Capítulo 12
Madison
Llegados a casa, Chad me saco de mi estado tocando mi hombro.
— Ven conmigo. —me dice.
— Estoy bien aquí. Preferiría estar sola.
— No estas bien aquí y tampoco sola.
Hice caso omiso a él y todo lo que me dijo.
— Mira que eres cabezota. —dice antes de salir.
Dio la vuelta al coche y me abrió la puerta. Al ver que no salia, me tomo en brazos. Sé que si intentaba hacer algo era en vano. Él me agarraba con fuerza. Me llevó a la sala de entrenamiento que él construyó.
— Venga, desahógate. —dice dejándome en el suelo.
— Desahogarme... —dije poniendo mis manos en la cadera y dando unas cuantas vueltas— ¡Todo es por culpa de este bebé! —me di unos golpes en la panza— Si no hubiese tenido estos síntomas, a lo mejor él estaría con vida.
— Cálmate. —me toma de las muñecas— Sólo vas a hacerte daño.
— Qué sabrás tu...
— Muchas cosas me han pasado. Yo no hablo solo por hablar.
— ¿Ah si? Pues cuenta, sorprendeme.
Rodea los ojos y se tumba en el banco de pesas. Yo me senté en otra maquina. El dolor de espalda me estaba matando.
— Espero que estés atenta y me escuches muy bien porqué será la última vez que me abra de ésta manera ante ti. —me advierte.
— Corta el rollo y empieza de una vez. —me fulmina con la mirada pero yo ni me inmute. Tan sólo las lágrimas que cobraron vida propia.
— Hace unos años conocí a una chica. Ella era muy guapa pero algo tímida.
— Y no me digas que le gustaste porque con esa actitud...
— Yo antes no era tan así. Bueno, como decía, los demás a veces se aprovechaban de su timidez, menos yo. La fui defendiendo y así comenzamos a pasar más tiempo juntos y conocernos. Era consciente que me había enamorado pero no sabía si ella sentía lo mismo por mi. Paso como un año y, un día nos peleamos por una tontería. Lamento esa pelea. —suspira— Ese mismo día unos chicos del bando la acosaron pero yo estaba en un bar. Ella me envió un mensaje con "Ayuda". Lo leí y le di la vuelta al móvil. Sólo al siguiente día me enteré de lo que le había pasado y quise ir a hablar con ella pero no quería. Un mes entero no me hablo hasta que tome el coraje de ir a su casa. Entre a la fuerza porque ella no me dejaba entrar. Le pedí mil veces disculpas hasta que me perdono. En ese momento yo ya planeé mi venganza: matar a todos los que abusaron de ella. Una vez hecho, me fui casa porque sabia que en poco tiempo el bando iba a estar al tanto. Para mi sorpresa, ella vino a mi casa y me dijo "¿Por qué lo has hecho?" Le conteste "Porque te amo". Esa noche hicimos el amor unas cuantas veces y todas como la primera vez dando como resultado un bebé.
— ¿Tienes un hijo?
Levanta la mano para que me esperara.
— Un día, antes que nos sacaran del bando, le pedí matrimonio porque pensé que nos iban a matar y hubiese sido una bonita forma de acabar. El tiempo paso en el que estuvimos haciendo misiones como muertos —hace comillas con los dedos— y en una de ella nos pillaron. Me pusieron a elegir entre el bebé y ella. Yo estaba dispuesto a elegirla a ella porque la amaba con todo mi ser y al bebé... Bueno, no es que lo quisiese desde un principio. Antes de poder tomar la decisión, ella tomo la pistola y se disparo en la cabeza. Claro está que el bebé también murió al poco tiempo. —suspira como si fuera su último aliento— Como a ella no puedo volver a amar a nadie. Ella es y será mi único amor. Ni te imaginas lo que sufrí por ella. Así que amortigua tu dolor y tristeza manteniendo los buenos momentos que pasaron juntos.
— Sólo eso me ha quedado de él, sólo recuerdos. El hecho de no poder hablar más con él, no poder verlo más... De verdad, es muy doloroso todo esto. él tenía un buen corazón. El tiempo que estuve con él, pude conocerlo mejor. Hasta puedo decir que le he tomado demasiado cariño.
— Piensa que ahora está en un lugar mejor.
Que diferente sería todo si las cosas se hubiesen dado de otro modo. Perdón por no haber hecho nada, por haberme quedado mirando. A lo mejor ahora me odies pero quiero que sepas que siempre estarás en mi corazón y sobre todo en mi mente.
Alan
No sé como y cuando llegamos a casa. Sólo recuerdo a Bryce tirando de mi para llevarme dentro. Mi cuerpo esta amortiguado, aparte de un dolor punzante en mi corazón, ya no sentía nada.
— Jimmy ve a tu cuarto. —le dice— Siéntate. —me dice. Le hice caso. Mas bien ella me llevo— Sé que es una pregunta estúpida pero, ¿qué sientes? Habla conmigo.
No le conteste al instante, no podía encontrar las palabras.
— Le recuerdo y ... siento que se fue alguien que fue único en mi vida y estaba ahí, siempre.
— Hacer amigos no es sencillo y menos conservarlos. Pero una vez encontrada a esa persona, ya tiene un lugar en nuestro corazón. Sin darnos cuenta formamos lazos muy fuertes con ellos que pocos pueden entender. Sé que él aún está aquí —toca mi corazón— pero sientes un gran vacío. También sé que es mi culpa pero le agradezco con todo mi corazón que haya salvado a mi hijo. Lo siento muchísimo, de verdad. Tal vez debí dejar a Jimmy aquí pero puede que ni aquí este a salvo.
— No es tu culpa. —la mire con lagrimas en los ojos— Muchos dirán se hombre pero no puedo. Él me era lo mas parecido a un hermano y me da mucha rabia. Tengo rabia con la vida porque se lleva a la gente buena. Él era muy bueno y joven. Él intentaba ayudar a todos en las misiones y estar atento en todos los lados. Pero hoy, él necesitaba esa ayuda y atención de nuestra parte y no se la dimos. Si hubiésemos estado más atentos, estaríamos todos bien. —me levante y tome un kit de primeros auxilios del baño— ¿Puedes quitarte los pantalones?
— No hace falta, estoy bien.
— Déjame hacer algo bueno por el día de hoy. Quiero curarte eso.
Bryce se quito los pantalones con dificultad. Intentaba esconder el dolor le que provocaba la herida. Me senté de rodillas delante suya.
— ¿Y yo cómo puedo curar esto? —dice ella tocando de nuevo mi corazón.
— No puedes hacerlo.
— Déjame intentarlo. —se acerca a mi y besa mi frente— Déjalo que descanse en paz y que pueda ir allá con los suyos. Seguro que él no quisiera verte así.
Claro que él no quisiera verme así. Siempre estaba ahí para sacarme de cualquier estado negativo que tenía, cualquier problema o cualquier cosa. ¿Pero yo estuve para él? No. Casi nunca. Fui el peor amigo que alguien puede tener.
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