capitulo 8: BUMBLEBEE
Misión, día 15, ubicación: Desconocida.
La figura inconsciente de una pelinegra con orejas felinas color purpura era cargada con extremo cuidado por una alta rubia, quien hacia su camino al hotel con enfermería más cercano con rapidez, tan rápido como sus agotados e irritados músculos le permitían.
"Ya casi, Blakey," decía con la voz entrecortada Yang, "-un poco más y llegamos, todo va a estar bien cariño, te he curado la herida, descansa." Pedía con voz cansada, preocupada aun por la tranquila chica entre sus brazos notando como la herida en el muslo de la faunus ya había dejado de sangrar a través del improvisado torniquete que envolvía el área afectada.
Orgullosa ante su excelente improvisación con los Dust obsequiados por Weiss, Yang sonríe para sí misma mientras termina de recorrer su camino dentro del hotel visualizado al final del camino preparándose para un buen y merecido descanso con una casi recuperada Blake en sus brazos.
...
Misión, día 17, ubicación: Vacuo, las afueras.
Al día siguiente de su arribo a un hotel en el pueblo cercano, ya duchada, alimentada y menos exhausta, enfundada en su cómodo pijama a short y blusa de tirantes, Yang observa en silencio y con nerviosismo la cama donde la faunus lucia menos pálida después de haber sido atendida apropiadamente.
'Qué clase de retorcida broma es esta, Weiss Schnee?'
Frunciendo el ceño molesta, coloca el scroll utilizado en la mesita de noche al lado de la cama para volver su mirada a su chica. Inmediato todo rastro de molestia desaparece de su rostro siendo reemplazado por alivio.
"Blake," llama suavemente, al notar movimiento de parte de la chica, "-cielo, cómo te sientes?"
Parpadeando, removiéndose sobre la cama, Blake abre sus ojos observando en silencio el techo del lugar. Una suave y cálida fuente de calor se acerca a ella haciendo que una sonrisa aparezca en su rostro pero es rápidamente reemplazada por un gesto de dolor al mover sus piernas al tratar de enderezar y sentarse sobre su lugar. El torniquete aún seguía atado alrededor de su muslo, causándole incomodidades.
"Oh, perdona," susurra Yang, acariciando su cabello negro, "- ya estás bien solo que deje esto aquí por precaución ya que-"
"El jodido pajarraco logró herirme al final," termina por la rubia la obvia explicación, "-ouch. Puedes quitármelo?" Dice entre risas forzadas ante la incómoda sensación en su muslo.
Asintiendo, Yang le ayuda a sentar y recargar contra la cabecera de la cama comenzando a desatar el amarre de la pierna de su pierna.
"Como te sientes? Dormiste todo un día completo por cierto." Comenta con notorio nerviosismo en la voz mientras acariciaba suavemente la rodilla y muslo recién sanado de la faunus mientras con su otra le acerca un sándwich de atún, "Debes reponer energías." Agrega simplemente al ofrecer el alimento.
En silencio, Blake come lo ofrecido, bebiendo un simple vaso de agua. Mucho más relajada, ahora con algo en el estómago, sonríe estirando su cuerpo sobre la cama pues sus muslos se sentían tenso. Alza su pierna ligeramente para volver a sonreír aún más ampliamente al notar que no hay dolor alguno.
"Me siento como si mi muslo no hubiese sido atacado por el ala de un Nevermore." Bromea poniéndose de pie dando un par de pasos, comprobando efectivamente que su herida había desaparecido quedando una ligera cicatriz en el lugar donde había sido atacada. Dando un par de pasos se acerca a la rubia colocándose sobre su regazo abrazándose a esta.
Notando como la respiración de Yang se volvió pesada y sintiendo como ambas manos inmediatas sueltan sus caderas empujándole ligeramente fuera del área de su regazo al evitar mirarla a la cara, la faunus inmediata se arrodilla a su lado buscando ayudarle al pensar que pudiera haber lastimado de alguna manera a Yang. Es en el momento en que es detenida por una mano cuando su entrecejo se frunce al ser sujetada a distancia de la rubia.
