUE NO? ❎

Con amor Niñita Nany 💜

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