"H-Hay algo que..." comienza Yang tartamudeando sin dejar de encorvarse furiosamente hacia al frente, "-te preguntarás porque sanaste tan rápido si tu aura estaba baja ayer que-"
"No hay que ser genios para intuir que utilizaste el Dust que Weiss te dio antes de irnos. Gracias por cierto," lo último lo dice en tono más suave, "-mi pregunta es...porque pareces tener un terrible dolor en tu-"
"-Y ese Dust tiene efectos secundarios..." agrega en un susurro Yang sin alzar la mirada.
'Es...es eso un sonrojo? Yang, la exuberante y sensual rubia Xiao Long, maestra de las malas bromas, desvergonzada a por mayor...esta sonrojada?! Esto debe ser serio.'
"Explícate." Exige suavemente Blake quedándose de rodillas sobre la alfombra frente de la encorvada Yang.
Juntando sus piernas, lo mejor que podía, Yang aprovecha el movimiento distractor para alcanzar un cojín y colocarlo en su regazo. La atención y curiosidad de Blake son atraídas inmediatamente ente el curioso comportamiento de la rubia haciendo que sus orejas felinas se echaran hacia atrás sobre su cabello en aprensión.
'Solo dormí un día...que rayos puede estar pasando?'
Soltando aire pesadamente, ojos ametista se clavan nerviosamente en la preocupada mirada ámbar de Blake.
"Creo que...Dust, como se explica algo así?!" Lanza su mano izquierda molesta al aire, cuidando con su robótica el cojín sobre sus piernas.
"Yang," llama en tono de advertencia Blake, "-sabes que lo que sea que pasa, lo que sea, literal, estoy contigo y-"
Riendo amargamente, Yang decide hablar.
"Comenzaré diciendo que sí, utilicé el Dust que Weiss nos dio." Asintiendo, Blake guarda silencio esperando la continuación, "Te desmayaste, cuando arrasamos con el nido de Nevermores en la montaña," explica, "-la cortada en tu muslo era muy profunda, sangrabas muchísimo, y recordé el obsequio de Weiss." Encontrando silencio, indicando que Blake seguía su historia, continua, "Limpié y desinfecté la herida...y tomé con mi mano –en mis dedos- una generosa cantidad del Dust rojo, el que vaciamos en el frasco," aclara, "-e inmediata tu herida dejo de sangrar comenzando a cicatrizar...menos mal que dormías porque se veía algo doloroso."
Parpadeando, Blake ladea la cabeza siguiendo el orden de los eventos. "Muy bien, así...así se supone que debe pasar al utilizar ese Dust. Que hay de malo en eso?"
"El problema no es ese," señala Yang presionando con fuerza el cojín de su regazo con su prótesis, "-el problema fue que mi mano quedo teñida de ese color," alza su izquierda para enfatizar, "-incluso había Dust rojo dentro de mis uñas...y antes que digas que lavarme las manos habría ayudado, no. No ayudó, lo intenté mil veces!"
Sus orejas felinas se echan atrás ante el tono incomodo que comenzaba a utilizar la rubia, "Yang no entiendo que-"
"Y-Y ayer..." balbucea nerviosa Yang, incapaz de mirar a Blake a la cara, "-estabas profundamente dormida y hace tiempo que no lo hacemos...y-y tu yukata dejaba ver lo más alto de tu muslo y-"
Sonrojándose, Blake sonríe tranquilamente comprendiendo, "Oh, Yang, no hay nada de malo en-"
"Y no resistí y fui a la ducha a...ya sabes," indica sonrojada haciendo un gesto obsceno con su mano, al final agrega riendo tontamente, "-me di amor a mí misma."
Olvidando la preocupación que en un inicio de la conversación la embargaba, Blake echa a reír junto con la rubia ante la estúpida manera de parafraseo que escoge, muy seguramente buscando aliviar la tensión.
Una vez que su risa está bajo control, la faunus pregunta, "Ya te digo que está más que bien...que clase de persona sería si me molestara porque te das, como dijiste? Amor a ti misma."
Sonriendo, con un sonrojo en el rostro visible a metros de distancia, Yang suelta aire pesadamente continuando, "L-La cuestión es que..." muestra su mano izquierda limpia de rastros de Dust.
Alzando las cejas en confusión, Blake pregunta, "No habías dicho que estaba teñida en el mismo color del Dust que usaste?"
"Lo interesante es que, aparentemente el agua caliente y el jabón no fueron hechos para limpiar residuos de ese Dust pero-" la voz risueña de Blake la corta.
"Pero los fluidos íntimos al termino de tu 'sesión amatoria con tu mano', si fue capaz de retirar el colorante dejado ahí?" Pregunta irónica, tratando de sofocar una risa.
Cruzándose de brazos, Yang bufa molesta, "Pues créelo o no, mi mano quedo limpia que limpia después de que me di mucho amor, gracias."
Aun entre risas, Blake se las ingenia para preguntar con seriedad, "No entiendo, que tiene que ver una cosa con la otra?"
Con ambas manos, presionando firmemente su regazo, Yang susurra, "Que anoche todo parecía normal...solo que esta mañana cuando me despertó un intenso dolor en mí, er,...nada era normal!"
"Yang, son pasado de las diez de la noche y-" intenta razonar Blake, sigue sin comprender y necesita respuestas.
"BLAKE!" La llama Yang lanzando el cojín fuera de su regazo al ponerse de pie, "EL JODIDO DUST ESE ME HA HECHO DESPERTAR ESTA MAÑANA CON ESTO!" Señala su entrepierna sobre el short negro.
Frunciendo el entrecejo, la vista de la faunus se enfoca más detalladamente en lo señalado a escasos centímetros de su rostro: Un extraño bulto se alzaba justo en la unión de la entrepierna de la rubia.
Parpadeando, Blake nota como al examinarle aún más de cerca y tocarle con una de sus manos el objeto en cuestión emana calor y firmeza ante el contacto. Lo que más llama su atención es la reacción de Yang, un suspiro que rayaba en lo más parecido a un gemido necesitado deja su garganta al sentir la cálida mano de la faunus deslizarse sobre la nueva adquisición de su cuerpo.
Sobresaltada, Blake retira su mano de lo que, sin darse cuenta, había comenzado a frotar suavemente por sobre la tela. La rubia se deja caer pesadamente sobre la cama, sentándose nuevamente en la orilla recargando sus codos en sus rodillas evadiendo la mirada inquisitiva de la faunus.
Un silencio incomodo se apodera de la habitación. No es que encuentre repulsivo o desagradable la situación en la que se encuentra Yang pero es curioso el caso ya que se supone que en ella se ha utilizado el Dust para curarle y nada parece fuera de lo normal...aunque quizá la alarmante sensación de calor y necesidad de tomar la nueva adición de Yang entre sus manos...labios, pier...
'QUÉ CARAJOS!? Que rayos está pensando mi cerebro? Porque me siento tan a traída a...Dust, seguramente ese Dust agudiza los sentidos e incrementa sobremanera la libido o la inmediata sensación que el cuerpo esta experimentando.'
"Vaya." Es la simple respuesta de Blake, sus orejas estaban alzándose firmes sobre su cabeza en sorpresa.
Es el turno de Yang de quedarse en silencio. 'Solo...vaya?! Dust, porque tiene que estar de rodillas frente a mí, casi entre mis piernas...tan fácil que sería solo alcanzar su cabello, tirar de ella y hacer que...'sacudiendo la cabeza, buscando detener el bombeo y presión sanguínea acumularse en su nueva extremidad, decide presionar por algo más que esa simple respuesta.
"Blake?" Susurra acariciando la mejilla de la Faunus con su mano, quien mantenía la mirada fija y en silencio en la obvia erección que su shorts resguardaba, "Es-Estas bien?"
Saliendo de su estupor, la faunus alza la mirada. Su rostro ligeramente sonrojado, "Así que...lo que decían..." Murmuraba para sí misma, pero Yang le escucha.
"Decían? Decían que?" Pregunta la rubia.
"D-Decían," comienza Blake alzando la mirada. Si no dejaba de observar su entrepierna le era imposible dejar de fantasear con lo que había detrás del short de la rubia, "-escuché rumores sobre una chica, cuando estuve en el White Fang..." Yang emite un sonido que le indica continuar con su historia, "-una de ellas juraba haber estado en contacto con cierto tipo de Dust que le dio...bueno, digamos que después de usar ese Dust ella y su novia procrearon un bebé de manera natural, ambas chicas y sin ayuda de ningún laboratorio por fuera."
"Es eso posible?" pregunta Yang asombrada.
Asintiendo, Blake comienza a acariciar por encima de las rodillas de rubia sugestivamente, "Lo es."
"P-Pero...ellas...cómo?"
"Es genial lo que la gente inventa y vende en el mercado negro." Suspira Blake con sarcasmo, "Dudo mucho que Weiss estuviera consciente de lo que había en ese frasco cuando te lo dio."
Tratando de mantener su respiración normalizada, Yang no puede evitar soltar un sonido de apreciación cuando Blake estira nuevamente su mano para tocar por encima de la tela del short el tenso miembro que resguardaban.
Mordiéndose el labio, buscando guardar silencio ante la deliciosa sensación, Yang inconscientemente empuja su cadera buscando profundizar el contacto. Sonriendo de medio lado, es el turno de Blake de actuar por instinto al comenzar a deslizar una de sus manos para alcanzar el elástico de la prenda que cubre su objetivo buscando retirarle.
Sobresaltada, Yang detiene los avances de la faunus, "Q-Que estás haciendo?"
"Que parece que hago?" Pregunta rodando los ojos, presa de una creciente curiosidad de conocer la nueva extremidad de Yang, "Quizá...Quizá sea como con aquellas chicas."
Captando el tono, Yang pregunta, "Eh, que quieres decir con eso?"
Continuando sus caricias por el vientre bajo, caderas y la parte interior de los muslos de Yang, agrega, "Según recuerdo ese tipo de Dust puede durar activo en el cuerpo humano activo, entiéndase tú con ese equipo, por varios años si no se obliga al cuerpo a eliminarle naturalmente."
Abriendo los ojos enormes, Yang balbucea incoherencias mientras su nueva extremidad es liberada en un rápido y suave movimiento de sus confines. Blake se las había ingeniado para retirar su short junto con la ropa interior.
El sonrojo de las mejillas y rostro de Yang comienza a extenderse por su cuerpo completamente, era increíble la manera en que su cuerpo responde a los toques y caricias ligeras de Blake.
Observando con interés el miembro de Yang, la faunus se acerca a este tomándole en sus manos con delicadeza. Si de algo estaba segura Blake es que cualquier tipo podría estar orgulloso del tamaño y grosor que su chica portaba.
'Ni siquiera Adam o Sun estaban tan bien...dotados? Es la palabra?'
Comenzando a deslizar ambas manos de la base a la punta con extremo cuidado ganándose así un profundo gemido satisfecho de la rubia, sonríe complacida ante sus avances, agregando con voz sensual, "Sabes...hace años que no he estado con uno real."
"ES EN SERIO!?" Yang le lanza una mirada incrédula, enderezando su cabeza pues la había lanzado atrás a causa del placer que le era ofrecido, "NO SABEMOS QUE CARAJOS HA HECHO QUE ESTO APAREZCA AQUÍ Y AHORA QUIERES QUE YO...QUE NOSOTRAS...ESTO ÉSTO ES...ES...DUST, BLAKE!"
"Seguro fue el Dust que Weiss te dio," murmura la pelinegra comenzando a utilizar las gotas de líquido transparente que comenzaban a resultar sobre la punta del miembro entre sus manos a manera de lubricante, "-algún tipo de escarmiento debió querer dar-...Oh, Dust!"
Es el turno de Blake de exhalar profundamente con necesidad al sentir la cálida mano de Yang acariciar su barbilla y labios con su pulgar al comenzar a empujar su cadera buscado profundizar los avances de sus manos.
"Bl-Blake," llama entre respiraciones entrecortadas Yang, "-lo que dijiste...es en serio?" Pregunta tomando la barbilla de la faunus en su mano, "-lo de no haber...con uno en años...que hay del strap-on?"
Antes de que la pregunta de Yang hubiese sido terminada de formular, la faunus se pone de pie desabrochando y lanzando fuera de su cuerpo su acostumbrada yukata color negro permitiéndole a la rubia observar su casi desnudo cuerpo. Casi, dado que aun llevaba cubierta su entrepierna por una fina tela color negro.
"Si, el strap-on...si con ese haces un gran trabajo," susurra contra sus labios, "-imagina lo que algo real podría hacer por ambas!"
Sonriendo de medio lado, Blake se inclina donde Yang besándole con determinación, buscando profundizar el beso mientras sus manos se deslizan por la cintura de la rubia subiendo a su paso la blusa naranja, intentando retirarle a lo que la hipnotizada humana accede al separarse ligeramente de la faunus rompiendo el acalorado beso para permitirle dejarla completamente desnuda.
Observándole de arriba a abajo, se abraza al cuello de Yang colocando sus piernas a ambos lados de su cadera mientras se situaba sobre su regazo. La rubia no puede evitar exhalar profundamente al sentir su rígido miembro rozar su húmedo centro, sin aun adentrarse en ella. Apretando su agarre sobre su cintura, la instintivamente comienza a empujar y rozarse contra la faunus ganándose un bufido ansioso por parte de esta.
Llevando sus manos a los pechos de Yang, comienza a moverse sobre ella, deliberadamente jugueteando con el ansioso y necesitado miembro al escuchar los sonidos que dejaba escapar cada vez que sentía estar por adentrarse en Blake para al final simplemente volver a comenzar el incitante movimiento sobre su rigidez y la ardiente sensación sobre sus pechos.
Con un suspiro de satisfacción, frota su nariz en el hueco del cuello de Yang al besar y morder ligeramente su clavícula. La luna brilla a través de la ventana del dormitorio, arrojando un suave resplandor sobre la suave piel de Yang, y no puede evitarlo. Blake se desliza ligeramente su mano derecha por en medio de los pechos frente a ella, acariciando el tonificado abdomen hasta llegar al vientre bajo, justo donde recordaba estaría la separación de los labios inferiores de la rubia.
Mordiéndose el labio, se acerca a besarla con pasión dejando que su mano nuevamente envolviese la nueva parte de Yang en su mano comenzando a juguetear con este acaloradamente.
Sintiendo como el agarre de la mano no metálica de Yang se apretaba en su trasero, sin dejar de entrelazar sus lenguas en el agitado beso, la faunus comienza a rozarse con ansiedad sobre la punta del dispuesto miembro. Separándose ligeramente de los labios de Yang, sin dejar de acariciar su miembro y pechos con sus manos, se acerca a susurrar a su oído, "Lista...para el siguiente paso?"
Asintiendo nerviosamente, Yang traga saliva despacio, "Qu-Que tan difícil puede-"
Sonriendo de medio lado, Blake la silencia besándole nuevamente, "No mucho si te quedas donde estas y me dejas hacer todo el trabajo." Dice entre risas.
Frunciendo el entrecejo, mueve ambas manos –robótica y humana- a tomarle por la parte trasera de los muslos, girándole rápidamente para colocarse sobre ella encima de la cama sorprendiendo a la pelinegra.
"Es nunca ha pasado..." susurra Yang besando y mordiendo ligeramente el cuello y camino entre los pechos de Blake, "-y no por tener esto," señala moviendo su cadera rozándose nuevamente contra el cálido centro, "-va a ocurrir esta noche." Asegura pesadamente al apenas contenerse de enterrase brutalmente dentro de la faunus.
'Comienzo a entender porque los tipos piensan con el pene! Es complicado concentrarse en algo más que desear sentirla rodearme con sus piernas por la cintura y empujarme a la de ya dentro...Dust! Esta tan lista...' Piensa al deslizar fuera de la entrada de Blake su mano, la cual sin darse cuenta había cobrado vida yendo directa donde sabe que la faunus la necesitaba.
Blake enrolla sus brazos alrededor de los fuertes hombros de Yang, soltando un sonido placentero en su oído al sentir la mano de la rubia comenzar a atenderle. Las caderas de la rubia se sacuden cuando el aliento cálido golpea su oreja, haciendo a Blake gemir ruidosamente ante la fricción causada.
"Te necesito, Yang. Y te quiero a ti...toda tu," susurra acariciando suavemente con su húmeda intimidad el miembro necesitado.
Se muerde el labio cuando la rubia gruñe contra su hombro. Blake adora la forma en que podía tomar el control completo de la cama aun cuando Yang parecía ser quien controlaba; consiguiendo lo que deseaba con solo expresar sus deseos más sucios y profundos. Su voz muere en su garganta cuando caderas comienzan a moverse sobre suyo, la respiración de Yang se volvía aún más pesada y su aliento golpeando su pecho.
"Eso es algo egoísta, Blakey." Se aparta, sujetando las manos de la faunus sobre su cabeza y mirándola con seriedad. Detrás de su máscara estoica, la rubia ardía en deseo por ella. "No preguntar y simplemente asumir que estoy de acuerdo con enterrar esto dentro de ti". Esta vez no está segura de poder resistir su falso frente al sentir como la punta de su miembro había encontrado la entrada al centro de la pelinegra.
"L-Lo siento Yang." Susurra con voz apenas audible, fingiendo arrepentimiento, "¿Quieres enterrar esto en mí?" Pregunta Blake dulcemente tratando de enmendar el error señalado por Yang al repetir sus burdas palabras ante la situación.
"Porque preguntas cosas a las que bien sabes las respuestas?" Susurra reacomodándose, tomando con su mano robótica la pierna de la faunus alzándola hasta colocarla sobre su cadera alineándose en preparación para dar el siguiente paso.
Yang sabía que no podría seguir postergando lo inminente, Blake lo deseaba, ella misma lo necesitaba pero el temor de arruinar el momento era mucho más fuerte que ella.
Notando la duda en la rubia, alcanza con su mano el rostro de esta y alzándose a besar sus labios susurra contra sus labios, "Hey, estoy en esto contigo...confía en ti, que yo ya lo hago."
Buscando tranquilizar su mente, Yang desliza una última vez su mano entre los pliegues resbaladizos de Blake para tomar y guiar su miembro a la húmeda entrada. Sujetándose a la rodilla que yacía sobre su cadera, presiona su erección desesperada por adentrarse en la faunus. Un gemido ahogado y una profunda inhalación son las reacciones inconscientes compartidas por la rubia y Blake al sentir como se conectaban en un rápido, y algo torpe, movimiento.
Cuando Yang empuja para adentrarse en ella, no lo hace con cuidado, pues lleva el movimiento hasta lo más profundo de una sola vez. Blake ahoga un grito dándole la bienvenida intrusión. Yang ve estrellas cuando siente las cálidas paredes comprimirse rápidamente alrededor de su miembro buscando drenar hasta la última gota que este tuviera para ofrecer. Es obligada a detener los movimientos inmediatos que venía planeando realizar ante el temor de terminar justo en el instante en que comenzara a ejecutar su improvisado plan.
'Joder! Esto se siente extraño pero...extrañamente increíble! Siento todo de Blake alrededor de mi-'
"Oh, por favor, Yang! No te detengas!" Suplica Blake, clavando sus dedos en las caderas de la rubia. "Más rápido!" vuelve a exigir moviendo su propia cadera contra la de la chica sobre ella.
Tomada por sorpresa por el repentino ataque de lujuria de la faunus, empuja rápidamente dentro de esta. Profundas exhalaciones son dejadas escuchar por Yang al sentir lo estrecho y húmedo del centro perfecto al recibirle.
Se siente cerca del límite mientras entraba y salía de Blake, siguiendo el ritmo desenfrenado de esta al sentirse también cerca de su propio clímax.
"Más r-rápido, Yang, por favor!"
Yang sabía que Blake se sentía restringida al estar bajo ella, por lo que en este momento decide sujetarla por el trasero acercándole más, besando y mordiendo cada tanto de un pecho a otro mientras que su mano no robótica la acariciaba tras las orejas felinas.
Blake estaba segura que aquello era el paraíso, estar bajo los efectos de Yang, llámese dedos, labios o lengua, era todo una experiencia. Adoraba la manera en que Yang lograba equilibrar con maestría el uso de cada musculo de su cuerpo en una sola sesión, y el miembro entre sus piernas era la prueba viviente de que para la rubia era un simple accesorio más que lograba usar a la perfección.
A la faunus le importaba un carajo si no podía mantenerse de pie la mañana siguiente, o durante toda una semana después de esa noche. Quería que Yang la utilizara de la manera que le complaciera, que la destrozara si era necesario pues bien sabía que horas después ella misma volvería a rogar por más.
"Ya c-casi, Yang...vas a hacer..."
'Joder Blake, sigue hablándome así y no voy a resistir mucho...'
Ante el gruñido demandante de Blake, cualquier tenue agarre que tuviera sobre su autocontrol desaparece. Tomando a la faunus con fuerza, comienza a acariciar sus pechos justo antes de alzarse sobre sus rodillas ayudando la a girarse sobre su vientre, colocándole de rodillas y manos contra la cama para abrirse paso dentro de ella ferozmente.
Empujando con todas sus fuerzas dentro y fuera de ella, Yang forzaba a su miembro a deslizarse en su interior y presionar los puntos exactos que sabía harían explotara a Blake en cuestión de segundos al sujetarle por la cadera y empujarse dentro y fuera de esta en su nueva posición. Dada la velocidad y rapidez de su movimientos sus caderas comenzaban a ser un manchón borroso ante el desesperado temo que la rubia marcaba.
Tensando su cuerpo, alzándose sobre sus rodillas, recargando su espalda contra los pechos de Yang, sujetándola por el cuello, Blake sí que grita al sentir como un fuerte orgasmo se apodera de su cuerpo comenzando a expandirse a cada parte de su cuerpo desde su vientre bajo, cortesía de su rubia humana.
Abrumada por la manera tan ruda y posesiva en que Yang sabiamente sigue su consejo y la utiliza de manera poco cautelosa, su útero se contrae alegremente contra el rígido y cálido miembro de esta una y otra vez durante incontables segundos al ayudarle a prolongar el instante al moverse y acompañarle en su paseo orgásmico, dando como resultado lo que quizá fue uno de los clímax más duraderos experimentados por Blake, uno no infringido por los labios de la rubia sobre su clítoris.
Una vez que siente como las paredes de su útero comienzan a descender de su agitado movimiento buscando drenar la esencia de Yang dentro de ella, puede sentir que la rubia comienza a empujarse con fuerza y rapidez dentro de ella nuevamente. Colocándole de frente contra la cama, Yang da un par de fuertes estocadas dentro de Blake antes de retirar su miembro de dentro suyo segundos antes de ceder ante su propio clímax dejando que la prueba de su orgasmo cayese sobre la espalda baja y trasero de Blake al terminar su faena fuera de ella.
Apoyando su frente en la base del cuello de la faunus, Yang besa suavemente el área tratando de no ceder ante la instantánea debilidad que se apoderaba de sus extremidades. Notando el temblor de las piernas de Yang al tercamente mantenerse en posición sobre su espalda, Blake se gira hasta quedar sobre su espalda –y los residuos del clímax de Yang- tomando a la rubia por el cuello con sus brazos al rodearle y atraerle hacia ella, ignorando la húmeda sensación en su espalda.
Acomodándose sobre su pecho, Yang busca tranquilizar su respiración y el agitado palpitar de su corazón, sonriendo ante la nueva manera presentada de alternar la diversión en la habitación.
Rodeando la cintura de Blake con sus manos, besa la base de su cuello y suelta una risita al sentir como esta se reacomoda sobre la cama y suelta un ligero siseo incómodo.
"Tú pediste que-"
"Lo sé," ríe entre dientes Blake, "-y sí que le utilizaste a tu gusto...estaré adolorida por días!"
La rubia suelta una risita, enterrando su rostro en el suave cabello oscuro, contemplando maneras de incitar a Blake a pedirle usarle de esa manera otra vez, y pronto.
"Po-Porque terminaste fuera? Es genial cuando..." Yang interrumpe su tren de ideas.
"Recordé lo que dijiste, que esas dos chicas tuvieron un bebé," señala moviendo su cadera sobre la entrepierna de Blake haciendo que su ligeramente menos rígido miembro se deslizara entre sus piernas sin adentrarse al reacomodarse sobre ella, "-podré no haberme acostado nunca con un tipo, pero se bien lo que pasa si lo que cayó en tu espalda hubiese aterrizado dentro de ti sin protección alguna," enfatiza con voz seria, "-no estoy lista para ser madre, no aun...y no me mal entiendas, nada me gustaría más contigo pero en su tiempo y-" los labios de Blake se posan sobre los suyos silenciándola con un suave y dulce beso.
"Lo sé," susurra contra los labios de Yang, "-cuando llegue el momento haremos uso de este Dust nuevamente para ver si tenemos suerte y tenemos una versión miniatura de ti corriendo por nuestra casa."
Riendo suavemente, Blake estaba por dejarse llevar por increíble cansancio que sentía cuando una idea la hace abrir los ojos sobresaltando a la humana recargada cómodamente sobre sus pechos.
"Yang, crees que Weiss y Ruby hayan utilizado este Dust? No es un poco temprano para pensar en tener familia si-"
"Oh, Dust...Blake! La otra noche..." responde mortificada, "-l-lo que usaba Weiss en mi hermana...eso no era un STRAP-ON!" El color se había ido de su rostro ante la posibilidad, "Qué tal si ellas...si Ruby..."
"Espero que esas dos estén teniendo el cuidado apropiado entonces. Ha pasado casi un mes desde el día en que vimos a Weiss darle a Ruby su..." ante la falta de contacto físico, Blake se alza sobre sus codos buscando a la ausente rubia de sus brazos, "Yang, que haces?"
Yang se había lanzado a por su scroll, el que descansaba plácidamente en la mesita de noche al otro extremo de la cama. En silencio y con una unión de cejas en molestia que rivalizaba el semblante molesto de Weiss siendo toda una Schnee, la rubia tecleaba furicamente en este.
"Schnee, no sé qué clase de retorcida persona te dijo que era buena idea usar esta cosa...juro que pagarás por esto cuando regrese!"
Una vez enviado el mensaje, Yang exhala pesadamente dejando en su lugar el scroll nuevamente. Blake se coloca tras ella abrazándole por la espalda mientras con otra mano alcanzaba la sabana cubriéndoles a ambas.
"Blake." Le llama en una voz apenas audible.
"Si?" Pregunta adormilada la faunus, 'Oh Dust, Yang...duerme ya.' "Estoy demasiado cansada y...dolorida de ciertos lugares en mi cuerpo...mañana podemos hablar de lo que quieras ciel-'
"Porque me creció un pene y no otro brazo?" Señala su muñón al haber retirado y colocado la prótesis robótica en la mesita de noche junto a su scroll.
Parpadeando en la oscuridad, en completo silencio, Blake simplemente suelta al final, "Oh Yang..." La estridente risa de la rubia la hace seguirla en su broma momentos antes de dejarse arrastrar por el cansancio.
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